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Dos semanas desde que ambos se habían confesado y habían sido sinceros con lo que sentían.

Tal como habían quedado estaban empezando a conocerse mejor.

Con esos meses, claro que conocían más del otro, pero era en un nivel amistoso y de compañeros, ahora estaban en un nivel amoroso que hacía las cosas intensas.

ChangBin iba a su casa, almorzaban juntos, veían películas, hablaban, hasta que el alfa tuviera su turno en la agencia, se iba y volvía en la tarde de nuevo.

Ese día estaba libre, así que no había tanta preocupación por la hora, eran apenas las tres de la tarde de un lunes.

—He hablado con mi psicóloga de nosotros... —comentó el omega en el sillón, ChangBin lo escuchó con atención como siempre— Me mandó una tarea...

—¿Necesitas mi ayuda? Puedo ayudarte en lo que quieras.

—Si, necesito tu ayuda... —afirmó levantándose del sillón— Uhm, ¿Me puedo sentar? —preguntó el omega mirando al alfa sentado en el sillón individual, ChangBin observó que señalaba su regazo, asintió.

—Si, yo... Dejaré las manos aquí —avisó dejando sus manos en los posabrazos, relamió sus labios sintiendo el peso del omega en su regazo— Es... Rara tu tarea, ¿No?

—Esta no es la tarea, tonto, sólo quiero probar algo ... Yo no quisiera detener mi vida por lo que pasó, ¿Si? Y bueno, quisiera ir intentando poco a poco... Y pensé que debería probar como me siento con este tipo de contacto y hasta que punto puedo llegar... Tengo que seguir mi vida después de todo —explicó, ChangBin asintió entendiendo y apoyando la decisión del omega— Por ahora, no me toques... Déjame hacerlo yo...

—Está bien, ¿Qué vas a hacer? —preguntó nervioso por la cercanía pero sin rechazarla, Kai lo observó, se sentía raro en el regazo del alfa pero no menos a gusto, estaba cómodo, estaba nervioso también, pero no sentía ese asco de siempre, tampoco el rechazo al contacto.

Dejó una mano en cada hombro del alfa, el aroma a menta llegó a su nariz.

Le gustaba el aroma del alfa, demasiado.

—Voy a... Besarte —contestó con confianza. ChangBin relamió sus labios.

—Deja una pierna a cada lado, es más cómodo —recomendó apretando las manos en puños, había dicho que las dejaría ahí y cumpliría con su palabra.

ChangBin tomó aire, mirando al omega sentado sobre él a horcajadas.

—¿Por qué tienes esa cara? ¿N-no quieres? —preguntó el omega con una mueca, el alfa estaba mirándolo fijamente, respirando profundo.

—¡Si, si quiero! Pero estoy pensando con la cabeza de arriba, estoy concentrado...

—Sigue pensando con la cabeza de arriba, por favor —pidió con una risa.

—De hecho, la de abajo no piensa... Solo actúa.

—¿Enserio? Pues no es hora de su función —aclaró con una risa, ChangBin asintió sabiendo muy bien eso.

Kai empezó a tamborilear sus dedos en los hombros ajenos. Para ese momento se sentía seguro, se sentía preparado, sabía que ChangBin tenía las manos a los lados, y él haría todo.

Además, al empezar a ver a ChangBin con otros ojos que no fueran amistosos, empezó a detallar mejor los músculos, la contextura del alfa, la ropa que usaba, como le quedaba y ajustaba en los brazos, veía más detalladamente su cara, sus expresiones, las facciones masculinas y como peinaba su cabello.

Era sexy.

Acunó la cara del alfa y se inclinó a él a besarlo, primero un beso corto antes de iniciar uno más profundo por primera vez, ChangBin se dejó hacer y lo siguió, apretando las manos, conteniendo las ganas de abrazarlo o tomarlo de la nuca.

No sé sintió mal el contacto, sintió un hormigueo en el estómago, pero no era de rechazo, no era de asco, era de nervios y de gusto por besar al alfa.

Se separó con un pequeño chasquido, ladeó la cabeza para profundizar más, a gusto.

ChangBin se dejó hacer, siguiendo con el beso y ladeando la cabeza cuando lo necesitó, le llegaba un leve aroma a piña, era dulce pero no lo percibía tanto.

Simplemente siguió besándolo, con el pasar de los segundos, el omega se apegó más a él, sintiendo el gusto de besar y ser besado, se acomodó sintiendo el cuerpo del alfa pegado al suyo.

Se separaron en un chasquido, el omega abrió los ojos.

—¿Puedo abrazarte? —preguntó el alfa, Kai relamió sus labios unos segundos antes de tomar el brazo del alfa y dejarlo él mismo en su cintura.

—N-no más de aquí... —pidió recibiendo un asentimiento, volvieron a besarse, suspiró dejando sus manos tras la nuca del alfa, continuaron con el beso.

Había otro factor que lo estaba impulsando a usar su lengua en el beso.

Estaba a tres días de tener su celo.

Esos últimos meses no había presentado uno, pero aún seguía en su calendario las fechas para no tener accidentes y no olvidarse cuando debía llegar. Además de que el doctor le había aconsejado hacer ese seguimiento.

No sabía si lo tendría, si llegaría o no, pero se sentía animado físicamente hablando.

Soltó un jadeo sintiendo que el alfa abrazaba con más insistencia su cintura, se atrevió a abrazarlo por los hombros, el aroma del alfa lo envolvió, haciéndose más intenso.

Se separaron en un chasquido para tomar aire, ambos con las respiraciones agitadas.

Te dije que le comieras la boca desde hace tiempo. Habló su lobo en su cabeza, Kai pasó sus dedos por sus labios, húmedos.

Si, no me arrepiento. Secundó a su lobo, ChangBin lo observó a los ojos.

—¿Y bien? —preguntó intercalando su mirada con los ojos y los labios ajenos, el omega sonrió avergonzado.

—Uhm, no está tan mal —contestó a modo de broma.

—¿Estás diciendo que beso pésimo?

—Del uno al diez... ¿Uno punto cinco? —preguntó soltando una risa cuando el alfa rodó los ojos antes de besarlo de nuevo, se dejó hacer, muy a gusto con ese contacto, se sentía orgulloso de sí mismo por poder hacer eso, aún más con ChangBin.

Iría poco a poco, sin presiones, sabiendo que el alfa no lo haría menos o lo obligaría a intentar algo más de lo que estuviera preparado.

Tuvieron que separarse por el sonido del timbre, ambos voltearon a la puerta.

—¿Esperas a alguien? —preguntó el alfa, Kai negó con la cabeza levantándose del regazo ajeno para ir a abrir, ChangBin se estiró en el sillón sintiendo el peso del omega faltar.

Relamió sus labios, feliz de lo que había pasado hace minutos.

Kai se arregló el cabello, quitó el seguro de la puerta con tranquilidad y abrió para ver quién era, sin esperar que sentiría un horrible vacío en el estómago, así como un escalofrío recorrerlo de pies a cabeza.

—Hola, agente~ —ChangBin alzó la cabeza de inmediato, frunciendo el ceño, se levantó con rapidez al reconocer la voz.

Kai empujó la puerta de inmediato para cerrar pero el otro metió un pié, empezando a forzar su entrada al apartamento.

El omega empujó la puerta, asustado, volteó a ver a ChangBin con los ojos bien abiertos, aterrado.

—¿¡Qué mierda hace aquí!? —preguntó empujando la puerta con todas sus fuerzas, forcejeando.

—¡DÉJAME ENTRAR, PERRA! —insistió Oh a los gritos empujando la puerta, ChangBin caminó de inmediato a la cocina por un cuchillo, volvió en segundos y abrió la puerta para darle un puñetazo en la nariz, lo empujó fuera del penthouse apuntando con el cuchillo al otro alfa, Kai se quedó adentro, respirando agitado, asustado, con las manos temblando.

Pero seguía siendo un agente, por eso fue a la mesa de la sala de estar y tomó el teléfono para marcar a la oficina.

ChangBin pateó el abdomen del recluso, hizo un gesto para encajar el cuchillo, pero Oh lo esquivó sacando de la parte trasera de su pantalón un arma.

—¡Atrás! —ordenó Oh apuntando con seguridad el arma al agente, ChangBin retrocedió volviendo a entrar— Suelta el cuchillo —exigió quitando el seguro del arma, ChangBin frunció el ceño soltando el cuchillo, miró a Kai de reojo, lo tomó de una muñeca y lo dejó tras él— ¡Cuelga el teléfono! —gritó mirando el teléfono en manos del omega que sólo lo soltó a un lado, retrocediendo a la par de ChangBin que no soltaba su muñeca y estaba atento a los movimientos.

Kai tragó grueso, sentía miedo, nervios, se aferró a la ropa del alfa que podía sentir como temblaba tras él.

—Uhm, ahora no estás tan valiente, ¿Cierto, Huening? Me dejaste en el maldito hospital, tú y esos... Esos malditos reclusos —espetó mirando al omega desviar la mirada, ChangBin le bloqueó la vista.

—¿Qué quieres?

—Muchas cosas... Pero primero, suéltalo, uno al lado del otro, allá —exigió dejándolos en una pared, no podían hacer nada, el alfa tenía una pistola, estaban alejados de objetos para defenderse, podían usar la fuerza pero era riesgoso.

ChangBin le siguió sujetando la muñeca, ambos quedaron pegados a una pared, uno al lado del otro.

—Uhm, que obedientes... —se burló, acercó el arma a Kai que sintió ganas de vomitar, nervios, taquicardia, estaba sudando frío— Tu, lindura... Te vas a arrepentir de haberme desviado la nariz y partirme las costillas... Pero será para luego —hizo de menos, acercándose más a él, invadiendo su espacio personal, Kai se tensó, aguantando la respiración y desviando la mirada, sintió la respiración del alfa sobre él, chocar con su cara.

ChangBin empujó el hombro de Oh con fuerza pero se quedó quieto cuando el alfa lo apuntó con el arma, directo al pecho.

—¿Te pone celoso, agente? No vas a tocar algo que no haya tocado ya después de todo, ¿Verdad, Kai?

—¿Qué quieres? —preguntó con un hilo de voz, sintiendo sus ojos cristalizados, apretó los ojos y se tensó cuando sintió la respiración ajena cerca de su cara de nuevo.

—¿Dónde están tus tarjetas? Las quiero todas, dinero en efectivo, y claves de tus cuentas, si te niegas... —dejó las palabras en el aire, dejando su mano libre en la cintura del omega que se tensó, repudiando el tacto de inmediato, empezó a llorar de inmediato, sacándole una risa a Oh.

ChangBin apretó las manos, tenía el arma apuntando a su pecho, no podía hacer nada.

—E-están... Están en el recibidor, todo está... E-en... E-en la... —se trabó antes de tener una arcada, cubrió su boca, sintiendo náuseas y aún más ganas de vomitar cuando sintió una caricia en su cuello— E-n la...

—¡Habla, maldita perra! —exigió tomándolo del cuello, apretó, con la otra mano apuntó a la cara de ChangBin.

—¡En la billetera! ¡T-todas las claves son tres veces ocho! —gritó nervioso, soltando un suspiro cuando Oh se alejó.

ChangBin observó atento el arma, quería quitársela, pero la tenía demasiado aferrada y la probabilidad de que el disparo fuera a su cuerpo era grande.

—Duerme con un ojo abierto, perrita —señaló al omega que se sostuvo de la pared, sintiendo sus piernas temblar, ChangBin observó como Oh se iba, avanzó con cautela cuando les dió la espalda.

Pero antes de avanzar, Kai lo tomó de la muñeca.

Oh azotó la puerta, saliendo de ahí con rapidez. Kai sintió sus rodillas ceder, cayó al suelo arrodillado, ChangBin se agachó frente a él.

—¿C-cómo... ¿Cómo sali-... ¿Cómo salió? ¿Quien...

—Kai, respira —pidió el alfa con suavidad, tomando ambas manos del omega, sintiendo como temblaban sin control y estaban frías, pero también sudadas.

—¿¡Cómo pudo escapar!? —preguntó mirándolo a los ojos, el alfa se quedó perplejo unos segundos, mirando al omega que tenía expresión de miedo, una angustia desbordante, empezó a llorar sin control.

—Respira, respira un poco... Necesito que te calmes —pidió con voz suave mirando como el omega empezaba hipear, sin tener tanto aire en los pulmones. Lloraba, hipeaba, respiraba apenas y cuando lo hacía era de una manera muy errática.

—¿¡Cómo quieres que me calme, ChangBin!? ¡Es-... —llevó ambas manos de golpe a su boca, sintiendo otra arcada, se levantó como pudo, el alfa lo ayudó para guiarlo al baño, ChangBin suspiró mirando al omega vomitar, todo su cuerpo estaba tenso, estaba temblando.

—Hay que reportar esto —decidió llevando al omega de vuelta a la sala de estar, tomó su propio teléfono para llamar a la agencia, agachándose frente a Kai que cubrió su cara con ambas manos, sintiendo la ansiedad apoderarse de él con más intensidad.

Lloriqueó sintiendo el escalofrío al recordar la respiración de Oh sobre él, sentía como todo lo que había avanzado volvía a retroceder en ese pequeño segundo, como seguía teniendo miedo, como seguía teniendo ansiedad, asco y rechazo.

—Hey, no, no, escúchame —detuvo el alfa observando como el omega empezaba a morder su labio inferior hasta hacerlo sangrar en minutos, terminando de hacer el reporte dejó el teléfono de lado, acunó las mejillas del omega, haciendo qué lo viera a los ojos— No va a pasar a más, ¿Bien? En cuestión de días u horas lo vamos a atrapar... No va a venir, no va a volver para acá y no te va a encontrar...

Juralo, ChangBin... —pidió con un hilo de voz, casi suplicando no volver a ver a Oh.

ChangBin lo abrazó a su pecho, sintiendo como el otro se aferraba a él, aún llorando con miedo y tratando de calmarse a la par.

Pasó una mano por su cabello, primero debían atraparlo de nuevo,  luego hacer el proceso de encarcelamiento de forma legal.

Y si debía recurrir a la forma ilegal, lo haría.

Te lo juro.




































:D

Esto si no es una bromita para yutu

The_Dark_Diamond04

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