Capítulo 13

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Todo para Lincoln no ha sido más que ir a mejor, ahora que puede ir al orfanato cuando él lo desee es algo que sin duda no desaprovechó, en los últimos días ha ido a visitar a sus amigas para ir a divertirse.

En estos momentos vemos a Lincoln quien como es costumbre fue a visitar a sus amigas, pero al ser día de semana ellas van a trabajar luego de recibir sus clases de costumbre, por lo que en esta ocasión haría algo distinto.

_ Hola chicas, ¿Listas para ir a la cafetería?— le preguntó Lincoln a Ashley y Susana.

_ Por supuesto, pese a que aún somos menores de edad ya le hemos visto la importancia de trabajar. No queremos estar aquí sin hacer nada.— respondía Ashley.

_ Y tampoco nos vamos a esperar a que seamos mayores para conseguir trabajo. Queremos estar preparadas para cuando sea el día que seamos independientes.— dijo Susana.

_ ¿También estás lista, Angélica?— preguntó Lincoln a la otra castaña.

_ Claro que si, al igual que dijeron Ashley y Susana, es mejor empezar hoy y no esperar hasta que sea ya tarde. Hay que ganarse el pan de cada día.— contestaba la mayor.

_ Me impresiona que le den importancia lo que es trabajar, aunque me siento aburrido cuando no están aquí, a veces suelo acompañar a Megan en lo que hace, pero no es lo mismo sin ustedes.— decía el albino.

_ Si quieres puedes venir con nosotras a la cafetería en la que trabajamos Ashley y yo.— dijo la pelinegra.

_ No estaría mal, así puedes conocer mejor el lugar donde trabajamos y así puedas estar entretenido. Siempre y cuando compres algo claro está.— decía Ashley.

_ ¿De verdad? Sería genial, y como bien dijiste Ashley, sería perfecto para conocer donde trabajan y compre algo.— dijo Lincoln contento.

_ Y puede que otro día te lleve al salón de belleza en donde trabajo, capaz te haga un buen corte de cabello que te haga lucir bien.— le dijo Angélica a Lincoln.

_ Me encantaría, entonces iré con ustedes chicas, quiero conocer la cafetería en la cual trabajan ustedes dos.— decía Lincoln a las chicas.

Luego de esa platica los chicos tomaron camino en donde Angélica se separa de sus amigos para ir a su lugar de trabajo. Por su parte Lincoln acompañó a Ashley y Susana a la cafetería en la cual trabajan.

No tardaron menos de 10 minutos hasta que finalmente llegaron, dicha cafetería no era tan grande pero tampoco pequeña, está ubicada cerca de unos comercios y también cerca de unos edificios que parecen ser unas oficinas. Entraron y luego de eso las chicas se detienen para así decirle a Lincoln algo.

_ Aquí es donde Ashley y yo tenemos que irnos a ponernos nuestros uniformes. Puedes esperar aquí, puedes ver lo que hay en el menú si gustas algo.— le dijo Susana al peliblanco.

_ Descuiden, yo me quedo aquí, ustedes vayan a cambiarse y así estén preparadas cuando vengan los clientes.— acató Lincoln.

Las chicas fueron a una habitación que estaba al fondo en la cual solo empleados pueden entrar, Lincoln por su lado se quedó en una mesa y se sentó para leer el menú. Además de eso vio el local y le gustaba como se veía, no era algo tan formal o que sea una cafetería de poca muerte.

_ Ahora que lo recuerdo, las chicas me dijeron que en ocasiones suelen adaptarse a cualquier temática o festividad dependiendo de cual sea. Me pregunto que tipo de temáticas han hecho y cuales harán más adelante.— decía a sí mismo el albino.

Estaba así Lincoln viendo que podría pedir, más allá de vender café como bien indica el lugar, también vio que había otras cosas que pedir, como unas malteadas, galletas, o incluso pasteles. Pasado unos minutos vio llegar a sus amigas, quienes se pusieron sus uniformes que usan para trabajar. 

_ ¡Hola y buenas tardes joven! ¿En qué puedo servirle?

Preguntaba Susana, la cual Lincoln la vio usar su uniforme el cual era de color azul y negro con blanco, además de llevar sus tacones blancos de siempre. Algo que llamó su atención fue la forma tan amable en que lo estaba atendiendo.

_ Hola Susana, pues no me decido que pedir, todo se ve tan bueno que me es difícil escoger.— respondía el albino.

_ Sino vas a pedir algo entonces será mejor que te largues de aquí y no regreses jamás.

Lincoln vio quien le dijo eso fue nada menos que Ashley, la cual a diferencia de Susana llevaba un uniforme de color blanco y rojo, también de llevar unas zapatillas sin agujetas de color rojo. Otra cosa que llamó su atención fue que Ashley lo veía con una mirada como si estuviera molesta y que estuviera a nada de sacarlo a patadas del lugar.

_ ¿Por qué me hablas así? Solo digo que me cuesta escoger, nada más.— decía Lincoln muy confundido.

_ Susana, encargate de él, no pienso perder mi tiempo con un renacuajo como este chico con cabeza blanca.— le dijo Ashley a Susana.

La castaña se fue a atender a unos clientes que habían llegado, Lincoln estaba muy sacado de onda, no sabía que decir ante este cambio repentino en Ashley, a lo que le preguntaría a Susana que estaba pasando.

_ ¿Que le sucede a Ashley? Cuando llegamos estaba muy tranquila y sonriente.— preguntó Lincoln a la pelinegra.

_ Lo que pasa es que en esta cafetería las empleadas, es decir, nosotras hacemos el papel de un personaje con una emoción. Es decir, Ashley actua como una chica mala y que le da igual hablar mal a los demás, y yo por mi lado hago el papel de una chica dulce y amable con los clientes.— contó Susana lo que pasa.

_ Ahh ya entiendo, ¿Pero no les causa problemas de que Ashley haga eso?— volvió a preguntar Lincoln.

_ Descuida, todo es actuado y también está en el cartel de allí, todo lo que hagamos nosotras es mera actuación y todo lo que suceda no es real.— respondió la pelinegra.

_ Es bueno que dejen claro que nada de lo que ella diga no es real y solo está metida en su personaje.— comentó el albino.

_ Incluso hay algunos chicos que les agrada el como actúa Ashley, aunque no es la única. Otra compañera de nosotras actúa como una yandere, y también otra compañera de nosotras hace de hermana menor y se comporta así con algunos chicos y finge que es hermano de ellos.— decía otras cosas Susana.

_ Es increíble esta cafetería, sin duda vendré cuántas veces quiera, no solo por lo que venden aquí, sino el como ustedes atienden a los clientes.— dijo el albino.

_ Aquí te estaremos esperando para atenderte. Por cierto, ¿Que va a ordenar joven?— preguntaba Susana en su personaje amable.

_ Cierto, ya estás trabajando y no quiero hacerte perder tu tiempo. Quiero una malteada de chocolate por favor.— pidió Lincoln.

Así Susana anotó lo que Lincoln ordenó y fue a que le hicieran su pedido. Mientras esperaba vio como dos chicas llegaron a lo que ellas fueron al mismo lugar en el cual Ashley y Susana entraron, lo que supuso que eran las compañeras de sus amigas.

También vio como Ashley hacía de su papel como chica mala y atendía a los clientes.

_ Bien ustedes dos cabezas huecas, ¿Ya saben que van a pedir?— preguntaba Ashley a unos chicos.

_ ¿En qué puedo servirle, señorita?— preguntó Susana en su papel de chica amable.

Al poco tiempo a Lincoln le llegó su pedido y le dio un sorbo a su malteada, la cual estaba muy buena. También vio como más y más clientes llegaban a la cafetería, demostrando que esa cafetería es muy reconocida y que posiblemente haya clientes que van con mucha frecuencia.

Después de acabar con su malteada le hizo un gesto a Susana para poder pagar por lo consumido.

_ Estuvo muy buena, ¿Podrías darme la cuenta por favor?— pedía Lincoln la cuenta.

_ Enseguida joven, aquí tiene, espero verlo nuevamente aquí.— decía Susana siendo amable.

_ Por supuesto, y muchas gracias Susana.— agradeció Lincoln.

El albino fue a pagar por lo que había consumido y así irse, no quería estar mucho tiempo ahí y ocupando un lugar el cual bien lo puede ocupar alguien más. Le seguía sorprendiendo que en esa cafetería sus amigas actúan siendo una muy amable y la otra siendo muy mala, aunque de esta última solo dice cosas más no hace algo que perjudique a un cliente.

_ Sin duda ir a la cafetería donde trabaja Ashley y Susana fue buena idea, es increíble que ellas actúan tan natural en sus papeles que en verdad fueron así en su día a día.— comentó Lincoln a sí mismo.

Viendo que aún es temprano decidió hacer algo mientras Megan sigue trabajando. Fue por una calle en la cual lo llevaría un poco más rápido al centro comercial en donde está el salón de juegos.

_ ¿Era esta calle? ¿O es aquella de allá? Creo que ando perdido.

Lincoln se había olvidado cual calle conduce a cual para ir a su destino, no quería complicarse la vida por lo que sacó su celular para usar la aplicación de mapa para ir al salón de juegos. Tomó otra calle la cual era la que debía de ir, el camino sería algo largo por lo cual no le molesta tener que caminar un poco.

Es ahí que Lincoln caminó frente a un salón de belleza, y al voltear su mirada a dicho lugar pudo ver a su otra amiga, Angélica. Quien vio que estaba realizando un lavado de cabello a una joven adulta, mientras veía como sus compañeras hacían lo mismo que ella.

_ Vaya, quien diría que visitaría a Angélica en su trabajo. Iré a sorprenderla.— dijo a sí mismo Lincoln.

El albino fue y entró al local en el cual cómo es sabido en un lugar así, había cosméticos, secadoras de cabello grandes, lavabos y todo lo que se puedan imaginar. Una de las empleadas vio que Lincoln entró al local a lo que extrañada diría algo.

_ ¿Que hace ese niño aquí?

Angélica vio que se trataba de Lincoln, claramente sorprendida fue a recibirlo y preguntarle que estaba haciendo aquí.

_ ¿Lincoln? ¿Que haces aquí?— preguntaba Angélica.

_ Estaba un rato en la cafetería donde trabajan Ashley y Susana y al no poder quedarme más tiempo ahí quise ir a otro lugar, y fue ahí que me topé aquí de pura casualidad.— respondía el albino.

_ Ya veo, si no tienes nada que hacer, ¿Te gustaría ver cómo trabajo?— le dijo Angélica a su amigo.

_ Por supuesto, ya vi como suele trabajar Susana y Ashley, quiero ver cómo lo haces tú.— contestó Lincoln.

Dicho eso Lincoln vio como Angélica hace lo suyo en el salón de belleza, veía como lavaba el cabello a varias clientas, les hacía algunos peinados y también les agregaba algunos tintes. Si bien a Lincoln le sorprende como hace todo eso su amiga lo cierto es que él sabe hacer lo mismo, todo gracias a cuando ayudaba a Lola para sus certámenes.

Vio como Angélica estaba por ponerle un tinte a otra chica, pero vio que Angélica lo estaba por hacer mal, a lo que el albino intervino para que no haga algo del cual no haya forma de remediarlo.

_ Espera Angélica, así no se tiene que hacer, es demasiado tinte y más de este tipo, si le pones demasiado el cabello se pondrá tan débil como un papel mojado. Te mostraré cómo se hace.

Decía Lincoln a lo que procede a mostrarle a su amiga como se debe de usar el tinte que estaba por aplicarle al cabello de la clienta. La castaña veía a Lincoln y así como hace días supo que él le enseñó a Susana a como usar el maquillaje y también pintar las uñas en estos momentos estaba sorprendida de que también sepa aplicar tinte para el cabello.

_ Así se debe de hacer, al ser un tinte bastante fuerte puede llegar a dañar el cabello a largo plazo. Por lo que es recomendable no abusar de este tinte y usar otros que no sean dañino para el cuero cabelludo.— explicó Lincoln a la castaña.

_ Increíble, no sabía que también sepas aplicar tinte para el cabello.— comentó sorprendida Angélica.

_ Hace tiempo atrás me teñí el cabello de negro para algo del cual no funcionó. Leí varios artículos sobre tintes y sobre los químicos que están compuestos para saber cuáles son buenos y que no cause problemas al cabello.— contaba el peliblanco.

_ Oye, ¿No te gustaría ayudarme un poco? Digo, si tú quieres, no te obligaré a que lo hagas.— le dijo Angélica a Lincoln.

_ Claro, de todos modos es mejor que estar fuera sin hacer mucho que digamos. También te puedo enseñarte a hacer algunos peinados y planchar el cabello.— aceptaba Lincoln.

Fue así que Lincoln estuvo con Angélica ayudándole con algunas cosas que le ayudarán a ella para mejorar. Las compañeras de Angélica estaban igualmente sorprendidas al ver cómo un chico sabe hacer las cosas que ellas mismas hacen incluso se podría decir que mejor.

El ver cómo le ponía mucho empeño a los detalles más pequeños era algo que les volaba la mente. Lincoln por su lado le gustaba pasar el rato con su amiga dándole algunos consejos y también viendo cómo ella misma lo pone aprueba para que el mismo Lincoln diera su opinión por si lo hizo bien o no.

Pasado un rato se ve a Lincoln quien tuvo que ir al baño, por su lado Angélica se tomó un breve descanso al ver que la clienta que atendió le hizo lo que le pidió. En eso aparece una compañera de Angélica, la cual sentía curiosidad de saber por Lincoln.

_ Oye Angélica, ¿Quien es ese chico de cabello blanco?— preguntó la compañera.

_ ¿Lincoln? Él es un familiar de una de las trabajadoras del orfanato de dónde estoy. ¿Por qué lo preguntas, Jennifer?— respondía Angélica.

_ Me llamó la atención de como él sepa mucho sobre tintes de cabello, incluso sepa maquillar muy bien y realizar algunos peinados que nosotras hacemos aquí.— decía la chica llamada Jennifer.

_ Según contó él, solía ayudarle a alguien que no supo valorar lo que hacía. Sea quien sea esa persona sin duda es muy mal agradecida, ya que Lincoln es un chico muy amable y es realmente divertido.— contaba Angélica lo que sabe de Lincoln.

_ Ya veo, cuando lo vi y ver que ustedes se llevaban bien por unos momentos creí que era tu novio.

En eso Angélica al oír lo que dijo su compañera se puso roja de la cara, además de que comenzó a ponerse nerviosa por lo que había dicho.

_ D-de que e-estás hablando, L-Lincoln no es mi novio, solo es un amigo, apenas llevamos unas semanas de conocernos, debes de estar alucinando.— respondió nerviosa Angélica.

_ Solo digo nada más, pero al escuchar y analizar todo lo que dijiste de él me hace pensar que ese tal Lincoln es un buen chico, uno que solo se ve cada mil años, ya que actualmente solo hay chicos patanes y que se creen la última Coca Cola en el desierto.

_ Un chico así si vale la pena tenerlo de novio, es mejor eso o vivir sola y si la situación es extrema empezar a salir con chicas. Pero en fin, si dices que él es un amigo respeto eso.— decía Jennifer a su compañera joven.

Luego de esa breve charla Angélica estaba algo pensativa de lo que dijo su compañera, de que ella pensó que Lincoln era su novio, algo que estaba muy erróneo, ya que, por mas que Lincoln sea un chico muy atento y amable no sabe si a él le gusta a ella, o alguna de sus amigas o si ya tendrá novia.

Más tarde ya cuando terminó el horario de trabajo para Angélica la castaña tomó sus cosas y se dispuso a volver al orfanato acompañada de Lincoln. Mientras caminaban fue que el peliblanco diría algo luego de haber tenido un gran día.

_ Vaya, no pensé que visitaría a ustedes en sus trabajos el mismo día, sin duda me la pasé bien con ustedes 3.— comentó el albino.

_ Digo lo mismo, fue repentino verte llegar al salón de belleza, pero fue bueno tener un poco de ayuda y también de darme algunos consejos que pondré a prueba. Realmente eres una caja llena de sorpresas.— decía Angélica a su amigo.

_ Y eso que apenas es una pequeña parte de algunas cosas que puedo hacer, pero quizás otro día lo haga.— respondió Lincoln.

Siguieron caminaron para así poder llegar al orfanato antes que se haga tarde, Angélica miró de reojo a Lincoln y en eso recordó lo que le dijo su compañera, de que pensó que Lincoln era su novio al verlo junto a ella y como ambos se la estaban pasando bien.

_ "Aunque sea un chico algo lindo aún tengo mis dudas de que si a él le gusta a alguna de nosotras o quizás no le interesa tener una novia en estos momentos. Sea cual sea la respuesta no quiero forzarlo a que lo diga, dejaré que todo avance y así él pueda escoger a la chica que le gusta".— pensó Angélica sobre Lincoln.

Sábado.

Avanzamos ahora al día sábado, día el cual cómo ya es sabido las chicas en el orfanato no tendrán clases por lo que tienen todo el día libre. Y como tal vemos a Lincoln llegar al orfanato acompañado de Megan.

_ Adiós Megan, te veré más tarde.— decía Lincoln a la rubia.

_ De acuerdo, procura no llegar tarde.— respondió Megan.

Así Lincoln fue a dónde es la habitación de sus amigas para poder salir a divertirse. Al llegar tocó la puerta a lo que la puerta se abre dejando ver a Susana, la joven de cabello negro vio a su amigo, a lo que este no tardó en saludar.

_ Hola Susana, buenos días. ¿Están ocupadas tú y las demás?— preguntaba Lincoln.

_ Buenos días a ti también, de hecho hoy está de cumpleaños la señora Olivia y todos en el orfanato le vamos a prepararle una fiesta, por lo cual las chicas y yo estaremos ocupadas.— contaba Susana lo que harán.

_ ¿Hoy está de cumpleaños la señora Olivia? Megan no me contó sobre eso, quizás quería mantenerlo secreto para lo que le harán a ella.— dijo Lincoln a su amiga.

_ Si quieres puedes ayudarnos, entre más ayuda mejor será.— le dijo Ashley al peliblanco.

_ Podría ayudarles, si es por ella por mí no tengo problemas, esto sería como agradecerle por dejarme venir aquí a visitarlas todos los días.— respondió el albino.

_ No se diga más. Vayamos acompañar a las demás chicas para ayudarle con la decoración y acomodar todo el comedor para que todos podamos comer.— dijo Angélica a los chicos.

Sin tiempo que perder los 4 fueron a acompañar a las demás huérfanas en arreglar todo para así puedan celebrarle el cumpleaños a la señora Olivia. Primero fueron a ayudar en la decoración, algunos trabajadores estaban en eso, también algunas chicas mayores les estaban dando una mano, Lincoln vio que Megan estaba ayudando.

_ ¿Necesitas ayuda?— preguntó Lincoln.

_ Por supuesto, pásame más globos para colocarlos aquí, luego pondremos la pancarta.— respondía Megan.

Lincoln ayudó a Megan a pasarle algunos globos, para Lincoln le sorprendía ver cómo todos ayudaban para que la fiesta de cumpleaños de la señora Olivia sea de la mejor, mostrando así como todos la quieren, y que sin duda ella dejará un legado en el orfanato tal como lo hicieron su abuela y su madre.

_ Con esos ya son suficientes, ahora toca poner la pancarta. Aquí si necesitaré de tu ayuda ya que no podré hacerlo sola.— le dijo Megan al peliblanco.

_ Dime lo que tengo que hacer y yo lo hago.— respondía el albino.

Los dos jóvenes tomaron la pancarta y la colocaron casi justo en el centro del comedor para que la señora Olivia lo pueda ver. Cada uno tomaron una punta y lo amarraron bien para que no suelte.

_ Con eso es suficiente. Muchas gracias Lincoln.— agradeció Megan por la ayuda.

_ De nada, iré a ver cómo están las chicas si necesitan ayuda.— decía Lincoln a su amiga.

En eso Lincoln fue a buscar a sus amigas para ver si necesitaban ayuda. Vio que ellas estaban limpiando todo los alrededores del orfanato para que se vea bien para este día especial.

_ Hola chicas, ¿Quieren que les ayude con eso?— preguntó Lincoln.

_ Claro, ayúdanos a recoger toda la basura, queremos que todo se vea reluciente y así la señora Olivia note que la queremos y que el orfanato es nuestro hogar.— dijo Angélica al peliblanco.

_ No se diga más, déjenme con eso a mí mientras ustedes abran la bolsa.— respondía Lincoln.

Los chicos empezaron a recoger toda la basura que haya en el suelo, aunque no era mucha ya que siempre se mantiene limpio el orfanato eso no evita que haya basura en algunas partes. Tras recoger la poca basura que había fueron a tirar la bolsa donde corresponde.

_ ¿En donde tiro la bolsa?— preguntó Lincoln.

_ En la parte trasera del orfanato hay unos contenedores para tirar la basura, te acompaño para que así sepas en donde está.— dijo Ashley a su amigo.

Ambos fueron a donde estaba los contenedores de basura para así arrojar la basura que habían recogido.

_ Ahí está, arroja la bolsa en el contenedor.— dijo la castaña al peliblanco.

Lincoln hace lo que su amiga le dijo y arrojó la bolsa al contenedor, cuando ya los dos estaban por volver a dónde están sus amigas fue que se toparon con alguien.

_ ¡¿Otra vez tú?! ¿Acaso no te había dicho que largues de aquí?

Lincoln vio quien era y pudo notar que se trataba de la misma chica que días atrás se ha topado en algunas ocasiones.

_ Oye no le hables así, aparte no eres la dueña del orfanato para dar órdenes.— defendió Ashley a su amigo.

_ No puede ser, ahora le lavó el cerebro a una de nosotras, será mejor que haga algo antes de que manipule a alguien más.

La chica en cuestión se fue dejando a Lincoln por tercera vez confundido y con muchas preguntas, pero al estar Ashley con él le preguntaría si conoce a esa chica.

_ ¿Conoces a esa chica?— preguntó Lincoln.

_ Si, se llama Michelle y está en el mismo salón de clase conmigo y con Susana. Desde que llegó al orfanato se ha comportado muy mala con algunos trabajadores del orfanato, pero con algunas chicas ya sea mayores o menores y con la señorita Megan no es así como lo fue contigo.— contaba Ashley.

_ ¿Cuánto tiempo lleva aquí Michelle?— volvió a preguntar Lincoln.

_ Hace 2 años, no sabemos mucho de ella, la única persona que puede saber de Michelle es la señora Olivia, ya de ahí nadie sabe porque es así de enojada con algunas personas, en especial a los chicos.— respondía Ashley.

_ Entiendo, sea cual sea la razón espero que no sea así cuando venga a visitarlas. No quisiera que ella trate de arruinar los momentos que pasemos los 4 juntos.— comentó Lincoln.

_ Será mejor volver para así terminar todo para cuando llegue la señora Olivia, será una gran fiesta de cumpleaños tal como lo hemos hecho en años anteriores.— decía Ashley a Lincoln.

Los dos volvieron para seguir con lo que faltaba para seguir con la fiesta de cumpleaños para la señora Olivia. Lincoln por su parte se quedó pensando sobre lo que le contó Ashley sobre esa chica llamada Michelle, de que ella suele ser algo grosera con algunas personas pero con algunas chicas del orfanato o algunas trabajadoras como Megan no suele ser así.

_ "Cual sea el motivo por el cual esa chica es así debe ser por algo que le habrá pasado. No quiero meterme en asuntos de los cuales probablemente no querrá hablar, solo espero que Michelle no me moleste cuando venga de visita".— pensó Lincoln.

Dejó ese tema de lado y se concentró en lo que está haciendo para así darle una buena fiesta de cumpleaños a la señora Olivia, aunque él no sea parte del orfanato quiere ayudar para así demostrarle su agradecimiento por dejarle estar ahí y visitar a sus amigas.

Al día siguiente.

Domingo, el último día de la semana y el día donde la gente suele hacer algunas cosas aprovechando que es un día dónde la mayoría de personas no van a trabajar. Vemos a Lincoln quien ya se sabía a dónde se dirige y que quiere aprovechar este día para pasarla con sus amigas, puesto que el día anterior estaban celebrando el cumpleaños de la señora Olivia.

Llegando al orfanato y como es sabido, avisó al encargado de turno de que estaba de visita y fue al dormitorio en donde duermen sus amigas. Tocó la puerta y fue Angélica quien la abrió, a lo que esta última fue quien saludó primero.

_ Buenos días Lincoln.— saludaba la castaña.

_ Buenos días Angélica. ¿Están ahí Susana y Ashley?— preguntó Lincoln por sus demás amigas.

_ Susana se está bañando y Ashley está en el comedor desayunando. Yo por mi parte ya desayuné y estaba acomodando mis cosas.— respondía Angélica.

_ En ese caso las vamos a esperar, hoy quisiera salir a divertirnos todos juntos, ayer no pudimos para hacerle la fiesta de cumpleaños para la señora Olivia, que por cierto fue muy divertida.— decía el albino.

_ La verdad si, pese a que la señora Olivia es alguien dura y en ocasiones es muy estricta es muy amable. Se divirtió mucho.— comentaba Angélica.

Ambos chicos estaban platicando de algunos temas mientras esperaban a sus demás amigas, al estar solos en la habitación Angélica recordó lo que su compañera le dijo sobre Lincoln y que creía que ellos dos son novios. Ver a Lincoln sonreírle de esa forma tan natural le hacía sentir algo dentro de ella que no sabía que explicación darle, simplemente es una sensación extraña para ella.

A los pocos minutos aparecieron Ashley y Susana, las cuales se prepararon para salir a divertirse un poco y aprovecharlo de que el día anterior no pudieron hacerlo. Para esto hicieron algunas de las cosas que suelen hacer, ir a los videojuegos, realizar algunas actividades al aire libre y muchas más cosas.

Tras estar unas horas afuera del orfanato los chicos fueron al centro comercial, pero las chicas tenían ganas de ir a una tienda en especial.

_ ¿Y que harán ahora, chicas?— preguntó Lincoln.

_ Queremos ver los trajes de baño que venden aquí, son muy lindos.— respondía Susana.

_ ¿Trajes de baño? Podría ayudarles a escoger alguno que les guste.— decía Lincoln.

_ Nos vendría bien una ayuda, para así tener una opinión externa que no sea de nosotras. En ese caso entremos para poder verlos.— dijo Ashley.

Los 4 entraron a la tienda en donde había una cantidad grande de trajes de baño, pero solo habían para mujeres, no había ninguno para hombres. Había de todo tipo y de todos los colores y diseños, ahora Lincoln sabe que para esta ocasión tendrá que dar una sabía opinión con respecto que traje de baño le quedaría bien a cada una de sus amigas.

_ Una pregunta chicas, ¿Para que quieren comprar trajes de baño?— preguntó Lincoln.

_ Queremos comprar unos nuevos ya que los que tenemos ya no nos queda, para que así cuando llegue el verano iremos a la playa.— respondía Angélica.

_ ¿A la playa? Pero si no hay una playa en Indianápoli, la playa mas cercana queda en el estado de Michigan.— decía Lincoln confundido.

_ No, a lo que Angélica quiso decir es que no iremos a una playa como tal, sino a un parque acuático el cual se llama "La Playa" en cada verano todas las chicas del orfanato vamos a pasarla bien un día entero, esto gracias a que la señora Olivia conoce al dueño de dicho parque acuático.— explicó Ashley.

_ Ahora todo tiene sentido, me extrañaba de que irían a una playa cuando no hay una cerca de Indianápoli.— dijo Lincoln.

_ ¡Chicas miren esto!

Las chicas y Lincoln miraron hacia donde vino ese llamado, era Susana quien las llamó, Ashley, Angélica y Lincoln fueron a ver que quería Susana.

_ ¿Que ocurre Susana?— preguntó Angélica.

_ Vean los aretes que están en venta, son tan bellos.— decía la pelinegra.

_ En verdad están muy lindos, podría comprar algunos.— respondió Ashley.

_ Me gustan estos de aquí, son de color blancos, como el cabello de Lincoln.— dijo Susana.

_ Son lindos, podría ponermelos para ver cómo me quedan.— comentó Lincoln.

_ ¿Que te los vas a poner?— preguntó confundida Angélica.

_ Así es, quiero saber cuál es su opinión si lucen bien con mi cabello.— respondía Lincoln.

Fue así que Lincoln toma los aretes que Susana había tomado antes, y seguido de eso se los puso en ambas orejas, ya que tenían unos agujeros que apenas se estaban cerrando, que ya los tenía previamente esto debido cuando Lola lo obligó a ponerse aretes, esto debido a la vez que ella supo de algunos secretos de él y de las demás hermanas y que ella lo usaba como chantaje para que ellos hicieran lo que ellas les ordenara.

Las chicas vieron como Lincoln se puso los aretes los cuales traen unas bolitas de color blanco como el cabello de Lincoln.

_ Debo decir que te quedan bien, realmente combina con tu cabello.— dio su opinión Ashley.

_ Te ves hermoso con esos aretes, es como si fuera parte de tu cuerpo.— decía Susana.

_ Sin duda van contigo, aunque lástima que no seas una chica para poder usarlo por más tiempo.— dijo Angélica.

_ No importa, puedo usarlos un rato más hasta que ustedes escojan sus trajes de baño.— respondió Lincoln.

_ Es cierto, me olvidé a que nosotras vinimos a eso mismo, aquí vi uno que me gustó.— dijo Angélica.

Las demás también se habían olvidado a que vinieron por lo que fueron a buscar el traje de baño que más les guste. Lincoln por su lado esperaba a que sus amigas escogieran, todo eso mientras llevaba puesto los aretes blancos.

Tras unos minutos las chicas habían escogido entre dos a tres trajes de baño que les gustaron mucho, pero solo podían llevarse uno, a lo que Lincoln les daría su opinión para saber cuál les quedaba mejor a cada una.

_ Empecemos contigo Ashley. Entre el de una pieza de color rojo y el de color azul, yo diría que te quedes con el de color rojo, el rojo encaja perfectamente en ti.

_ Ahora contigo Susana. De los 3 que escogiste de dos piezas, el de color negro, el de color blanco con falda, y el de color morado, yo diría que el de color negro va mejor en ti.

_ Y por último Angélica, de los 3 que escogiste, uno de una sola pieza y dos de dos piezas, el primero de color amarillo está bueno, al igual que el de color rosado, y el verde se ve genial. Pero aquí yo iría más por el de una pieza de color amarillo, siento que queda mejor y más aún que te hará ver linda.

Las 3 chicas al oír las opiniones de Lincoln le daban la razón antes sus explicaciones, por lo cual ya sabían cuales comprarían.

_ Sin duda eres muy bueno en esto, en ese caso me llevaré el de rojo.— decía Ashley.

_ Curiosamente el amarillo es de mis colores favoritos, y si, me hará ver linda cuando lo lleve puesto.— comentó Angélica.

_ Este de color negro si es lindo y me gusta. Aunque este de color blanco no está nada mal, incluso si fueras una chica te quedaría bien, haría un buen juego con tu cabello.— decía Susana a su amigo.

_ ¿En verdad me quedaría bien ese traje de baño?— preguntó curioso Lincoln.

_ Sin duda te quedaría bien, pero lástima que no eres una chica, sin duda te lo llevarías.— respondió Angélica.

_ ¿Y si me lo pruebo ahora mismo?— preguntó Lincoln.

Las chicas al oír lo que dijo Lincoln se sorprendieron demasiado, no creían que Lincoln haría algo así.

_ ¿En verdad piensas ponerte el traje de baño?— preguntó Ashley.

_ Solo por curiosidad, si ustedes dicen que me quedaría bien y que combinaría bien con mi cabello, en ese caso quiero hacer la prueba.— respondió Lincoln.

Nuevamente las chicas estaban sorprendidas de lo que decía Lincoln, pero al verlo y que realmente estaba decidido a hacerlo no querían arruinar esto, más aún que les ayudó a escoger sus trajes de baño.

_ Si tú quieres, por allá hay un probador para que te lo puedas poner.— dijo Angélica al peliblanco.

Lincoln tomó el traje de baño y fue al probador a ponérselo y ver cómo le quedaba, las chicas lo acompañaron para ver. Unos minutos después se vio a Lincoln salir, un poco apenado Lincoln le preguntaría a sus amigas como se ve.

_ ¿C-como me veo, c-chicas?— preguntó Lincoln.

_ Divina.— respondieron al unísono.

Las chicas veían a Lincoln usar el traje de baño el cual cómo bien decían ellas, le quedaba bien más porque combinaba con su cabello y más los aretes que llevaba puesto le daba un complemento que lo hacía resaltar todavía más.

_ ¿D-de verdad lo dicen enserio?— preguntó Lincoln aún nervioso.

_ Sin duda alguna, te queda como anillo al dedo.— respondía Ashley.

_ Luces divino con ese traje de baño, te queda muy bien.— decía Susana.

_ Debo de reconocer que luces mejor que nosotras si lo hubiéramos escogido.— dio su opinión Angélica.

_ Gracias por sus respuestas, chicas, tenía mis dudas de que me quedaría, pero ahora me siento mucho mejor.— decía Lincoln a sus amigas.

_ Ahora que ya tenemos lo que queremos es momento de ir a pagar por todo.— dijo Ashley a sus amigas.

_ Ustedes pueden adelantarse, me cambiaré y me pondré mi ropa y dejaré este traje de baño en su lugar.— dijo Lincoln a sus amigas.

Las chicas hicieron eso mismo, fueron a pagar por los trajes de baño que Lincoln les ayudó a escoger, por su lado Lincoln se quitó el traje de baño y se puso su ropa normal y dejó el traje de baño en su lugar. Y antes de irse por supuesto Lincoln se quitó los aretes que aún llevaba puestos, aunque le quedara bien no podría llevárselos.

Salieron de esa tienda para ir a otro lugar, mientras caminaban una de las chicas le preguntaría algo a Lincoln.

_ ¿No te molestó probar ese traje de baño, Lincoln?— preguntó Angélica.

_ La verdad no, de hecho lo sentí normal, aunque si estaba algo nervioso por dos motivos, la primera si a ustedes no les fuera a gustar como me quedaba, y la segunda por si alguien aparte de ustedes me hubiera visto.— respondió Lincoln.

Siguieron su camino en donde Lincoln miró hacia la tienda de ropa de la cual fue con sus amigas días atrás. Vio que había en exhibición algunas prendas, pero vio una que llamó su atención lo que hizo que se detuviera para verlo mejor.

Las chicas notaron que Lincoln se había quedado atrás, lo vieron que estaba mirando hacia la tienda de ropa que ellas suelen frecuentar.

_ ¿Que ocurre Lincoln?— preguntó Susana.

_ Nada, solo que me dio curiosidad ver esas prendas que están ahí.— respondía Lincoln.

Las chicas vieron a que se refería Lincoln, se trataba de dos conjunto de ropa las cuales son de chicas.

_ Son bonitas y todo, ¿Pero a que viene tu curiosidad?— preguntaba Ashley.

_ Si ven mejor tienen los mismos colores de las ropas que llevo puesta, es decir, naranja, azul, blanco y rojo.— respondió Lincoln.

_ Ahora que lo dices es verdad, tienen el mismo patrón de colores de la ropa que llevas puesta. Es muy curioso.— dijo Susana.

Angélica vio que Lincoln no le quitaba la vista a esas prendas, como si algo le dijera a él que no las deje de ver. Fue entonces que se dirige a Lincoln para decirle.

_ ¿Quieres entrar a probar esas prendas?— dijo la castaña.

_ ¿Q-que dices? Descuida, estoy bien.— respondía Lincoln.

_ Vamos, sé ve que quieres probarte esas prendas. Mejor vamos antes de que esas prendas sean vendidas.— insistía Angélica.

Ashley y Susana no sabían que quería hacer Angélica, si bien hace rato Lincoln se probó el traje de baño fue porque él lo quiso, pero hacer que se pruebe esas prendas que obviamente son de chicas ya es demasiado, pero querían ver cuál la respuesta de Lincoln.

_ Si, mejor vayamos ya que si volvemos otro día quizás ya no estén ahí.— dio su respuesta Lincoln.

Ambas amigas estaban sorprendidas al oír que Lincoln realmente hará eso, de probarse esas prendas sin siquiera negarse o tratar de evadirlo. Sin decir nada tampoco, los acompañaron ya que tenían curiosidad de ver cómo le quedaba a Lincoln esas prendas.

Tomaron dichas prendas para que así Lincoln se las pueda probar, el albino fue a uno de los probadores pero fueron a una la cual estaba un poco alejada y que muy poca gente circula por ahí. Un par de minutos después se puede ver a Lincoln usar una de los dos conjuntos de prendas.

_ ¿Cómo me veo chicas?— preguntó Lincoln.

_ Hermoso.— respondieron las 3 al unísono.

Las amigas vieron a Lincoln usar el primer juego de prendas las cuales llevaban el mismo esquema de colores de la ropa que usa.

_ Te ves divino, realmente te queda a la perfección.— comentó Angélica.

_ Dios mio te ves lindo, es como si estuviera hecho solo para ti.— dio su respuesta Susana.

_ Es increíble como te ves con esa ropa, ni con todas las palabras existentes podría dar una respuesta.— dijo Ashley.

_ En verdad que me queda bien, es como si llevara la ropa que suelo usar.— decía Lincoln.

_ Ahora queremos ver cómo te ves con el otro juego de ropa.— dijo Angélica al peliblanco.

_ Enseguida me cambio.— acató Lincoln.

Lincoln volvió al probador para ponerse el otro juego de ropa que estaba en exhibición. Otros minutos pasaron hasta que finalmente Lincoln sale para que sus amigas dieran sus opiniones.

_ ¿Y como me veo con este?— preguntó el albino.

_ Hermosa.

Las chicas ahora vieron a Lincoln usar el otro juego de ropa, la cual era un poco distinto al anterior pero que mantenía la estética de la ropa que usa Lincoln.

_ Aunque lleve mis zapatos normales al menos llevar las medias dobladas me hace ver mejor.— decía el peliblanco.

_ Sin duda este te queda mucho mejor que el anterior, la camisa abierta le da un buen complemento.— decía Susana.

_ Ese vestido es tan bello y al verte usarlo lo hace todavía mejor.— comentó Ashley.

_ Ambos juegos de ropa te quedaron bien, como bien dijimos es como si fueran hechos para ti.— decía Angélica para Lincoln.

_ Me encantaría poder llevármelos, pero sé que no son para mí, pero fue bueno poder probarlas. Espero quien lo compre le dé el uso que se merece.— dijo Lincoln a sus amigas.

Luego de poder probarse ambos juegos de ropa el peliblanco se puso su ropa normal y luego de eso decidieron irse del lugar aunque no con las manos vacías, Ashley se compró una camisa roja que vio y que sin duda no quería irse sin ella.

Más tarde vemos a los chicos quienes luego de pasar este día juntos volvieron al orfanato para así Lincoln pueda despedirse de ellas.

_ Este día nos la pasamos bien, les avisaré cuando podamos volver a salir los 4 juntos.— decía Lincoln a sus amigas.

_ También nosotras nos divertimos, estaremos al tanto cuando quieras invitarnos a salir. Nos vemos Lincoln.— decía Angélica al peliblanco.

Con eso Lincoln se fue para volver al apartamento tras haber pasado este día con sus amigas. Mientras tanto vemos a las chicas quienes estaban en su habitación compartida, cada quien se puso a hacer algunas cosas, por ejemplo Angélica se acostó en su cama mientras llevaba puesto sus audífonos para poder escuchar música, Ashley se puso a terminar una tarea y Susana acomodaba su ropa.

Angélica mientras escuchaba música acostada en su cama cerró sus ojos mientras disfrutaba de esto, a su mente le llegó imágenes de lo que hicieron este día, pero más que nada de cuando Lincoln se probó el traje de baño y las ropas de chica.

Ver a Lincoln ponerse esas ropas por unos momentos le parecía adorable, pero al verlo mejor y notar que Lincoln no sentía vergüenza alguna y que aparte, vio que lo estaba disfrutando le hizo pensar en algo, del por qué al peliblanco no le importó ponerse esas ropas más sabiendo que son para chicas.

_ "¿Acaso Lincoln será....? No, no lo creo, de ser así llevaría esa misma clase de ropa todo el tiempo. Quizás solo lo hizo para no sentirse excluido, quizás solo sea eso".— pensó Angélica sobre el comportamiento de Lincoln.

Con el peliblanco este había llegado al apartamento, vio que Megan estaba viendo la televisión, la saluda y va directo a su habitación. Se acostó en su cama para descansar un poco, pese a que ya ha salido a divertirse con sus amigas no quita el hecho de que cada salida siempre la diversión es garantizada.

Pero lo que hicieron hoy fue completamente distinto, sobretodo cuando se probó el traje de baño y los dos juegos de prendas. Pese a que sintió algo de vergüenza lo cierto es que se le pasó, al recordar eso tampoco notó que a ellas no les molestó verlo usar esas prendas.

_ Usar esas ropas no se sintió tan mal como creí, aunque ya haya hecho eso unas cuantas veces cuando solía vivir con esa familia de monstruos, lo cierto es que cuando lo hice con mis amigas fue distinto, incluso podría volver a hacerlo.

Decía Lincoln al pensar en eso, de probarse prendas así para escuchar la opinión de sus amigas, quienes sin dudas dieron buenas opiniones de como se veía y más aún, que no se sintieron incómodas o que se burlaran de él.

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Hola amigos míos, ¿Cómo están? Espero que bien.

En este capítulo vimos como Lincoln fue a conocer la cafetería en la cual trabaja Ashley y Susana, donde ambas actúan como una chica ruda y amable respectivamente. También de que Lincoln conoció el salón de belleza donde trabaja Angélica, a la cual le enseñó algunas cosas que podrá llevar a cabo.

También de que Lincoln y las chicas luego de un día de diversión fueron a comprar unos trajes de baño para las chicas, y en donde Lincoln se prueba uno de color blanco y del cual a él no le molestó hacerlo, y lo mismo haría al ponerse unas prendas las cuales hacen un juego de colores parecidos a la ropa que usa.

Cómo dije de aquí en adelante Lincoln va sacando su lado femenino, haciendo cosas de las cuales a él no le importa hacer y que sus amigas pese a que les sorprenda que Lincoln haga eso a ellas no les incómoda ver a un chico ponerse ropa de chica. Pero no todo será color de rosa, ya que Lincoln comenzará a tener dudas sobre sí mismo y a cuestionar de quién es.

Antes de irme quiero darle un agradecimiento a jackhunter929 por el dibujo de Lincoln usando el traje de baño, y también a MoisesEspinozaGonzal  por los dos dibujos de Lincoln usando esas prendas femeninas. Un abrazo para ellos dos por favor.

Sin nada más que decir los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

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