A Day to Remember- Have Faith in me

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I said I'd never let you go, and I never did
I said I'd never let you fall and I always meant it
If you didn't have this chance then I never did
You'll always find me right there again
I said I'd never let you go, and I never did
I said I'd never let you fall and I always meant it
If you didn't have this chance then I never did
You'll always find me right there again

Ella era alguien que Erick no se esperaba encontrar en esos momentos y mucho menos en esas situaciones, Krystal, la chica de la universidad después de Melissa, aquella mujer que había jugado con sus sentimientos mucho tiempo, haciéndolo sentir menos cada día que pasaba, la que ocasiono muchas dudas e inseguridades en su ser por su físico, sintiendo que en verdad daba asco por todos los tatuajes que tenía, sin duda era algo que no estaba preparado para ver, no pensó jamás volver a topar caminos con aquella pelirroja llena de pecas con sus ojos chocolate que emanaban una serenidad pero a la vez el visaje de alguien sabio y muy inteligente, algo que siempre fue la fémina al estar estudiando medicina cuando estaban en la magna casa.

Los lazos del destino son increíbles, y hacen que todo suceda por algo.

—Buenas tardes doctora Webber, mi nombre es Jennifer Quezada, soy la madre de Andrea y él es mi novio, Erick Levaister.

La pelirroja abría los ojos como platos al escuchar el nombre del chico que estaba a lado de la pequeña latina, de hecho, se daba un golpe mental al no haber reconocido aquel distintivo tatuaje de rosa en su mano derecha, o esos ojos azules que irradiaban siempre muchos sentimientos, que eran muy expresivos y llenos de calidez, siempre estuvieron en su mente, incluso a pesar de estar ya hoy casada con un joven escritor, con quien había congeniado muy bien, pero sin duda alguna, esporádicamente, aquel vocalista que había conocido en la universidad aparecía en su mente, imaginando todo lo que tal vez pudo haber sido con él.

—Erick...hola —La voz de la doctora era tímida y un tanto agitada, esto sin duda alguna era algo un tanto bochornoso e inesperado.

—Hola doctora Webber— su voz era tajante, como si verla ahí fuera un castigo para él, recordando todo lo que había sufrido por culpa de esa chica, todas las humillaciones que había sufrido e incluso el dolor que había pasado con las infravaloraciones que la pelirroja había hecho hacia su persona.

El tono del chico tomaba por sorpresa a Krystal, muy pocas veces había escuchado eso de Erick, solamente cuando cantaba que era sumamente agresivo o cuando había peleado con Jacobson, pero jamás hacia ella, a excepción de aquella vez en la escuela donde él por fin, con su corazón roto la había dejado de buscar.

Cuando sucedió eso, ella se había sentido rota por dentro y no sabía por qué, mucho se lo atribuía a lo que había pasado en la fiesta, donde habían abusado de ella y su estado etílico, sin embargo, iba más allá de eso.

Todo se debía a que Erick ya no la procuraba, ya no se preocupaba por ella ni la buscaba, él estaba en su mundo con sus amigos, solamente lo veía de lejos y después de cierto tiempo lo empezó a ver salir con la chica enfrente de ella, siendo su banda muy famosa, muchas veces veía fotos de la pareja en las redes sociales y sentía cierto vacío que no lograba comprender la razón de ello, hasta que hiló todo.

«Yo pude haber sido ella»

Su orgullo y su forma de juzgar a las personas, había ocasionado que se perdiera de esa oportunidad de haber tenido a ese gran hombre, que era muy exitoso.

—¿Se conocen? — cuestionaba la abogada mientras veía de Erick a la doctora y de regreso, frunciendo el ceño.

—¿Krytal?

Era la voz de Amanda detrás de Erick y Jenny, captando por primera vez la abogada quien era aquella persona enfrente de ellos, ocasionándole un gran disgusto y entendiendo la voz golpeada de su pareja, al saludar a la médica y por instinto tomaba la mano del amor de su vida, mostrando que no dejaría que se fuera de su lado jamás, marcando su territorio.

—Hola Stuart, cuanto tiempo sin vernos —la voz de Krystal era amigable mientras le sonreía a su ex capitana de voleibol.

—Vaya, mucho diría yo, ¿Vives en Nueva York? —cuestionaba la pareja de Michael.

—Si, tengo como dos años que me moví para acá con mi esposo, decidimos dejar Boston y probar nuevos aires.

—Me alegro de que te esté yendo bien —sonreía cortésmente.

—¿Nos puedes decir bien que paso con mi hija?

La voz de Jenny era golpeada, lo cual tomaba desprevenidos tanto a su pareja como a su amiga y la doctora.

—¡Claro que sí! una disculpa, su hija sufrió quemadura de segundo grado en el cuello del lado derecho, donde recibió todo el daño provocado por la presión que fue ejercida por el agua caliente cuando se suscitó el siniestro, como bien les comenté si dejará una cicatriz, pero no causo ningún otro tipo de daño en su piel ni en su interior, garganta y demás.

—¿Se necesitará darle medicamentos y pomadas para ello? —cuestionaba Erick de manera agresiva, se sentía su enojo, si en si ya estaba fúrico por la incompetencia de la escuela.

—Si, todo esto lo pondré en la receta necesaria para los cuidados, por el momento mi sugerencia es que pase acá la noche en observación, si gusta alguno de ustedes quedarse es más que bienvenido, necesitará todo el apoyo moral y de su familia que pueda. Se nota un poco desconcertada y con ganas de salir de aquí pero no es recomendable —comentaba la doctora Webber mientras estaba escribiendo en un block lo que tendrían que comprar los padres de la infanta para su cuidado después del accidente.

—Yo me quedaré —decía automáticamente Jenny, en parte era porque no quería a esa chica cerca de su novio y dos porque Erick tenía que ir a la grabación con Beyond the light mañana, ya que pareciese que se había pospuesto por este altercado.

—¿Estas segura cariño? —Erick la veía de reojo.

—Si, no hay problema, traigo mi laptop, acá puedo hacer lo de los casos.

La voz de Jenny era firme, sin dar pie a decir algo sobre ello.

—Ok, entonces ¿te parece si voy a casa y traigo ropa para mañana? — preguntaba su pareja viéndola a los ojos, él sabía que algo pasaba con ella, su visaje tenía el ceño y labios estaban fruncidos, la conocía demasiado bien, después de casi once años de relación.

—Está bien goblincito —con ello se paraba de puntitas y besaba tiernamente los labios de su amado.

Ella no quería aceptarlo, pero tenía celos de que alguien como Krystal, que había marcado con mucho dolor a su pareja, estuviera ahí, pero no lo iba a mostrar, siempre se caracterizó por ser una chica segura de sí misma en todo.

Con ello se despedían los demás incluido Erick quedando que mañana vendrían ver como se desarrolla Andy y a acompañarlos en el alta de la misma.

Jenny seguía a la doctora Webber, caminando de manera firme y segura, siendo guiada por los blancos pasillos de la clínica, con la titilante luz de las lámparas, como si de un proceso fúnebre se tratará.

—Puedo recomendarles injertos de piel y algunos médicos que son buenos en ello —comentaba repentinamente la doctora viendo de reojo a Jenny.

—Esa será decisión de nuestra hija, no de nosotros, intentamos no imponerle nada a Andy, ella toma decisiones sobre su cuerpo — decía de manera tajante la abogada.

—Lo entiendo, pero como le comenté, el daño en la piel es severo, claro, al tratarse con los medicamentos y pomadas que les receté, ella podrá llevar una vida sumamente normal.

—Lo sé, algo así no podrá con mi pequeña, eso lo tengo muy por sentado. Ella es toda una guerrera.

La voz de Jenny era sumamente orgullosa, ella sabía que su pequeña hija era una chica fuerte en todo aspecto que podría salir delante de esta situación que estaba sucediendo en estos momentos.

—Su hija es muy valiente, demasiado valiente a pesar del dolor que tenía al ser tratada —continuaba diciendo la doctora, no detectaba que la abogada estaba de malas, demasiado irritada, ya que no solo estaba preocupada por su hija, sino por lo que le haría a la escuela para saber que había pasado exactamente en el accidente de Andy, ya de hecho uno de sus colegas había llevado un oficio pidiendo las cámaras de seguridad del laboratorio escolar, quería llegar al fondo de todo y tomar represalias con quienes lo merecían.

—¡Se cómo es mi hija! —exclamaba de manera golpeada Jenny. —Se de lo que es capaz ella y que esto no la detendrá

La doctora estaba un poco extrañada por la fuerte contestación de la abogada, se veía como alguien que no haría alguna cosa mala, o haría sentir mal a las personas, sin embargo, se le notaba el estrés en el rostro y la gran molestia que tenía en el mismo.

—No pienso quitarte a Erick.

Esto hacía que Jenny volteará a ver a la doctora, sus ojos llenos de enojo, ¿Cómo se atrevía a tener ese descaro ella de decir eso?

—No es como que pudieras Krystal, lo lastimaste demasiado hace tiempo y si notaste él tiene resentimiento, mucho diría yo —la voz de la abogada era ácida y llena de desprecio por la otra mujer.

—Se muy bien lo que hice señorita Quezada, no tiene por qué recordármelo.

Su voz era gélida y dejando de lado el respeto que podría haberle tenía aquella chica.

—Entonces no veo cual es el punto de mencionar eso en estos momentos, más sabiendo que él es una persona con pareja, que llevamos casi once años juntos —Jenny respondía de manera golpeada, este no era su usual carácter, ella siempre había sido caracterizada en su grupo de amigos como una chica que era super linda, que buscaba ayudar a todos y estar ahí para ellos, pero algo era super seguro, tenía su carácter y defendía lo que ella amaba, eso incluía a Erick y a su hija Andy.

—Sólo te comenté, para que no tuvieras inseguridad alguna, no busco estar con Erick, sé muy bien lo que le hice y que ocasione en él, aparte él se ve muy enamorado de ti, sus ojos brillan como estrellas con solo mirarte, algo que llegaron, y con todo respeto, hacer cuando me veían en la universidad, pero yo fui alguien que no valía la pena en ese entonces, siempre lo trate mal, lo hice menos.

—Menos preciaste a un rey, infravaloraste su forma de ser y su talento, te ocasionaba asco ver su cuerpo con tatuajes, pero para ser sincera, te doy las gracias por haberlo hecho, pude yo acercarme con él, pude estar a su lado y ser lo que el necesitaba —Jenny decía las cosas de manera tranquila, mientras llegaban a una puerta donde sabía que estaba su hija.

—Tú lo reconstruiste, siempre que los veía al inicio en redes sociales me molestaba, siempre me cuestione ¿Qué te veía? Digo eres sumamente hermosa, pero el...no era el tipo de chico que andaría con alguien linda como tú, le gustaba lo doloroso —la doctora veía a la abogada directamente a aquellos negros ojos.

—A él nunca le gusto sufrir, simplemente no había encontrado quien le demostrará el amor que merecía, afortunadamente fue conmigo, no te mentiré, fue un proceso largo y doloroso para ambos, su inseguridad estaba teniéndolo en el filo de la cordura, le tenía miedo a todo, incluso el sentirse amado le aterraba, pero pude trabajar con él en ello y seré sincera, te tuve cierto resentimiento al inicio por cómo estaba, siempre se quejaba de lo que había pasado contigo y con aquella chica llamada Melissa, pero eventualmente lo dejo de lado dándose cuenta que no todo en la vida estaba perdido, fue cuando el en verdad se enamoró de mí, siendo que yo lo he amado desde Kínder, lo conocí siendo un niño hermoso que siempre me defendió y hoy en día lo hace más— su voz era serena, con una sonrisa labrada en su rostro, recordando todos los momentos con su amado —Él tuvo mucha fe en mí, y jamás lo decepcionare, ni en esta vida ni en las siguiente.

Jenny se sentía completa al haber externado todo eso hacía Krystal, le había dejado en claro todo lo que ella sentía por su amado Erick, quien siempre estaba ahí para ella y que sabía que jamás la dejaría en ningún momento, confiaba ciegamente en él, era su vida, el aire que respira, todo lo que ella deseo, se había cumplido a lado de aquel magnifico ser humano.

—Lo entiendo, y créeme que estoy contenta de verlo feliz, nunca buscaría interponerme entre él y su felicidad, no tengo derecho alguno de ello. Veo que el triunfo como siempre dijo que lo haría y ahora lo entiendo, al ver a la gran mujer que tiene a su lado y al verte, sé que estas muy orgullosa de él.

Krystal se había vuelto alguien empática, entendía la mirada de Jenny, que era de alguien que en verdad amaba a su pareja, la misma mirada que le daba Marvin, su esposo, a ella.

—Aquí está el cuarto de Andy, por favor no dudes en pedirme nada para ayudarlos, estaremos al pendiente de cualquier cosa —señalaba de manera amigable extendiéndole su mano a la abogada, la cual la tomaba con una sonrisa en sus labios.

Todo estaba bien, no tenía miedo ya de ella, sabía que todo era pasado y que su amado jamás la dejaría ni a ella ni a la hija que ambos adoptaron, su familia era sumamente solidad y llena de amor, lo que ambos siempre desearon.

Con ello entraba al cuarto de Andy, que la veía dormir plácidamente mientras observaba que traía una gran gaza en el cuello, que cubría toda su parte derecha del mismo, esto le partía el corazón a la abogada, pero saldrían adelante, era algo que se lo habían enseñado sus padres, que jamás tendría que desesperarse ante las adversidades, que todo sucedía por algo, y eso era cierto, todos estos encuentros y momentos estaban pasando por algo y no los cuestionaría, solo iría con la corriente.

Se sentaba a lado de su amada hija, sacando su laptop para checar su mail, viendo que ya habían enviado el video la escuela, ya que el despacho de abogados para el cual trabajaba era demasiado temido y buscado para representar muchos casos, de los cuales más del ochenta por ciento eran ganados.

Jenny lo veía con su ceño fruncido, sin embargo, después de una medía hora de analizarlo se daba cuenta de algo, que la dejaba sumamente perpleja.

Tenía que hacer algo al respecto.

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