Capítulo 23: Verdades que salen a la luz

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


EMMA


–Sabía que sería una pésima idea seguirte. Nos tendríamos que haber quedado con los chicos. Ahora por tu culpa estamos perdidos

–Claro, ahora es mi culpa ¿no? Yo no te obligué a seguirme –dice Taylor caminando unos pasos por delante de mí

Luego de que escucháramos esos ruidos tan extraños, seguimos caminando y sigo sin saber dónde estoy. Ni hablar de enviar algún mensaje o llamadas, no hay señal.

Maldita naturaleza

Cada vez veo que se oscurece más y no estamos llegando a ninguna parte. ¿Cómo puede ser posible que no encontremos el camino de regreso?

– ¿Escuchaste eso?

–Si es otra de tus técnicas para que camine más rápido no va a funcionar –respondo ya cansada, pero veo que Taylor no me prestó atención

–Creo que son gritos ¿y si son los chicos?

–Ellos también nos abandonaron

–No seas tan dramática ¡Dylan! –grita Taylor caminando en dirección opuesta hacia donde nos dirigíamos

Yo lo observo y me quedo ahí parada, en mitad de un bosque. Hasta que escucho un ruido que me pone nerviosa y voy tras Taylor, pero no lo encuentro

–Taylor sal de tu escondite –digo más molesta que antes.

Si se escondió de mí...

– ¡Bu! –grita alguien a mi espalda provocando que me asuste

Por un segundo quiero golpear a Taylor, pero cuando veo que tras él están los chicos me relajo sólo un poco

–No fue divertido –respondo

–Sí lo fue, hubieras visto tu cara –dice él divertido

–Emma que bueno que los encontramos –dice Diane caminando hacia mí –hemos estado buscándolos todo este tiempo y ya me estaba preocupando

–Creí que nos comería un animal. No sabes cuánto me alegro de volver a verte –digo abrazándola

–Y yo que estaba seguro de que sería imposible perderse por este camino, aunque yo vengo aquí seguido –dice Caleb

–Bueno, ahora que encontramos a los tortolitos sanos, yo digo que vayamos yendo a casa –dice Dylan

– ¿Tortolitos? –repite Taylor

–Oh, vamos. Como si no se hubieran escapado para estar a solas –dice Dylan –no los juzgo, yo hubiera hecho lo mismo

–Ya saben que para la próxima alguno debe de conocer el camino de vuelta. He escuchado que por aquí han pasado algunas cosas extrañas

Y así es como Caleb se encarga de contarnos historias sobre asesinatos y casos paranormales de camino a su casa. Ni siquiera sé si son reales, pero teniendo en cuenta que ya es tarde, estoy completamente paranoica todo el camino.


(...)


–No creo que pueda dormir ahora –dice Diane en cuanto llegamos a la casa

–Ni yo, quiero ahorcar a Caleb por contarnos todas esas historias

Ambas llegamos a la habitación que compartimos durante la estancia y me sorprendo al ver a Ashley ahí. Está sentada en una de las camas

Tenemos una conversación pendiente y creo que llegó el momento de afrontarlo. Ya me hice una idea de lo que ocurre para intentar suavizar un poco el golpe que me llegara por su parte.

–Hola chicas, ¿qué tal estuvo el paseo? –pregunta observándome

–Supongo que bien

–Eso está genial, ¿crees que podemos hablar? A solas...

Diane me observa a mí y luego a Ashley y en cuanto ve que yo asiento con la cabeza para que se vaya tranquila, ella dice que irá a comer algo abajo.

Entonces sólo estamos Ashley y yo en la habitación.

–Debo decirte algo Emma y de verdad espero que puedas entenderme. Esto no ha sido para nada fácil...

Me observa unos segundos y pareciera que está a punto de ponerse a llorar.

–Si quieres decirme algo, será mejor que lo digas ahora. Debo darme una ducha –digo para apresurarla

–Yo... Yo estoy enamorada de... de Zack. No lo planeé, pero es así. Él me gusta mucho. Y antes de que pienses cualquier cosa, él nunca te engañó conmigo. Yo me ilusioné sola

Claro, por eso hablaba tan bien de él, porque está enamorada de él. Entiendo que uno no pueda controlar sus sentimientos, pero aun sabiendo cómo él me trataba y lo que me hizo lo seguía defendiendo. Además Zack tiene que haberse dado cuenta de esto, no creo que Ashley se haya hecho ilusiones sola

– ¿Algo más que quieras confesar?

Vuelvo a mirarla y cada vez se ve más culpable

–Yo... yo te he hecho algunas cosas.

– ¿Qué fue lo que me hiciste? –intento por todos los medios que no se note todo lo que me está afectando esta conversación

–Modifiqué tu ensayo la noche que me invitaste a dormir en tu casa para que tenga unos cuantos errores ortográficos. Lo invité a mi fiesta y por eso aquella noche él apareció por ahí... también fui yo la que envió esa nota anónima...

–Suficiente –la corto. No quiero saber más

–Pero...

– ¿Por qué me hiciste eso? Entiendo que te hayas podido enamorar de él y no te culpo por eso, pero ¿porque me quisiste perjudicar? Eras mi amiga Ashley. Las amigas no se comportan así, dame una razón y...

–Estaba celosa –admite mirando un punto fijo –sentía rabia de que los chicos te miraran solo a ti. Sé que es una estupidez, pero... sentía tanta rabia que...

–Quisiste herirme a mí, ¿no? En vez de hablar como lo harían personas normales, no encontraste otra mejor manera que tratar de humillarme. No puedo creer que no tengas una mejor excusa que esa. Tú sabías el daño que eso me provocó, me llamaste zorra en esa nota anónima. Supongo que es eso lo que piensas en verdad de mí –digo a punto de derramar las primeras lágrimas

–No, yo te quiero. Eres mi amiga...

–No somos amigas Ashley. Si en verdad me quisieras no hubieras hecho todo esto.

–Lo siento, de verdad... No lo pensé bien...

–Por favor, déjame sola. No quiero hablar más contigo

–Emma... en verdad lo siento. Prometo intentar ser mejor

– ¿Estás saliendo con Zack? –pregunto cuando recuerdo que los vi juntos en su auto

– ¿Qué?

–Si estás saliendo con Zack, es simple. Sólo debes responder sí o no Ashley

–Me pidió ayuda para recuperarte. Él quiere volver contigo y sabe que se portó fatal. Por eso me pidió que te llevara a ese concierto, él me entregó las entradas. Para poder hablar contigo y tratar de recuperarte. Y yo... he estado ayudándolo en todo. Me cuesta decirle que no y eso él lo sabe

Por una parte me siento mal por Ashley, pero me niego a consolarla porque ella prefirió herirme a mí y hacerle caso a Zack. Ella sabe todo lo que ocurrió y aun así lo apoya a él. Ante eso no puedo hacer nada.

Esta chica frente a mí no se parece en nada a Ashley cuando la conocí, tenía una personalidad fuerte o tal vez así quería que la percibieran. Sea como sea, no me gusta esta versión de ella.

–Si sigues hablando con Zack, dile que no quiero saber nada de él. Y tampoco quiero verte a ti, ahora no puedo ni mirarte... Eras mi amiga y ahora... vete por favor

Ashley me mira unos segundos con sus ojos llenos de lágrimas y luego sale de la habitación. Cuando sé que estoy completamente sola, me permito llorar un poco.


(...)


No sé cuánto rato llevo mirando la pared desde que salí de la ducha. Debería bajar a comer, pero no sé si Ashley siga por aquí, no quiero verla otra vez. Aun me cuesta creer que me hiciera todo eso. En vez de ayudarme, ella sólo parecía que me quería hundir cada vez más.

–Hola, ¿cómo te encuentras? –dice Diane –toqué a la puerta, pero no contestaste, así que me preocupé

Toma asiento a mi lado y se queda en silencio. Por lo general, es la más paciente de las tres y algo que me gusta de ella es que jamás me presiona para hablar. Siempre me da mi espacio, como ahora.

– ¿Ashley...?

–Se fue. Bajó llorando por las escaleras y Caleb dijo que se encargaría de ella, pero no está aquí

Eso me relaja un poco. Al menos no la veré lo que queda de noche ni mañana.

–Tal vez no tengas ganas, pero deberías de comer algo. No sabía si traerte o algo o si querrías bajar. Si quieres puedo subirte algo...

–No. Creo que mejor bajaré. Gracias Di

Tal vez bajar haga que piense en otra cosa que no sea la traición de Ashley. Así que entro al baño, me arreglo un poco y acompañada de Diane bajo al comedor.


(...)


Si en algo tuve razón fue en que me distraería. Los chicos están jugando a Monopoly y es realmente divertido ver como empiezan a discutir por quien compra las propiedades.

–Ben, no me puedes hacer esto. Yo las iba a comprar, ¿ves? Aquí está la primera –dice Dylan

–Mala suerte, tú tienes la primera propiedad, pero yo tengo la tercera

–Si enserio fueras mi amigo, no la hubieras comprado. Yo lo hubiera hecho por ti

–Muy bien chicos, ahora es mi turno –dice Taylor

–El banco aun no me paga por haber pasado por la salida. Así que Ben, págame

– ¿Estás segura de que estos chicos tienen más de veinte? –pregunta Diane en voz baja

–Ni me digan, por eso no soy muy fanático del Monopoly –dice Caleb –este juego rompe amistades

Sé que él se encargó de llevar a Ashley, así que me quedo tranquila al saber que está segura. Porque a pesar de que nuestra amistad ya no sea la misma, me preocupo por su bienestar.

–Presiento que esta será una partida larga –comento con algo de diversión

–Ni que lo digas, sabía que yo tendría que haber sido el banco –dice Diane observando a Ben y Dylan.


(...)


Luego del juego del Monopoly en el que finalmente nadie ganó, los chicos decidieron ver una película. Yo dije que me marcharía, porque no tengo mucho ánimo ahora.

Así que cuando alguien toca la puerta de la habitación, intento no hacerme demasiadas ilusiones sobre quién es. No intercambié muchas palabras con Taylor abajo porque no tenía ganas de hablar sobre el tema, pero si él es...

– ¿Puedo pasar?

Muy bien, sí es. Taylor vino a verme.

–Adelante –le respondo

Cuando Taylor entra, me siento un poco más relajada y menos sola. Me alegra que haya venido, puesto que aún no quiero dormir

– ¿Cómo te encuentras?

–Supongo que mejor, me sirvió mucho ir abajo y escuchar a Dylan y Ben discutir por las propiedades. Casi olvidé todo el tema de Ashley –al mencionar su nombre, siento como mi ánimo decae, pero ¿qué puedo hacer?

–Lamento eso. No te lo mereces...

–Bueno, supongo que eso no lo podemos controlar ¿verdad? No quiero pensar en ella ahora. Cuéntame algo, si quieres te puedes sentar a mi lado

Taylor me hace caso y toma asiento al lado mío. No tengo ni idea de cómo llegamos a esto, pero me gusta estar a su lado.

Se ha portado tan bien conmigo y me ha ayudado tanto que no tengo ni idea de cómo agradecérselo. Y es entonces que siento que lo estoy viendo de una manera distinta, es casi como si lo estuviera viendo por primera vez.

– ¿Ocurre algo? –pregunta Taylor luciendo nervioso

–Creo que me gustas –digo llevando una de mis manos a su mejilla para acariciarlo.

– ¿Hablas enserio o es una de tus bromas? –pregunta sorprendido

–De verdad Taylor, no sé cómo ocurrió ¿sí? Nosotros ni siquiera hablábamos y yo te caía mal... –digo poniéndome nerviosa, pero en cambio Taylor parece bastante entretenido escuchándome

–A ver, no me caías mal. Al menos no tanto, princesa

–No puedo creer que te acabara de decir eso. Olvídalo todo, además sigues sin ser mi tipo y no me gustas ni un poco. Ahora sal de aquí –digo alejándome inmediatamente de él

–Lamento informarte que no me iré de aquí y menos con lo que acabas de decirme, porque tú a mí sí me gustas

Taylor responde con una seguridad que me hace plantearme si no estaré en alguna dimensión paralela, tal vez luego del lago nos caímos en un agujero como Alicia en la película. Tendría más sentido que lo que acaba de pasar hace segundos.

–Así que realmente espero estar convirtiéndome en tu tipo, a pesar de no tener un estilo tan sofisticado ni los ojos verdes –sigue hablando Taylor

Su comentario me hace reír, porque creo que quedó picado con ese tema.

–Tal vez mi nuevo tipo sea alguien que tiene el nombre de una famosa cantante, es irritante y tiene ojos cafés. Y si eres muy lento, estoy hablando de ti. Lo decía enserio Taylor, me gustas

Entonces me besa. Y toda la tensión acumulada me abandona, al fin puedo respirar tranquila. Por un momento creí que me diría que no le gustaba o que me veía como a una amiga y eso hubiera sido muy vergonzoso.

Taylor me besa como si tuviera todo el tiempo del mundo y eso me agrada. Siento que en este momento sólo importamos nosotros y me gusta esa sensación. Su lengua se enreda con la mía y sé que no quiero que este beso se acabe. De hecho lo necesito, necesito mucho más de Taylor.

No sé durante cuánto tiempo nos besamos, pero en algún momento él se quitó su polera junto a sus pantalones y yo me quité el vestido que traía puesto. Está encima de mí provocando que varias partes de nuestros cuerpos desnudos entren en contacto. Creo que jamás me había sentido así de bien con alguien.

– ¿Quieres seguir con esto? –pregunta cerca de mi oído para luego besar y lamer mi cuello

–Sí, quiero... quiero continuar –Taylor se ríe, pero luego continua dándome atenciones con su boca, debo admitir que estoy impresionada con él

–Esa es mi princesa –me sonríe antes de volver a besarme y yo creo que si no fuera porque estoy recostada en la cama, podría haberme desmayado al escucharlo pronunciar esas palabras con lo que me pareció es cariño. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro