POV: Fred
Me besó, en la mejilla, pero me besó. El suave tacto de sus labios contra mi mejilla bastó para que sintiera mi corazón a mil por hora, aún lo tengo así y eso que se fue hace unos minutos. George entró por la puerta con una sonrisa, la broma salió bien.

-¿Qué tienes? Me preguntó
-Yo… Me quedé a esperar a Chloe y charlé con ella, antes de irse ella me dio un beso en la mejilla. Le dije y una gran sonrisa se dibujó en mi cara.
-¿Ella te besó la mejilla y por eso casi sufres insolación? Preguntó divertido.
-Cállate, ya quisieras que fuese Gabi la que te da un beso a ti.

George no me respondió, JA gané, ambos nos pusimos en pie y nos dirigimos a la habitación
No me puedo dormir, sigo pensando en ella, pero ¿Por qué?. ¿De verdad me gusta o solo es atracción? No lo sé.

POV: Chloe.
A la mañana siguiente a primera hora en mk clase de encantamientos un Snape muy enojado llegó y pidió permiso para hablar conmigo. Apenas salí vi lo que nunca creí ver, Snape con cara de preocupación.

-Escuché que anoche fueron castigados ¿QUÉ DEMONIOS PENSABAS HACER? Me gritó.
-Yo...
-Tu? Tu nada, lo primero que te dije fue que no te metieras en más líos y vas y te tiras de cabeza a ellos, estúpida niña. Me dijo
Todo encajó.
-El regalo de navidad ¿Fue usted? Le pregunté.
Su cara se relajó.
-No me cambies de tema, hablaremos de eso después. Pero por ahora solo quería asegurarme que estuvieras bien.
-Señor es muy amable y todo, pero ¿Porqué se preocupa por mi? Le dije con curiosidad.
-Hay muchas cosas que no entiendes mini rubia. Me dijo

¿Mini rubia? Snape estaba usando apodos?

-Me confunde señor...
-Te daré repuestas, ven a mi despacho antes de la cena y manda saludes a tu hermano. Me dijo antes de irse, su túnica hizo un ligero frufru.

Entré de nuevo con cara de desconcierto.
Pasó el resto del día, le conté a los chicos sobre mi charla con Snape y como me dijo Snape antes de la cena me dirigí a su despacho. Toqué la puerta y escuche un "Pasa niña". Entré y todo es tan sombrío.

-Toma asiento.
Me senté en una de las sillas.
-Fuiste muy lista con lo del regalo, fui yo. Dijo mientras sacaba dos cadenas de su túnica y mostraba una tenía las iniciales "S.S" y la otra "A. D"
-¿Sabes que significan? Me preguntó.
-¿Severus Snape? Le dije señalando a la de "S.S"
-Eres muy lista, la otra significa Alessandra Di Lessio.

Me quedé estática ¿mi tía de nuevo? ¿Porqué todos la mencionan estos días?

-¿Era amigo de mi tía? Le pregunté.
-Era mi mejor amiga, la única que me entendió después de mi error. Yo la perdí por mi estupidez.

Sonaba tan ¿triste?

-La amé de una manera fraternal y cuando la perdí sufrí como nadie. Perdí mucho ese día.
-Señor, le aseguro que no menosprecio su sentir, pero ¿Qué tiene que ver conmigo? ¿Porqué se preocupa por mi?
-Cuando te vi, volví a ver a la niña de 11 años que me defendía de sus amigos y que me llevaba comida a la biblioteca cuando me quedaba a estudiar hasta tarde.

Oh, el también.

-Usted la ve en mi. Le dije
-No. Eres muy distinta, no niego que eres muy lista, diría que hasta más que ella y tienes un ego tan elevado como el suyo,pero no tienes nada que ver con ella.
-No entiendo.
-Te cuido porque no puedo perder a dos Alessandras.

Ok, esto es raroo.

-Señor...
-No puedo explicar todo, eso lo sabrás más adelante.
-Bien.
-Te voy a entrenar a partir de ahora.

Eso no parecía una pregunta.

-¿Porqué?
-Tu poder es mucho mayor al que crees, ya hablé con tus padres y ellos están de acuerdo, quiero enseñarte artes tales como oclumancia y leremancia.
-¿Enserio? Dije emocionada.
-Sí, empezaremos en 2 días. Ya puedes irte niña.
-Gracias, Sev. Le dije

El se puso rígido de pronto.

-No seas irrespetuosa. Me dijo
-Tu me dices niña, yo te digo Sev. Adiós.
Salí de ahí antes de que me asesine.

Paso un tiempo, en el cual hubo una pequeña misión nocturna para entregar el dragón de Hagrid a unos amigos de Charlie para que lo llevarán a Rumanía y allí lo cuidarán, seguí entrenando con Sev cada día antes de la cena. Luego todo fue tranquilo hasta que nos dimos cuenta, bueno Harry se dio cuenta de algo.

-¿No les parece raro? Hagrid quiere un dragón y justo un extraño aparece con uno ¿Quién viaja con un dragón? Además de que lo único que pide a cambio es algo de información sobre Fluffy, el perro guardián de la piedra y justo después aparece esa cosa en el bosque. Decía Harry mientras nos dirigíamos a la cabaña de Hagrid.

Tiene razón, es realmente extraño todo esto. Como un montaje bien planeado, demasiado, bien.

-¡Hagrid! Le dijimos cuando lo vimos tocando la flauta frente a su cabaña.
-¿Digan?
-Ese extraño ¿Qué te preguntó sobre Fluffy? Le preguntó Harry
-¿Qué? Amm lo normal que donde lo tenía, qué comía, cómo lo tranquilizo.
Bingo.
-¿Te preguntó cómo tranquilizar a Fluffy? ¿Qué le dijiste? Le pregunté
-La verdad que a Fluffy solo lo tranquiliza la música. Dijo.

De nuevo se daba cuenta de que habló demasiado.

-Ustedes no deberían de saber eso. Dijo
-Gracias. Le dijo Ron mientras corríamos.
-Hay que decirle a Dumbledore. Dijo Hermione

Todos corrimos hasta llegar a la oficina del directo de donde venía saliendo la profesora MacGonagall, nos observó por un minuto inquisitiva.

-Tenemos que hablar con el director. Dijo Harry cuando recuperó el aliento.
-¿Hablar con él? Me temo que es imposible, el director fue llamado a Londres de urgencia, se fue hace una hora. Volverá mañana
-¿Se fue? Minnie ¿Cuándo va a volver? Le dije.
-No lo sé Di Lessio.

Ella se fue, caminamos de vuelta a la sala común hasta que nos encontramos con Snape.

-Pero bueno ¿Qué hacen 4 Gryffindor dentro en un día tan lindo? Dijo sarcástico
-Estudiar. Le dije
-¿Qué en el pasillo?
-Volvemos de la biblioteca. Mintió Hermione.
-Cancelaré la lección de esta noche niña. Me dijo.
-Bien. Dije

Snape asintió y se fue. Ya en la sala común todos pensamos lo mismo.

-Intentará robarla hoy. Dijo Harry.
-Hay que detenerlo. Decía Hermione
-Tenemos que escaparnos hoy, he ir por la trampilla. No entiendo, si el quiere robar la piedra ¿Porqué me da lecciones extras? Le dije
-Tal vez para sacarte información. Me dijo Herms
-No lo creo, no ha logrado entrar en mi mente. Dije

En todas las lecciones el no logró entrar en mi mente y no parecía sorprendido, aunque yo tampoco había logrado nada.

-¿A las 9? Preguntó Ron.