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Conseguir contactos en distintos lugares, incluyendo las autoridades no era algo complicado para Choi SooBin.

Varios entes policiales consumían en su club, varios servicios, así como solicitaban trato especial por ser autoridad.

Pero había diferencias que hay que tener en claro.

SooBin podía conocer a miles de policías, pero ninguno le podía colaborar a encubrir algo.

Una cosa era tener el contacto, y otra, era conseguir que el contacto actuara a su favor.

Así que para conseguir algo mutuo, SooBin debía dar su brazo a torcer por ser el que tenía todas las de perder.

El último video que grabó BeomGyu, con un alfa que pidió que su voz fuera censurada así como su cara.

Un agente de inteligencia nacional.

Ese tipo, recibió la propuesta de SooBin apenas el rumor llegó a sus oídos por YeonJun, SooBin le ofreció servicios de todo tipo en el club, gratuitos.

Todo gratis, por tiempo ilimitado.

El alfa aceptó, claro está, disfrutó por dos meses seguidos de las cosas, aprovechándose del desespero del jefe.

—No hay mucho, las cosas están más serias con los niños y tú no tienes nada que ver en eso —negó el agente, abrazando a una mujer en su regazo, una de las trabajadoras, Suzy, específicamente.

—¿No se han acercado a mi?

—Estás en la lista de sospechosos, uno de los agentes te propuso —recordó, besando el hombro de la mujer— El plan es localizar y entrevistar a las víctimas para que digan lo que sepan, así como personas de este mundo para saber si están involucrados o saben algo —contó, SooBin frunció el ceño.

Nadie podía delatarlo, nadie sabía tanto, y los empleados que usaba para los vídeos estaban lo suficientemente amenazados como para decir algo.

Aunque...

Carajo, esa perra —recordó con disgusto, el agente lo observó.

—Mantén bajo el perfil y no subas más vídeos, por mucho que quieras, no lo hagas —señaló, SooBin asintió—  Te avisaré cuando sea relativamente seguro, ésta semana se integran varios agentes que son... Cómo te explico... Un dolor de cabeza...

—Pues evita que esos dolores de cabeza lleguen a mí —pidió levantándose para dejar al agente sólo con la mujer, cumpliendo el servicio solicitado.

SooBin mordió su labio inferior, pensando.

BeomGyu era uno de los que más vídeos tenía, los otros seguían grabando o algunos habían muerto, el único cabo suelto era ese omega, y no se iba a arriesgar.

Debía hacer una visita con urgencia.















[...]


























Ahora había algo nuevo en ellos, TaeHyun llegaba y lo besaba, se iba, y lo besaba, un corto beso de saludo.

Hace semanas había pasado lo de su madre, siquiera quería pensar en ella ni en lo que pasó, la rechazaba totalmente y no perdería su tiempo en pensar en alguien que no tuvo ni el más mínimo respeto a su hijo.

Ese día estaba libre, así que pasó el día limpiando el apartamento, simplemente leyendo el mensaje de TaeHyun que iría ese día.

Solamente le mandó una afirmación, bostezando mientras esperaba la hora.

Escuchó el timbre, se levantó del sillón, pensando en el alfa, era el único que iba a verlo, además, ya casi era la hora que le mencionó.

—Ho-... ¿Qué haces aquí? —preguntó con miedo, apretando el manubrio, mirando al alfa alto frente a él, SooBin alzó los hombros, pasando sin preguntar, empujando el hombro del omega que dejó la puerta abierta en caso de emergencia.

Volteó a ver a SooBin, el jefe con las manos en su abrigo negro.

—Sólo quería ver como estaba mi trabajador estrella —comentó mirándolo fijamente.

—Estoy bien, y puedes irte —respondió señalando la puerta abierta, SooBin chasqueó la lengua.

—Que atención tan pésima, así no atendías en el club —recordó, oliendo el apartamento, le pareció extraño, frunció el ceño, acercándose unos pasos al omega.

—Este no es el club, es mi casa y te digo que te vayas —repitió dando un paso hacia atras cuando el alfa se acercó, aunque SooBin fue más rápido, lo tomó de la ropa para jalarlo, oliendo su cuello.

—¿Aroma? ¿Ya volvió? —preguntó con algo de impresión, BeomGyu chasqueó la lengua, dándole un empujón al alfa que retrocedió.

—Eso no es tu puto problema —negó, SooBin rió, asintiendo.

—Tienes razón, no es mi problema... Sólo venía a decirte algo —alzó los hombros, BeomGyu cruzó los brazos, mirando de reojo la puerta, esperando que llegara TaeHyun.

Se sentía ansioso, no tenía un buen presentimiento, tampoco le gustaba ver a SooBin en su apartamento.

—Me han llegado rumores... Sobre la inteligencia nacional —comentó, BeomGyu frunció el ceño, sintiendo nervios.

¿Sabe que TaeHyun es...?

Empezarán a investigar sobre las redes de pornografía y otros crímenes, y entre ellos, estoy yo —explicó, sacando su otra mano de su bolsillo, una navaja suiza, con la parte más filosa fuera, el omega se asustó retrocediendo cuando el alfa empezó a caminar hacia él.

—¿¡Qué tengo que ver en eso!? ¡No es mi problema! —gritó, retrocediendo, SooBin lo tomó de la muñeca, lo jaloneó y lo empujó al pasillo de la habitación.

BeomGyu tambaleó pero se quedó de pié, mirando que la puerta había quedado muy lejos, estaban casi llegando a su habitación.

—Buscarán a las víctimas y las van a entrevistar para que digan lo que saben —siguió hablando, el omega negó con la cabeza rápidamente.

—¡Nadie me ha dicho nada! ¡No tengo nada que ver en eso! ¡Nadie me ha entrevistado! —prometió recibiendo otro empujón que lo hizo entrar a la habitación, el alfa lo tomó del cuello, estampando su cuerpo contra la pared, amenazándolo con la navaja cerca de la cara— ¡Te lo juro qué-...

—Sé que no, pero si eso llega a pasar te vas a tragar toda la mierda que quieras decir, porque yo no voy a caer por tu asquerosa boca... Y escúchame bien, a mi no me importa matar a otra perra por boca suelta —le habló entre dientes apretando de más su cuello, el otro jadeó rasguñando su brazo, sintiendo que sus pies no tocaban el piso, apenas los dedos se rozaban— Me llegas a delatar en la más mínima cosa y te mando con tu hijito, ¿Entiendes eso? —preguntó recibiendo un asentimiento del omega una y otra vez— Tú eres el único que está por fuera del club, por eso vengo a darte este mensaje, si algún maldito agente de la inteligencia nacional te pregunta cualquier porquería te vas a quedar callado, porque si llegas a decir algo, te mato, BeomGyu... ¡Es más! Siquiera quiero verte cerca de alguno de esos agentes, te juro que más te vale quedarte callado —amenazó, el omega jadeó por aire, observando puntos de colores por todos lados, al alfa distorsionado— Me lamento haber dejado que te fueras tan fácil, pero ya no puedo enmendarlo... Así que, piénsalo así... Yo te dejé irte con facilidad, y tú te quedas calladito de todo lo que viste o viviste en el club, ¿Si? —preguntó, el otro asintió como pudo, SooBin lo soltó, mirando como caía al suelo, tosiendo y tratando de recuperar el aire— Sé una perra obediente, te irá mejor así... —asintió, mirando al omega jadear por aire, sujetando su cuello y soltando un par de lágrimas, recuperándose— Por cierto, ese... Alfa de mierda, Kang TaeHyun...

—Él-... Él no tiene... Nada que ver...—habló como pudo, jadeando por aire, alzó la mirada a SooBin que se agachó frente a él, dejando una mano en su cabello, peinando con suavidad.

—Recuerda lo que te dije, para él... Tú sólo eres un delicioso pastel de fresa que va a comer hasta que se aburra... Hasta que se sienta satisfecho...

—No es... Tu problema —negó quitando la mano del alfa de su cabello, SooBin rió dejando esa misma mano en el muslo del omega que lo observó con miedo, retrocediendo lo poco que podía, su espalda por completo en la pared.

Su corazón latió a mil por hora, aún no podía respirar bien, miró la mano del alfa con miedo.

—Cuando se aburra de ti y te deje tirado como un juguete viejo, las puertas de mi club siempre van a estar abiertas para ti —ofreció acercándose más a él, siendo muy conocedor del repudio que el omega tenía hacía esos toques y cercanía.

BeomGyu volteó hacia un lado, apretó los ojos, sintiendo la respiración del alfa en su oreja.

—En el club, siempre tendrás un pole esperándote... —susurró, el otro tragó grueso— Siempre habrá espacio para un espectáculo tuyo... Ahí nadie se aburre de ti —aseguró respirando cerca del otro que tembló un poco, sin poder mover las manos por el temblor, estaba paralizado.

—Ya... Basta... —susurró con el poco aire que tenía, SooBin rió.

—Mantén un perfil bajo y aléjate de los agentes y cualquier autoridad, porque si me entero que han sacado información no me va a temblar la mano para acuchillarte y enterrarte en el mismo pozo asqueroso que Mark, ¿Entiendes, dulzura? —preguntó besando su mejilla antes de separarse, el otro asintió rápidamente, quedándose en su lugar, estático— No oigo nada —canturreó el alfa colocándose de pié.

—S-si, SooBin...

—¿Te vas a quedar callado?

—S-si...

—Buen chico. Disfruta tu relación rosita con Kang, come las migajas que te da y ya sabes... Puedes volver a mí cuando quieras, sin compromisos ni ataduras —finalizó acomodando su abrigo antes de salir a paso regular, con una expresión neutral, mirando la decoración de la casa antes de salir, soltando un silbido antes de empezar a bajar las escaleras del edificio, demasiado impaciente para esperar el elevador.

BeomGyu soltó un jadeo, respirando tembloroso, sé quedó en el suelo tomando aire, sintió sus manos temblar, así como una opresión en el pecho, tosió, soltando un par de lágrimas con miedo.

¿Cómo SooBin se había enterado? ¿Por qué justo ahora? ¿Sabía que TaeHyun pertenecía a las autoridades?

Apretó los ojos, empezando a drenar el miedo de la situación, el aroma del jefe aún cerca de él, a pesar de todo el tiempo que había pasado, SooBin seguía intimidando con su presencia y sus acciones.

Soltó un jadeo, el dolor en el pecho no se iba, sus manos no paraban de temblar, se sentía ansioso, estaba nervioso.

No se podía controlar.

Soltó un sollozo sintiendo como el aire le faltaba, sabía que llorar le quitaba el poco aire que tenía, aún así, era un llanto incontrolable.

Encajó sus uñas en sus piernas, hipeando y tomando aire con una fuerte inhalación antes de seguir llorando.

¿Por qué nunca podía estar en paz?

—¿Ojitos? —preguntó TaeHyun en la puerta, en voz baja, entró con cautela mirando la puerta abierta.

Frunció el ceño mirando a todos lados, escuchó un sollozo venir de la habitación, era fuerte, así como intentos desesperados por recuperar aire.

Olió el aire, un leve aroma a chocolate que de inmediato reconoció.

SooBin.

De inmediato, sintió preocupación y desespero, su expresión cambió de inmediato mientras avanzaba con rapidez a la habitación del omega, de dónde provenían los sollozos.

—¿¡BeomGyu!? ¿¡Qué pasó!? —preguntó al entrar, encontrando al omega en el suelo, sollozando, sujetando su pecho por la falta de aire, podía ver su cuello enrojecido, con marcas de dedos.

El omega al inicio se asustó por la aparición tan estrepitosa, TaeHyun se agachó frente a él, con una mueca de preocupación, se acercó con cautela revisando superficialmente si no tenía alguna herida o moretones.

—¿Estás... —se quedó en silencio cuando el omega se abalanzó a él, abrazándolo por completo.

Y por primera vez.

TaeHyun sintió las manos del omega en su espalda, en lugar de estar agarradas a su ropa como siempre.

Lo estaba abrazando por primera vez.

Fuera del sexo, del coqueteo, ese era el primer abrazo que el omega le daba.

—¿Por qué... n-no llegabas? —preguntó el otro con la voz rota, apretando al alfa entre sus brazos.

El aroma a canela llegó a sus fosas nasales, soltó un sollozo al sentir la mano del alfa en su cabeza, sujetándolo con cuidado.

—Está bien... Todo está bien —murmuró escuchando al omega esconder su llanto en él, abrazándolo con fuerza, aferrado, le acarició la espalda con suavidad, dejándolo llorar y esperando con paciencia el relato del omega.

Lo escuchó jadear por aire antes de seguir llorando, no le gustaba la situación y su expresión lo delataba totalmente, su aroma se intensificó, rodeando por completo a ambos.

Tomó asiento en el suelo, atrayendo al omega a él, dejándolo sentado en su regazo.

Se había sentido totalmente preocupado al encontrar el apartamento con la puerta abierta, se imaginó lo peor y agradecía que fuera ese escenario a algo más.

—Estás bien... Eso es un alivio para mí  —sinceró escuchando al otro hipear. TaeHyun agachó la mirada buscando la cara del omega, dejó de abrazarlo acunando su cara con sus manos para secar sus lágrimas.

Secaba una lágrima y caía otra de inmediato, aún así, no paró de secar, peinando también su cabello.

—So-SooBin... SooBin sabe... —murmuró en medio del llanto, TaeHyun alzó las cejas con impresión mirando al omega empezar a hablar— Dice... D-dijo que... La inteligencia nacional está i-investigando... y-y... Van a... Preguntar a las v-víctimas... Me amenazó y-y-... N-no puedo decir nada... N-no puedo delatarlo... M-me puede... Me puede matar si lo hago, y-yo no... —se quedó en silencio, soltando un hipido, TaeHyun frunció el ceño abrazándolo a su pecho, el otro se recostó, sintiendo al alfa abrazarlo.

TaeHyun maquinó sus palabras, atando cabos rápidamente.

Kai le había comentado el plan que se estaba pensando hacer hace días atrás pero no era algo oficial, y tampoco se pondría en marcha aún, porque faltaban víctimas por identificar.

¿Cómo alguien como SooBin sabía eso? Fácil, le habían filtrado la información.

¿Quién pudo haberle dicho? Solamente alguien de adentro, alguno de nosotros. Pensó abrazando aún más fuerte al omega, esperando a que se calmara por completo, sin opinar más del tema.

Debe conocer a alguien... Y si ese alguien le está dando información está recibiendo algo a cambio, o está involucrado.

Debía mantener ese hecho en silencio en la agencia, obviamente, por seguridad del omega.

Debía estar atento con sus propios compañeros, y evitar el saboteo dentro del caso.

Él se encargaría de encontrar al impostor.

—Ojitos, necesito que respires bien, ¿Si? —le habló con suavidad, el omega se irgió, mirándolo a los ojos.

—E-... Él... No se había aparecido... ¡E-en meses! ¿Por qué...? ¿Por qué ahora? —preguntó, recibiendo una caricia en su mejilla con el fin de secar sus lágrimas.

TaeHyun no le gustaba ese escenario, cada que el omega lloraba, no le agradaba la sensación que tenía en el pecho, era una molestia, así como también se sentía influenciado por su llanto, provocándole tristeza y amargura.

Se sintió extraño por eso, tal vez estaba empatizando de más.

No quiero que llore. Habló su lobo en su cabeza, desesperado por calmar el llanto frente a él.

Yo tampoco. Lo secundó, secando las lágrimas del omega con sus manos.

Le dedicó una pequeña sonrisa. El omega cada vez más calmado.

—¿Sabías que si lloras mucho, el color de tus ojos cambia? —preguntó, BeomGyu frunció el ceño, aún abrazado a sus hombros.

—E-eso no es verdad... —negó, cayendo en la distracción del alfa que sonrió, mirando como dejaba de llorar, solamente sorbiendo su nariz.

—Lo confirmó la NASA —asintió, BeomGyu negó a la par— Si, y tú color de ojos es único, es muy hermoso y no me gustaría que se perdiera por un par de lágrimas —habló, pellizcando su nariz luego.

El omega se quedó en silencio, sintiendo al alfa peinar su cabello con suavidad.

...come las migajas que te da...

Las palabras de SooBin resonaron en su cabeza, frunció un poco el ceño, abrazándose más al alfa, recostó su cabeza de su hombro, quedándose en silencio y recibiendo el abrazo de vuelta.

TaeHyun lo abrazaba, le acariciaba la espalda, también el cabello, mientras le daba el apoyo silencioso que necesitaba.

Migajas...

¿Eso eran migajas?

Pero... ¿De qué?

¿Migajas de una amistad? ¿Migajas de cariño?

¿Migajas de amor?






















































Se vienen caps que explican muchos sentimientos y sensaciones, espero puedan empatizar con ambos personajes :3 y les guste todo

Que opinan? Feliz miércoles a todos!

Recuerden seguir mi cuenta secundaria; Gyuandhyun_1

The_Dark_Diamond04

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