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—Sin derecho a objeciones, el agente Oh SeHun es destituido de su cargo como agente de inteligencia nacional, junto con una multa por traficar información confidencial y traicionar a su equipo, todo bien que fue adquirido con el sueldo de la agencia será confiscado y quedará bajo la pertenecía de la agencia —habló el juez, firme y con voz autoritaria— Se le dan dos años de prisión por tal traición —declaró la primera sentencia, Oh solamente veía al juez fijamente, Kai volteó a ver a Oh, sintiendo como su sangre hervía, por encima de los nervios y el miedo.

Pero su mente le seguía mostrando todo lo que le había hecho.

¿Cómo él no podía dormir en las noches y Oh estaba tan tranquilo?

¿Cómo él despertaba llorando y Oh se reía en su cara de la evidencia?

—Participó en producciones ilegales de pornografía, así como fue creador de sus propios vídeos, difundiendo contenido de abuso sexual, maltrato y a base de amenazas. Dos años de prisión —sentenció de nuevo, golpeando el mazo, los demás abogados moviéndose con el papeleo— Tuvo una denuncia de parte de Choi BeomGyu por abuso sexual con uso de narcóticos, además de grabar el acto completo y subirlo a internet. Tal delito merece cinco años de prisión —sentenció, BeomGyu observó desde lejos, soltando un suspiro.

TaeHyun le había animado a hacer esa denuncia, a pesar de no tener las evidencias de como había quedado su cuerpo, el vídeo existía y el alfa le había prometido justicia de ese suceso.

—Secuestró a tres omegas por una semana y algunos días, uno de ellos, el agente Huening Kamal Kai, fue víctima de abuso y agresión sexual por tres días seguidos... Con declaraciones y denuncias de la víctima, evidencias fotográficas y grabaciones, para mí, por muy informal que suene me alegra informar que su sentencia por tal crimen a un ente nacional y omega, es de diez años, sumando así un total de    diecinueve años de prisión —sentenció el juez levantándose para dar otro golpe con el mazo, Kai miró a los demás del público, algunos abogados, otros funcionarios públicos, aplaudir, alegrarse, soltar abucheos hacia Oh.

Pero él no sentía nada.

Solamente observó a Oh, que mantuvo su misma expresión relajada.

Diecinueve años de prisión fue su sentencia oficial, sin derecho a visitas por dos años, sin derecho a pedir reducción de condena por al menos dos años, siquiera por un buen comportamiento.

—Será trasladado a la cárcel de alfas de Seúl —avisó otro de los agentes, cediendo el paso al equipo de translado.

El equipo que encabezaba Kai.

Estuvieron cara a cara, Oh alzó la mirada, sonriendo con malicia cuando observó quien era el agente que estaba frente a él.

—¿Ya puedes caminar, hermoso? —preguntó con malicia dándose la vuelta, dejando sus manos en su espalda, Kai tomó las esposas y las dejó en las muñecas ajenas con brusquedad, apretando de más intencionalmente.

—Camina —ordenó con voz firme, a pesar de que estaba sudando, a pesar de que tenía taquicardia, lo empujó para que caminara, Oh soltó una risa.

—Uhm, pensé que no podrías caminar, ya sabes, por tanto tiempo con las piernas abiertas —comentó en voz alta, Kai se tensó, frunció aún más el ceño, abrió la boca para contestar, pero TaeHyun fue más rápido y golpeó la nuca de Oh con la parte trasera del rifle, haciéndolo marearse y tambalear.

—Se te dijo que camines, no que abrieras la boca, guarda silencio todo el camino si no quiere problemas —amenazó con firmeza, Oh solamente chasqueó la lengua, dejándose llevar por los agentes.

Normalmente, trataban a los reclusos con respeto y con un protocolo más cuidadoso, sin empujarlos, o sin golpearlos a menos que el recluso tomara una actitud completamente agresiva, y sin embargo con neutralizarlo con una pistola eléctrica era suficiente.

Pero ninguno de ese equipo quería tratar bien a Oh. Todos lo odiaban, todos querían darle por lo menos un puñetazo.

Eran los encargados del translado, no había nadie vigilando, así que tratarlo mal no era problema.

—Entra —ordenó ChangBin abriendo la puerta de la camioneta por Oh, Kai lo empujó con fuerza hacia adentro, TaeHyun le dió una patada en la espalda para hacerlo caer dentro, cayendo de bruces al suelo, golpeando su cara con un quejido.

El equipo entró, ChangBin lo hizo primero, pisando intencionalmente el cuello de Oh que se quejó con fuerza.

—¡MALDITA SEA, YA! —gritó agitándose, pero ChangBin le seguía pisando el cuello mientras los demás entraban.

—Ah, disculpa, te pisé —dramatizó quitándose para sentarse, otro de los agentes tomó a Oh de los hombros y lo estampó contra la pared, dejándolo sentado.

—Los van a sancionar a todos si se enteran como me están tratando, hijos de puta —habló Oh con la respiración agitada, iba en medio de dos agentes, en frente, TaeHyun y ChangBin a cada lado de Kai.

—Nadie te ha preguntado, cállate —ordenó uno a su lado, Oh suspiró, estirando sus piernas.

La camioneta era pequeña, el espacio entre los asientos era reducido, así que cuando Oh estiró las piernas, chocó sus pies con los de Kai intencionalmente, el agente solamente encogió sus piernas, sacándole una risa a Oh.

—¿Sabes? Si hubiera sabido que tenías tanta resistencia hubiera empezado antes de los tres días... —habló, volviendo a estirar las piernas, Kai chasqueó la lengua.

—No me toques —pidió antes de tomar impulso y patear la entrepierna de Oh sacándole un quejido, haciéndolo encogerse en su lugar.

—¿A-ahora no quieres que te toque, pe-...

—¡CÁLLATE LA MALDITA BOCA! —ordenó ChangBin levantándose, apuntando con el rifle directamente al pecho ajeno, apoyando con fuerza— ¿¡QUIERES LLEGAR VIVO!? ¡ENTONCES CÁLLATE! —ordenó furioso, con rabia contenida, TaeHyun se levantó, manteniendo el equilibrio con la camioneta en movimiento.

—¿Te pone furioso que hable con tu perrita? Deberías desecharlo, ya lo usé de todas las-... —Oh se quedó callado cuando recibió un golpe de parte de TaeHyun, el alfa lo volvió a golpear con la punta del rifle, sacándole un diente y haciéndolo sangrar.

—Te dijeron que te callaras —señaló, haciendo a ChangBin sentarse en su lugar, TaeHyun tomó del cabello a Oh, el alfa escupiendo el diente y sangre en el suelo— Si vuelves a decir otra palabra o vuelves a moverte te voy a sacar uno a uno a golpes —amenazó con seriedad, teniendo demasiado odio hacia él.

Oh solamente le dió una mirada, sin hablar más.

Así, el traslado fue en en silencio, el ambiente era tenso.

Kai lideró como si nada ese traslado, haciendo a los demás admirarlo en silencio, no era el traslado al que estaban acostumbrados, puesto que el recluso llegó golpeado, sin un diente y escupiendo sangre.

Pero se lo merecía, y la palabra de los agentes siempre iba por encima de la palabra del recluso, así que decir que se había puesto agresivo en el traslado era totalmente válido.

—Entren —ordenó el policía luego de hacer todo el protocolo para introducir a Oh en su celda, estaría sólo por ahora y posiblemente con SooBin en unos días.

Entraron, Kai dejó una mano en el hombro de Oh, lo empujó para caminar, Oh solamente volteó a verlo, el mentón lleno de sangre.

—Ve al frente.

—Jum, sólo quería verte con el uniforme una vez más, aunque bueno, desnudo te ves mejor —opinó, Kai lo tomó del cabello con fuerza y lo estampó contra una pared del pasillo. Los demás agentes no dijeron nada, solamente estaban atentos.

—Cállate el maldito hocico, bastardo, ¿O quieres que grite a los cuatro vientos que hiciste? ¿ah? ¿Se los digo a todos aquí? Te aseguro que no vas a sobrevivir ni un puto día —amenazó entre dientes, Oh solamente chasqueó la lengua, dejándose llevar, con dolor en la cien, además de mareado.

—¡Un nuevo, muchachos! ¡Ja, tiene cara de imbécil! —exclamó uno en una celda, debían pasar por un pasillo lleno de celdas para llegar a la que habían asignado, así que los agentes iban en silencio, escuchando lo que decían los demás.

El aroma a alfa era demasiado, a pesar de que los reclusos tomaban supresores todos los días, aún se podían sentir las feromonas en el aire, las feromonas de un alfa, tal vez no lo podían percibir ellos, pero Kai como omega, si.

—Que asco —murmuró empujando a Oh qué iba caminando más lento.

—¡Hey, agente! ¿Qué hizo ese idiota? ¿Robó a una abuelita? —preguntó otro haciendo reír al resto, comparando el aspecto de Oh con el de los reclusos, Oh se veía mucho más joven y además de pulcro.

Aunque sería cuestión de tiempo para que estuviera igual.

O peor.

—Entra —ordenó Kai, empujándolo a la celda, Oh chasqueó la lengua, volteando a verlo.

—¿Ahora eres fuerte? Ah, así no eras en la cabaña, uhm... Llorando y con miedo, temblando —recordó, Kai lo observó fijamente, con odio— ¿Te digo algo, precioso? Desde el primer día que te vi lo quería hacer... Tal vez por las buenas, pero no quisiste así que lo hice por las malas... —negó al final con una risa. Kai cerró la reja de la celda con fuerza.

Con él adentro.

—Espera, ¿Qué-...

—Dejalo —habló ChangBin deteniendo a TaeHyun cuando quiso avanzar para sacar al omega, no se lo habían esperado, y era peligroso, todos se quedaron afuera, viendo la escena de Oh y Kai encerrados en la misma celda.

Kai no dijo nada, no tenía porqué hacerlo, no tenía que responder con palabras, se quitó el rifle, pasándolo afuera, ChangBin lo tomó.

Usó sus habilidades, su fuerza y toda la impotencia que tenía para atacar a Oh, sin importar nada.

Lo estampó contra la reja de la celda una y otra vez, lo tomó del cabello para estampar su cara contra uno de los tubos, pateó su abdomen para dejarlo sin aire y hacerlo caer, Oh se quejó de dolor al caer sobre sus brazos, aún seguía esposado.

Kai se quitó el casco y golpeó la cara del alfa con el mismo, una y otra vez, escuchando a lo lejos el crujido de su nariz que se desvió, arrojó el casco a un lado, se levantó con la respiración agitada, Oh empezó a arrastrarse lejos del omega, pero Kai fue más rápido y lo tomó del tobillo para acercarlo.

No podía disparar o sería descubierto, así que solamente golpearía.

Miró a Oh a sus pies, lo pateó en la entrepierna antes de pisarla una y otra vez, sacándole gritos de agonía, de dolor por estar pisando y poniendo todo su peso en su miembro.

—¿¡TE DUELE CABRÓN!? ¿¡TE DUELE, MALDITO DESGRACIADO!? —le preguntó a gritos, los demás sintieron el dolor en unos simples gritos, sentían la agonía que llevaba el omega por dentro y no demostraba. Kai le pateó el abdomen de nuevo, lo pisó— ¡A MI ME DOLIÓ EL DOBLE QUE ESTO, HIJO DE PUTA! —gritó dando una última patada a su entrepierna, empezó a llorar de la rabia, de la impotencia mientras seguía golpeando una y otra vez.

Se colocó encima del alfa, empezando a ahorcarlo, la nariz de Oh estaba sangrando y estaba dislocada, sangraba su frente, su boca también, estaba adolorido, le costaba respirar.

Pero se tomó el tiempo de decirle unas palabras.

—No... No me arrepiento de nada... Reza para que no te encuentre cuando salga de aquí... —negó en un susurro, Kai le encajó las uñas en el cuello por la rabia, lo golpeó en la cara de nuevo.

—Reza para que no te maten aquí, o más bien... Reza para que yo no te mate —amenazó antes de golpear la cabeza de Oh contra el suelo, haciéndolo sangrar.

Se levantó y lo pateó por las costillas, asegurándose de por lo menos romper una.

Los demás agentes tragaron grueso mirando la escena, no era la primera vez que veían toda la fuerza que tenía el omega, pero era la primera vez que lo veían tan agresivo, el omega llorando y gritando de la rabia e impotencia mientras lo seguía golpeando hasta el cansancio.

—Lo va a matar —opinó uno, ChangBin asintió— No es... No es justo que muera —negó haciendo a los demás voltear a verlo de inmediato— Es mejor que lo deje vivo y sufra un infierno aquí adentro, no me malinterpreten —explicó, los demás asintieron entendiendo sus palabras.

ChangBin abrió la celda, Oh ya no se movía, Kai estaba arrodillado a un lado, sintiendo que se quedaba sin aire, con los nudillos ensangrentados, la sangre manchando los guantes, sollozó agachando la cabeza.

—Kai —lo llamó haciéndolo mirarlo, el omega volteó a verlo, con lágrimas en los ojos.

Kai se levantó para ir con él, saliendo de la celda con las manos en la cara, empezando a sollozar, llorando sin control mientras se apoyaba del hombro de ChangBin.

El hombro en el que había llorado desde el día uno.

—Ayudame a llevarlo —pidió el mismo agente de antes, TaeHyun avanzó y tomó del torso a Oh sin importar lastimarlo. El otro lo tomó de los tobillos.

Lo sacaron de la celda, y lo dejaron en el medio del pasillo.

—¡Vaya! Mira la paliza que le dieron, mis respetos al agente que hizo eso —habló uno, TaeHyun carraspeó para hablar.

—Se llama Oh, recluso doscientos cincuenta, está aquí por violación a dos omegas —delató en voz alta y firme, creando la algarabía de los reclusos.

—¡Ah! Así que te gusta violar, ¿No? —preguntó uno, Oh volteó a ver a dónde venía la voz, respirando con dificultades, adolorido— Si, es contigo, bastardo...

—Su celda es la celda final, pero no queremos que duerma sólo ésta noche —comentó el otro, los presos entendiendo a qué se refería, Oh empezó a quejarse, tratando de moverse pero no era mucho lo que podía hacer por el dolor.

—¡Aquí!

—¡Aquí, aquí le daremos lo que necesita!

—¡Traigan a ese imbécil acá! ¡Para que aprenda! —pidió, TaeHyun extendió su mano a ChangBin que pasó rápidamente con Kai, el alfa le dió las llaves, un manojo que abría las celdas.

—Cualquier celda está bien... Estará diecinueve años aquí —habló tomando la primera llave que encontró, los otros agentes atentos y manteniendo un control.

Oh fue dejado en una celda con dos alfas más.

—¡Señores! Tenemos juguete nuevo —anunció otro cuando TaeHyun cerró la reja, los agentes dejando a los presos con su algarabía de tener un recluso y juguete nuevo.

Dejaron la situación atrás, subiendo por el elevador, todos juntos, el omega aún llorando en el medio de todos.

—Vayan a casa, marcaremos la salida por ustedes, yo me encargo del reporte —ofreció Kang dejando el casco de Kai bajo su brazo y tomando el rifle, ChangBin lo observó, asintiendo, Kai tomó aire, tratando de calmarse pero no podía, no podía controlarse, tenía una crisis de llanto.

Por eso se dejó llevar por ChangBin en una camioneta aparte hacia su casa, sin prestar atención a sus nudillos ensangrentados y con heridas de tantos golpes que le dió, solamente llorando con rabia e impotencia, también dolor, un manojo de sentimientos.

Pero también con alivio sintiéndose hasta cierto punto realizado con el presente de Oh.

Pero la idea de quererlo muerto aún seguía rondando en su cabeza.

—Dejame curar esto —pidió ChangBin cuando estuvieron en el penthouse del omega, Kai sorbió su nariz, hipeando, el alfa se arrodilló frente a él con un pequeño botiquín.

ChangBin se quitó el casco y la mascarilla antes de quitarle los guantes a Kai con cuidado, empezando a curar los nudillos del omega con delicadeza y silencio, sabiendo que lo único que necesitaba era un apoyo silencioso.

En ese momento no necesitaban palabras, no necesitaba reconfortarlo con palabras, solamente con su compañía era suficiente.

Le colocó varios apositos, asegurándose de que había curado bien, sonrió guardando las cosas que había utilizado, se levantó, sorprendido cuando recibió un suave jalón del omega por su chaleco.

—T-tu... ¿P-puedes quedarte? —preguntó con los ojos cristalizados aún, había dejado de llorar, había controlado su llanto, pero no quería decir que no quería seguir llorando.

Pero no quería llorar sólo, no esa noche.

—Claro —afirmó dándole una pequeña sonrisa, Kai lo soltó del chaleco, mirando sus manos.

Había sido liberador, había sido reconfortante, pero seguía sintiendo dolor.

—Y-yo... Yo pensé que me sentiría mejor y-y... —tartamudeó mirando al alfa agachado de nuevo frente a él, desatando las agujetas de sus botas de combate, ChangBin le quitó las botas con cuidado y delicadeza, dejándolas a un lado— Y-y... Me siento mejor, p-pero... —tartamudeó antes de seguir llorando, ChangBin asintió con un suspiro quitándole los calcetines, los dejó de lado antes de tomar asiento a su lado.

—Quitate el chaleco... —murmuró con suavidad, desabrochando el chaleco del omega que obedeció, sorbiendo su nariz.

—M-me sigo... Me sigo sintiendo como la mierda... —susurró antes de seguir llorando, pasando sus manos temblorosas por su cara para secar sus lágrimas con brusquedad. ChangBin se quitó su propio chaleco y lo dejó de lado, se recostó en el sillón.

Alzó una mano con duda, dejándola en el hombro del omega con suavidad, procurando no asustarlo.

Al contrario, quien se asustó fue ChangBin cuando el omega apenas sintió el toque se dió la vuelta y lo abrazó, siguiendo con su llanto.

—Ahora puedes descansar... Puedes dejar de trabajar... Por un tiempo... Ya está encerrado y sufriendo —murmuró en modo de confort, el omega sollozó, ChangBin hizo una mueca alzando su mano, empezó a acariciarle el cabello, sin decirle más nada.

Solamente quedándose ahí, y a pesar de que sentía que no era suficiente, para Kai lo era.

A los minutos el omega dejó de llorar, sorbiendo su nariz.

ChangBin observó la cabeza ajena  recostada en su pecho. Sonrió de medio lado, dejando de tocar el cabello del omega, dejo las manos en el sillón, sin tocarlo más.

—Deberías darte una ducha y cambiarte... —murmuró, el omega no contestó— Kai, ¿Quieres darte una ducha? —preguntó recibiendo de nuevo silencio— Te... ¿Te dormiste, Kai? —preguntó mirando al omega sin moverse, estaba abrazándolo aún y la posición era incómoda para ChangBin.

Pensó en moverlo, en despertarlo, pero por puro capricho se quedó estático, solamente escuchando al omega sorber su nariz cierto tiempo entre sueños.

Tal vez no era el mejor momento, tal vez estaba dejándose llevar por su imaginación.

Pero no desaprovecharía la cercanía con él.







































Tuve que dividir el cap en dos porque se hizo largo, espero les haya gustado muchísimo, ¿Qué opinan?

The_Dark_Diamond04

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