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Tal vez al inicio no había notado lo mucho que había estado confiando y creyendo en TaeHyun, y también que de una forma u otra le había encontrado gusto y cierta comodidad  a estar con él.

Sólo fue en ese momento que supo que lo había comprado que se dió cuenta de lo importante que se había vuelto.

—BeomGyu...

—Quiero ir a mi casa —pidió abrazándose a sí mismo ignorando la mirada del otro, TaeHyun suspiró pensando en que era lo mejor por ahora, que se recuperara en casa y pensara las cosas.

—Ponte alguno de mis zapatos... Están en el armario de la izquierda, abajo —murmuró aceptando la petición del omega, frustrado, BeomGyu se movió en silencio, buscando en la habitación según las indicaciones del alfa.

Haber sido comprado, irónicamente no era lo que le afectaba.

Le afectaba que el comprador fuera Kang.

Se sentía traicionado, decepcionado, hasta engañado por todas las palabras importantes que le había dedicado el alfa.

Aún así, sabía que debía ser positivo, debía verle lo bueno.

Ahora solo pertenecía a un hombre que no lo compartiría, no pertenecía a alguien que lo compartía con todos.

Todavía tenía la esperanza de que TaeHyun era bueno en ese sentido, aún así, habían sido demasiadas cosas en un plazo de menos de un día y necesitaba descansar, necesitaba pensar las cosas, aclarar su mente.

Se sentía mal, su estado era pésimo mentalmente hablando.

—Quisiera... Las llaves de repuesto, ¿Las tiene disponibles? —preguntó cuando llegó a su edificio, mirando a la dueña que asintió, mirándolo con desprecio, inevitablemente la mayoría del edificio sabía que trabajaba en la noche.

—Te dije que no trajeras hombres para acá, haz tus trabajos por fuera —señaló mirando a TaeHyun tras el omega, lo había seguido para asegurarse de que llegara bien.

BeomGyu suspiró tomando las llaves.

—No es lo que piensa —negó, cojeando hasta el elevador, TaeHyun dejó una mano en su espalda, pero la apartó cuando el omega volteó a verlo— No me toques —exigió entre dientes, subiendo al elevador.

TaeHyun también subió, mirando el piso que marcó el omega.

—Te pagaré los medicamentos.

—No es necesario, en serio-...

—Dejame por lo menos pagar —pidió entre dientes bajando del elevador, TaeHyun suspiró.

—Te estaré llamando, ¿Bien? —prometió mirando al omega abrir la puerta, pasó con lentidud, volteando a ver al alfa, el aroma a canela lo envolvía por completo, aún más porque tenía la ropa del alfa, sus zapatos igual.

BeomGyu solo lo observó en silencio, haciendo ademán de cerrar la puerta.

—Buenas noches, ojitos lindos —deseó el alfa en voz baja, agachando la cabeza cuando el omega le cerró la puerta en la cara, sin decir nada.

Pasó sus manos por su cara, caminando de vuelta a la salida del edificio.

Por otro lado, BeomGyu se quitó los zapatos que le quedaban grandes, los dejó a un lado arrastrando los pies a su habitación.

—Hola... —saludó con una pequeña sonrisa a su osito en medio de su cama, se acercó y tomó asiento, tomó al peluche y lo abrazó en silencio, acariciando sus ojeras.

Se quedó en silencio, pensando en la situación, cerró los ojos sintiendo el cansancio aún, el cansancio físico y mental.

Dejó el peluche de lado, empezó a quitarse la ropa para darse una ducha.

Pasó de largo sin verse en el espejo, sabiendo lo grotesco que eran las marcas en su cuello y pecho, se duchó con cuidado, evitando mojar el vendaje de su tobillo.

Quería dormir todas las horas posibles, para no pensar tanto y no cuestionarse más de lo que estaba haciendo.

Se limpió con cuidado, secó su cuerpo y fue a su armario, tomó solo ropa interior, volteó a la ropa en la esquina de la cama, la ropa de Kang.

No lo odio. Negó su lobo en su cabeza, solamente un poco dolido por la situación, pero teniendo esperanzas y aprecio al alfa.

Yo tampoco... Secundó tomando la playera del alfa, la olió sintiendo el aroma a canela intenso, se la colocó para acostarse, abrazando su peluche.

Observó al osito, pasando su dedo por la cara del peluche, cerró los ojos suspirando.

Necesitaba descansar, física y mentalmente.






































Al día siguiente.

8:00 AM.













—Te dije que no te metieras con los empleados —señaló el hombre frente a TaeHyun, el alfa suspiró mirando a su padre frente a él.

—No me metí con él —negó arqueando una ceja, Kang Bong Song soltó una risa, era uno de los dueños de los restaurantes, manejaba específicamente dos sedes, y una de ellas era en dónde estaba BeomGyu.

—¿Entonces por qué quieres que le dé un trabajo de tiempo completo así de fácil? Específicamente a él —señaló, TaeHyun bufó.

—¿Vas a hacerlo o no, papá? —preguntó fastidiado, el hombre cruzó sus manos en su escritorio.

—Lo haré si me dices que son —condicionó sacándole un bufido a su hijo.

—Somos amigos, es un amigo importante para mi, es un favor solamente —explicó haciendo al hombre reír.

—¿Amigo? ¿De alguien como él?

—¿Qué es lo malo? —preguntó frunciendo el ceño, su padre hizo una mueca de disgusto.

—Es un prostituto... —contestó, TaeHyun suspiró acomodándose en la silla— No lo contrataron a ciegas, sé lo que es.

—Ya no se dedica a eso, te lo dije, es mi amigo —refutó haciendo a su papá fruncir el ceño, sintiendo que la etiqueta de amigo no entraba a esa conversación.

—Escuchame, TaeHyun, está bien si quieres cogerte a media Corea o tener amigos prostitutos, pero quiero que te quede claro algo... —se levantó del escritorio con cuidado, apoyándose de la madera— Tu eres de la clase alta, eres uno de los herederos de un gran imperio, eres millonario y mereces a alguien de tu mismo nivel...

—¿Qué quieres decir? —preguntó sintiendo la mano de su padre en su hombro.

—Haz lo que quieras con tu amiguito, pero que no se te ocurra formalizar algo con él porque sabes que lo vamos a sacar a patadas de aquí, ésta familia es de mucho prestigio como para que termines con un prostituto de bajo costo —aclaró dándole un apretón a su hombro, TaeHyun se mordió la lengua para evitar decir algo indecente o faltar el respeto a su padre.

Tomó una honda respiración, volteando a ver a su padre o no.

—¿Le vas a dar el puesto o no, padre? —preguntó en voz baja, el hombre sonrió asintiendo.

—Claro, no está de más hacerle un favor a mi hijo, nunca pides nada —afirmó antes de salir de la oficina de la mansión en la que vivían, TaeHyun se quedó sólo ahí, pensando en lo que había dicho su padre.

Él no estaba enamorado de BeomGyu, no lo amaba.

Sentía atracción física, eso si. Además del sentimiento de protección que se manifestaba en él cada que lo veía, quería protegerlo, quería ayudarlo, verlo sano y salvo.

Aún así, era muy pronto como para desarrollar algún sentimiento.

Él sabía muy bien como separar los sentimientos del sexo, y que quisiera sexo con BeomGyu no quería decir que lo amara, y que quisiera protegerlo tampoco debía ser necesariamente algo romántico.

Por eso, las palabras de su padre no afectaron tanto, simplemente una pizca de indignación por la manera tan despectiva de hablar.

Pero ahora que caía en cuenta...

Él era así.

Todos sus amantes eran de su estatus social, todos eran adinerados, iban a lugares caros y al inicio había ido con total prepotencia y altanería a ese club.

Pero ahora que era más cercano a uno de los trabajadores había estado abriendo poco a poco los ojos, dándose cuenta de como era la realidad de las cosas.

O por lo menos, la realidad de BeomGyu.

¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?

Bien

Tu tobillo está bien?

Me duele, pero está bien

Me alegro mucho, ojitos lindos, necesitas que te lleve algo? Comida?

No

Ese fue el último mensaje del omega, no le contestó los siguientes que le envió, se sintió frustrado, también algo avergonzado.

Lo que había hecho, lo hizo con una buena intención, aún así, había afectado.

Por lo menos no nos ignora. Opinó su lobo, frustrado también por la situación.

Miró los mensajes antes de apagar el teléfono, salió de la oficina de su padre, saliendo de ahí sin siquiera despedirse.

Aunque no se encontró a nadie en el camino de la salida.

Lo único que le quedaba era esperar, esperar a que BeomGyu se recuperara, y esperar su reacción ante su cambio de horario laboral.

No lo vería en un tiempo, pero estaba bien, sabría que estaría en su casa, dormiría en las noches con tranquilidad, no estaría en el club y para él eso era más que suficiente.

Podía llamarlo y mandarle mensajes para saber de él, manteniendo la distancia claro está.

Lo dejaría pensar las cosas, porque confiaba en que BeomGyu se daría cuenta de que sus acciones no venían con una mala intención, y que además, su confianza no se debía romper ni eliminar de raíz por ese suceso.

Le escribió a Huening Kai sin dudar, queriendo mantenerse informado a pesar de estar en sus vacaciones.

Que BeomGyu ya no tuviera lazos con el club no le quitaba el interés del caso, habían más víctimas como el omega, y además, seguían circulando vídeos por internet.

Eso no se iba a quedar así, definitivamente.


























































Ya es sábado así que lo subo jejeje

Un poco corto comparado a los demás, pero preciso.

Habrá un pequeño saltito de tiempo en el siguiente capítulo!!

The_Dark_Diamond04


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