capítulo 5

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diosabunni, muchísimas gracias por botar. Que dios te bendiga y que tengas una buena semana.

les agradezco a todos los que están leyendo y si ya han llegado hast aquí, continúen conmigo para descubrir el final de mi primera historia en wattpad.

- 5-

La tragedia del San Patricio

Al día siguiente me levanté algo temprano porque no podía dormir de la emoción de ver a mi nueva amiga y devolverle su libro.

Me quedé sentada escuchando a las Little mix casi una hora hasta que mis hermanas me llevaron abajo para comer en el restaurante. Desayuné huevos con jamón y mientras lo hacía me imaginaba las cosas que haría con mi nueva amiga y cuanto nos dibertiríamos

Miré hacia todos los lados para ver si Sabín estaba a la vista y justo cuando perdía la esperanza, la vi en la mesa de enfrente.

No alcanzaba a verla muy bien, pero por lo que noté, llevaba aún su pijama y tenía una coleta algo despeinada y su cara mostraba felicidad. Alcé la mirada y la saludé con la mano.

—¿quien es?-me dijo mi mamá

–¿es Sabín. Es la hermana del muchacho con el que platicaste ayer -respondí

—¡a poco! -dijo ella sorprendida

–sip -dije 

–¿con quién está? -pregunté a mi mamá mientras picaba mi ensalada de frutas

–con su hermano y su mamá -respondió pensativa

el resto del desayuno, me la pasé riendo con mis hermanas de algunos memes que habían visto en Face Booky Después, me puse a platicar con Sara, pero ella regularmente no me hace mucho caso así que todo lo que le digo es como si lo hablara conmigo misma. No tenía idea de que hacer, pero al parecer mis hermanas sí.

Salimos a caminar y a comprar  cosas para llevar a Tabasco y como había ahorrado dinero para venir a Mérida, decidí preguntarle a mi mamá

si podíamos ir a una librería.

—sí, solo que no compres tanto

— me respondió a lo que yo dije —claro mamita—

Eso era algo que no podía prometer porque tratándose de libros soy algo compulsiva a veces.

Todavía me costaba leer con claridad, pero comenzaba a ver mejor así que los libros eran un buen ejercicio para mis ojos débiles.

Se que puedo parecer algo fría con mis pobres ojos, pero es la verdad. No puedo llorar ni tocármelos porque comienzan a dolerme o lagrimear por su cuenta y desgraciadamente esa es la cruz con la que tengo que cargar todos los días de mi vida.

Compré las aventuras de Sherlock Holmes y otro libro de Arthur Conan Doyle porque quería leerlo con Sabín hoy.

La chica que me atendió me mostró dos ediciones del signo de los cuatro (fue el otro libro que compré) y decidí comprar la que era más pequeña para ahorrarme espacio.

Por casualidad, las ediciones que elegí de los dos libros resultaron geniales (todas las ediciones lo son sin importar nada) pero me sentí bien porque no juzgué ninguno por su portada.

Era algo importante para mí en ese momento.

Regresamos al hotel después de un rato y vi la hora, eran casi la una así que le dije a mi mamá algo apresurada —¿puedo quedarme aquí en la mesa? Es que tengo que ver a una amiga—. Ella me dijo algo cansada y estresada —está bien, le diré a Celia que se quede contigo un rato

Sabía que ella se pondría a hablar con Gerardo así que no me preocupé tanto

Al parecer tenía más razón de la que pensé. En el instante en que bajó me dijo —¿qué quieres hacer? — y le respondí —voy a ver a una amiga que conocí aquí

Ella me preguntó como si estuviera en un interrogatorio —¿cómo se llama?

—su nombre es Sabín y creo que aquí viene

La miró detenidamente como si quisiera grabarse cada detalle de su rostro y se dio cuenta de que no me sería útil en otra cosa así que me dijo —si me necesitan estaré aquí sentada en la mesa de enfrente

asentí con la cabeza y ella tomó su teléfono y se fue caminando hacia la otra mesa.

En ese momento vi a Sabín caminar hacia la mesa con algo de preocupación en su cara y saqué de mi mochila el libro que había recogido de la mesa y guardado con tanto cuidado. Lo puse en la mesa y ella se sentó a mi lado algo triste.

—hola

Me dijo todavía preocupada– hola -le respondí mientras le daba el libro en las manos con una sonrisa.

Luego sus ojos brillaron mientras me decía —dios mío ¡mi libro! Creí que lo había perdido, acabas de alegrarme el día

le sonreí mientras le daba una palmadita en el brazo y le decía —se te había olvidado aquí ayer y decidí guardártelo

Iba a explicarle como lo encontré, así como mi razonamiento acerca de su libro y la forma en que lo cuidó, pero de repente, un hombre vestido de negro con una máscara disparó una bala y ambas nos sobresaltamos del susto.

Me levanté y tomé mi bastón para defendernos y vi de frente a nuestro adversario.

Era un hombre corpulento con barba probablemente falsa y el aspecto de un demonio. Tenía ojos tan grandes que se veían como bolas oscuras y negras en su frente, era de cabello castaño y no muy alto.

Tomé de la mano a Sabín y Celia se levantó para defendernos y el hombre gritó con fuerza —no les aré daño a ninguna, lo único que quiero es todas las cosas de valor que tengan

Sabín estaba temblando de pies a cabeza y para calmarla le apreté el hombro y le dije en el oído —cálmate un poco, no tenemos nada de valor así que no pasará nada y, además, sabemos muy bien como librarnos de el

En ese momento ella suspiró y una chispa encendió su rostro.

—tenemos cosas de valor justo aquí, pero para usted no lo son -dije con seriedad —déjense de cursilerías porque yo no vengo a jugar -dijo nuestro adversario con voz enojada. —nosotros tampoco -dijo Sabín mientras sacaba del bolcillo una navaja.

Desenvolví mi bastón y lo apunté hacia el

—no eres el único que tiene un arma poderosa así que, si quieres pelear, pelearemos granuja -Dije sin quitarle los ojos de encima

Estábamos listas para comenzar a defendernos y nuestro adversario se nos acercó con el arma en la mano

Al parecer, era un arma pequeña, pero, a pesar de que era pequeña no dejaba de ser un arma.

El hombre miró a mi nueva amiga y dijo con voz ronca y firme

–el libro

–no -respondió mi amiga fríamente

–el libro -dijo de nuevo el hombre

Seguidamente, mi amiga volvió a decir con el mismo tono que antes

–no

De repente, nos apuntó y tiró del gatillo.

Su disparo resonó en nuestros oídos tanto que casi no podíamos respirar.

Por suerte, Sabín tenía los reflejos más rápidos del mundo y una fuerza increíble y logró apartarme antes de que la bala me diera en el hombro.

Selia no había alcanzado a llegar a la escena así que la bala no la alcanzó y solo se impactó en el piso

Decidida a defender a mi hermana y a mi nueva amiga, tomé mi bastón y le di un golpe. Le dolió tanto que retrocedió y casi cae al suelo.

—eres un cobarde -Me reí y mientras él se quejaba de dolor le dije —deberías cerrar la ventana porque se acerca un viento del este

Sabín sonrió y alzó la navaja con fuerza —tiene razón

Al parecer nuestras palabras no daban efecto en el pero mi golpe todavía le dolía un poco y justo cuando recuperaba fuerzas, Sara llegó por detrás y le dio una patada en la espalda.

—¡no toques a mi hermana estúpido! -dijo furiosa

En ese momento el hombre cayó boca abajo en el suelo y 

Justo cuando creíamos que todo había terminado el hombre se levantó de repente y salió corriendo. Luego se oyeron disparos a lo lejos y una persona salió rodando por las escaleras, al parecer nuestro adversario había matado a alguien

Fuimos de inmediato a las escaleras mientras Sara y Celia llamaban a la policía. NO podíamos creer que estábamos frente a un cadáver.

Ambas

Ambas nos miramos con duda y dijimos a coro —¿qué hacemos?

decidimos hacer lo que "SHERLOCK HOLMES" haría, ir tras el asesino.

—¿estás pensando lo mismo que yo? — le dije preocupada —debemos ir tras él— me respondió con seriedad, —así es mi querida Sabín

Pensándolo bien, no podíamos alcanzarlo porque ya estaba muy lejos y si lo alcanzáramos no sabríamos como atraparlo. —Sherlock ya lo habría resuelto ¿no lo crees?

—, es cierto, pero de todas formas hay que hacer algo -me respondió. —habrá que esperar hasta que la policía se vaya porque no podemos interrumpir su investigación -le dije algo seria.

—tienes razón, pero hay que investigar pronto porque como dice Sherlock, los policías lo arruinan todo

y le respondí —tienes razón, eso es lo que dice

Luego me respondió con tono decidido —si es cierto Mili

—¿crees que realmente lo arruinen todo? -pregunté

—no pero tal vez algunos sí

—es posible -respondí

— pero, ¿cómo atraparlo? -pregunté

. —no podemos ir tras él, nos mataría -dijo Sabín mientras metía la navaja en el bolcillo.

—sí, tienes razón, pero debemos hacer algo

—por ahora, debemos irnos porque estamos contaminando la escena del crimen -dijo ellasusurrando—si es cierto hay que movernos, pero antes necesito hacer una cosa y tienes que ayudarme

Le expliqué que quería intentar seguirle el rastro a el asesino y tomamos algunas notas de la escena del crimen. Acabamos por salir corriendo y tirar las notas a la basura porque después de todo, éramos unas chicas y no podíamos hacer nada.

—somos testigos así que nos preguntarán todo -me dijo

—tienes razón -respondí

Sabín me invitó a que subiéramos a su habitación para escapar del alboroto y acabamos por quedarnos sentadas en otra mesa. Frente a la alberca. En poco tiempo, se había armado un enorme escándalo.

La duda nos invadía por completo mientras nos mirábamos una a la otra. Inmediatamente ella me tomó la mano mientras decía —eres muy valiente chica

y respondí

—no más que tu mi guerrera

Ambas reímos por un rato para pasar el susto.

Y me surgió una pregunta de repente

–¿por qué no le diste el libro?

–bueno, fue un regalo de cumpleaños de mi mamá y ¡por dios, es uno de los libros de Sherlock Holmes! Te podrá parecer loco, pero ni en sueños iba a dárselo

–cierto. Yo tampoco lo hubiera hecho -respondí

–¿enserio? -dijo con incredulidad

–si. Soy muy fan de Sherlock Holmes y un libro como ese no se consigue tan fácil Luego ella me preguntó —antes de todo esto ¿qué ibas a decirme sobre mi libro?

—iba a decirte que pude observar que lo tenías muy cuidado— expliqué, porque probablemente tenías una caja especialmente para él.

—veo que tú también aprendiste algo de Sherlock -me dijo riendo

—puede que si mi querida amiga -le respondí.

Ella me dijo algo concentrada —supongo que lo dedujiste porque el libro no tiene ninguna arruga y eso solo se puede lograr metiéndolo en una caja—. Entrelacé los dedos con los de ella y le ha completé —podían estar en una bolsa, pero probablemente Loki te lo mancharía o se maltrataría al romperse la bolsa por el viaje ¿no es cierto? —. Ella se asombró me dijo —¿es cierto!, eres muy inteligente—.

—Sherlock me enseñó mucho y creo que a ti también— le dije.

no se si deberíamos irnos o quedarnos aquí, pero hay que hacer algo— me dijo mientras guardaba su libro bajo el brazo

—creo que lo mejor será irnos a nuestros cuartos y después veremos que hacer— luego ella me dijo con su acento —tienes razón, te acompañaré a el tuyo—. Y levantando de nuestras sillas le dije

—gracias por quedarte conmigo

–por nada -respondió

y me llevó a mi cuarto.

ambas nos despedimos y yo me recosté en mi cama.

mi mamá había estado como loca buscándonos a mis hermanas y a mi y ahora que por fin estábamos ahí otra vez, le explicamos todo lo que había pasado.

y yo que pensé que nada iba a pasar.

no tenía ni idea.

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