🌪️Three🌪️

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Unas semanas después 6 amigos: James, Sirius, Remus, Alessandra, Fede y Peter. Ya destacaban sobre los otros, pero no de manera 100% correcta.

Alessandra, James y Sirius ya habían hecho más de 15 bromas distintas y había obtenido 5 castigos, Peter que los seguía a todos lados así que también era castigado mientras que Fede y Remus se mantenían como simples cómplices por añadidura.

Pronto se convirtieron en el temor de los profesores, pero al mismo tiempos eran los alumnos más brillantes de todos, excepto por Peter, los otros destacaban en cada clase sin tan siquiera proponérselo.

También los enfrentamientos entre la rubia Di Lessio y la pelirroja Evans eran cada vez más frecuentes, nadie entendía porqué se llevaban tan mal si parecían tan iguales, pero aún así esta disputa hizo que esa mañana Alessandra tomara venganza de Lily Evans por haberle dicho Estúpida niña mimada.

La niña Di Lessio se levantó temprano y se arregló, bajó rápidamente antes de que las demás despertarán y se fue con sus mejores amigos quienes estaban esperándola temprano por petición suya.

Unos 15 minutos después se escuchó un gritó y Alessandra comenzó a carcajearse mientras los demás la veían esperando que no fueran los gritos de Evans de nuevo.

-¿Qué hiciste Alessa?- Preguntó James.

James abrazaba a Alessandra por los hombros mientras ambos compartían un sillón de dos plazas, Sirius estaba en otro con Remus y Fede mientras Peter estaba en uno individual.

-¿YO? No he hecho nada Jamie- La Di Lessio sonrió de manera angelical haciendo a sus amigos tener lo peor.

Sirius, que veía la escena divertido pues ya conocía a la rubia y sabía que algo malo había hecho, sintió como en su estómago empezaron a volar mariposas y miró hacia otro lado sonrojado.

Remus veía a Sirius bastante divertido y seguro de que le ganaría la apuesta a Fede, el conocía de sentimientos.

En ese momento una muy enojada Lily Evans bajó la escaleras, traía el cabello lila con mechones rubios y hasta las cejas eran de color morado intenso.

Remus y Fede aguantaron una carcajada por respeto a la niña, Peter abrió la boca en una perfecta O mientras que los otros tres estallaban en carcajadas.

-Lindo estilo Evans- Se burló la rubia divertida.

-¡¿QUÉ ME HICISTE?!-Gritó la ahora rubia-lila.

-¿Yo? Yo no te hice eso, debió de ser tu castigo por ser tan... Tú-Siguió burlandose Alessandra.

James veía todo con diversión mientras que Sirius sonreía como un bobo y los otros tres decidieron no involucrarse.

Alessandra tenía en claro que estaba mal su broma, pero había encontrado una especie de escape a la perfección que le obligaba a tener su vida y ese escape es molestar a Evans.

-Le diré a McGonagall- Amenazó la antes pelirroja.

-¿Tienes pruebas de que fui yo? Minnie querrá pruebas ¿Cómo sé que no te hiciste esto para culparme?- Siguió Alessa sonriendo.

-Ya déjame en paz niña tonta y mimada-

-Ay Evans diría que es mutuo, pero como ya te he dicho en distintas ocasiones no eres tan importante como para desgastar mi muy valioso tiempo pensando en que es lo que me causas, aunque con esa cara de rata dormida diría náuseas- Habló la Di Lessio con enojos.

-Me la vas a pagar-

Lily Evans apuntó la varita a Alessandra y está solo sonrió antes de levantarse. Fede y Remus se miraron entre ellos.

Hasta ahora habían permitido que Alessandra tome un poco de control en su vida, que deje de ser siempre la hija perfecta de Enzo Di Lessio y se divierta, pero ahora no sabían si fue un error.

-Mierda esto no va a salir bien- Soltó Fede nervioso.

Lily intentó lanzar un hechizo, pero ni bien movió la boca Alessandra apuntó su dedo índice y sin tan siquiera tener la varita en mano pronunció.

-Expelliarmus-

La varita de Evans salió disparada y ella junto a los otros 5 chicos dirigieron la mirada a una calmada rubia.

Por alguna razón Alessandra no se había enfadado, pero luego Remus descubrió el porqué al ver cómo la rubia presionaba sus uñas contras sus palmas.

-En tu corriente vida me vuelvas a apuntar o tratar de hechizar, créeme, no quieres que me defienda- Advirtió Alessandra.

Tomó su mochila y salió de la sala con rapidez queriendo ocultar aquel fallo en el control de su poder que había tenido.

James miró a Fede y asintió antes de salir detrás de la niña con su mochila al hombro, pronto Sirius lo siguió y al pasar por donde Evans le sonrió se agachó y le entregó su varita.

Peter lo siguió rápidamente y Remus le sonrió en disculpa a Lily antes de irse.

-Mi hermana hace esa poción desde los 5 años, se pasará el efecto en dos semanas, toma- Le dijo Fede apareciendo un gorro rojo escarlata y dándoselo.

-¿No te vas a reír?-Le preguntó la niña con una solitaria lágrima.

Fede se acercó lento y se la quitó. Trataba de ser parcial, pero dudaba a veces del carácter de su hermana.

-Ella aveces es un poco vengativa, pero es mi hermana, mi melliza y mi mejor amiga, sin mencionar que tu iniciaste todo Evans, trata de mantenerte lejos de ella-Aconsejó- Y no la juzgues tan duro, tal vez en algún momento sepas porqué es así-

El niño salió de la sala para después alcanzar a su hermana y amigos en la clase de encantamientos.

El profesor les enseñó el hechizo de Wingardium Leviosa, algunos destacaron al hacerlo, otros simplemente no pudieron incluso después de dos horas de clase.

Lily salió y alcanzó a su amiga Bianca Giattioni y a Severus Snape, ambos salían de Transformaciones mientras que los de Gryffindor iban entrando, para sorpresa de todos Alessandra se acercó y saludó a Snape que sonrió mientras ella seguía su camino.

Sirius y James enfadados abrazaron a su amiga mientras Fede se quedaba mirando a la chica rubia que estaba con Lily y Snape.

-¿Vienes Fede? - Le preguntó Remus.

El aludido asintió y siguió su camino rápidamente tratando de no ver hacia atrás.

-¿Qué fue eso?- Le Preguntó Lily a Snape.

-Ella es amable conmigo- Explicó el Slytherin.

Después la Ravenclaw y el Slytherin se fueron para dejar a Hufflepaff y Gryffindor en su clase.

-Buenos días a todos hoy avanzaremos en el tema de transfiguración de objetos metálicos- Comenzó McGonagall-Frente a ustedes tienen pequeñas hastillas de madera que tendrán que transfigurar a pequeños alfileres con la teoría de ayer, comiencen- Terminó.

Los Di Lessio rápidamente se pusieron a competir en quien lograba transfigurar más hastillas, Sirius y James se unieron poco después mientras que Remus ayudaba a Peter que nisiquiera lograba pronunciar el hechizo debido a que estaba nervioso por alguna razón.

Lily, que estaba sentada con Marlene, veía todo con cara de odio al mundo y Marlene decidió no preguntar.

-10 puntos para Gryffindor, magnífico señorita Evans y señorita Di Lessio- Alagó McGonagall- Me gustaría que apartir de la próxima clase compartieran asiento- Siguió la profesora una vez la clase terminó.

-Creo que eso no va a ser posible, nosotras no disfrutamos de la compañía de la otra- Explicó la pelirroja no tan pelirroja acomodando su gorro de lana.

-No es pregunta-

Evans salió como alma que lleva el diablo mientras que la rubia esperó a que todos se fueran, incluyendo a sus amigos, para poder persuadir a la profesora.

-Minnie querida, sé que no quieres mucho a la pelirroja, pero sé que por mi tienes cierto afecto- Comenzó- Me preguntaba...-

-No Di Lessio-

-Verás Minnie esta mañana tuvimos un pequeño percanse y ella intentó atacarme como sabrás me tuve que contener mucho, pero...-Continuó la niña

La profesora palideció y le prestó atención a la Gryffindor de inmediato con miedo a saber el resto.

-¿Le hiciste daño?- Preguntó.

-¡¿Qué?! No- Respondió rápidamente la rubia-Me cae mal lo creída que es, pero no le hice nada- Siguió, pero aún veía la duda en McGonagall-La desarmé antes de que ella lamentará hacer algo- Aseguró.

Alessandra se sintió algo herida por la desconfianza de McGonagall, pero claro que había quiénes temían al poder que guardaba su familia...

Incluso ella misma llegó a temer de su propio poder ¿Qué pasaría si un día ella deja de controlar el aire y el aire es quién la controla?

Su padre le dijo una vez "Si no sabes controlarte, te van a controlar" y ella enserio quería saber controlarse.

Quería ser como él, su padre jamás falló, los libros lo relatan como un héroe y ella quería ser así... Lástima que la confianza en cumplirlo era lo que más le faltaba.

-Nunca creí decir esto, pero buena decisión y estoy de acuerdo con lo que hiciste Alessandra-

-Entonces comprenderás...-

-No-

-Minnie esto que hay entre tu y yo- La niña se señaló y luego a la profesora-Se acabó- Sentenció la pequeña haciendo drama antes de salir.

Minerva sonrió y miró a la niña alejarse, se había ganado un poco de su cariño en tan sólo unos días, le recordaba un poco a si misma.

Bajó un poco su vista, se encontró con una bolsa, la abrió y dentro había un trozo de pastel de fresas y una nota: "Para la mejor profesora de la mejor alumna y su favorita, cabe aclarar"

-Tu tienes un ego que le haría competencia a Sirius Black mi querida Alessandra Di Lessio- Habló divertida antes de comer el pastel.









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Ya en la tarde, durante el almuerzo, Alessandra notó la ausencia de Snape en la mesa de Slytherin a lo que dedujo que estaría en la biblioteca o escondido por alguna broma de sus amigos.

Tomó un poco de comida y se levantó para ir a buscarlo, algo le decía que el chico necesitaba que ella lo busque.

-¿A dónde vas Alessa?- Preguntó James.

-A buscar algo Jamie, los veo en pociones, guárdame lugar Sirius- Dijo antes de irse.

Se dirigió a la biblioteca y efectivamente ahí estaba el joven Snape con su nariz en un libro de pociones.

Se acercó con cuidado de no ser vista por la bibliotecaria y se sentó frente a él.

-Hola Sev- Saludó asustando al niño.

-Hola rubia- Contestó este ya calmado.

-Te traje comida, supuse que no desayunaste- Siguió la chica entregándole pastel de carne, jugo de calabaza y un postre.

-¿Có-cómo sabes que es mi favorita?- Preguntó un sonrojado Severus.

-Te presto atención- Habló obvia la Di Lessio- No te molesto más, sé que te busca estar solo- Ella se levantó sonriendo-Te veo en pociones-

Justo antes de irse sintió que alguien le tomó la muñeca, al voltear Snape la miraba de manera confusa.

-¿Porqué eres amable conmigo y odiosa con Lily? ¿Acaso eres de esas que creen en la pureza de sangre?-Preguntó en un susurro.

-¡¿Qué?! No para nada- Respondió rápidamente- Tengo muchos amigos y no me importa nada su sangre, mientras sean amables con los que quiero y conmigo- Explicó- Evans no cumple ninguno de esos requisitos-

-Yo tampoco soy amable con tus amigos-

-Pero ellos no lo son contigo y el hecho de que no te lleves con ellos no significa que no me lleve contigo- Severus la vio aún más confundido- Nos vemos Sev y come, no quiero que te enfermes-

La niña se fue a buscar a sus amigos dejando a un sonrojado Snape aún más confundido, nadie se había preocupado por el, solo Lily Evans y estaba seguro que de alguna forma Alessandra Di Lessio supo lo que significaba para él ese día.

Supo que estaba triste y lo buscó ¿Cómo? No lo sabía, pero aún así se lo agradecería.

Sonrió enternecido viendo la comida y empezó a disfrutarla aún con una pequeña sonrisa.







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Después de otro par de meses los demás amigos empezaron a notar la ausencia de Remus en ciertas noches, los mellizos Di Lessio le ayudaban con excusas pero sabían que sus amigos no eran tontos.

Siguieron así por meses hasta las vacaciones de Navidad, al menos tendrían un descanso de mentir.

Alessandra se preguntaba ¿Qué diría su padre cuando volviera? ¿Estaría decepcionado de que ella no quedara en Slytherin como él? ¿La iba a castigar por esas bromas que hacía? ¿Se habría enterado de sus peleas como Evans?

Minnie apareció en la sala común anunciando que los que se quedarían en el castillo deberían de poner su nombre en la lista que traía y así la sacó de sus pensamientos.

Sirius se puso en pie, pero rápidamente Alessandra tomó su mano.

-¿Qué haces?-Preguntó.

-No volveré a casa hasta las vacaciones, mamá está que si me ve me va a matar a crucios desde que quedé en Gryffindor- Explicó con tono triste el Black.

-No irás a tu casa, irás a la mía- Le dijo Alessandra rápidamente- Te conozco sabía que harías algo como esto, así que hablé con mis padres y ellos aceptaron que tu también vengas a casa con nosotros- Explicó amable.

Sirius se quedó mirando a los penetrantes ojos azules de su amiga y sí con sus 12 años recién cumplidos decidió que quería seguir viendo esos ojos hasta el día de su muerte, no entendía si por el brillo que aparecía cuando ella le sonreía o por la dulzura en ellos, pero quería verlos para siempre.

Le ofreció una mano a su amiga para que se levantara y la abrazó mientras ella le acariciaba el cabello, Sirius ocultó su cara en el hueco entre el cuello y el hombro de la niña y una solitaria lágrima bajo por su mejilla.

-Conmigo siempre serás bienvenido Sirius Orión Black- Murmuró la rubia- Lo prometo-

James observaba todo con una sonrisa y le guiñó un ojo a su amiga como diciendo "Gracias por eso" y  ella negó sonriendo.

Minerva observó todo y luego de salir con la lista ya completa se dirigió a la oficina del director dijo la contraseña y una vez dentro hizo algo que pocas veces se dejaba hacer, reír.

-Voy a ganar esa apuesta viejo- Dijo de pronto.

-¿A qué viene eso Minerva?- Preguntó el director divertido.

-La chica Di Lessio ve a Potter como un hermano y ha Lupin como si fuera una planta, el chico Peter es un cero a la izquierda así que yo ganaré esa apuesta- Siguió feliz.

Los profesores cada año eligen a algunos estudiantes para emparejarlos, muchos de ellos tenían razón en sus apuestas.

Este año Sprout había votado por Alice Smith y Frank Longbottom. Flitwick votó por Evans y Snape. Albus Dumbledore por Alessandra Di Lessio y James Potter también por Federico Di Lessio y Bianca Giattioni, mientras que Minerva, contra todo pronóstico, eligió a Sirius Black y Alessandra Di Lessio.

Todos se decían locos entre sí, pero el que peor quedó fue Hagrid al apostar por Peter y Marlene.

Un divertido Albus observaba a Minerva de un muy buen un humor por primera vez en años.

-¿Soy yo o al fin a llegado ese alumno que es el favorito de un maestro?-Preguntó un divertido Dumbledore.

-¿Quién? ¿Black? Ni en tus mejores sueños Albus-

-Me refiero a la niña-

-Ahh... -

McGonagall sonrió dulcemente al recordar a la niña amble que suele ser Alessandra con ella.

Minerva había visto por mucho tiempo en su viejo compañero Enzo, padre de la niña, como el poder Fénix lograba quitar la felicidad de su portador gracias a la presión.

Pero aún así ella siempre veía a Alessandra sonreír, estaba feliz, se esforzaba por estarlo, por no perder la esperanza.

-No puedes negar que tienes una favorita- Siguió Dumbledore.

-Y no lo haré, es brillante- Admitió Minerva- Al igual que tu con Potter y Horace con Snape- Terminó divertida.

-Cada quien con su niño en la carrera-Bromeó Dumbledore.

-La mía los destruirá en la primera ronda- Sentenció McGonagall.

Se la veía orgullosa al hablar de su alumna, como si de una madre hablando de su hijo se tratara.

-Nunca te había visto tan alegre, confiada y mucho menos hacía un estudiante-

-¿Qué puedo decir Albus? Ella saca lo mejor de mi, me recuerda a mi misma- Dijo orgullosa McGonagall.

-Si no me dices no me doy cuenta...-

Esto no fue del todo un cumplido por parte de McGonagall, ella mejor que nadie sabía lo que era presionarse a si misma para no fallar.

Recordaba el lema de los Di Lessio, había escuchado a Enzo murmurarlo tantas veces en las batallas contra Grindelwald que ya casi se lo había grabado.

"Un Di Lessio nunca falla"

Nota:

Buenas, seguimos con la edición.

¿Qué les parece hasta ahora?

¿Qué creen que pase? ¿Qué cosas van a cambiar?

¿Teorías?

Los amo. ❤️

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