Capítulo 10

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


—Hace mucho que no uso esta ropa. —comentó Holly observando lo que vestía, era el traje que Archie había creado para ella.

—¿Por qué? —pregunté con curiosidad.

—No quería recordarte. —respondió ella como si fuera lo más obvio del mundo. —Siempre utilizo esto cuando voy a una misión contigo, así que de alguna forma u otra, si las veo terminas en mi cabeza. —explicó sonriente.

—Ya veo. —solté volviendo a concentrarme en el camino hasta que otra pregunta llego a mi mente. —¿Alguna vez has podido controlar una persona? —

—Algo así, una vez solo pude detener a una por unos cuantos segundos. Puede sonar tonto, pero es un gran paso hasta para alguien como yo. —

—¿Por qué? —

—Lo primero es que debo hacer que la telequinesis y la telepatía sean uno solo, lo cual hace que me canse más rápido de lo normal. Sin embargo, eso es lo de menos, lo complicado esta cuando intentas invadir el cerebro de alguien. Imagínalo como un candado con miles de cerraduras cuyas llaves están repartidas por ahí. —explicó haciendo mímica con sus manos. —Es complicado, más no imposible. —finalizo soltando un suspiro.

—Entiendo. —dije estacionando el auto no muy lejos de la casa de Holly. —¿Sólo esta él? —

Esa pregunta se debía a que tan pronto llegamos a España, Hotaru volvió a llamar para saber si la de orejas de conejo iba en camino para salvar a su familia, momento que aprovechamos para convencerlo de que si quería que ella fuera debía despejar el área de cualquiera que este custodiando el lugar. Obviamente él quiso también hacer una petición, esta era que Holly se presentara en la casa totalmente sola...Cosa que claramente no sería así.

—Así es. — respondió volteando a mirarme. —Entro, le saco información, lo matas y todos felices. ¿No es así? —yo asentí. —¡Excelente! —salimos del auto y nos dirigimos hasta la casa, yo me quede afuera listo para atacar mientras que Holly entraba.

—Entonces si viniste. —habló Hotaru con un tono de voz cargado ligeramente de sorpresa.

—Por supuesto que lo hice, ahora dime dónde está mi familia. —exigió la de orejas de conejo.

—¿Acaso me veo como un filántropo? No te diré nada hasta que me des algo a cambio. —

—¿Qué es lo que quieres? —

—Debes venir conmigo hasta Londres, en donde volverás a ser lo que eres realmente. ¿O es que acaso pretendes seguir yendo de aquí para allá actuando como una humana? —mientras hablaba, podía escuchar como poco a poco se acercaban más a mi posición.

—¡Ahora Cero! —aquel grito era la señal de que podía matarlo, así que tan solo me asome por la puerta y dispare, acabando con la vida de Hotaru Nakahara.

Entre a la casa y para mi sorpresa no encontré a Holly dentro, sin embargo, no me preocupe por ello, suponía que la estaba recorriendo de arriba a abajo en búsqueda de lo que quedaba de su familia, así que hice lo mismo. Pero lo único que encontré fue al resto de los Ferrer atados a unas sillas, así que no tarde en desamárralos y llamar una ambulancia para ellos.

—Holly, si esto es una broma de tu parte no es para nada graciosa. —afirmé cuando estuve en la sala nuevamente, aun así, no recibí respuesta.

Era imposible para mi entender donde estaría la pelimorada, era imposible el que la hayan raptado sin que me diera cuenta. Pero luego de unos cuantos segundos de búsqueda, aquel pensamiento se fue de mi mente al encontrar un pelo rubio y rizado en una esquina del lugar.

Cualquiera diría que ese simple detalle no tendría relevancia alguna, sin embargo, ninguna de las personas que estaban dentro de aquella casa era rubia. Y tomando en cuenta el país en donde nos encontrábamos era casi imposible que alguien tuviera el cabello rizado de esa manera, adjuntándole a ello, de que los Ferrer no tenían ningún amigo rubio.

En la lejanía comencé a escuchar el sonido de las sirenas, por ello salí rápidamente de la casa hasta llegar a mi auto. Automáticamente entre en este me puse en marcha hacia Londres, mientras más rápido llegara acortaba el tiempo en el que Holly estaría separada de mí.

—"Hasta entonces, aguanta." —pensé observando por el retrovisor a la ambulancia llegar a la residencia de los Ferrer.

.

.

.

Varias horas de camino más tarde, me encontraba frente a la sede de mi antiguo trabajo. Me adentré en el de forma sigilosa, eliminando a uno que otro agente que se cruzaba por mi camino, también me topé con algunos carteles en donde decían que pagarían una gran cantidad de dinero por la cabeza de Clarissa y la mía.

—Ilusos. —susurré negando antes de entrar a los conductos de ventilación, me arrastré por ellos hasta llegar frente al despacho de Hasan Gadaff, el cual estaba siendo custodiado por una gran cantidad de guardias y un vidrio de quince centímetros a prueba de balas.

Lance una granada de humo provocando que todos los que estuvieran frente a ese vidrio se confundieran y emprendieran mi búsqueda, pero ese no fue más que una ayuda para facilitar mi labor de matarlos. Lleve la mirada hasta el interior de la oficina en donde Gadaff estaba punto de presionar un botón rojo que estaba a un lado de su librero, por lo que no tarde más tiempo en entrar allí y retenerlo.

—¿Dónde está Holly? —pregunté de forma tranquila empujándolo contra el escritorio.

—¡No te diré una mierda 0A! —exclamó claramente molesto.

—Ya veo. —extendí su brazo derecho y lo rompí, sacándole un alarido de dolor. —Como mi antiguo jefe, supongo que sabes que te haré pasar peores dolores que este hasta que me digas lo que quiero. —lo amenace ejerciendo presión sobre su brazo roto haciéndolo gritar aún más.

—¡Está bien! ¡Está bien! —exclamó casi entre lágrimas. —Está al sur de Londres, en una base subterránea, casi llegando a Croydon. En una casa abandonada, veras una escotilla en el piso que te pedirá una contraseña de cinco dígitos que son tres-cuatro-nueve-cinco-seis. —

—Muchas gracias por la información señor Gadaff. —saque una de mis pistolas y la coloque en su cabeza. —Fue un gusto haber trabajado para usted. —dicho esto, dispare.

Hecho esto, salí del lugar de la misma manera en la que entre, subí a mi auto y me dirigí hasta el lugar en donde mi antiguo jefe me había indicado. Una hora después, me encontraba frente a la escotilla, introduje el código y esta se abrió delante de mis ojos.

Avance discretamente por los diversos pasillos que parecían de hospital, equipados con muchas camillas, varias vitrinas llenas de medicamentos y maquinas bastante raras. Sin embargo, es no era nada del otro mundo comparado con el silencio y lo solo que estaba, no había absolutamente nadie cuidando el lugar, algo que me daba muy mala espina.

Después de caminar llegue a la última habitación que me quedaba por inspeccionar, era un despacho bastante minimalista de color blanco y negro, un gran escritorio de madera reinaba en el fondo con una laptop y unos cuantos papeles encima.

Dentro de aquel lugar había un hombre sentado detrás del escritorio, con cabello canoso, unos lentes de lectura de marco negro, y vestía una bata medica encima de una camisa de color blanco. Este al darse cuenta de mi presencia me miro sonriente, no mostraba signos de nervios por lo que suponía que me estaba esperando...Algo que no me sorprendía en lo absoluto, era tal y como lo recordaba.

—Tardaste menos de lo que esperaba Agente 0A, al parecer realmente quieres a Holly...O debería decir Rabbit. —afirmó recargando su cabeza entre sus manos.

—¿Dónde esta? —pregunté sacando mis armas para apuntarle directamente a la cabeza.

—¿Por qué no me disparas? Tal vez ella venga. — sugirió totalmente confiando.

Sin dudarlo un segundo jale los gatillos, pero las balas nunca llegaron hasta él, en cambio, terminaron en el suelo cortadas a la mitad. Frente al escritorio apareció Holly sosteniendo un cuchillo en ambas manos, sus ropas que antes eran negras, ahora eran blancas, y su semblante ya no era alegre, sino que era totalmente serio. Lo más impactante era su mirada, estaba completamente vacía.

—¿Qué le hiciste? —pregunté molesto, aun así, me mantuve sereno.

—Termine el trabajo de mi mejor amigo por supuesto. —contestó levantándose de su asiento. —Puedes descansar Rabbit. —le ordenó a la muchacha, quien no tardo en pararse derecha. — Yure tenía grandes ambiciones, hace unos años me conto sobre su proyecto de ligar ADN humano con el de un animal, le dije que era una completa locura. Pero ahora que vi sus grandes resultados me di cuenta de lo equivocado que estaba. —dijo parándose tras Holly. —Un arma capaz de obedecer y ejecutar órdenes a la perfección, con todos los conocimientos necesarios para elaborar un asesinato perfecto tras otro, todas las aptitudes físicas mejoradas y con poderes mentales de alto nivel...¿Sabes cuánto nos pagaran por ella? —preguntó caminando alrededor de la muchacha.

—Ella no es un arma, es un ser humano. —afirme sin dejar de apuntarlo.

—Hace diez años que dejo de ser eso 0A, mucho más ahora que solo puede actuar completamente bajo órdenes, el libre albedrío ya no existe para ella. —comentó entre risas. —Es más, estoy de tan de buen humor que te lo demostrare. ¡Inu! —luego de hacer aquel llamado, por la puerta de la izquierda entro una chica de cabello rizado, rubio y con orejas de perro. —Arrodíllate en el medio del lugar. —sin titubear, la chica hizo lo que le ordeno. —Inu fue otro de los conejillos de indias de Yure, tenía un futuro tan brillante como el de Rabbit hasta que los experimentos comenzaron a ser rechazados por su cuerpo. Sin embargo, eso no quita que su control de detener el tiempo sea algo útil. Cuando lo hace sentimos que corre de la misma manera, sin embargo, en realidad nos detenemos sin darnos cuenta mientras que ella puede hace lo que quiera. —explicó colocándose en su escritorio.

—¿Y a dónde quieres llegar con esto? —

—Ella ya no me sirve, así que Rabbit. —la mencionada lo miro. —Acaba con ella por favor, que sea brutal. —le ordeno sin quitar aquella sonrisa molesta que me atormento por muchos años.

Sin dudarlo ni siquiera un momento, Holly se colocó delante de la chica y le corto el cuello provocando que comenzara a ahogarse con su propia sangre, luego prosiguió clavándole uno de sus cuchillos justo en la frente. Luego lo saco y lo blandió limpiando la sangre de la hoja.

—¿Ves? Sin compasión alguna acabo con la vida de Inu tal y como le dije. Ya no hay pisca de humanidad en esa chica, ahora es solo un arma con mucho valor monetario. —habló notablemente satisfecho con lo que logro. —Así que Rabbit, mata al Agente 0A. —ordenó, y rápidamente la nombrada se abalanzó sobre mí.

Debía admitirlo, me sorprendiendo que Holly ni siquiera dudo en acatar aquella orden, también lo hizo su gran agilidad y habilidad de utilizar sus armas para atacarme. Sin embargo, la experiencia que tengo no está demás, por lo que me las termine arreglando para dejar inconsciente a la de oreja de conejo.

—Supongo que es mi turno. —comentó el científico soltando un suspiro. —Bueno, me gusto ver como las dos creaciones en las que mi mejor amigo y yo trabajamos alguna vez tuvieron una pelea digna. —confesó con un tono nostálgico a la par que yo lo apuntaba con una de mis pistolas. —Adiós 0A. —eso fue lo último que escuche de su parte antes de disparar.

—Adiós doctor Taylor. —me despedí para luego salir de allí con Holly en brazos.

--------------------------------------------

Hoy me dieron ganas de editar y subir el capítulo, así que espero que lo disfruten mucho >3<

Les ama: Blondegals.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro