Capítulo 7

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La misión "salir con vida de la cafetería" había resultado un éxito, terminó todo sudado y jadeante, pero un éxito al final de cuentas.

Ahora le quedaba el reto mayor: esquivarlo el resto del día.

Algo que ya se había vuelto parte de su rutina y la más agotadora sin duda, porque a quién no le pasa que cuándo quieres evitar a alguien o a algo la vida se asegura de ponerlo en tu camino una y otra vez. Agotador.

A ese ritmo fácilmente se podría convertir en un runner profesional, aunque, viéndolo de lado positivo, se ejercitaba inconscientemente y mantenía la esbelta figura que le había costado conseguir.

—¡Agh! Concéntrate, Hoseok, concéntrate. Debes resolver la ecuación mediante la factorización, no por la fórmula general —se regañó a si mismo al encontrarse divagando entre pensamientos en vez de terminar de hacer la tarea de matemática que debía presentar la siguiente hora. Sentía que en cualquier momento le daría dolor de cabeza con aquellos números, ¿cómo alguien era capaz de hacer todos ejercicios y demás tareas sin terminar con migraña? Solo los robots eran capaces de hacerlo.

—Hey, Jeon, ¿qué tal vas?

Hoseok alzó la mirada directo a la persona de quien provenía la pregunta.  Era Soo.

—Mal, debo hacer de nuevo todo porque me confundí y en vez de factorizar usé la fórmula general ¡agh! —se lamentó frustrado. Odiaba matemáticas y ese era un hecho que nunca cambiaría.

—Uhmm... Déjame ver.

La chica tomó asiento a su lado y le echo un vistazo al ejercicio en la hoja para después devolverle el cuaderno al dueño.

—No me suena nada —declaró, pues la matemática tampoco era su fuerte.

¿Es en serio?

Soo movió sus manos en extrañas señas y con mirada penetrante escaneandolo de arriba hacia abajo, haciendo sentir cohibido al Omega por su silencio, y justo cuando se disponía a hablar la profesora de matemáticas llegó.

Y ahí se fueron sus minutos de paz.

—Jeon —llamó la muchacha antes de ir a su asiento.

—Dime.

—Hmm... Nada, olvídalo, no era importante —hizo un ademán con los dedos restándole importancia, tomando asiento finalmente en su sitio.

Chica rara, pensó Hoseok, volviendo sus ojos a la hoja con el ejercicio mal hecho.

...

Su mala suerte era tanta ese día que si le ponían "La gata bajo la lluvia" se convertiría en el videoclip más dramático y popular por sus desgracias.

Después de pasar aquel mal rato en la cafetería esa mañana, pareciendo un acosador, pasar vergüenza a la hora de matemáticas y casi caerse a la hora de educación física, ahora se encontraba caminando de nuevo entre los pasillos de su escuela yendo en busca de lo que se le había quedado a Soobin en el aula.

Genial, me vieron cara de mensajero.

Rodo los ojos con hastío y se dirigió al patio que separaba las aulas de los niños pequeños y los de grados superiores, siguiendo el camino que lo llevaría a su destino, pero se detuvo al momento de girar en una esquina y ver a su pesadilla ahí.

Holy. Shit.

Taehyung se encontraba recargado a un par de metros en una pared de las aulas, totalmente distraído en su celular, o al menos eso pensaba hasta que alzó su mirada y se topo con la del Omega.

¿¡Y este qué hace aquí!? ¿¡Acaso me está espiando!?

La sola idea de que el rarito de la escuela lo estuviera persiguiendo hizo que un escalofrío recorriera toda su espina dorsal, y sin darle el tiempo al otro de ni tan siquiera saludar, ya se encontraba corriendo por el mismo camino que llegó.

¡Corre si quieres conservar tu reputación!

Y mientras Hoseok corría como alma que lleva el diablo sin siquiera detenerse a mirar sus pasos, Taehyung lo seguía más atrás casi sin aliento.

Parecían dos niños pequeños jugando a las atrapadas, aunque había una clara desventaja, ya que Taehyung odiaba correr, era de sus deportes menos favoritos.

Hasta que en un microsegundo Hoseok logró desaparecer de los ojos de Kim.

¿¡Dónde demonios se había metido ahora!?

El omega recargo su peso en los lavamanos mientras respiraba agitado, estaba seguro de que al menos ahí no lo encontraría, o al menos eso esperaba.

Ahora solo tenía dos opciones:
1- esperar a que el innombrable se vaya para ir a recoger lo que su padre le había pedido;
2- regresar al auto y mentir diciendo que no encontró nada.

La segunda opción sonaba más tentadora, sin duda, pero no quería recibir la respuesta de "¿seguro? ¿Y si yo la encuentro qué te hago?", ese era un hechizo divino que materializaba cualquier cosa que su padre buscase.

Su segundo de paz se vio interrumpido cuando aquel aroma llegó nuevamente a su nariz, menta y pino; ahora sí que no tenía escapatoria.

Miro a su alrededor dándose cuenta de que el baño estaba desocupado, así que de inmediato se metió a uno de los cubículos en un intento de esconderse, alzando sus pies en la taza e intentando controlar a su lobo para no relevar su ubicación.

No pasaron muchos segundos para que se escuche el rechinar de la puerta al abrirse seguido de pasos ligeros.

¡Está aquí! ¡Nuestro alfa está aquí!

Aulló su lobo emocionado.

Cállate, cállate, por favor, cállate.

El sonido del agua al caer y luego la llave cerrándose fue el único ruido que se escucho en unos largos y espesos segundos.

—Sé que estás aquí, ¿sabes? —dijo Taehyung, tratando de sonar lo más calmado posible para no hacer asustar al omega esperando por fin entablar una charla, pero no recibió respuesta. Suspiro y se paro frente a la puerta del cubículo donde se encontraba Hoseok. —No quiero que pienses que soy un acosador o algo por estilo, solo te seguí porque tenía la esperanza de hablar contigo un poco, de conocerte, para que tengas una buena segunda primera impresión de mi y no todas las mentiras que recorren los pasillos con mi nombre... Y también para devolverte esto —con cuidado, sacó un libro de su mochila y se agachó hasta dejarlo en el piso y hacerlo rodar dentro del reducido espacio.

Hoseok llevó sus ojos al libro de pasta roja que yacía en el piso, eso era suyo, lo había tenido ese día en sus manos ¿por qué ahora se lo entregaba Taehyung?

—Me lo dio tu compañera de clase, Soo Ahn, en la cafetería, me dijo que era tuyo y que hiciera el favor de  devolvertelo, ya que ella tenía que irse —aclaró, como sí pudiese leer lo que pensaba Hoseok. —Aparte de eso, también quería pedirte perdón por mi comportamiento el día que nos conocimos y el inconveniente con el profesor Oh... A veces, me dejo guiar por la emoción y no mido mi entusiasmo, mi lobo y yo estábamos muy contentos en ese momento, perdón si te incomodé. Si te parece, quería pedirte una oportunidad para iniciar desde cero nuevamente, darte una buena primera impresión de mi, pero solo si quieres, claro. Solo quiero que podamos ser amigos... Al final, sabes que nuestros lobos podrían morir de tristeza en algún punto.

Dijo finalmente, guardando un poco de esperanza por una respuesta afirmativa.

Tiene razón.

Hoseok había escuchado con atención las palabras del alfa, y era verdad. Una vez las almas separadas se tenían de regreso, era casi imposible hacer que se olviden, su lobo podría morir por culpa de su egoísmo, y si su lobo moría, es muy probable que él también...

Vamos, él no era tan estúpido como para permitir aquello, tal vez no sería una mala idea. Además, Taehyung lo dijo solo serían amigos para evitar hacer sufrir a su parte animal.

¡Agh! Que decisión más difícil.

Tú la vuelves difícil, humano tonto.

Calla, lobo estúpido.

Suerte de telenovela turca le decían.

Tal vez una amistad a escondidas, una donde ninguna sola persona del colegio lo sepa, así protegería a su lobo y también su reputación. Claro, y también su oportunidad con Namjoon.

Tragó saliva bajando los pies hasta apoyarlos en el suelo, tomando el libro en sus manos y abriendo la puerta con lentitud, manteniendo la mirada gacha.

—Gracias por devolverme el libro —susurró.

A Taehyung le brillaron las pupilas y una enorme sonrisa se colocó en sus labios al escucharlo por fin dirigirse a él y no evitarlo.

—No hay de qué.

El alfa sentía su corazón palpitar como loco mientras su lobo sacaba el pecho con orgullo al poder admirar con más detenimiento el hermoso perfil del omega, de su omega.

—Bien, fue un gusto hablar contigo un momento, pero me tengo que ir, mi papá y mi hermano me están esperando afuera —habló Hoseok sin mirarlo, acomodandose el cabello y tocando su oreja, agachó sutilmente la cabeza como despedido y dio media vuelta sobre sus talones para salir de ahí.

—¡Espera! Por favor, espera un momento —lo detuvo Taehyung —quiero saber si me das la oportunidad de conocerte y poder llegar a tu amigo, para que veas que no soy tan malo como todos dicen —sus piernas se sentían como gelatina y juraba que se iba a desmayar en cualquier momento de los nervios.

Debo hacerlo... Por mi, por mi lobo.

Hoseok asintió con la cabeza con un corto "está bien" para después salir con rapidez de aquel momento incómodo, sabía que se arrepentiria después.

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¡Holo! Aquí su autora fav apareciendo después de meses ;b

La verdad, no pensé volver aquí, ya que tengo un bloqueo super grande con todas mis historias, debido a que siento que no logro plasmar en palabras lo que está en mi cabeza y es demasiado frustante:(

Pero, hoy que entré de nuevo a la app me di cuenta de todo el apoyo que le están dando a varias de mis historias, y sobre todo a esta xd, parece que es la favorita de muchas personas.

De verdad, muchas gracias. Sus comentarios siempre me sacan algunas risas y me dan ganas de seguir con esto<3

Ojalá pueda volver pronto a actualizar más seguido mis historias, pero hasta mientras, espero les haya gustado este capítulo.

(*´˘'*)♡

Gracias por leer¡!

—cualquier error ortográfico o de coherencia, será corregido después—


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