No se arrepentía de nada.
Antes se había enfrentado a los dioses por proteger y defender a su querida compañera.
Y ahora lo hacía para proteger a sus hijos.
Sabía que no todos sus hijos e hijas habían hecho cosas buenas, pero también había una parte que sí.
Y a pesar de todo él los cuidaría, lo juro desde que vio a Caín y a Abel siendo apenas unos niños que recién comenzaban a caminar y a hablar.
Se sentía en deuda con las Valkyrias, ellas también arriesgaban su existencia para salvar a la humanidad.
Los golpes de Zeus si que eran duros, no por nada era "El padre de los dioses", pero igualmente lo enfrentó.
Escuchar los gritos de ánimo le impulsan a seguir, su voluntad se hizo todavía más grande de la que ya era.
Y a pesar de que el dolor en su cabeza se hacía más fuerte, de los gritos de su esposa e hijos que pedían que parara.
El y Reginleif siguieron luchando.
El resistiendo los golpes de Zeus y tratando de devolverlos y ella haciendo lo posible para que su cuerpo resistiera toda esa presión.
Pero todo colapso.
Tanto él como la joven Valkyria habían dejado el mundo para siempre.
Aún así su cuerpo siguió hasta que consiguió que Zeus cayera de rodillas, mientras él quedaba de pie.
Le hubiera gustado conocer mejor al resto de sus hijos e hijas presentes, poder darles amor aquellos que no lo habían podido tenerlo en sus vidas y tal vez haber conocido a aquel que logró llegar hasta el lugar de dios.
Aún así estaba feliz porque gracias al sacrificio de su hijo y el de su compañera Valkyria, se pudo abrir por fin una brecha para la humanidad.
Una que aprovecho y dejo otra lección.
Después de todo, un padre no necesita una razón para proteger a sus hijos.
Y así fue como Adan, el primer humano, nuestro padre, nos enseñó que un simple humano puede superar a los dioses y que estos se arrodillen ante una gran fuerza de voluntad.

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VADA: 😢😢😢😭😭😭😭

BERMUDA: Tranquila no llores, tranquila-dice el de vendas mientras acaricia la cabeza de la autora, aunque se podia ver que las vendas que cubrian su rostro estaban mojadas.