Capítulo 27: Volviendo a la realidad

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


EMMA


Han pasado algunos días desde la primera cita que tuve con Taylor y ahora que lo nuestro es real, me siento diferente cuando estamos juntos.

Ahora que ambos sabemos que lo que sentimos es correspondido, es mucho mejor y Diane no deja de repetir que ahora sonrío más.

Aunque ella tampoco puede quejarse, ya que la veo cada vez más cerca de Ben. Si bien aún no están saliendo y sólo se están conociendo, estoy segura de que pronto él se animara y la invitara a salir. Me siento como una madre orgullosa.

Todo iba realmente bien hasta que por los pasillos de la universidad veo a Zack. Y yo que creía que no volvería a molestarme luego de que golpeara a Taylor.

Intento dar la vuelta para que no me vea, pero en cuanto escucho que dice mi nombre, sé que si me largo será en vano. Vino a buscarme.

– ¡Emma!

Me doy la vuelta y decido que si tanto quiere hablar conmigo, será en este pasillo con más estudiantes. Así me siento más segura.

– ¿Qué quieres? –digo cuando finalmente está frente a mí

–Yo... sólo quiero que hablemos un momento.

–Bien, te escucho. Pero tengo clases, así que será mejor que te apures

–Sé que te lastime y lamento mucho haberlo hecho. Yo no sabía que Ashley hablaría contigo y te lo contaría todo y quiero que sepas que al inicio no le hice caso. No tenía intenciones de engañarte con ella, pero...

– ¿Qué acabas de decir? –pregunto

– ¿Qué? ¿No te lo dijo? –ahora luce nervioso

–Para empezar, sospeché que me engañabas, pero con tu amiga. No con Ashley. ¿Enserio me hiciste eso? ¿Fuiste capaz de engañarme con una de mis mejores amigas?

–Mierda. Yo... no sé qué decir. Ashley me dijo que te contó todo y creí que se refería a... Veo que me equivoqué.

–Bien, esta conversación se acabó. No quiero que te acerques más a Taylor y quiero que nos dejes en paz de una vez.

Veo que tiene intenciones de agregar algo más, pero camino hacia la sala y me siento en uno de los últimos asientos.

Tengo mucho en lo que pensar.


(...)


Cuando por fin acaba mi última clase, me encuentro en la entrada de la universidad esperando a Diane y es entonces cuando veo a Zack y Ashley tomados de las manos.

Vienen bajando por las escaleras mientras ella parece estarle contando algo. Me siento mal y no porque sienta celos, sino porque jamás pensé que Ashley podría hacerme algo así.

Estar con el ex novio de una de tus amigas o ex amigas no es de verdaderas amigas.

Yo jamás le hubiera hecho algo así ni a ella ni a Diane, pero no todas seguimos esos códigos.

Dejan de caminar en cuanto llegan al primer piso y de repente Zack la besa, casi con desesperación y ella le devuelve el beso. Ni siquiera sé porque sigo mirando. A ellos les doy igual y ya me lo han dejado claro.

Apenas se separan, Zack me observa y sonríe como si estuviera orgulloso de lo que acaba de hacer. No se ve arrepentido ni nada por el estilo, seguro está feliz de que lo haya visto.

Ashley observa a Zack unos segundos y luego se da la vuelta y me ve a mí, pero a diferencia de él, ella no parece ni orgullosa ni feliz. Sino derrotada.

Veo que habla durante un momento con Zack y luego viene corriendo hacia mí.

–Has ganado. Espero que estés contenta –dice a punto de ponerse a llorar

– ¿Qué se supone que gané?

–Tienes a Taylor, a Zack y a varios chicos tras de ti. Por un momento, sólo por uno, creí que finalmente me escogerían a mí, pero siempre eres tú. Siempre. Felicidades Emma.

Me molesta que me hable con ese tono, porque yo no le he hecho nada a ella.

–Eres tú quien se metió con Zack cuando estaba conmigo. No tienes derecho a venir a reclamarme nada. Yo siempre fui una buena amiga contigo, a diferencia de ti.

–No lo entiendes, ¿verdad? Tienes una familia que te quiere y apoya, tienes dinero, belleza y jamás has sido invisible para nadie. Nunca has estado sola. En cambio, ¿qué tengo yo? Una madre alcohólica que se niega a recibir ayuda y un padre que las abandonó.

Me quedo callada un momento porque esa información no la sabía. Ashley no suele hablar mucho de su familia y lo cierto es que siempre tenía una excusa para que no fuéramos a su casa, ahora entiendo el motivo.  Aun así me parece injusto que me culpe a mí por eso.

Si lo hubiera mencionado antes, habría intentado hacer algo para ayudarla y que no cargara con el peso ella sola.

–Yo...

–Yo me enamoré de Zack, Emma. Pero no hice ningún movimiento para salir con él, porque éramos amigas. Lo que ocurrió un día fue que salí de fiesta, me emborraché y al día siguiente amanecí a su lado. Estaba avergonzada y me aterraba la idea de decírtelo, porque ni siquiera recordaba lo que había pasado. Zack me convenció para guardar el secreto porque me dijo que te enfadarías mucho y yo le hice caso. Después.... él empezó a tener más detalles conmigo y acepté que nos viéramos a escondidas.

Se veían a escondidas... Mi novio y mi mejor amiga.

No estaba preparada para una traición así, me siento fatal.

–Ashley, no sigas... no quiero oír más.

–Sé que lo que hice estuvo mal. Y yo ni siquiera entendía porque estaban juntos si parecía feliz conmigo, pero eras tú quien iba a comer con su familia, tú conocías a sus amigos e iban a las fiestas. ¿Y yo qué? Era su sucio secreto, me usaba cuando se aburría y no sabes lo doloroso que es ser consciente de eso ahora –me mira unos segundos y luego se toca el cabello –por eso quise ser como tú. Soy patética, me teñí de rubio porque creí que me serviría de algo. No sé, que quizás así se enamoraría mágicamente de mí o algo así. Doy pena, ¿verdad?

Bueno, viéndolo así... Una parte de mí sí que siente pena por ella y por todo lo que llegó a hacer por un hombre, que ni siquiera vale la pena.

– ¿Qué está pasando aquí? –pregunta Diane llegando a mi lado y observando a Ashley

–Nada, luego te lo cuento –digo tomando a Diane del brazo para que vayamos afuera

En cuanto nos alejamos de Ashley le hago un mini resumen de lo ocurrido, aunque me guardo parte de sus revelaciones porque aún estoy pensando en eso.

–Vaya, creo que esto amerita una tarde de películas


(...)


Apenas llegamos a la casa de Diane, ella saca un pote de helado de vainilla y vemos una película en silencio.

No le estoy prestando atención a la película y seguro Diane lo sospecha, aun así es reconfortante estar con ella.

Su casa suele ser ruidosa debido a su hermano menor, pero al parecer aún está en clases. Sus padres trabajando y Evan, su hermano mayor debe de haber salido. Según Diane, está buscando trabajo, pero es demasiado holgazán.

– ¿Necesitas algo más? Ya sabes, intento tener todo lo que puedas necesitar. Helado, pañuelos, incluso tengo palomitas en caso de que las quieras –dice a la vez que las señala

–Creo que sólo necesito un poco de tiempo –termino por decir

Ben y Taylor nos estaban esperando, pero Diane les dijo que necesitábamos un tiempo de chicas. Y yo no fui ni siquiera capaz de saludar a Taylor y agradecerle por venir, porque necesitaba salir de ahí lo más pronto posible.

Imagino que debe de haber quedado preocupado por cómo me encontraba, pero luego le enviaré un mensaje para tranquilizarlo.

–Claro, eso también te lo puedo dar. En caso de que necesites distraerte, también podemos salir un rato o te puedo platicar del libro que estoy leyendo. Este va sobre una chica que se enamora de un ángel caído y se desata el fin del mundo o algo así. Seguro será una saga.

Sonrío al escucharla y le pido que me siga explicando de qué se trata. Sé que le encanta hablar de libros y así me distraigo un poco sobre el asunto de Zack y Ashley. A pesar de que intuía que entre ellos ocurría algo, no imaginé cuanto me dolería comprobarlo.

Así pasamos gran parte de la tarde hasta que llega el momento de volver a casa.

Le doy las gracias por acompañarme y escucharme a lo que ella me dice que para esto están las amigas, lo que me hace sonreír.

Puede que ya no tenga a Ashley, pero me alivia saber que puedo seguir contando con Diane, porque lo cierto es que no tengo a nadie más.


(...)


En cuanto llego a casa, saludo a mis padres y les digo que comí en casa de Diane. Aunque pareciera que no me creen del todo, lo dejan pasar y yo subo a mi habitación en donde podré descansar y pensar en todo lo ocurrido.

Dejo mi bolso en la silla del escritorio y me vibra el celular con una nueva notificación. Lo reviso enseguida y me sorprendo un poco al ver que Taylor envio varios mensajes para saber qué me había ocurrido, pero el último mensaje fue enviado hace sólo unos segundos.

En él dice que está fuera de mi casa esperándome.

Me asomo a la ventana y lo veo ahí abajo, haciendo unos gestos un poco extraños. Aun no me ve, creo que está tratando de ahuyentar a un gato.

La imagen me hace reír y me siento mejor al saber que él también se preocupa por mí. Tanto que ha venido a verme.

Luego mira hacia arriba y nuestras miradas conectan unos segundos. El tiempo suficiente para que tome la decisión de ir a buscarlo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro