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ADVERTENCIA

Síntomas de un 'Duelo complicado' en uno de los personajes.

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- Matt, la pata -en la mano extendida de Mello se apoyó una patota que casi hacía que se le caiga el brazo-. Muy bien!

El animal movía la cola y trataba de mordisquear la mano de su dueño cuando este empezó a jugar con su cabeza sacudiendo su pelaje y a la par moviendo sus orejas. Para el, tan solo un respiro, era una invitación para jugar.

- Bien veamos si recuerdas este -Este dueño todos los días le dedicaba unos minutos a repasar los trucos que le enseñó a su mascota, para que aun los tenga en su memoria-. Matt.. chic-chic.. ¡Bang! -simuló el sonido de una pistola mientras su mano hacia la forma de tal y le "disparó" al peludo.

El animal acato la orden y como el 'Drama King' que era por naturaleza -no naturaleza de la raza, su naturaleza- hizo aquel truco más dramático de lo normal. Se tomó el tiempo de caer mientras soltaba un peque, cuando su pelaje de costado se enredó en el pasto este saco la lengua con los ojos abiertotes y se quedó estático ahí haciéndose el muertito. Las carcajadas del rubio se hicieron presente, más por el truco, era la manera de ser de su animal que no podía evitar sacarle una risa.

Sin embargo, las risas cada vez fueron menos hasta que dejó de reír y su expresión fue.. confusa. Como si de pronto algo se coló a su cabeza y dejo de ver esa escena como algo divertido. Un suspiro pesado se escuchó de parte del humano, asimismo el animal levantó un poco la cabeza por su comportamiento tan repentino.

- Regresemos a casa. -Sin perder el ritmo recogió la correa suelta y empezó a caminar de regreso. Ya repasaron lo suficiente, quería volver a la seguridad de su hogar y a la vez darle de comer a su amigo.

El animal se levantó de mala gana aun con césped en su pelaje -¡Apenas llegaron y el ya quería irse! Así no es!-. Aquellas virutas de planta y trocitos de árbol no le gustaban, a él le gustaba estar aseado y reluciente. Una sacudida de ese largo pelaje rojizo terminó echando la mayor parte, pero lo cierto que aún no le convencía, así que ojalá que Mello le dé un baño al llegar a casa.

Y así se veía a perro y dueño caminar sin prisa. A comparación de otro par, no eran nada en especial, pero ciertamente varios al verlos pasar no podían evitar pegar su mirada unos segundos más sobre ellos.

Mello ya estaba acostumbrado, sabía porque no paraban de mirarlos. Aunque plural es manada y en realidad a quien todos miraban era a Matt.

Matt era un Retriver rojo, raza grande y bastante peludo.

Aunque en realidad esa raza tiene 'rojo' en su nombre, su pelaje más bien era naranja rojizo.

Cosa que el amigo perruno se rehusaba a seguir y nació rojo -no una variante, era rojo-. Un rasgo bastante llamativo para aquellos que divisaban al animal pasar junto a su dueño.

Eso y el color de sus ojos. Para varios era la primera vez que veían un perro con ojos verdes y no sea de las redes sociales -por qué enserio ahí hay de toda clase de perros que uno ni sabía que existían- y cualquiera que ha tenido una charla con aquel Alfa de carácter difícil le han dicho que su perro es único.

Mello siempre se les queda viendo incrédulo por esos comentarios, era obvio que su mascota era única, desde que lo adoptó siempre fue así.

Mas, el sabia que todos creían único al animal por una razón superficial. El físico era algo intrigante de ver, pero siempre desconociendo todo lo que hay en el fondo. Tampoco se esperaba algo de la gente que no conocían nada de Matt, solo él era consciente de la capacidad de su amigo.

Y no, no era por los trucos que él le enseñó, eran las acciones que su mascota por cuenta propia aprendió a hacer.

[. . .]

Ya en la casa, Mello estaba de un humor terrible. Apenas llega se había echan en el sofá en silencio... otra vez el resentimiento y la culpa le carcomían por dentro.

Todo lo relacionado a disparos le traía malos recuerdos. No debió hacer ese truco, no debió ni enseñarle a su mascota como hacerlo.

Tal vez estaba exagerando, en los clásicos 5 trucos caninos, está el "Hazte el muerto" y en ese momento le pareció divertido enseñarle a su mascota. Pero ahora... ya ni quería pensar en eso.

Sin más cerró los ojos para olvidar todo eso. Y Así aliviaría su dolor de cabeza, pero cuando un dolor en su pecho se hacía presente, se alarmó. Oh no.. no otra vez, ese sentimiento no...

No quería traer de vuelta sus viejas memorias, quería una vida nueva... más parecía que esto lo perseguiría hasta su tumba.

Soltó un suspiro pesado y una mueca de dolor se presentó en su rostro. Parecía que no había reparo, le tocaba aguantar ese dolor otra vez...

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- Eh?.. - es lo único que pudo "decir" cuando de un momento a otro el dolor en su pecho se iba desvaneciendo con el suave tacto de una gran cantidad de pelos apoyados en su pecho...

Abrió los ojos y sin duda -hasta podía jurar- vio aquella mirada triste pero empática de su compañero perruno mientras que su acción se equiparaba al de un abrazo que solo buscaba su consuelo.

No hizo falta hacer o decir nada más.. esa calma alivio todo sentimiento de melancolía de Mello y al sentirse libre, lo primero que hizo fue acariciar la cabeza de Matt.

- Uf.. Gracias amigo.. -La respuesta a esto fue un no muy fuerte ladrido y un ladeó de cola feliz. Fue imposible no sonreír para el rubio, pero por orgullo decidido reincorporarse y cambiar de situación ya que no quería verse frágil tanto tiempo-. Bueno -carraspeó su garganta-. Creo que es mejor seguir con el día y como veo, tu necesitas un baño.

El peludo ladro como respuesta -era un claro 'Sí'- y retrocedió con todo el ánimo del mundo.

- Ja, a veces pienso que entiendes perfectamente lo que digo -Esa era su creencia, aunque en ese mismo momento el can inclinó la cabeza a un lado como si dijera "De qué estará hablando este humano?"

Esta era la verdadera razón por la cual Matt era único y especial para él. Su gran amigo llegaba a ser más humano que varios humanos y a pesar de ser un animal sin capacidad de expresión notable, siempre encontraba la manera de hacerlo sentir mejor.

No sabía si eso eran capaz todos los perros o es que su amigo era un super perro -personalmente, la segunda opción era la que más le parecía probable, aunque sea no muy realista-.

Sea cual sea la respuesta a esta incógnita, para él y solo para él.. Matt, su amigo perruno, era único en su clase... y dentro de poco tan reluciente como bola de billar y el tan empapado como ropa tendida después de una tormenta.

Recordatorio: usar un impermeable al bañar a tu perro y no una de tus pocas camisas decentes para salidas.

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¦El único en su clase¦

Espero os haya gustado este nuevo capítulo!

¿Estará más claro este misterio alrededor de Mello? Quién lo sabe.

La imagen de la multimedia es como Matt luce, solo pido que lo miren con un filtro rojo. Porque si Matt es pelirrojo -para muchos será castaño o peliverde, pero en este fic no :>- y con ojos verdes, así que siendo un perro es igual.

Espero la estén pasando bien y ya nos volveremos a ver, bye bye.