La castaña estuvo toda la noche llorando,sin poder evitarlo. Es que,dolía tanto....Justo cuando encuentras eso que siempre haz anhelado,justo cuando encuentra a alguien que te complementa,justo cuando tu mitad vacía de alma se llena,justo cuando ella y Natsume por fin habían admitido sus sentimientos...se tenía que ir. En ese momento lo odiaba,¿ por qué no podía haberse quedado a la fuerza ? ¿ Es que realmente no la amaba ? ¿ No lo complacía acaso,es porque era muy inocente ? Todas esas preguntas,se mantuvieron fijas en la cabeza de Mikan, durante toda la noche. En el fondo no lo culpaba y no podía odiarlo,lo amaba,amaba todo de él, lo amaba con cada poro de su cuerpo,amaba a ese azabache tan frío que le había abierto su corazón. Y es que en verdad,las verdaderas culpables eran sus madres. No la juzguéis,está agradecida con su madre por haberle dado la vida y con su suegra por darle la vida a Natsume,pero ellas aunque digan entender y digan que es por su bien,no entienden el amor. ¡ ¿ POR QUÉ TUVIERON QUE SEPARARLOS ?!

Esa mañana el despertador sonó,como siempre y por una vez,Mikan se levantó temprano a pesar de ser domingo. Sus ojos estaban rojos por el llanto y tenía unas grandes ojeras de no haber podido dormir. Pero lo que más impactaba,eran sus ojos,sus ojos estaban llenos de dolor. ¿ Por qué el amor hará sufrir tanto a las personas ?

La oji ámbar,bajó las escaleras sin ni siquiera cambiarse,esa mañana no tenía ánimos para nada,ni siquiera para peinarse y hay que resaltar que su pelo estaba hecho un asco,parecía un nido de pájaros. Al terminar bajar las escaleras,se dirigió a la cocina,de la que provenía un delicioso olor a tortitas,su desayuno favorito. Allí se encontraba su madre,que estaba poniendo la última tortita en una gran pila.

- Buenos días hijita,sientate he preparado tu desayuno favorito. - Le dijo con una gran sonrisa en su rostro,aunque en sus ojos solo se reflejaba culpabilidad.

Y era verdad,ese era el desayuno favorito de Mikan,quizás hasta su comida favorita,pero ahora no tenía ganas de comer. Se le había formado un gran nudo en el estomago,un nudo que ni siquiera el hambre podría traspasar. Así que rechazó el ofrecimiento.

- No tengo hambre. - Dijo con la voz ronca,también debido al llanto y se marchó de la cocina y dejó a su madre tan asombrada,que con la boca muy abierta,al igual que sus ojos,dejo caer,al suelo, la tortita que estaba colocando.

La que solía ser una sonriente niña y ahora solo era una niña deprimida con la vida,se dirigió al jardín sin su sonrisa y alegría caracteristica,dispuesta a recoger el periódico,pero lo que se encontró allí, la dejo petrificada.

- Buenos días,cariño. - Dijo amablemente una señora de ojos rojos y no por llorar y pelo azabache. Era la madre de Natsume,se encontraba en la puerta de al lado.

Mikan estaba fija al suelo,con ma boca muy abierta y sin poder apartar la mirada de Kaoru. Iba a preguntar,la duda existencial que acababa de plantearsele en la cabeza,cuando alguien la interrumpió.

- Cierra la boca que te entrarán moscas,fresita. - Dijo un atrevido Natsume,con una gran sonrisa en su rostro.

POV MIKAN

¡ No puede ser,no puede ser,simplemente es imposible ! ¡¿ Natsume va a ser mi vecino ?! Espera... ¿ Él lo sabía y no me lo había dicho ? ¿ Él lo sabía y aun así me dejo toda la noche llorando y sufriendo por su partida ? ¿ Él lo sabía y simplemente no pudo mandarme un maldito whatssap para avisarme ? Idiota.

POV REALIDAD

Mikan iba a gritarle enfadada,con toda la rabia que tenía contenida en ese momento,pero no me salían las palabras. Así que en lugar de eso,hizo lo primero que se le vino a la mente,le tiró el periódico. Le tiró ese sucio trozo de papel con todas las fuerzas del mundo y para ser tan torpe como era,le dio justo en la cabeza. Y sin decir nada más, volvió a entrar a su casa,a paso rápido y firme y cerró la puerta a sus espaldas,con un ruidoso portado,dejando a un muy confundido Natsume, a sus espaldas.