Capítulo 13: Vaya suerte...

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


TAYLOR


No tengo ni idea de a dónde vamos.

Ayude a Emma a limpiar el piso lleno de masa de galletas y luego se cambió de ropa, afortunadamente nadie nos vio salir de su casa.

Ninguno quiere que alguien de nuestras familias malinterprete las cosas, con mi madre es suficiente. Sigue pensando que en cualquier momento aparecerá Emma en casa.

Ahora estamos en mi auto que estacioné unas cuadras más atrás de su casa y no sé adónde llevarla. Le mentí cuando le dije que tenía un lugar en mente

Lo único de lo que estaba seguro era que quería pasar más tiempo con ella.

Y ahora no sé si fue la mejor idea.

Manejo por las calles en completo en silencio y para mi sorpresa Emma tampoco dice nada, tal vez ella haya llegado a la misma conclusión que yo, esto es un error.

– ¿Emma? –ella se da la vuelta y me observa unos segundos

– ¿Sí?

–Si quieres volver a tu casa me lo puedes decir, no me molestaré por eso

–No quiero volver a casa, tengo curiosidad por saber adónde piensas llevarme

También yo. Pienso.

Asiento con la cabeza, mientras pienso en un lugar que podría funcionar.


(...)


Finalmente me decido por invitar a Emma a cenar a un restaurant. No es el mejor de la ciudad, pero era en donde había mesas disponibles.

– ¿Sabes? Esto luce como una cita –dice Emma mientras toma asiento frente a mí

–Es nuestra primera cita falsa –nos recuerdo a ambos.

Porque todo esto es falso, no se me debe olvidar.

–Por supuesto, gracias novio falso

Una vez que ya estamos instalados en la mesa, se acerca el mesero, quien viene a pasarnos los menús. Es ridícula la manera en que observa embobado a Emma. Casi pareciera que jamás ha visto a una mujer en su vida y me obligo a toser disimuladamente para que reaccione y se vaya. Por su parte Emma ni siquiera parece haber reparado en él. Una pena

Reviso el menú a la vez que observo a Emma fruncir el ceño al leer algo y no puedo evitar decir:

–Emma no frunzas el ceño, te saldrán arrugas antes de tiempo –digo intentando imitarla

Deja de prestarle atención al menú y se ríe. Me siento orgulloso de haber provocado ese sonido

–Gracias Tay tay. Seguiré tu consejo, suena a que alguien muy sabio te lo enseñó. Al parecer aprendes rápido

–Eso creo –respondo encogiéndome de hombros

–No puedo creer que estemos llevando esto de fingir a otros niveles. Seguro cualquiera que nos mire, pensaría que estamos juntos.

–Es lo más probable, al menos yo lo pensaría si nos viera. Aunque supongo que eso está bien. Después de todo eso es lo que queremos, ¿no? Fingir

Emma asiente con la cabeza y vuelve a mirar su menú. Yo observo alrededor y veo unas cuantas familias y algunas parejas más comiendo, sin duda nosotros parecemos uno más de ellos, a pesar de estar fingiendo salir.

Cuando vuelve a aparecer el mesero, primero le pregunta a Emma que pedirá y luego es mi turno. No me pierdo el hecho de que ese chico le esté coqueteando frente mío.

Se supone que yo soy su "novio" y este tipo es muy descarado. No me gusta.

–Le gustas al mesero

– ¿Qué?

–Vamos Emma, que le gustas al mesero. Te está coqueteando descaradamente frente a mí. Es casi insultante

– ¿Qué me está coqueteando descaradamente? Qué va, sólo está siendo amable –responde divertida

–Cómo digas

–Oh vamos, ¿acaso esos son celos Tay tay?

–Yo jamás tendría celos y menos de ti, ni siquiera me gustas –respondo de manera tan rápida que ni siquiera alcanzo a procesar lo que digo. A Emma enseguida le cambia la expresión, a pesar de que intenta disimularlo

Actúe como un imbécil

–Gracias por recordármelo. Creo que necesito ir al baño, vuelvo en un momento –responde sin darme tiempo a contestarle

¿Qué hiciste Taylor? Me reprocho

Saco mi celular para entretenerme en algo y en cuanto vuelve Emma luego de unos minutos, luce más recompuesta.

–Lo siento, no debí decir eso –es lo primero que digo en cuanto se sienta

–No te preocupes, me han dicho cosas peores. Además tampoco le puedo agradar a todo el mundo...

–Emma... –digo tomando su mano lo que provoca que vuelva a mirarme mal

– ¿Qué? Tú tampoco me gustas, así que estamos a mano

–Emma, tú me gustas... digo, me gusta pasar tiempo contigo –le explico para que no haya malos entendidos –Incluso a veces eres divertida

–Olvidémoslo, ¿sí?

–Si no me agradaras lo suficiente no haría todo esto de fingir –intento explicarme. Aunque está demás decir que lo hago horrible.

–Claro, porque ser mi novio falso es mucho trabajo para ti. Así como besarme y tenerme semidesnuda en tu regazo, ¿no? Pobre Tay tay

–Te pido por favor que no vuelvas a repetir algo así en público. No es bueno... –espero que entienda el mensaje oculto tras mis palabras.

Lo último que quisiera hacer es salir del restaurant con una erección por recordar esa escena en particular, sería demasiado difícil de disimular con estos pantalones

Aunque parece ser que Emma planea hacer todo lo contrario, porque esa sonrisa no augura nada bueno


(...)


Detesto a Emma, no ha dejado de provocarme con comentarios en doble sentido mientras comemos y para colmo cada vez se va quitando más ropa con la estúpida excusa de que tiene calor.

Y eso por supuesto que ha llamado la atención de más hombres de lo que quisiera, y entre ellos el mesero. Como siempre Emma parece disfrutar de ser el centro de atención.

– ¿Qué pasa Tay tay? ¿Algo te ha caído mal? Estás muy pálido

–Déjame seguir asesinando a la estúpida papa –digo molesto

–Oh, vamos. Dime que te pasa, tal vez te pueda ayudar con ese problema en particular

– ¿Sabes qué? Se me quitaron las ganas de comer

Emma pareciera que va a decir algo, pero se queda callada de repente. Parece que ha visto un fantasma y me doy la vuelta para ver lo que ella está observando

Veo a una chica rubia que va acompañada de un chico. A simple vista no entiendo qué relación hay entre ellos y Emma hasta que creo darme cuenta de lo que pasa, se trata de su amiga Ashley

–Emma... –digo llamándola

–No lo entiendo, se supone que está enferma. Me dijo que su resfrío era muy contagioso y que por eso Diane y yo no podíamos ir a verla. ¿Qué hace aquí? Bueno, es obvio que tiene un novio secreto o algo así, ¿por qué no nos dijo nada? Quitando el hecho de que tiñó su cabello rubio y se ve bastante sana. ¿Por qué nos está ocultando esto?

Quisiera darle una respuesta a todas sus preguntas, pero lo cierto es que no tengo ni la menor idea sobre el porqué está aquí. Lo cual es extraño, ya que las tres parecen bastante unidas.

–Tal vez cuando se vean se los expliqué todo, no ha hecho nada malo. A lo mejor sólo está iniciando una nueva relación y aun no se los quiere contar por miedo a que no dure –le respondo intentando que esa decepción desaparezca de su rostro

–Tal vez... Me molesta que nos haya mentido, pero quizás lo hizo sin mala intención. Tienes razón –dice observándome ahora a mí – ¿Sabes? Creo que estoy algo agotada, podemos...

–Sí, no te preocupes. Nos iremos ahora –digo levantándome para ir a pagar

Una vez que pago, ambos salimos en completo silencio afuera en dirección a mi auto


(...)


–Esta no es mi casa –dice Emma en cuanto detengo el auto

–Lo sé, pero creí que sería una buena forma de despedir el día

Emma observa hacia fuera y se queda en silencio. Estamos en el mirador más alto de la ciudad. Hay unas cuantas personas afuera, pero no podría importarme menos. Mi concentración está en Emma, como cada vez que se encuentra cerca de mí.

–Tienes razón, tal vez sea una buena forma. Las vistas de la ciudad están bonitas.

Yo la observo un momento y luego me sincero un poco con ella:

–Emma, enserio lamento haberte dicho eso. Sabes que me agradas, incluso más de lo que creí que podrías hacerlo. Además eres divertida y ahora me entero que tienes talento para el dibujo y la cocina

–Dicho así, sueno grandiosa ¿verdad? –responde sonando divertida

Yo me relajo sólo un poco, al conseguir que baje un poco la guardia conmigo. No quiero que esté molesta.

–Eres grandiosa Emma, no dejes que nadie te haga creer lo contrario

–Eso fue lindo de oír. Y no te preocupes Taylor, ya no estoy tan molesta contigo, admitiste que soy grandiosa lo cual es todo un paso en esta relación falsa que construimos

Me sonríe y yo hago lo mismo.

Es increíble como pasamos de no hablarnos a esto... Sea lo que sea que esto signifique.

Observo la ventana y miro la ciudad llena de luces y a pesar de que es una vista hermosa de la ciudad, me gusta más observar a Emma.

Sintiéndome un poco nervioso, mi mano va en busca de la suya y entrelazo nuestros dedos. Ella no me rechaza, así que voy por buen camino.

Tomo un poco más de valentía y me inclino un poco hacia ella, luego llevo mi mano a su mejilla, acariciándola. Emma me observa, pero no me dice nada.

Y cómo ahora mis manos han decidido que quieren tocarla, coloco un mechón de su cabello rubio tras su oreja. Su perfume ya tiene que haber impregnado todo mi auto y justo ahora se podría convertir en mi aroma favorito.

– ¿Qué es lo que quieres? –pregunta en voz baja, a pesar de que estamos solos en mi auto

–No lo sé –respondo con sinceridad –pero me gusta estar contigo

–A veces no te entiendo Taylor, en ocasiones de verdad pareciera que te agrado y en otras pareciera que me detestas y... creo que te has propuesto volverme loca

–Ni siquiera yo sé muy bien explicar lo que me pasa contigo, pero...

Emma acerca su rostro al mío y me besa. Le correspondo de inmediato y nuestras bocas se fusionan como cada vez que nos besamos.

Me aterra pensar que ya me estoy acostumbrando a besarla, a que me gusta besarla. Creo que podría pasar minutos enteros haciéndolo y no me cansaría.

La insto a que se mueva de su asiento y de alguna manera logra llegar al mío. Echo mi asiento hacia atrás y nuevamente la tengo encima de mí. Como aquella vez en su habitación, sólo que aquí no corremos ningún peligro de que su hermano o sus padres nos puedan interrumpir.

La tengo para mí solo.

–Espero que nadie nos esté prestando atención, de lo contrario lo pagarás muy caro Taylor

–Dudo mucho que alguien nos presté atención a nosotros, vienen aquí por la vista de la ciudad –respondo divertido

–Más te vale Taylor, porque si no... –me encargo de callarla con un beso que ella me corresponde ansiosa y me siento demasiado suertudo por este momento.

Por poder acariciar su suave piel desnuda y sentirla estremecer con cada toque, por poder sentir sus labios recorriéndome por todas partes y perderme por completo en ella.

Ansiaba este momento más de lo que había imaginado, mis fantasías no le hacen justicia a la realidad.

Jamás podrían hacerlo, Emma es increíble en todos los sentidos

Pero claro, todo iba demasiado bien para tratarse de nosotros.

Emma se queda completamente quieta en cuanto ambos escuchamos que alguien golpea el vidrio del conductor repetidas veces.

¡Mierda, mierda, mierda! Esto no nos puede estar pasando.

–Juro que te voy a matar –me dice Emma con el rostro sonrojado, pero luciendo molesta

Y yo lo único que puedo hacer, es sonreírle con culpabilidad y rogar que no sea la policía. No quiero ni pensar en lo que harían mis padres si llegaran a enterarse que recibo una multa por tener sexo en mi auto en una vía pública.

Vaya suerte de mierda la que tengo yo. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro