🌪️Fifteen🌪️

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Peter Pettigrew cometió un error, un grave error.

Habían pasado solo 2 semanas desde su pelea con sus amigos, pero él se sintió solo y traicionado, ellos no lo buscaron en persona, parecía que no les importaba si el se enojaba o no, dejaron de insistir al tercer día... Ellos no lo intentaron.

Ahora se encontraba solo, en un callejón, en la lluvia, llorando y viendo su antebrazo izquierdo ¿Qué había hecho? ¿Enserio había hecho eso solo porque sus amigos decidieron apoyar a Remus?

Pero claro que lo hizo, ellos lo traicionaron, Remus y Marlene lo traicionaron y ahora sería él quien los iba a traicionar...

-Sabes lo que tienes que hacer Pettigrew, no falles- Le dijo Lucius Malfoy antes de desaparecer en medio del callejón.

-Aún no entiendo porque el señor tenebroso confía en ti, pero te advierto que si fallas yo mismo te mataré- Amenazó Avery antes de irse también.

Peter se levantó del piso donde había estado llorando y vio su marca antes de bajar su manga totalmente.

-Hora de la venganza- Murmuró.

El rubio arenoso corrió hacia su casa, que estaba a unas calles. Al llegar su madre, una bruja mestiza, lo secó por la lluvia y luego él se dirigió a la chimenea.

-¡Voy a casa de James!- Anunció con una sonrisa falsa- ¡EL REFUGIO! - Dijo en voz muy alta el nombre de la mansión Potter.

Después de eso apreció en la chimenea de la familia Potter.
Vio por unos segundos la escena frente a él.

Sirius y James peleaban por quien dormiría con Alessandra esa noche, Remus tenía a Marlene en sus piernas mientras ambos reían de la escena, Amy y la señora Potter apostaban por quien ganaría, Regulus, Enzo y Fleamont jugaban cartas junto a Anne, quien iba ganando.

-¡Peter!- Se sorprendió Alessa al verlo.

El puso una falsa sonrisa y bloqueó su mente totalmente, pues sabía que Alessa podría leer fácilmente sus pensamientos de no hacerlo, sin embargo ella no lo hacía con sus amigos y eso lo iba a ayudar.

-Peter, querido, que sorpresa verte aquí- Saludó Euphemia.

-Hola señora P, yo me preguntaba si podía hablar con los merodeadores- Dijo.

Nadie pareció darse cuenta de que Peter no dijo "Mis amigos" o "El resto de los merodeadores" nadie se dio cuenta de que él ya no se incluía en ese grupo.

-Claro Pet, pero Fede no está aquí, él y Bianca fueron a pasar año nuevo con sus padres-Explicó Alessa- Gracias al cielo porque ya no la aguanto... - Murmuró muy alto haciendo reír a los demás en la sala.

-Esta bien-

Los otros cuatro se acercaron a él y todos salieron de la habitación directo a la cocina.

-50 galeones a qué hechiza a Remus- Soltó Regulus y todos lo vieron enojados.

En la cocina los 5 adolescentes se pusieron alrededor de la mesa.

-Quiero disculparme- Soltó Peter con falsa culpa- No debí actuar así, como dijo Alessa, Marlene no es de mi propiedad y si ella te quiere y tú la quieres yo soy feliz por ustedes-

Parecía que Peter había estado practicando sus mentiras desde hace mucho, sin saberlo los merodeadores lo habían hecho el mejor mentiroso.

Ellos siempre dejaban que él inventara las excusas, que él fuera quien mintiera por ellos y eso lo hizo un gran actor y un gran mentiroso.

-Pet... Claro que te perdonamos- Habló de inmediato Alessa y lo abrazó.

La sangre de Peter hervía por dentro, él hervía de furia ¡¿Ellos lo perdonaban?! ¡Él debía de perdonarlos! En ese momento toda la culpa que Peter llegó a sentir se fue.

-Gracias... - Dijo con simpleza a la rubia antes de ver a los demás.

-Por supuesto Colagusano, todos cometemos errores- Le dijo James.

Ese estúpido apodo ni siquiera le gustaba, solo se conformó porque a los demás les hizo gracia, pero los días en que Peter Pettigrew era el payaso de los merodeadores se acabaron, o eso se decía una y otra vez, pues fueron las palabras de su ahora señor.

-Todo bien Pet - Aseguró Sirius sonriendo.

-Yo también te debo una disculpa Pet, yo sabía lo que sentías y aún así la besé, pero te aseguro que la amo y no la voy a lastimar- Habló nervioso Remus.

Peter puso todas sus fuerzas en guardar la rabia que crecía en su interior cada vez que veía a Remus... Ese traidor.

-Está bien, yo lo voy a superar- Aseguró.

Claro que lo iba a superar, lo iba a superar cuando todos y cada uno de sus falsos amigos pagarán por su traición.

-¿Te vas a quedar Pet?- Preguntó James antes de abrazar a la rubia merodeadora.

-Claro ¿Tú madre cocinó?- Preguntó sonriendo falsamente.

Todos rieron de él, pero esto ya no le parecía gracioso al chico Pettigrew, ahora las bromas graciosas sobre si mismo eran una cubierta para su enojo y sed de venganza.

-Vamos entonces, a Marly le encantará saber que estamos bien, a estado muy preocupada- Comenzó Sirius antes de correr a la sala- ¡Rubia! - Llamó y Marlene lo vio- Todo bien primor, no tienes que estar más triste, ven vamos a bailar-

Sirius no dejó que Marlene contestará, cuando la vio sonreír la tomó del brazo y la hizo levantarse.

Los demás llegaron a tiempo para cuando ambos comenzaron a bailar.


Todos sonreían al ver bailar a los amigos, Sirius comenzó a girar a su mejor amiga mientras ambos reían.

-¡Black! ¡Manos donde pueda verlas!- Regañó Remus causando risas.

-¡Ahora soy Potter, Lunático! - Le recordó riendo.








☆゜・。。・゜゜・。。・゜★












23 de junio 1976.

Alessandra y Sirius estaban en el cuarto de prefecta de la primera.

Sirius tenía a su novia sobre él a horcadas mientras se besaban, su ropa estaba tirada por todo el dormitorio y el atardecer pintaba la habitación de un naranja muy hermoso.

-Ya es tarde, debemos ver a los demás para la broma a Filch- Recordó Alessa.

-¡No! ¡Me niego a levantarme de aquí! - Le respondió Sirius como un niño pequeño y abrazado más a Alessa.

-Estrellita, necesito darme una ducha, cambiarme y...- Alessa se acercó al oído de Sirius- Recargar energías para esta noche- Susurró.

Sirius sonrió ampliamente y la dejó libre de inmediato.

-Bien, pero avisales que no bajarás mañana- Le dijo mientras ella se levantaba a buscar su ropa.

-¿Porqué? -

-Porque no podrás caminar amor- Respondió el castaño oscuro y Alessa se rió.

-Buena suerte con eso... - Alessandra dejó de hablar al terminar de vestirse.

Comenzó a tocar su pecho, lágrimas salían por sus ojos, la sangre pasó frente a sus ojos, una lucha que no era la suya.

Escuchó el hechizo.

Septusempra! -

Sintió el dolor en su piel, sus tejidos siendo cortados, un grito de dolor salió de sus labios.

Sirius llegó a su lado justo a tiempo para sostenerla cuando se desvanecía ya que sus piernas no respondían.

JAMES! - Gritó Alessa.

Se levantó en un segundo con las pocas fuerzas que le quedaban, todo pensamiento se nubló, solo quería encontrar a James y sabía donde estaba.

-¡Alessandra!- Llamó Sirius, pero ella no respondió.

Alessandra ahora corría escaleras abajo, las lágrimas aún bajaban, el dolor se sentía, sentía la vida yéndose de su cuerpo y del de su mejor amigo.

Remus, Marlene y Lily estaban en la sala común y vieron a la chica casi moribunda correr con todas sus fuerzas.

Sirius bajó segundos después, estaba ya vestido, pero muy desarreglado.

-¡Algo le pasó a Cornamenta!- Gritó, luego corrió tras su novia.

Los demás lo siguieron de inmediato.
Alessandra apenas tenía fuerzas cuando llegó al baño de prefectos del séptimo piso, James había ido a tomar un baño con la contraseña de Alessandra.

-¡Aporis!- Gritó y la puerta se abrió.

Vio con horror la escena, su mejor amigo estaba tendido en un charco de sangre, a penas respiraba.

-¡Jamie!-

La rubia se lanzó sobre el charco y se acercó a rastras hacia el cuerpo pálido de James.

-James despierta- Pidió en un susurro- Por favor... No puedo perderte-Siguió.

Los demás llegaron en ese momento y vieron horrorizados la escena.

-¡Iré por McGonagall!- Gritó Marlene corriendo.

Los demás entraron. Alessa se derrumbó sobre el pecho lleno de sangre de James.

-Et dabo te virtutem meam pro te ut salvum illum.
Sana corpore sana mens sana in toto loco et ...- Recitaba la rubia una y otra vez.

-¡Alessa no! - Dijo Sirius cuando comprendió lo que hacía.

Pero ya era tarde, Alessandra se había desmayado, las pocas fuerzas y poder que le quedaban habían sido utilizadas para sanar a James, el chico dejó de sangrar y la sangre volvía a su cuerpo, pero las heridas no cerraban por completo.

Sirius tomó a su novia en brazos y Remus tomó a James, Lily lloraba y gritaba por ayuda. Marlene volvió con McGonagall y Dumbledore, los mayores vieron todo y sus rostros reflejaban horror.

-¡¿QUÉ PASÓ?!- Exigió Saber McGonagall corriendo hacia Alessandra- Mi niña, mi dulce pequeña ¿Qué te han hecho?- Murmuró

-¡Corran! ¡Tenemos que llevarlos con Poppy ahora!- Ordenó Dumbledore.

No hizo falta repetirlo, los dos merodeadores comenzaron a correr con sus amigos en brazos.

Fede iba pasando junto a Bianca en un pasillo y vio con horror como Sirius pasaba cargando a su hermana mellizas cubierta de sangre.

-¡ALESSANDRA!- Gritó y corrió tras ellos seguido por Bianca y los demás.

Sirius pateó la puerta de la enfermería para que esta se abriera.

-¡¿Pero que es esa manera de entrar?!- Comenzó Madame Pomfrey y luego vio a los dos Gryffindor llenos de sangre- ¡Merlín! Acueste al señor Potter allí y a la señorita Di Lessio aqui- Comenzó señalando las camillas.

Los demás llegaron en ese momento, Mademe Pomfrey comenzó a examinar a ambos estudiantes.

-¡¿Qué pasó?! ¡¿Qué le hicieron a mi hermana?!- Exigió saber Fede.

-Tiene síntomas espejo- Explicó Madame Pomfrey a todos- Lo que le pase al señor Potter le pasará a la señorita Di Lessio, ese es el precio de ser el alma gemela Fenix- Terminó.

-¿Entonces si sanas a Potter, Alessa despierta?- Preguntó Minnie y la sanadora asintió- ¡Sálvalo!- Exigió- ¡Salva a mis niños! -

Todos se quedaron en silencio viendo como la señora Pomfrey sanaba las heridas de James con sumo cuidado, pues aunque la magia de Alessandra las había cerrado y frenado la hemorragia aún eran cortes muy profundos.

-Es todo lo que está a mi alcance, ahora depende del señor Potter y de la señorita Di Lessio, tendremos que esperar a que despierten- Explicó.

Dos horas después ninguno de los heridos había despertado, sus heridas estaban curadas, ya no había hemorragias, ya no había daño, pero no despertaban.

Regulus, Amy, Alice y Peter habían llegado a la enfermería cuando se enteraron. Alice avisó a los señores Potter y Di Lessio los cuales ya se encontraban en camino.

-¿Qué clase de hechizo hace eso Albus?- Preguntó Minerva con lágrimas en sus ojos.

-No tengo idea- Respondió sincero Dumbledore.

-Septumpra... - Murmuraron Alessa y James despertando a la vez.

-¡Gracias a Merlín! ¡Mis niños! - Habló McGonagall.

Rápidamente se acercó al lado de sus dos alumnos seguida por los demás.

-Hola Minnie- Comenzó James con una media sonrisa.

-Creí que los perdía-Murmuró la profesora.

-Tranquila, aún tenemos muchas bromas que hacer- Contestó Alessandra.

-¡Mi amor!- Le dijo Sirius acercándose.

-No te correspondo de esa forma Canuto- Bromeó James.

Al parecer James y Alessandra perdieron hasta el color, pero jamás su sentido de humor.

-Cállate idiota, nos diste un buen susto- Le Regañó Lily.

-¿Te preocupas por mi Lily-flor?- Preguntó emocionado James.

-James, cariño, se te cayó- Le dijo Alessa.

-¿El que princesa?- Preguntó James viendo hacia los lados.

-La dignidad- Respondieron los otros merodeadores a la vez.

En ese momento entró Slughorn seguido por los padres de ambos adolescentes.

-¡Mis hijos!- Dijeron ambas madres.

Las dos se acercaron a sus respectivos hijos, luego de besar la frente de este cambiaron de lugar para besar al otro.

-¿Qué pasó?- Exigió saber Fleamont.

Enzo no hablaba, solo vio a su hija con rastros de lágrimas en los ojos y se acercó a abrazarla.

-Papá lo siento... - Murmuró Alessandra viendo a Enzo- Un Di Lessio no falla... Y yo fallé- Murmuró la rubia.

-No mi niña, no... Eso no me importa-

Fue en ese momento que Enzo Di Lessio se dio cuenta que había ejercido demasiada presión en su hija.

-Eso es lo que iban a decir los jóvenes- Contestó Dumbledore al señor Potter.

-Alguien me atacó, yo estaba de espaldas, estaba poniéndome mi ropa y escuché una voz que conjuraba un hechizo...- Contó James- Nunca había escuchado ese hechizo-

-¿Cuál era? - Cuestionó Minnie.

-Septumpra- Respondieron a la vez ambos amigos.

Los profesores se vieron entre ellos, no sabían si es que estaban desactualizados o los jóvenes se habían confundido.

-Nunca había escuchado tal cosa- Mencionó Dumbledore.

-Ni yo- Respondió James.

Alessa sin embargo se mantuvo callada y bajó su mirada, ella sí había escuchado ese hechizo o mejor dicho leído... En el cuaderno de alguien que había pensado era su amigo.

Ella había estado cuando lo probó... Ella comía un sandwich mientras lo hacía.

-¿Pero estarán bien?- Cuestionó Sirius preocupado.

-Lo estarán señor Black, solo deben quedarse para observación unos días, tal vez tres- Explicó.

-¡¿Tres?!- Dijeron a la vez James y Alessa.

-Sé lo que están pensando y sí, van a poder jugar el partido de la próxima semana- Contestó Minerva sabiendo lo que ambos pensaban.

Los dos adolescentes soltaron el aire que habían guardado y sonrieron.

-Deben descansar, vamos afuera- Pidió Dumbledore.

-Yo me quedo- Dijeron a la vez Remus, Fede y Sirius.

-Ninguno se queda- Sentenció McGonagall.

Remus, quien creía que lo que decía la profesora era santa palabra, avanzó junto a los Di Lessio que arrastraron a Fede.

-¡Sirius, tú también!- Le dijo Alessandra a su novio.

-No me voy a mover de aquí hasta saber que estás bien- Sentenció.

-Eso no dolió para nada- Murmuró James.

-¡Marlene!- Llamó Alessa.

Sirius abrió mucho sus ojos y vio a la rubia acercase con mirada mortal.

Sirius sólo le temía a tres cosas en el mundo. Número 1: La soledad, número 2: quedar calvo como su tío abuelo Phineas, número 3: Alessandra Di Lessio y Marlene Mckkinon enojadas.

-Vamos Siri, no me hagas sacarte de aquí a patadas- Le dijo y el Black, derrotado, salió con la cabeza abajo.

-¿Qué haremos aquí atrapados por tres días?- Preguntó James a su mejor amiga.

-Dormir-

Alessandra se levantó de su camilla y se dirigió a la de James, quien le hizo un gran espacio en la suya.

Se acostó junto a él y puso su cabeza en el pecho del azabache.

-Me salvaste la vida- Murmuró James- Sí tú no me hubieras encontrado nadie lo haría-

-Yo siempre te voy a encontrar Jamie-

Ambos se abrazaron antes de quedarse dormidos.






☆゜・。。・゜゜・。。・゜★






Alessa caminaba desesperada por los pasillos, recién había salido de la enfermería y tenía un claro objetivo.

Deseaba de verdad encontrar a Severus de una vez por todas para gritarle.

Por fin al dar una vuelta en el corredor oculto de las mazmorras lo encontró, pero no estaba solo.

Estaba con Avery, un chico de su año que no le caía nada bien a Alessa.

-¡No lo hiciste bien!- Le gritó a Severus Cristian Avery.

-¡Me dijiste que lo atacará! ¡Esa fue la orden y la cumplí!- Respondió Snape.

-¡Bien! ¡Pero él se va a enterar!-

Cristian Avery se fue de ahí por la otra esquina del pasillo dejando a Snape solo mientras resoplaba.

Alessandra comprendió de inmediato que esa había sido alguna clase de iniciación para unirse a su grupo y ella sabía perfectamente lo que eran los miembros de ese grupo.

Ella se acercó a Snape, él la vio sorprendido.

-Rubia ¿Porqué lloras?- Cuestionó preocupado el Slytherin.

Ni siquiera se dio cuenta cuando las lágrimas salieron, solo sabía que le dolía, le dolía mucho lo que había hecho Severus.

-¡¿Cómo pudiste?!- Le dijo.

-¿De qué hablas?- Preguntó Snape notablemente nervioso.

-¡Atacaste a James! ¡Yo lo sabía y no dije nada, creí que era mentira!-

-Rubia, espera, no es lo que crees- Comenzó asustado.

Ella se alejó de él en cuánto intentó tocarla, no podía verlo a los ojos si realmente había hecho eso.

-¡Lily tenía razón! ¡No debí confiar en ti! ¡Casi lo matas! ¡Y a mi también!- Recriminó.

-¿De qué hablas?-

-¡Lo que le suceda a James me va a suceder a mi tambien! ¡Casi lo matas y casi me matas a mi! ¡A mi! ¡Yo pensé que... - Alessandra soltó un sollozo- Pensé que éramos amigos... -

-Alessa, somos amigos- Respondió Snape mostrando la cadena que le había dado Alessandra.

Ella lo vio con una creciente llama de odio en sus ojos y el aire a su alrededor se volvió frío.

-¡Lo amigos no atacan a los amigos del otro! ¡Yo le rogué a James que dejara de atacarte, el lo hizo por mí!- Recordó-¡Ellos te dejaron en paz! ¡Y tú lo atacaste! ¡Y por la espalda! ¡No eres más que un traidor!-Acusó.

-Rubia por favor- Comenzó Severus con lágrimas en sus ojos.

-¡No me digas así! -

-Mi intención nunca fue herirte, solo a Potter-

-¡Si lo odias a él me odias a mi!-

Alessandra enterró sus uñas en sus palmas, amaba a Severus, fue su amigo, no quería atacarlo.

-¡No es lo mismo Alessandra! ¡Tú siempre lo pones primero!- Soltó Snape.

-¡No hagas esto Severus! ¡No me hagas elegir entre tu y James! porque te diré lo mismo que le dije a Sirius, a Remus, a mi padre y a Fede, no me hagas elegir porque vas a perder-

Alessandra arrancó la cadena que llevaba colgada y se la tiró a Snape en los pies, tenía algo que provenía de las palmas de Alessandra.

-¡Te odio!-

-¡Alessandra, por favor, escucha!- Pidió en tono de ruego el Slytherin.

-¡No te me acerques!- Lo apuntó y el aire alrededor de Snape faltó por unos segundos.

Alessandra salió corriendo en dirección opuesta a donde estaba Severus.

El pelinegro vio como su mejor amiga, su única amiga, lo mejor de su mundo, la luz que lo hacía mejor se iba de su vida para siempre.

Con lágrimas saliendo de sus ojos recogió el collar que Alessandra había tirado y lo abrazó a sí mismo.

Se sentía la miseria más gran del mundo, pero ella lo vale... Ella, Lily... Y...

-Y te has quedado solo... Solo para siempre- Habló la voz de Dumbledore.

El anciano director salió de las sombras del castillo.

-¡Esto es su culpa!- Le gritó Snape.

-Tú me pediste ayuda para salvarlos de la profecía- Recordó.

-¡Le dije que la cuidará! ¡Le dije que las salvara! ¡A AMBAS! ¡USTED DIJO QUE SI HACÍA ESTO LILY Y ALESSANDRA ESTARÍAN ASALVO!- Gritó.

-Lo dije y lo voy a cumplir, pero ellas no deben de saber que te unes a los mortífagos para espiarlos, ellas no deben de saberlo aún-

Severus secó sus lágrimas, deseaba con todas sus fuerzas la muerte de Lord Voldemort, tal vez así él podía estar con sus mejores amigas de nuevo y con la persona que más ama también.

-Ellas me odian ahora y es su culpa, usted me dijo que me alejara de Lily para que me hablarán y lo hice, me dijo que hiciera la prueba para entrar, que atacará a Potter y lo hice, pero usted no hace más que manipular a las personas para que hagan lo que quiere-

-Lo que quiero es que esta guerra acabe Severus-

-Y no le importa las amistades que destruya, los amigos que separe, las personas que mueran, usted solo quiere ganar-

Severus comenzó a caminar en dirección opuesta a la de Dumbledore.

-Las voy a cuidar Severus, ambas saldrán sanas y salvas si haces lo que te pido- Recordó.

-Lo haré, pero lo hago por ellas... Y por él -

Sin decir más Severus se fue de ahí dejando a Albus Dumbledore solo.

-Si demostraras esta protección abiertamente hacia ellos tal vez yo no podría hacer esto tan fácil... - Murmuró Dumbledore.

-Señor... -

El anciano se volteó y vio a su segunda arma secreta en el ejército de Lord Voldemort.

-Narcissa Black...- Saludó.

-Señor... - Repitió.

-¿Estas escuchando?- Preguntó.

-Sin querer señor... -

La rubia se acercó a profesor con la mirada en alto y porte de orgullo, toda una Black.

-Hablé con Lucius ayer- Informó- Hay espías, en ambos bandos-

-¿De qué hablas?-

-Dijo que tienen dos espías, no me dijo mucho, solo que tenían buena información-

-Esto no es bueno Narcissa... -

-Lo sé señor-

Dumbledore se volteó para caminar en dirección a su oficina.

-Señor... - Llamó Narcissa- Me alejé de ellos... ¿Me jura que mis primos y hermana estarán a salvo?- Preguntó con ojos cristalizados.

-Siempre señorita Black-

Nota:

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Teorías?

¿Quién es él para Severus?

Pinche Peter. 😒💔

Ay Sev... 🥺💔

Cissy... 💔☹️

¿Qué piensan de lo que hizo Narcissa por sus primos y hermana?

(Cabe aclarar que habla de Andrómeda porque Bellatrix ya no tiene salvación)

¿Qué piensan de lo que hizo Severus?

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