Antes empezar no quiero bromas al respecto vale?

Hilda llegó a su departamento después de una tarde llena de emociones y sentimientos encontrados. Hilbert la había sorprendido con un beso en la frente al despedirse, lo cual la dejó sonrojada y emocionada. Mientras subía las escaleras hacia su departamento, su mente estaba llena de pensamientos y su corazón latía desbocado.

Al abrir la puerta, se encontró con Nancy, su compañera de cuarto, sentada en el sofá y absorta en su teléfono. Hilda la saludó con entusiasmo y se acercó a ella. Nancy levantó la mirada, y su expresión traviesa no pasó desapercibida para Hilda. Parecía intrigada por lo que había ocurrido entre Hilda y Hilbert.

El departamento de Hilda era un pequeño refugio en medio de la ciudad, con una decoración acogedora y personal. Cada objeto contaba una historia y reflejaba la personalidad de Hilda. Desde el cuadro que había pintado ella misma hasta las fotografías de sus aventuras, todo tenía un significado especial.

Hilda y Nancy se sentaron en el sofá, y Hilda no pudo contener su emoción. Comenzó a contarle a Nancy todos los detalles de su tarde con Hilbert, sus conversaciones, las risas compartidas y, por supuesto, el dulce beso en la frente. Nancy escuchaba atenta, sonriendo de complicidad ante la alegría de su amiga.

Mientras Hilda narraba cada momento mágico, su voz resonaba en el apartamento, llenándolo de vida y energía. Nancy no podía evitar sentirse contagiada por la emoción de Hilda y admiraba la forma en que su amiga se expresaba. Hilda tenía una forma especial de contar historias, de hacer que cada detalle cobrara vida con sus palabras.

La charla entre Hilda y Nancy después de la emocionante narración de la cita se volvió un poco más picante. Nancy, siempre coqueta, no pudo resistir hacer algunas bromas y preguntas directas a Hilda. La pregunta sobre el beso que recibió de Hilbert hizo que Hilda se sonrojara aún más, pero no pudo evitar reír y compartir los detalles de ese momento especial.

—¡Nancy, no te emociones demasiado! Fue solo un beso en la frente. No querrás que me ruborice aún más —bromeó Hilda, riendo ante la expresión traviesa de su amiga.

Nancy no dejó escapar la oportunidad de preguntar más detalles sobre la cita. Hilda compartió todo lo que había vivido, desde las conversaciones divertidas hasta el ambiente mágico de la noche. Sus risas y complicidad llenaron la habitación mientras compartían esos momentos íntimos.

Sin embargo, justo cuando Hilda estaba a punto de irse a dormir, su teléfono emitió una notificación. Cuando lo revisó, no podía creer lo que veía: la solicitud de amistad que había enviado a Hilbert el día anterior ¡había sido aceptada! Su corazón se aceleró y una explosión de alegría la invadió. Nancy la miraba sorprendida por la reacción de su amiga.

—¿Qué pasó, Hilda? ¿Qué te tiene tan emocionada? —preguntó Nancy, intrigada.

Hilda no pudo contener su emoción y saltó de alegría, aún más eufórica de lo que había estado en toda la noche.

—¡Nancy, Hilbert aceptó mi solicitud de amistad en las redes sociales! —gritó Hilda emocionada—. ¡Espera a que vea todas las fotos y los momentos que compartimos hoy!

Nancy rió ante la explosión de felicidad de Hilda.

—Parece que tienes un admirador, ¿no? ¡Eso es asombroso! —respondió Nancy, emocionada por la alegría de su amiga.

Hilda pasó la siguiente hora revisando las redes sociales y compartiendo sus mejores momentos con Hilbert, especialmente la foto que habían tomado juntos. Su corazón latía con fuerza y su mente estaba llena de expectativas sobre lo que el futuro les depararía.

Finalmente, cuando Hilda se acostó para dormir, sus sueños estaban llenos de la dulce sonrisa de Hilbert y las emociones de una cita que había superado sus expectativas más salvajes. Había cambiado su percepción sobre su viejo amigo y estaba emocionada por explorar lo que estaba por venir. Con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de alegría, se sumió en un sueño lleno de promesas y expectativas Muy altas.

Perdón si algo no cuadra es que lo hice alas prisas xD