Capítulo 15

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Pasemos unos días después, en donde vemos a Lincoln quien luego de esa charla que tuvo con Megan luego de verlo usando ropa de chica y que la misma pensara que Lincoln es gay, todo este tema ha tenido al peliblanco pensando demasiado.

Ya que se puso a pensar en las cosas que solía hacer cuando vivía en la casa Loud, más que todo las veces que ayudaba a Lola para sus certámenes y también a Leni, de esta última solía probarse la ropa que ella hacía y en su mayoría era ropa de mujer, él no solía decir nada, e incluso le parecía ser algo normal.

Pero ahora que lo piensa mejor, él nunca se negó de hacer eso, en parte le gustaba ayudarlas en sus cosas, pero por otra parte lo disfrutaba, por más raro que parezca, le gustaba lo que hacía. No sabía darle una explicación a esto, pero se sentía más relajado a comparación cuando ayudaba a otras de sus hermanas, como Lynn en sus prácticas, o con Lisa y sus experimentos.

Dejando de lado eso vayamos con Lincoln y lo que hará para este día. Se puede ver a Lincoln quien había llegado al orfanato junto a Megan. Lo primero que hizo fue a ver a sus amigas, ya que ellas tras sus clases irían a sus trabajos.

_ Hola chicas, ¿Como les fueron en sus clases?— saludaba Lincoln a sus amigas.

_ Nos fue bien, casi no hay nada nuevo aquí, pero no nos podemos quejar.— respondía Ashley.

_ Lo típico, tareas, y más tareas. Aunque no sean muchas aún así es cansino hacerla.— comentaba Angélica.

_ No es tan malo hacer la tarea, si bien es si puede ser aburrido pero es mejor hacerla que recibir un regaño por parte de las maestras.— le dijo Susana a sus amigas.

_ Lo que dice Susana es cierto, es mejor hacer las tareas que recibir un regaño. Y por cierto, ¿Listas para ir a sus trabajos?— volvió a preguntar Lincoln.

_ Ashley y Susana si, yo en parte no iré, me dieron el día libre. Por lo que podemos hacer algo nosotros dos.— respondía Angélica.

_ Que bien, podemos hacer algo tanto aquí como fuera del orfanato. Podemos decidirlo afuera.— comentó Lincoln.

_ Excelente, entonces salgamos un rato para así disfrutar de este día.— contestó Angélica.

_ Por supuesto, adiós chicas, espero podamos salir todos juntos otro día, quizás este domingo.— se despidió Lincoln de sus dos amigas.

Tanto Lincoln y Angélica salieron de la habitación para así salir un rato del orfanato para hacer algo para divertirse este día. Por su lado Angélica sentía que estaba en una especie de cita con Lincoln, esto le hacía sentir entre nervios y alegría, pero no quería arruinar esto con algo que ponga incómodo a Lincoln.

_ ¿A dónde quieres que vayamos a divertirnos? Dejaré que tú lo decidas.— preguntó Angélica.

_ Si gustas podemos ir al salón de láser tags. Quiero la revancha luego de la otra vez.— respondía Lincoln.

_ En ese caso estás dispuesto a patearte el trasero, si así lo quieres entonces vamos.— dijo la castaña.

Tanto Lincoln como Angélica fueron a la sala de láser tags donde se la pasaron bien, y como sucedió la otra vez Angélica pudo ganarle a Lincoln aunque este último quiso una revancha a la cual pudo ganarle. Cabe aclarar que esto era de manera amistosa y no se lo tomaban como un reto personal.

Luego fueron al árcade donde también jugaron un rato y haciendo uno que otro reto. Después fueron a comer unas hamburguesas y por último fueron al parque en donde dieron un paseo en el lago subidos en el bote con forma de cisne.

_ Esta salida si que ha sido muy divertida. Si estuvieran Ashley y Susana sería aún más divertido.— comentó Lincoln.

_ Puede que si, pero al menos nos la pasamos bien nosotros dos.— respondía Angélica.

Lo cierto es que para Angélica le alegraba el estar con Lincoln, ya que podía sentir aún más que esto parece más una cita que una salida para divertirse. Aunque quería saber si realmente Lincoln siente algo por ella, debía de esperar a que él dé el primer paso.

Dejaron el parque para tratar de ir a otro lugar donde puedan divertirse hasta que sea la hora en que Angélica vuelva al orfanato. Justo pasaron por la tienda de ropa que las chicas suelen ir cuando necesitan ropa, Lincoln volteó a ver la tienda y pudo ver que las prendas que se había probado días atrás siguen ahí.

Ver eso le hizo recordar lo que habló con Megan, esto hizo que empezara nuevamente a tener un debate en su cabeza. Angélica vio a Lincoln y como este estaba quieto mirando la nada.

_ ¿Ocurre algo Lincoln?— preguntó Angélica.

La castaña miró hacia la tienda y pudo notar que la ropa que se había probado Lincoln seguía ahí, tal parece que aún no ha habido alguien que quiera comprarla.

_ Oh mira, aun siguen ahí las prendas que te probaste, aun no han sido vendidas.— decía Angélica.

Vio a Lincoln y como este seguía con esa mirada perdida como si estuviera pensando en algo, ver eso fue que dedujo que algo pasaba. Por lo que quiso saber que le pasaba para así ayudarlo tal como él le ha ayudado a ella.

_ ¿Te ocurre algo? Si es así puedes hablar conmigo. Quiero ayudarte en lo que pueda.— preguntaba Angélica.

_ N-no descuida, me encuentro bien. Solo pensaba en que podríamos hacer antes de que tengas que regresar al orfanato.— respondía Lincoln.

_ No soy una adivina, pero estoy segura que no es eso que estás pensando. Puedo deducir que es por otra cosa, no tengas miedo de contar que ocurre, yo puedo ayudarte en lo que sea, tal como tú me has ayudado.— decía Angélica al peliblanco.

Lincoln por su lado no sabía si contarle a Angélica lo que le ocurre, ya que para él no le resulta fácil explicarle lo que realmente le está pasando. Pero podría intentarlo ya que ella es una chica y además ella ha visto lo que él ha hecho por lo que una opinión por parte de ella no vendría mal.

_ Está bien, te contaré lo que ocurre. Pero vayamos a otro sitio donde podamos hablar más tranquilos y que nadie nos escuchen.— decía Lincoln a su amiga.

_ De acuerdo, podemos ir al parque nuevamente, hay un lugar en donde casi nadie transita y ahí podemos hablar.— contestaba Angélica.

Ambos chicos fueron al parque en donde puedan hablar sin ser interrumpidos o que alguien escuchen lo que ellos están por hablar. Al llegar fueron a ese lugar que mencionó Angélica, y efectivamente en esa zona muy poca gente suele pasar por ahí.

_ Aquí podemos hablar tranquilos. Así que dime, ¿Que es lo que sucede?— dijo Angélica saber que ocurre.

_ Antes de contarte lo que ocurre, quisiera hacerte una pregunta.— respondía Lincoln.

_ ¿Sobre qué quieres preguntarme?— preguntaba Angélica.

_ El otro día que yo me puse ese traje de baño blanco y esos dos conjuntos de ropa que hay en esa tienda, ¿Tú y las demás se sintieron incómodas de verme usar ropa de chica?— soltó la pregunta Lincoln.

La castaña se sorprendió ante tal pregunta que le hizo Lincoln, no sabía a qué venía eso, pero le diría la verdad de lo que pensó cuando Lincoln hizo eso.

_ Bueno, al principio si me sorprendió que te hayas ofrecido en usar el traje de baño, y más que no te lo pensaste dos veces, y cuando te vimos usar los dos conjuntos de ropa pude notar que la estabas pasando bien, incluso me atrevería a decir que para ti es algo muy normal.

_ Pero en resumen, al principio si pero luego no, por lo que ya mencioné. Así que ahora responde mi pregunta que te hice antes.— ahora quería Angélica la respuesta de Lincoln.

_ Te pregunté eso ya que de eso viene al caso, y para ello también te quiero contarte todo sobre mí, ya que eso está ciertamente relacionado.— respondía el albino.

Es así que Lincoln le cuenta a Angélica todo sobre él, pero haciendo un breve resumen yendo al momento en que sucedió todo lo de la mala suerte y como sus hermanas se deshicieron de él dándolo por muerto y como fue que Megan lo salvó y luego de eso tomó la decisión de irse a vivir con ella.

Pero de lo que si menciona Lincoln es sobre cómo fue que solía vivir rodeado de chicas y como al estar con ella adquirió cierto comportamiento que no es algo común de ver en los chicos.

_ Eso es lo que quería contarte, pero también el por qué te pareció curioso que yo me pusiera ropa de mujer sin sentir vergüenza alguna.— terminó de contar su historia Lincoln.

No hace falta resaltar que Angélica estaba horrorizada al oír como la familia de Lincoln se creyeron de que Lincoln daba mala suerte y que su supuesta culpa acabó con la vida de sus abuelos y sus hermanas tomaran la decisión de deshacerse de él para evitar que alguien más perezca de manera trágica.

_ Lo que me contastes es algo espantoso, n-no me cabe la cabeza el como fue que ocurrió todo eso. Pero dejando eso para luego, sobre el por qué no te resulta para nada vergonzoso usar ropa de mujer tiene algo de sentido.— decía Angélica tras escuchar todo.

_ Para mí no me hacía sentir vergüenza ya que mis hermanas no le prestaba atención a eso, y también cuando solía ayudar a Lola con sus prácticas, aprendí mucho sobre cómo aplicar maquillaje y hacer otros trabajos de belleza como si fuera un profesional.

_ Pero ahora que ya no estoy en esa casa y que inconscientemente hago las cosas que solía hacer, me preocupa que alguien ajeno a ustedes o a Megan me vea como alguien raro, es eso lo que he estado pensando luego de esa platica que tuve con Megan.— contaba Lincoln a su amiga.

_ Te entiendo, no es fácil dejar esos hábitos que solías hacer, es como si fuera una marca de nacimiento. Pero como dije hace unos momentos, cuando te vi usar esa ropa te veías tan natural, sin una pizca de vergüenza, como si realmente usaras esa ropa todo el tiempo.— respondía Angélica.

_ Aún así, ¿No piensas que soy gay? ¿O algo por el estilo?— volvió a preguntar Lincoln.

_ No tiene nada de malo usar algo que a ti te haga sentir feliz, no dejes que la opinión de los demás influya en tu vida. Tú eres libre de hacer lo que quieras, y si te hace sentir más seguro, tanto yo, como Ashley, Susana y la señorita Megan te apoyaremos en las decisiones que tomes.— decía Angélica a su amigo.

Esto en cierta medida le hizo sentir algo feliz a Lincoln de saber que para Angélica no le parecía extraño o raro que él use ropa de mujer, ella entiende que no es algo fácil dejar atrás las cosas que solía hacer ya que para él era un hábito, y algo así es difícil de dejar por más que lo intente.

Pero en resumidas cuentas se quitó un peso de encima al saber que para Angélica no le incomodaba para nada el verlo con ropa de mujer. Hablando de Angélica, sentía curiosidad cierto tema que tenía ganas de saber por lo que no desperdició su oportunidad de hacerle dicha pregunta.

_ Angélica, hay algo que quisiera preguntarte, sino es mucha molestia claro está.— decía el albino.

_ Adelante, dime lo que quieras saber.— respondía Angélica.

Por unos momentos Angélica pensaba que Lincoln iba a preguntarle algo sobre si le gustaba alguien o si ya tiene alguien con quien está interesada. De pensar en eso sentía una gran alegría de que Lincoln quería hacerle dicha pregunta.

_ Lo que quiero preguntarte es..... ¿Como fue que tú y las chicas terminaron en el orfanato?— dijo su pregunta Lincoln.

Esto hizo sentir un poco de decepción a la castaña, ya que no era la pregunta que quería escuchar, pero que aún así no quería dejarlo con la intriga de saber sobre ella, más que todo ya que él le contó sobre su vida y como fue que ahora vive con la señorita Megan.

_ Pues..... el como yo terminé en el orfanato fue debido a que..... yo quedé huérfana apenas siendo una niña pequeña, déjame que te explique como sucedió todo, esto en parte a lo que me contó en su momento la señora Olivia.

_ Lo que me contó ella fue que mi madre murió 2 años después de que yo naciera, las causas de su fallecimiento se debió a una rara bacteria que atacó su sistema nervioso. Cuando ella murió mi padre se hizo cargo de mí.

_ De lo poco que recuerdo fue que mi padre solía llevar a varias mujeres a la casa, lo veía llegar todo borracho, incluso aún recuerdo como él solía gritarme de mala forma. Fue así hasta que cumplí los 7 años, cuando a mi padre lo atrapó la policía, ya que se le acusó de haber cometido un accidente en el cual una persona perdió la vida.

_ Cuando lo atraparon también se le descubrió que tenía varios delitos en su contra, como posesión de armas, sustancias ilícitas, incluso se le acusó de abusar de una chica de 16 años, y de esto si había suficientes pruebas de que si hizo tal aberración. Todo eso hizo que fuera llevado ante la justicia.

_ Y cuando era llevado de alguna forma le quitó el arma a uno de los oficiales y la usó para quitarse la vida, se dio un disparo en la cabeza y murió en el acto. En cuanto a mí al no haber un familiar cercano con quien pudieran hacerse responsable de mí las autoridades optaron por llevarme a un orfanato, pero no al que estoy actualmente, sino que me llevaron a otro pero luego me transfirieron al que estoy con mis amigas.

Lincoln quedó sorprendido al oír la historia de como Angélica terminó en el orfanato, una historia realmente triste el como fue que ella perdió a su madre cuando ella tenía 2 años y su padre, quien era un irresponsable murió de la forma más cobarde para no tener que pagar por sus acciones que cometió.

_ Cielos, lo que pasó contigo es muy triste y trágico. Es algo que da ganas de llorar. ¿Y como fue que Ashley y Susana terminaron ahí?— preguntó Lincoln.

_ Sobre Ashley ella me contó que la señora Olivia le contó que fue abandonada en la entrada del orfanato, nadie sabe quien lo hizo, ni siquiera el guardia que estaba en ese momento. La encontraron con una manta blanca que la cubría, y a su lado tenía una nota que decía "Cuiden a Ashley y denle todo lo que yo jamás le podré darle"

_ En cuanto a Susana, ocurrió casi igual sólo que con unas diferencias. Según le contaron una chica de unos 18 años llegó al orfanato y traía a Susana en sus brazos, cuando una de las encargadas le preguntó el por qué quería dejar a Susana la chica le respondió que una amiga le había dejado al cuidado de su hija mientras iba a comprarle unos pañales.

_ Pero la chica jamás volvió, intentó comunicarse con ella pero jamás obtuvo respuesta, intentó darle a Susana a la familia de su amiga pero ellos se negaron en hacerse responsables de ella, por lo que la chica no le quedó de otra que dejar a Susana en el orfanato, ya que ella tampoco podía hacerse cargo debido a que estaba por entrar a la universidad.

_ Y es así como ellas terminaron en el orfanato del cual nos hicimos amigas al punto de vernos como hermanas.

Para Lincoln no dejaba de sorprenderse ante lo que Angélica le había contado, de como fue que sus dos amigas restantes terminaron en el orfanato. Esto le hizo recordar lo que Megan le contó, de que algunas de las niñas que cuidan ellos algunas son abandonadas por sus padres debido a varios motivos, uno de ellos es la falta de recursos para mantener a un hijo, y lo otro es la falta de planeación para tener un hijo, en este caso de jóvenes quienes no piensas las cosas antes de hacerlas.

_ Honestamente no pensé que fueran tan fuertes las formas en que ustedes fueron dejadas en el orfanato, aunque también me estoy haciendo otra pregunta, ¿Como saben los del orfanato la cantidad de años que tienen todas ustedes?— hizo otra pregunta Lincoln.

_ Según contaron los encargados del orfanato, ellos toman en cuenta la fecha en la cual algunas fueron dejadas en la entrada o cuando fueron encontradas en las calles, y en algunos casos, como yo, piden ayuda a las autoridades para aclarar si alguna niña esté registrada en la base de datos de algún hospital, en mi caso la policía encontró en la casa que solía vivir mi acta de nacimiento.— respondió Angélica.

_ Es sorprendente el como ustedes terminaron en el orfanato. A pesar de todo viven contentas y que se lleven bien y sean amigas.— comentó Lincoln.

_ Aunque muchas de nosotras quisiéramos tener una familia lo cierto es que los encargados del orfanato y la propia señora Olivia los vemos como una familia, ya que ellos están cuando nosotras los necesitamos, algunos han estado ahí desde el primer día que llegamos y para quienes ya se fueron de ahí al cumplir los 18 años.

_ No todo es triste, más allá de Ashley, Susana y yo, también hay más chicas que se hicieron amigas y se ven como hermanas. Eso es lo lindo de estar en el orfanato, el hacer una amistad que seguirá perdurando incluso cuando salgamos del orfanato y hagamos nuestras propias vidas.— decía Angélica al peliblanco.

_ Sin duda alguna, y espero que seamos los 4 los mejores amigos y seguir haciendo todo lo que hacemos por muchos años más.— contestó el albino.

_ Y así será Lincoln, así será. Aún hay tiempo antes de volver al orfanato, ¿Quieres ir a la cafetería donde trabajan Ashley y Susana?— preguntó Angélica.

_ Por supuesto, a ellas les alegrará vernos ahí. Vamos.— respondía Lincoln.

Así ambos fueron a la cafetería donde trabajan sus dos amigas, esta charla hizo sentir más tranquilo a Lincoln, para sus amigas no les resulta nada malo que él use ropa de mujer, si para él le hace sentir bien no hay problema en ello, es su vida y como tal puede hacer lo que quiera, y más que no está viviendo con su familia, y lo más importante, que para cualquier cosa tiene el apoyo de sus amigas y también de Megan, ellas lo apoyarán en lo que sea que él quiera hacer.

Unos días después.

Nos adelantamos unos días después en donde se puede ver a Lincoln, quien como ya era rutinario, acompañó a Megan al orfanato para hacerle compañía y ayudarle un poco jugando con las niñas pequeñas.

Se puede ver como las niñas se divertían haciendo ya juegos entre sus amigas o dibujando. Lincoln se encontraba con algunas haciendo varios juegos, pese a lo ocurrido hace unos días atrás no le impedirá ayudarle a Megan y también hacer que las niñas se diviertan.

Fue así hasta que llegó la hora de la merienda, a todas las niñas se les dio unos sandwiches con unos juguitos en caja. Lincoln recibió un sandwich y su jugo, vio como una de las niñas intentaba meter la pajilla en el orificio donde debe de ir.

_ ¿Necesitas ayuda pequeña?— se ofreció Lincoln en ayudar.

_ Ayúdeme que esto es muy difícil.— respondió la niña.

Lincoln tomó la cajita para así meter la pajilla y dársela a la niña, pero Lincoln notó algo que lo sacó de onda. Y es que el orificio donde se supone debe de meter la pajilla no estaba, por ningún lado estaba el orificio.

_ Un error de producción, aún así sé en donde va la pajilla.— decía Lincoln.

Guiándose en donde va el orificio Lincoln intentó introducir la pajilla a la caja, al hacerlo hizo un poco de presión para así entre de una vez. Pero al hacerlo lo apretó de más la cajita y esto hizo que el jugo saliera disparado y lo moje todo.

_ Rayos, no fue una buena idea hacer eso. Descuida pequeña, puedes tomar el mío, iré a que me den otro.— le dijo Lincoln a la niña.

Lincoln le dio a la niña el jugo que a él le dieron, antes de ir a pedir otro jugo iría a lavarse. Vio a Megan por lo que le preguntaría en donde puede lavar la mancha del jugo en su camisa.

_ ¿En donde puedo lavarme, Megan? Un pequeño incidente nada más.— preguntó Lincoln a la rubia.

_ Ven conmigo, iré a lavar tu camisa antes que la mancha se penetre y sea difícil quitarla.— respondió Megan.

Con eso Lincoln acompañó a Megan a donde sea que ella lo llevaría, caminaron por el extenso orfanato hasta llegar a una habitación en la cual había varias lavadoras y secadoras, ahora entendía el por qué Megan le pidió acompañarla.

_ Dame tu camisa, la meteré a lavar y así estará como nueva.— le dijo Megan a Lincoln.

_ Está bien, no me gusta estar sucio y menos con una mancha en la ropa.

Lincoln se quitó la camisa y se la dio a Megan, la rubia la metió en una de las lavadoras, luego le agregó un poco de detergente y le dio a iniciar.

_ Deja que se lave por unos minutos y cuando termine la pasas a la secadora que está ahí. Tengo que irme, te veré afuera.— dijo Megan al peliblanco.

_ Aquí estaré cuando termine de lavarse, estaré allá por si necesitas algo.— acató el albino.

Megan se fue dejando solo a Lincoln mientras este espera a que su camisa termine de lavarse y pasarla a la secadora. Vio más del lugar y además de las lavadoras y secadoras también pudo notar que había algunas canastas con ropa sucia y otras con ropa ya lavada y lista para ser llevadas a las habitaciones correspondientes.

_ Aquí si tiene sentido que haya mucha ropa que lavar, no como en la casa que solía vivir, no entiendo como es que esas cabezas huecas ensucian tanta ropa como si se cambiaran ropa cada 10 minutos.— decía a sí mismo Lincoln.

Cuando la lavadora terminó de lavar la camisa Lincoln la sacó y la metió en la secadora, tendría que esperar otros minutos más hasta que se seque bien su camisa. Mientras esperaba inesperadamente pasaría algo del cual Lincoln no tuvo tiempo de darse cuenta.

De la parte de arriba justo en donde Lincoln estaba parado le cayó encima suyo una de las canastas con ropa. Lincoln se sorprendió y como pudo escapó de esa trampa de prendas.

_ ¿Pero como pasó esto? ¿Acaso estaba esta canasta muy a la orilla y por eso se cayó?— se preguntó Lincoln.

Al ver la ropa que estaba en el suelo decidió en recogerla y no dejarla así, cuando se agachó para recogerla pudo notar algo. Vio que la ropa que había en esa canasta era ropa interior, pero ropa interior de niña, posiblemente de las edades a las que Megan se encarga.

Mientras recogía toda esa ropa interior al lugar había llegado una de las encargadas del orfanato y vio a Lincoln quien estaba recogiendo lo que le había caído encima.

_ Tú, deja esa ropa en donde está ahora mismo.

Lincoln al escuchar lo que dijo una de las compañeras de Megan fue que hizo caso, al hacerlo fue que se dirige a ella para contarle lo que había pasado.

_ Disculpe, lo que sucede es que esta canasta me cayó encima y trataba de meter toda esta ropa en su lugar.— contó Lincoln lo que sucedió.

_ Si como no, a mí no me vas a engañar. Ni creas que te compraré esa mentira, tú te quieres robar la ropa interior de las niñas pequeñas para hacer que cosas raras.

Lincoln al oír eso fue que se sorprendió ante tal cosa que había dicho la encargada, por lo que trató de hacerle entender que no estaba haciendo eso.

_ Yo no estoy robando esta ropa interior, le digo que la canasta me cayó encima y la estaba recogiendo. Además, si estoy aquí es por que mi camisa se manchó y la estaba lavando, y ahí está en la secadora.— decía Lincoln contando lo que pasó realmente.

_ Como ya dije no te compraré esa mentira, así que ven conmigo ahora mismo para así llevarte con la señora Olivia.

La encargada se acercó a Lincoln y lo tomó del brazo, Lincoln al ser tomado y arrastrado ante su voluntad no podía hacer nada. Pero justo apareció Megan quien al ver lo que sucedía pidió una explicación.

_ ¿Pero que está pasando aquí? ¿Qué está sucediendo?— preguntó la rubia.

_ Este pequeño rufián intentaba robarse la ropa interior de las niñas pequeñas, esto lo sé ya que una jovencita me avisó de lo que hacía tu hermanito.— contó la compañera de Megan.

_ Que no estaba haciendo tal cosa, yo estaba esperando a que mi camisa se termine de lavar, y la canasta me cayó en la cabeza y estaba recogiendo todo para dejarlo en su lugar.— explicó Lincoln lo que pasó.

Megan al oír lo que dijo su compañera y lo que contó Lincoln era algo totalmente confuso, pero ella sabía que uno de ellos decía la verdad y sabía quién era.

_ Espera Sheyla, Lincoln no sería capaz de hacer eso, y lo que él dice es cierto. Esa canasta con ropa interior yo la había dejado arriba, fue cuando apenas llegué aquí.— decía Megan a su compañera.

_ No trates de defender a tu hermanito, él es un rufián y si no haces algo al respecto se convertirá en un depravado.— respondía Sheyla a Megan.

_ Te digo la verdad, aparte. El lugar en donde dejé esa canasta es lo suficientemente alto como para que Lincoln pueda tomarla, es mas, ni siquiera veo algo que haya usado él para subirse.— decía la rubia a su compañera.

Por su lado Sheyla miró en donde Lincoln estaba y pudo darse cuenta de que si, no había algo que Lincoln haya usado para subirse, y también de que el lugar en donde dejó la canasta es muy alto, tanto que Lincoln no sería capaz de llegar.

_ Tienes razón, no veo alguna escalerilla o algo que tu hermanito haya usado para subirse. Disculpa por lo ocurrido, pero si algo así vuelve a pasar y si él lo hizo ahí si que te llevaré con la señora Olivia.

Así Sheyla se fue dejando solos a Lincoln y Megan, esta última se dirige a Lincoln para decirle.

_ ¿Como fue que esa canasta te cayó encima?— preguntó Megan.

_ Ni yo lo sé, quizás la dejaste muy a la orilla y por eso me cayó justo encima mio.— contestaba Lincoln.

_ En fin, ya tu camisa debe de estar seca. Vayamos afuera y hagamos que nada de esto ocurrió.— dijo Megan al peliblanco.

_ Antes déjame poner en su lugar la ropa interior en la canasta. No quiero dejar un desorden aquí.— respondía Lincoln.

Lincoln fue a recoger lo que faltaba de la ropa interior que se cayó al suelo luego fue por su camisa la cual ya estaba sin la mancha y se la puso para ir con Megan y seguir ayudándola en lo que sea. Aún se preguntaba como fue que esa canasta cayó sin que él la moviera, quizás sólo fue por la mala colocación en la que Megan la dejó y sólo fue un pequeño incidente.

Time skip.

Otros días después vemos a Lincoln nuevamente en el orfanato, en esta ocasión es domingo, y como tal las chicas no irán a trabajar por lo tanto el albino podrá estar con ellas y así divertirse un rato.

_ Hola chicas, ¿Algunas tienen planes para hoy?— preguntó Lincoln.

_ Hola Lincoln, la verdad ninguna de nosotras tenemos planeado hacer algo para hoy.— respondía Angélica.

_ Podemos divertirnos aquí en el orfanato, después de todo no es tan aburrido como uno cree.— decía Susana a Lincoln.

_ Sin mencionar que tenemos tareas que hacer, aunque sólo nos queda poca que hacer.— comentó Ashley.

_ Lo entiendo, en ese caso podemos divertirnos aquí a lo que quieran hacer ustedes.— decía Lincoln a las chicas.

_ Bien, entonces vayamos afuera para así decidamos que podemos hacer para divertirnos.— respondía Angélica.

Los chicos salieron de la habitación para ir al patio en donde todas las niñas se divierten en lo que sea. Es así que Lincoln vio que unas niñas estaban saltando la cuerda, a lo que se le ocurre que pueden hacer.

_ Oigan, ¿Que les parece si saltamos la cuerda?— propuso Lincoln una idea.

_ ¡Si ese juego me encanta a mí!— exclamó Susana.

_ Por ahí hay varias cuerdas de saltar, así cada quien puede divertirse a su manera.— decía Ashley.

_ Perfecto, ¿Que les parece si hacemos una competencia amistosa? Quién se mantenga por más tiempo saltando gana.— dijo Angélica haciendo una competencia.

_ Adelante, así será más entretenido el asunto.— contestó Lincoln.

Ashley fue a por las cuerdas de saltar y le dio a los chicos las cuerdas, antes de empezar Susana se quitó sus tacones para poder saltar más cómoda. Es así que a la cuenta de 3 los chicos comenzaron a saltar.

Lincoln vio como Susana y Ashley eran las que más activan estaban, en cambio él y Angélica eran los que menos activos estaban. En menos de dos minutos Lincoln ya no pudo más, sólo quedaban las chicas.

Pero la siguiente en desistir fue Angélica, quien estuvo unos segundos más que Lincoln, solo quedaban Ashley y Susana. Ambas chicas no paraban de saltar, como si no fueran a cansarse, pero sólo una quedaría saltando y la otra no seguiría más, y eso pasó.

Ashley no aguantó más y paró, quedando Susana como la ganadora de esta competencia amistosa.

_ Felicitaciones Susana, fuiste la ganadora de esta competencia amistosa.— dijo Lincoln a la pelinegra.

_ No fue nada, me encanta saltar la cuerda, siempre cuento solíamos a jugar al patio siempre tomaba la cuerda. ¿Quieres saltar conmigo?— propuso Susana al pelibanco.

_ ¿Como así? ¿Que salte al lado tuyo con mi propia cuerda?— preguntaba Lincoln.

_ Así es, ya que al ser el primero en parar quizás darte unas lecciones de la maestra te haga sentir mejor.— respondía Susana.

Lincoln solo rio a lo que dijo su amiga, por lo que toma su cuerda y comienza a saltar al lado de Susana por supuesto a una distancia para que las cuerdas no se enrede.

Todo estaba normal, Ashley y Angélica también hicieron lo mismo en saltar la cuerda por separado, pero de pronto Lincoln sintió que algo golpeó su cabeza, algo pequeño pero lo suficientemente fuerte para provocarle algo de dolor.

_ ¡Auch! ¿Pero que rayos fue....!

No siguió hablando Lincoln ya que se puso enfrente de Susana lo que hizo que ella no le diera tiempo para parar y se llevó de paso a Lincoln con su cuerda quedando enredados. Al hacerlo ambos cayeron al suelo, Ashley y Angélica al ver eso fueron a ayudar a sus amigos pero al hacerlo vieron algo que las hizo parar de lleno.

Vieron que ambos estaban en el suelo, claro está, pero el problema es que Susana estaba encima de Lincoln, pero su cabeza estaba en la zona de la entrepierna del albino, por su lado Lincoln vio en primera plana la retaguardia de Susana, y para rematar su falda estaba levantada haciendo que viera su ropa interior la cual era de color rosado.

_ ¡Susana! ¡No fue intensión mía hacer eso lo juro!— exclamó Lincoln.

_ Esperen ahí nosotras les ayudaremos.— dijo Ashley a sus amigos.

Ambas castañas ayudaron a Lincoln y Susana a levantarse, pese a lo incómodo de la situación las dos chicas no le prestaron atención a eso y les ayudaron. Ya estando de pie fue que una de ellas se dirige a Lincoln.

_ ¿Que fue lo que ocurrió? ¿Como fue que terminaron de.... esa forma?— preguntaba Angélica aún incómoda de lo que vio.

_ No lo sé.... sentí como algo me golpeó la cabeza, como si fuera una piedra pequeña, ¿De dónde habrá aparecido? Aun me sigue doliendo.— explicó Lincoln lo que ocurrió.

_ Yo también tuve parte de la culpa, no pude parar cuando te pusiste delante de mí y termináramos.... de esa manera.— decía Susana también asumiendo la culpa.

_ Creo que hasta aquí dejemos las cuerdas de saltar y hagamos otra cosa. ¿Que juegos proponen para que juguemos?— preguntaba Ashley.

_ ¿Que les parece a las atrapadas?— dio una idea Lincoln.

_ No está mal, en ese caso hagamos dos equipos. Angélica y yo, y tú Lincoln con Susana, las reglas serán las siguientes.

_ Uno de los dos equipos tendrá una chance de 10 segundos para correr mientras que el otro equipo irá por ellos. Y el punto de control será justo en la fuente de allí, ahí se reunirán el atrapador y el atrapado.— contaba Ashley las reglas del juego.

_ Perfecto, en ese caso ya comencemos.— respondía Susana.

Así los 4 amigos se prepararon para jugar a este juego, Lincoln y Susana serían los que escaparían de las dos castañas. Los dos comenzaron a correr mientras Ashley y Angélica esperaron 10 segundos para darles ventaja, ya acabado el tiempo ambas fueron a por ellos.

Lincoln y Susana corrían para no ser atrapados, aunque no contaban de que las castañas los iba a atrapar tan pronto. Angélica atrapó a Susana cuando trataba de usar a unas niñas como obstáculo, Lincoln por su lado fue atrapado por Ashley cuando intentaba esconderse en un cuarto de escobas.

_ Que fácil fue esto, no pudieron escapar de nosotras.— decía Ashley a sus amigos.

_ Ahora es el turno de nosotros de atraparlas, así que empiecen a correr.— dijo Lincoln a las chicas.

_ Por ser buenas con ustedes dejaremos que cuenten hasta 5 para así les sea más fácil atraparnos, si es que pueden.— comentó Angélica.

_ Será mejor que empiecen a correr, verán que las vamos a atrapar.— contestó Susana.

Con eso dicho ambas castañas salieron corriendo mientras Lincoln y Susana contaron hasta 5 para así ir a por ellos. A diferencia de la primera ronda aquí tanto el albino y la pelinegra se les hacia difícil atrapar a las chicas, Susana fue por Angélica y pese a que se había quitado los tacones aún así le era difícil atrapar a su amiga.

Lincoln había ido por Ashley, quien le era difícil atraparla, ya que la castaña era muy rápida, hasta cierto punto para el albino le hacía recordar a Lynn, el como su ahora ex hermana es muy hiperactiva y en ocasiones cuando ella le pedía jugar con ella siempre terminaba cansado por no poder atraparla.

Para fortuna de nuestro amigo de cabello blanco tal parece que a su amiga se le acabó el camino, literalmente. Ya que Ashley se metió a un pasillo donde no había nada más que una pared y unas puertas a las cuales no serviría de nada entrar, por lo que no tenía escapatoria alguna.

_ Tal parece que aquí terminó el camino, así que mejor déjate atrapar y no hagas las cosas más difíciles.— decía Lincoln a su amiga.

_ ¿Eso crees? Veamos si eres capaz de atraparme aún cuando estoy sin escapatoria.— respondía Ashley.

_ ¿Muy confiada, no? Si eso es lo que quieres pues veamos si eres capaz de escapar de mí.— contestaba el albino.

Lincoln se abalanzó sobre Ashley para así atraparla teniendo a su favor que estaba sin escapatoria, pero Lincoln no contó con que Ashley hizo un movimiento algo raro pero que le sirvió para desorientar a Lincoln y así escaparse.

Pero Lincoln no se quedó ahí parado, por lo que fue tras de Ashley para no dejar que se burle de él.

_ Buen intento, conejo, pero no lo suficiente para atraparme.— decía Ashley burlándose de Lincoln.

Por su lado Lincoln fue corriendo tras de la castaña para así atraparla. Estiró su brazo para así tomarla de su camisa por lo menos. Estaba a unos centímetros de hacerlo pero ocurrió algo que ni Ashley ni Lincoln vieron venir.

Cuando estaba a nada de tomar a Ashley Lincoln sintió como algo en su pie derecho lo cual provocó que él perdiera el equilibrio y cayera al suelo. El golpe fue tal que se escuchó un eco algo fuerte, Lincoln ante tal caída comenzó a quejarse.

_ ¡Eso dolió! ¿Pero que demonio fue eso?— se quejaba el albino.

Pero los problemas no terminaron ahí, ya que Lincoln vio que delante suyo también Ashley se había caído al igual que él dándole sentido al eco que se escuchó, pero las cosas aún no acaban para nuestro albino favorito. La castaña se había caído no por lo que sea que haya golpeado Lincoln, sino que ella se cayó debido a que Lincoln de puro reflejo le había tomado sin querer su pantalón corto bajandólo hasta sus tobillos y por consecuente le viera su ropa interior la cual era de color rojo como su camisa.

_ ¡Ashley! ¡No quería hacer eso me tropecé con algo y no fue intensión mía hacerte eso!— decía Lincoln a su amiga.

_ Tranquilo..... sé que no fue culpa tuya, al menos esto no ocurrió en un lugar donde hubiera gente viendo.— respondía Ashley.

Lincoln ayudó a su amiga a levantarse mientras que Ashley se acomodó su pantalón corto, el albino veía que había sido lo que él sintió para que cayera al suelo.

_ ¿Pero que habrá sido eso? Te juro que sentí algo duro en mi pie, pero aquí no hay nada.— decía Lincoln viendo que fue lo que tropezó.

_ ¿Estás seguro que no te tropezaste a ti mismo?— preguntaba Ashley.

_ No, te juro que sentí algo, como si alguien me hiciera tropezar. Que raro.— respondió Lincoln.

_ Hagamos que esto no pasó, y para que te sientas mejor y para demostrarte que no estoy enojada contigo, dejaré que me atrapes y vayamos con las chicas, si es que Susana logró atrapar a Angélica.— le dijo Ashley al peliblanco.

_ Está bien, y como bien dijiste me alegra de que esto ocurrió aquí y no afuera en el patio de juego.— respondía el albino.

Ambos chicos se fueron al lugar de encuentro para así olvidarse de lo que había ocurrido, Lincoln aún se preguntaba qué había pasado, ya que no había nada en ese pasillo para que él se tropezara, pero sintió algo en su pie que provocó que cayera al suelo y de paso le tomara del pantalón a Ashley y provocar ese incidente vergonzoso.

Llegando al punto de encuentro vieron que Susana pudo atrapar a Angélica.

_ Vaya, si que pudiste atrapar a Angélica, creí que no lo lograrías.— decía Ashley a la pelinegra.

_ Hubiera sido así sino fuera por una encargada que vio correr a Angélica y yo aproveché esa oportunidad.— respondía Susana.

_ Ahora que ya atrapaste a Ashley, ¿Que quieren jugar ahora?— preguntó Angélica.

_ ¿Que les parece a las escondidas?— respondía Lincoln.

_ Por favor, ya no quiero correr mas y sobretodo no quiero estar descalza por mas tiempo.— dijo Susana a sus amigos.

_ En ese caso será las escondidas, y Lincoln será quien tendrá que encontrarnos.— decía Ashley a los chicos.

_ Si así lo quieren pues vayan a esconderse mientras yo cuento hasta 50. Será mejor que se escondan muy bien.— respondía Lincoln.

Las chicas fueron a esconderse mientras Lincoln comenzó a contar hasta llegar a 50, cuando terminó de contar fue a buscar a las chicas. Al ser un orfanato grande no sería impedimento para encontrarlas, ya tenía experiencia en este juego para encontrar a los participantes, esto gracias a sus ex hermanas.

A quien encontró primera fue a Susana, la cual se había escondido detrás de la estatua de la fundadora del orfanato.

_ Un escondite no tan bueno si me lo preguntas.— le dijo Lincoln a Susana.

_ No se me ocurrió un mejor escondite para esconderme.— respondía Susana.

_ Mientras no sea el baño de chicas todo bien. Acompáñame para ir a buscar a las demás.— le dijo Lincoln a su amiga.

Susana acompañó a Lincoln para ir a encontrar a las demás chicas, Lincoln veía los lugares en donde posiblemente estén escondidas sus demás amigas, pero sabía que ellas deben de estar en un lugar que no sea tan obvio o tan fácil de descubrir tal como lo hizo con Susana.

Llegó a un salón donde se reúne los maestros a descansar, y justo ahí encontró a Ashley.

_ Rayos, creí que este sería un buen lugar para esconderme.— decía Ashley.

_ Al ser un lugar en donde nadie se atrevería a entrar supuse que estarías aquí.— respondía Lincoln.

_ Solo queda Angélica, ven con nosotros para que Lincoln pueda encontrarla.— dijo Susana a su amiga.

Es así que Ashley fue con Lincoln y Susana para que el albino encuentre a la castaña mayor. Mientras tanto vemos a Angélica escondida en un lugar el cual estaba todo oscuro.

_ "Espero que no me encuentre aquí, si es que ya habrá encontrado a las demás".— pensó Angélica.

Volviendo con Lincoln y las chicas, el albino seguía viendo que lugares podría haber usado Angélica para esconderse, suponiendo que Angélica es mayor que él puede que esté en un lugar muy rebuscado el cual sería casi imposible de saber cuál es.

_ Creo que se habrá escondido por aquí, lo presiento.— decía Lincoln.

_ ¿En los dormitorios de las chicas mayores?— preguntaba Susana.

_ Ella ha dicho que se lleva bien con algunas chicas mayores, por lo que no sería descabellado que ella se habrá escondido por aquí.— respondía Lincoln.

Siguieron caminando mientras Lincoln veía que posiblemente habitación se habrá escondido Angélica. Por su lado la castaña mayor seguía en su escondite esperando a que su amigo de cabello blanco la encuentre.

Pero mientras esperaba vio como una puerta se abrió dejando entrar la luz del exterior, pero sólo se abrió por unos segundos y luego se cerró de inmediato. Esto extrañó a Angélica ante esto que acaba de ver.

_ "¿Habrá sido Lincoln? No lo creo, de ser él hubiera entrado para asegurarse de que estuviera aquí escondida".

Mienytas pensaba en lo que pasó fue que Angélica sintió algo en su abdomen, sentía que algo le estaba subiendo, encendió la luz gracias a un interruptor que supo donde estaba, al encenderse fue que Angélica vio lo que era lo que sentía y al verlo puso una mirada de horror nunca antes vista.

Vio que en su abdomen tenía una tarántula enorme subiendo a su cuerpo lentamente.

Mientras vemos a Lincoln y a las chicas caminar por un pasillo en donde había más puertas que eran las habitaciones de las chicas mayores, hasta que Lincoln vio una puerta que le parecía curiosa pero que no llamaba mucho la atención.

_ Aquí debe de estar Angélica. No hagan ruido para no se entere de que estamos aquí.— le dijo Lincoln a sus amigas.

Las chicas entendieron a lo que Lincoln les dijo, a lo que este lentamente se acercó a la puerta ya que presentía que Angélica estaba ahí escondida. En ese instante cuando estaba por tomar la perilla de la puerta esta misma se abrió de golpe y de ahí salió Angélica.

_ ¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHHGGGGGG!!!

Angélica salió huyendo de ahí debido al ver tremendo monstruo subir por su abdomen, y al salir corriendo sin fijarse por donde iba fue que se llevó de pleno a Lincoln quien no se esperó esto ni tampoco sus demás amigas.

_ ¡¡Quítate de encima maldita vestía del infierno no me comas!!— exclamó Angélica.

_ ¡¿Pero que te pasa?! ¿Por qué actúas de esa forma?— preguntó Susana.

_ ¡Un animal enorme se me subió a mi cuerpo y me quiere comer!— decía Angélica muy asustada.

_ Parece un animal pero no lo es, es Lincoln.— dijo Ashley a la castaña mayor.

Angélica al oír eso fue que abrió sus ojos debido al miedo que le causó esa tarántula no quería ni verla de cerca, al abrirlos fue que vio que no tenía ese arácnido peludo en su cuerpo, pero si tenía algo en su cuerpo y no precisamente esa tarántula.

Vio que Lincoln estaba encima suyo, esto debido a que él estaba en medio cuando ella salió corriendo y por consecuente cayó al suelo junto a él, pero eso no era todo, además de eso Lincoln tenía su rostro sobre sus pechos aunque Lincoln no lo sabía debido a que del golpe quedó aturdido.

Angélica al ver eso fue que su rostro se puso tan rojo como un tomate maduro, aunque sabe que Lincoln no hacía esto porque sea un pervertido, sino por como ocurrió todo en tan solo unos segundos. Lincoln al recuperarse de ese golpe fue que se dio cuenta en donde tenía su cara, a lo que rápidamente se levantó.

_ ¡No es lo que parece! ¡No quería hacer eso por favor no me mates!— suplicó Lincoln por su vida.

_ N-n-no descuida..... f-f-fue mi c-c-culpa.— respondió Angélica muy avergonzada.

_ ¿No vas a matarme por lo que hice?— preguntaba confundido Lincoln.

_ Descuida, f-fue culpa mía por salir corriendo como loca sin darme cuenta por donde iba.— respondió la castaña.

_ Hablando de eso, ¿De qué exactamente te referías con animal?— preguntaba Ashley.

_ Una enorme tarántula se me subió cuando estaba escondida en ese viejo cuarto de mantenimiento.— contó Angélica lo que pasó.

_ Eso explica el porqué saliste cómo loca de ese cuarto, aunque yo no veo ninguna tarántula aquí afuera ni allí adentro.— comentó Susana.

Los chicos fueron a ver el interior del cuarto y no encontraron a la tarántula y tampoco estaba afuera.

_ Pero si estaba aquí, se me subió encima mio, no creo que se haya escapado tan rápido, aunque prefiero que se aleje y que nunca la vuelva a ver.— dijo Angélica.

_ Lo importante es que no te mordió o algo peor, será mejor irnos antes de que en verdad aparezca esa tarántula.— decía Lincoln a las chicas.

Los 4 se fueron de ahí en donde Angélica sentía escalofríos con solo el hecho de que esa tarántula vuelva a aparecer y se suba a su cuerpo nuevamente, aunque también no dejaba de pensar en lo que sucedió cuando trataba de huir del bicho arácnido.

Ver a Lincoln encima de sus atributos hizo que volviera a estar roja de la vergüenza que sentía, aunque pudo notar que Lincoln no quiso aprovecharse de ella aun así le alegraba de que él no sea un pevertido, aunque por otro lado, no quería que Lincoln se despegara de ella y que estuviera así por un rato más.

Mientras ellos se iban se puede ver que las sombras apareció nada menos que Michelle, quien tenía en sus manos la tarántula que se había subido encima de Angélica cuando ella estaba escondida.

_ Hiciste un buen trabajo mi peludo amigo, con todo esto que he provocado pude tomar varias fotos de esa sanguijuela y de esas traidoras en situaciones sacadas de contexto será más que suficiente para que la directora cambie de opinión con respecto a ese pevertido de cabello blanco.

_ Aunque necesito pensar en más ideas para dar con el golpe final y así ese parásito ya no estará rondando en todo el orfanato pensando que hará con las niñas pequeñas. Muy pronto mi plan será un éxito y ya no tendré que preocuparme de ese chico.— decía Michelle sobre su plan.

Dicho eso la pelinegra se aleja de ahí para pensar en su siguiente jugada para hacer que todos los empleados del orfanato vean de mala manera a Lincoln y que estén convencidos de echar a Lincoln y que jamás regrese al orfanato para evitar que haga algo  impensable con alguna niña o más.

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Hola amigos del metal, ¿Como están? Espero que bien.

En este capítulo vimos como Lincoln se ha puesto a pensar en la platica que tuvo con Megan con respecto a su gusto por las cosas femeninas debido a que para él era algo normal cuando vivía en la casa Loud, tanto así que hacía cosas sin ponerle mucha atención pero que ahora comience a cuestionar todo eso que hacía, y también platicando de esto mismo con Angélica a quien le pregunta si no se sintió incomoda de verlo usando ropa de mujer.

También vimos como Michelle ha vuelto a hacer de las suyas esta vez haciendo cosas poniendo mal parado a Lincoln para que los empleados del orfanato hagan algo al respecto para que la directora lo eche a patadas para que no cometa alguna locura, cosa que él jamás haría.

En el siguiente capítulo veremos cómo este plan para Michelle llega a un punto en donde Lincoln no tendrá nada con qué defenderse para explicar qué ocurrió, y también más adelante veremos cómo Lincoln empieza a dudar de su forma de ser y comenzará a pensar si es feliz siendo como lo es desde el día que nació, si es feliz siendo un chico y convertirse en algo más.

Pido disculpas por no subir el capítulo antes, estuve mal de salud y se me complicó terminarlo. Pero descuiden, ya me siento mejor para seguir con mis historias para que ustedes puedan leerlas.

Ya sin nada más que decir los dejo con mis angelitos para despedir este capítulo.

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