☃️ ¿2 SHOTS? No, no. 3 SHOTS. Final ☃️

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Una semana y media en Seúl y TaeHyung se sentía demasiado aburrido. Ya había salido, ya había tenido sexo... Se había "divertido" y estaba en una sesión de fotos que se estaba volviendo demasiado larga esa maldita mañana.

Dios, era demasiado temprano y tenía un humor de perros.

—Tae, ven aquí —pedía Lee, llamándole a una esquina.

No se veía muy feliz, TaeHyung suspiraba y se acercaba, una de sus maquilladoras no le dejaban—. ¿Puedes dejarme respirar y luego continúas? Por favor —susurraba.

Tanto la maquilladora como Lee se sorprendían ante la palabra "por favor", la mujer ya estaba acostumbrada a los gritos y a veces mal trato del chico. Pero lo conocía desde sus comienzo, asintiendo, la mujer se retiraba.

Lee fruncia el ceño y TaeHyung alzaba sus cejas—. ¿Qué sucede?

— ¿No tienes el número de SeokJin? Aún falta una canción. Dijo que te llamó, te envío mensajes y no puede comunicarse ¿Qué mierda, Tae?

El Idol suspiraba—. Ya tengo su canción, pero por si no lo notaste he estado ocupado desde que llegué a Seúl. Se la enviaré a su correo y luego que le haga los arreglos necesario —se encogía de hombros y agachaba la mirada, jugando con un papel en el suelo mientras lo empujaba con su pie.

Lee lo estudiaba—. Creí que habían hecho una amistad

—Creíste mal —respondía, cruzado de brazos.

—No, ustedes estaban bien. Lo ví cuando me mostraste las canciones, eran un buen equipo, había buena relación ¿Qué sucedió?

—Nada —respondía sin mirarle.

Su manager dejaba escapar todo el aire por sus fosas nasales y recordaba como TaeHyung lo había estado mirando la noche de navidad y como lo miraba constantemente.

—Dios. Sé que te gustan más grandes, pero por favor dime qué no te gusta Jin y que no la cagaste con él —susurraba para que nadie más oyera.

TaeHyung se tensaba—. No me gusta. Es ofensivo que creas que yo la cagué, pero como sea —susurraba.

Aún seguía mirando el suelo, Lee se empezaba a impacientar, así que tomaba su mentón para que lo mirara—. No me mientas. Y por favor sé responsable con él. Este disco es tu trabajo y el suyo, no lo arruines a último momento y llévale la maldita canción en persona para terminar lo más pronto posible. Las disquera se está impacientando, igual que yo.

TaeHyung respolaba, parpadeaba y lo miraba fijamente—. Le llevaré la canción personalmente hoy.

Lee lo soltaba con lentitud, suspiraba y volvía a preguntar—. ¿No te gusta Jin, cierto?

TaeHyung lo miraba fijamente—. No, no me gusta —repetía con seguridad.

Y debido a eso y la mirada fija, Lee suspiraba y le creía.

Cuando la sesión había acabado y TaeHyung se encontraba listo para ir al departamento del productor, Lee ya había arreglado con el mismo que lo llevaría y lo dejaría en la puerta de su edificio para asegurarse que el chico no se escabullera.

Así que ahí estaba el auto estacionado, TaeHyung suspiraba cuando veía que SeokJin estaba en la puerta, apoyado sobre esta con las manos en sus bolsillos y una camisa celeste con pantalones negros. SeokJin no los veía debido al vidrio polarizado, pero él podía verlo.

Suspiraba y miraba a Lee.

—Ve ahí y termina tu disco. Pausamos actividades por al menos cinco días más, pero por favor no salgas de ahí sin terminar todos tus asuntos inconclusos para poder lanzar este nuevo material. Por favor, hijo —suplicaba.

TaeHyung lo miraba y asentía con calma, luego la puerta era destrabada y suspiraba antes de salir.

—Por cierto... —añadía, llamando la atención de Lee—. Te dije que no me gustaba Jin y era verdad

—Y te creo —afirmaba Lee.

TaeHyung asentía, salía del auto y cruzaba la primer mirada incómoda con el productor, quien seguía parado dentro de su edificio sosteniendo la puerta abierta para él.  Veía con claridad como el tipo suspiraba.

Se giraba y volvía a mirar a Lee.

—Estoy enamorado de él —confesaba y Lee se quedaba con su boca abierta, pero TaeHyung no le dejaba decir nada más y se despedía—. Hasta luego, Hyung.

La puerta se cerraba y TaeHyung tronaba su cuello, se giraba y avanzaba como si la mirada de SeokJin sobre él no lo hiciera temblar, recordándole la primera y última vez juntos, haciéndole salivar, deseando y anhelando.

No iba a dejar que la vergüenza se apoderara de él. Lo hecho, hecho estaba. Y por más que SeokJin quisiera borrarlo de su memoria, él había respondido a sus besos y sus caricias y se había corrido junto con él. Con o sin ayuda del alcohol, su encuentro había sido real.

—Hey, niño... —saludaba, estirando su mano.

TaeHyung rodaba los ojos y lo esquivaba—. Anciano —saludaba, camino al elevador.

SeokJin suspiraba y lo seguía en silencio, estaba más que dispuesto a recuperar el ambiente relajado entre ambos, pero cuando TaeHyung había bajado de la camioneta y sus miradas se había encontrado, todo el cuerpo de SeokJin se había tensionado, recibiendo de repente todas las imágenes de la noche aquella en la que había sacado al chico de la fiesta antes de que sus labios tocaran los del otro tipo en cuestión.

¿Qué mierda había sucedido con él? Le gustaría haber podido culpar al alcohol, pero SeokJin tenía alta resistencia y no había bebido como imbécil sabiendo que era el conductor designado.

Simplemente una llamarada extraña de posesión y celos se había encendido cuando había visto que los labios de TaeHyung estaban a punto de ser besados por alguien más a quien el chico seguramente ni siquiera deseaba. TaeHyung lo había deseado a él días antes, no iba a dejar que otro don nadie tocará sus labios después de tanto tiempo.

Bueno, un mes no era la gran cosa, pero viniendo de alguien como TaeHyung, probablemente había sido una jodida eternidad. Y él quería... Quería que ese chico no lo besara y por eso había arrastrado al Idol lejos, para luego verlo tan enfurecido, con labios rojos y mirada hambrienta que lo habían hecho sucumbir a sus oscuros deseos.

Sin mencionar que lo había estado vigilando toda la jodida noche para ver qué hacía o dejaba de hacer.

TaeHyung había jodido su cabeza. Era todo su culpa. La forma en que había respondido a su beso, sus labios derritiéndose contra los suyos, respondiendo sedientos a su lengua. Sus ojos pesados y llenos de lujuria. La forma en que el chico estaba más que listo para ser suyo esa noche y lo tenía completamente desnudo bajo su cuerpo cuando él estaba aún a medio vestir.

Se le calentaba la piel por aquellas imágenes que lo atacaban cuando se quedaba sin nada en que pensar y pese a que había intentado no darle un segundo pensamiento, como era de costumbre, no había tenido éxito. Había pensado en TaeHyung cada maldita vez. 

— ¿Vas a subir o qué? —preguntaba el chico, ya dentro del elevador.

—Oh... —SeokJin se metía de inmediato y presionaba su piso para luego aclarar su garganta y su cabeza que, había estado perdida entre recuerdos.

TaeHyung suspiraba, se sentía claustrofobico encerrado con ese hombre en un espacio tan pequeño.

— ¿En qué piensas? —preguntaba con ese tono de voz desganado.

SeokJin abría sus ojos y lo miraba muy apenas y sorprendido de verlo conversar.

—Umm, solo me preguntaba por qué bloqueaste mi número de todos lados cuando estamos trabajando juntos —mencionaba con suavidad.

Luego la puerta se abría y estaban directamente en el apartamento de SeokJin. TaeHyung alzaba sus cejas al ver el espacio grande, abierto y relajado.

Salía del elevador y giraba para ver a SeokJin—. ¿Por qué crees que te bloqueé de mis llamadas y mensajes?

Pero solo había sido una pregunta retórica, porque TaeHyung había entrado como si ya hubiera estado allí y se había dirigido siguiendo su instinto, camino al estudio o la puerta que indicara que era el estudio de Jin. No había esperado respuesta.

El productor suspiraba y lo seguía.

—Ni siquiera sabes a dónde vas —exclamaba.

TaeHyung se encogía de hombros—. Guíame

— ¿Quieres beber algo antes? ¿Has comido? —preguntaba con las manos aún en sus bolsillos. Su pelo lacio era algo así como un bonito desastre dónde TaeHyung quería meter sus dedos, pero apartaba el pensamiento. SeokJin seguía mirándolo—. Lee me dijo que apenas comiste en tu sesión de foto ¿Quieres que cocine algo para ti? Aún no he comido, podemos hacerlo en el estudio —señalaba en dirección a una puerta que dejaba ver el pequeño estudio que tenía allí.

TaeHyung miraba rápidamente y luego volvía su vista al mayor—. No te gusta que coman en tu estudio —mencionaba con puchero. SeokJin lo había regañado varias veces en la otra casa.

Este sonreía tímidamente—. Lo sé, pero tengo hambre y me haré ramen, instantáneo, pero ramen al fin ¿Quieres o no, chico? —volvía a preguntar, camino a la cocina.

TaeHyung terminaba aceptando, para luego verlo preparar rápidamente todo, mientras él se preparaba mentalmente para mostrarle a SeokJin su última canción. Aquella que hablaba sobre algo del presente y como se sentía. No estaba seguro de que diría el productor cuando la escuchara. Pero no iba a escribir sobre algo más cuando se sentía sofocado por sus propios sentimientos.

Cuando se hallaban en el estudio de Jin, TaeHyung ponía su teléfono sobre la mesa. Era una grabación casera, con la pista de fondo que habían hecho en sus minis vacaciones laborales y luego la voz de TaeHyung, cantando su última canción.

SeokJin había dejado de comer para la segunda estrofa dónde exclamaba: Soporto lo que siento ahora, en un parque donde ha salido la luna de la mañana. Esta canción va dirigida hacia ti.

TaeHyung jugaba con sus dedos, él ni siquiera había tocado el ramen aún. Solo quería trabajar en esto e irse. Creía que iba a poder relajarse mientras la canción sonaba, pero cuando escuchaba su propia voz pronunciar esas palabras y el deseo incumplido que le quemaba aún dentro, no había forma de relajarse.

"Aún me pregunto sobre la mejor parte. Aún deambulo sobre la próxima historia. Quiero hacerte mío"

Y TaeHyung sabía a quién se refería. Incluso SeokJin lo sabía, muy en el fondo. Aunque no quisiera admitirlo, sabía que esa canción era para él y no estaba seguro en que decir cuando el archivo de audio terminara.

Ya no tenía hambre. Su estómago era un nudo y necesitaba tomar agua para pasar el ardor de las primeras bocanadas de comida picante. TaeHyung lo observaba casi de reojo, él tampoco estaba cómodo.

La canción terminaba y el silencio era demasiado ruidoso.

TaeHyung suspiraba y aclaraba su garganta—. Supongo que en el final podría repetir el estribillo para que no quedará tanto instrumental. Era la idea, solo no lo grabé para no hacerlo más largo, pero creo que qu-...

—Lo siento —susurraba SeokJin.

TaeHyung mordía su labio, oh no. No hablaría al respecto.

—Puedes comer mientras te doy mis opiniones, no tienes que disculparte. Tienes hambre —sabía que no se disculpaba por haber comido.

SeokJin lo miraba finalmente, nuevamente tenía esa mirada. La misma maldita mirada de lástima luego de haberlo besado y más la noche de año nuevo.

—Odio cuando me miras así —mencionaba con un nudo en la garganta—. Lo que sea que esté pasando por tu cabeza, dejalo ir. No me tengas lástima —señalaba con enojo.

SeokJin relamía sus labios y aclaraba su garganta.

— Si sirve de algo... —continuaba hablando con un tono de voz bajo—. Sentí celos —admitía, mirando a TaeHyung a los ojos y luego una sonrisa sin gracia se dibujaba en su rostro y con sus manos se cubría el mismo, fregando estas sobre su cara—. No sé que me pasó. Yo solo-...

— ¿Tú solo qué? ¿Sentiste celos por qué? —preguntaba TaeHyung, más enojado de lo esperado y resoplaba poniéndose de pie. Tirando de su cabello para arrancarlo de la furia—. ¡Me sacaste arrastrando de allí! ¡Del lado de ese tipo y luego me besaste!

SeokJin abría su boca y la cerraba, mientras se ponía de pie a la par de TaeHyung, pero no sabía que decir.

— ¡Tú jodidamente me besaste! —repetía el menor, más cerca de él y señalándose a sí mismo.

— ¡Lo sé! —respondía furioso el castaño—. Lo sé —suavizaba su tono de voz—. Me equivoqué

— ¡Oh, vete a la mierda! No haré esto —TaeHyung salía del estudio, listo para huir si era necesario, pero SeokJin lo alcanzaba de inmediato apenas ponía un pie fuera del estudio.

— ¡Espera! No te vayas —lo empujaba contra la pared, TaeHyung forcejeaba, pero se enfurecía porque el productor era más fuerte.

—Déjame, eres un maldito cobarde... Suéltame —pedía en un fallido intento de liberarse, pero SeokJin lo presionaba más, su cuerpo completo acorralandolo contra la pared. TaeHyung se sentía mareado y sin fuerzas. Sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, se sentía estúpido e indefenso—. Déjame, suéltame —susurraba.

No se había dado cuenta de cómo SeokJin ni siquiera lo estaba apretando ya, solo estaba encima de él, sosteniendo sus manos para evitar que lo golpeara. SeokJin sentía que algo se rompía dentro de él cuando la primera lágrima de TaeHyung caía.

—Tae...

—Solo olvida que escribí la última canción pensando en tí. Olvida todo y déjame ir —rogaba—. Joder, me siento patético, suéltame... —pedía con ojos rojos y húmedos.

SeokJin se perdía en ellos y volvía juntar sus labios. Él jodidamente volvía a besarlo.

Un empujón cortaba eso—. No, no me beses —rogaba el menor, pero sus manos se aferraban a la camisa celeste que Jin llevaba ese día y abría su boca cuando lo veía acercarse otra vez, para recibirlo como realmente lo había deseado y anhelado desde el momento en que SeokJin había dejado su habitación.

Se sentía estúpido, pero no podía dejar de sentir lo que sentía. Le habían gustado demasiados hombres como para saber que SeokJin era más que un simple gusto del momento. Y cuando lo había admitido, había tenido sexo desenfrenado con uno de sus amantes, solo para sentirse más infeliz e incompleto.

No era nada comparado a la vorágine de sensaciones y sentimientos de cuando había estado bajo el cuerpo de SeokJin y sus labios habían sido besados por los del mayor.

Un jadeo le abandonaba cuando la lengua de SeokJin se adentraba en su boca y chocaba con la suya propia. Sintiendo el sabor del ramen y el sabor de Jin.

Gemía y el mayor se tragaba ese gemido roto, dulce y su cuerpo vibraba cuando sentía a TaeHyung nuevamente derritiéndose entre sus brazos. Sus manos subían hacia el rostro del chico para acunarlo y sostenerlo firme mientras su lengua estaba como loca follando su boca.

Era demasiado intenso.

TaeHyung besaba bien. TaeHyung sabia bien. TaeHyung, TaeHyung... Era todo en lo que podía pensar desde que el chico había hecho un desastre de él. O al revés, ya ni siquiera estaba seguro cómo mierda había sucedido. Él solo había caído ante el encanto del que todos mencionaban que el chico tenía.

Pero joder que era más poderoso de lo esperado. TaeHyung era mucho más peligroso que V.

Las manos del chico rodeaban su cintura y lo presionaban contra su cuerpo dónde SeokJin tomaba aquello como el permiso perfecto para restregarse y ejercer fricción sobre su miembro al ajeno. Estaba duro. Estaban deseosos, hambrientos.

No había alcohol al cual culpar, nunca lo hubo y SeokJin simplemente arrancaba su boca de la ajena para dejar al chico algo desorientado y estúpido.

— ¿Qué se supone que haga contigo? —le preguntaba con voz ronca.

TaeHyung tenía sus ojos negros y pesados, llenos de todo tipo de sentimientos que hacían a SeokJin temblar. Sus ojos realmente eran demasiados expresivos.

—Ayúdame a sacar esto de mi sistema y luego puedes pretender que eres estrictamente heterosexual. Me importa una mierda, solo-... —TaeHyung pasaba saliva antes de sonar demasiado desesperado. Miraba los labios carnosos de SeokJin y los atrapaba de un fuerte chupón que hacían gemir de forma ronca al mayor y luego tiraba con sus dientes del belfo inferior.

Podía sentir como SeokJin presionaba su pelvis contra la suya ante aquello y luego tomaba posesión de su boca. El también lo deseaba, él quería sacarse al chico de su sistema, porque aquello no era normal.

Cortando otro beso hambriento, SeokJin lo miraba en silencio y asentía. Lo tomaba de la mano y lo llevaba a su habitación. TaeHyung sentía que todo le daba vueltas y solo podía concentrarse en la mano de SeokJin apretando la suya, abriendo la puerta de su habitación y como con otros besos suaves y salvajes, comenzaba a desnudarlo.

Cuando los dedos del mayor se posaban en la cinturilla de su pantalón y junto con su boxer tiraba de ambos cuesta abajo para desnudarlo, solo podía ver los ojos de SeokJin recorrer todo su cuerpo con una mirada hambrienta.

Él jodidamente lo deseaba. Y no sabía si sentirse feliz o triste, porque él sentía más que simple deseo.

Cuando estaba desnudo se daba el tupé de quitarle la camisa y rápidamente la parte inferior. SeokJin no llevaba ropa interior y su piel se incendiaba cuando caían sobre la cama y finalmente se besaban y se restregaban contra el otro como habían llegado al mundo. La sensación de piel con piel era asfixiante, pero en un extraño buen sentido.

—Joder... —gemía, acariciando la espalda de SeokJin con sus largos dedos y sintiendo como la piel de este incendiaba la suya propia.

—Lo sé —susurraba SeokJin en respuesta. Él también sentía que TaeHyung quemaba.

Sus caderas daban una estocada y ambos estaban más que húmedos y duros, pegados al otro y moviéndose con la necesidad ardiendo en su interior. SeokJin no estaba tan aterrado como la primera vez, él también quería a sacarse a este chico de su sistema.

Las largas piernas del Idol se enrollaban en su cintura y accidentalmente su miembro se alienaba en la entrada de TaeHyung.

—Mierda... —soltaba jadeante y desesperado, pero la mano de TaeHyung sobre su pecho, lo detenía.

—Nece-Necesito prepararme... —soltaba agitado—. Me vuelves loco, pero podrías lastimarme en seco y no quiero arriesgarme.

SeokJin parpadeaba, saliendo de su letargo luego del "Me vuelves loco" que el chico había dicho. Relamiendo sus labios se alejaba y estiraba su mano a su mesa de noche, sacando lubricante y condones.

Miraba a TaeHyung por como se sentaba y se estiraba para tomar el gel por su cuenta y recorría su cuerpo completo, devorándose al chico con los ojos. Así que antes de que este derramará lubricante sobre sus dedos, lo detenía.

TaeHyung lo miraba con la pregunta en sus ojos negros "¿Estás seguro que tú lo harás?"

—Abre tus piernas —pedía, como respuesta a la pregunta silenciosa.

TaeHyung relamía sus labios—. No es necesario, puedo encargarme de eso. Luego me pondré de espalda y... Un culo es un culo —repetía la frase de la primera vez.

Pero le dolía si solo era eso para SeokJin.

El productor apretaba sus dientes y se inclinaba para tomar sus labios en un beso demandante y posesivo. Como el de aquella noche de año nuevo y TaeHyung se sentía deshuesado, echándose en la cama y sintiendo como la mano libre de SeokJin acariciaba sus muslos, su polla larga, dura y goteante, a la cual le daba una sutil caricia que disparaba su presión arterial y luego metía su mano entre sus piernas y lo abría por completo para él.

—Mmm.... De acuerdo, tú lo harás. Entendí —susurraba de forma sensual.

SeokJin sentía una opresión en sus bolas por la dulzura sensual empleada por el chico. Justo en esa situación. En esa pose y con esa boca ultrajada por sus besos.

TaeHyung no podía verse así. Era demasiado perfecto, demasiado para asimilar.

Con besos perezosos sobre la boca ajena, frenaba unos segundos y llenaba sus dedos de lubricante, luego los dirigía a la entrada de TaeHyung. El chico temblaba y lo miraba con unos ojos que dejaba notar su líbido por el cielo. Cuando introducía su primer dedo, le regalaba al menor una mirada oscura y lujuriosa que volvía loco al chico y lo hacía temblar.

El ardor se esparcía sobre el anillo muscular de TaeHyung, era experto en relajarse para este momento, pero estaba tan nervioso y volando tan alto con SeokJin que le costaba en un inicio, pero se dejaba ir cuando el mayor ponía sus labios sobre uno de sus pezones y comenzaba a jugar con la pequeña protuberancia amarronada que lo hacía gemir y dejar caer su cabeza.

Relajándose así para SeokJin, sintiendo como comenzaba a estirarlo primero con uno, luego con dos. Se perdía demasiado en la sensaciones y en la vista infartante de ese hombre besando todo su torso, luego marcando su cuello y volviendo a sus labios. Tenía miedo de no recordar este momento luego porque realmente parecía estar en un sueño.

Cuando estaba más que listo, un beso dulce era el que SeokJin le daba. No sabía cómo sentirse respecto al hecho de que sabía interpretar los tipos de besos que el mayor le daba o el hecho de que contrastaran tanto entre sí.

Era un viaje de ida, lo temía.

Para cuándo SeokJin dejaba sus labios, con condón puesto y alineado, lo veía tomar sus piernas y levantarlas para comenzar a penetrarlo en esa posición que lo hacía sentir a SeokJin apuñalar de a poco y cada vez más su punto dulce.

—Joder... —soltaba con su voz, una nota más aguda, algo rota y suave.

A SeokJin le gustaba como sonaba. Así que continuaba entrando de a poco, tomando todo de sí para controlarse porque TaeHyung estaba apretado y caliente. No recordaba que estar en el interior de otra persona se sintiera así.

Sentía que se descontrolaría en cualquier momento por el simple hecho de llenarlo y dejarlo arruinado por toda su longitud, bien enterrada en TaeHyung.

El chico apretaba sus ojos y mordía sus labios. No podía verse tan bien...

—Joder. Te ves hermoso así... —soltaba, luego de tanto tiempo en silencio, con solo TaeHyung gimiendo cosas inteligibles y gemidos quebrados.

El chico relamía sus labios a abría sus ojos—. ¿Así como, Hyung? —susurraba quebrado.

Un escalofríos subía por la columna de SeokJin y terminaba de entrar por completo en TaeHyung. Total y absolutamente enterrado en su interior, viéndolo gemir una vez más e incluso él había gemido de forma ronca y baja. Se inclinaba y tomaba los labios del idol con premura y ansiedad.

Besando y besando y follandole la boca con su lengua mientras su longitud palpitaba dentro del apretado agujero del chico.

TaeHyung rodeaba su cuello con sus brazos, pero necesitaba respirar fuera de sus labio unos momentos para su siguiente sentencia.

—Follame y terminemos esto de una maldita vez —susurraba, mirándolo a los ojos y acariciando con su nariz la ajena—. Jodeme, Hyung —suplicaba, mordiendo el labio carnoso de SeokJin y tirando de él.

Luego de eso, el productor simplemente tomaba lo que TaeHyung le daba, el poder de arruinarlo bajo su cuerpo con estocadas que lo hacían gemir fuerte y quebrado, sonando desafinado, pero hermoso.

Más gemía, más lo jodía. Más pedía, más le daba.

—Duro, házmelo duro... Por favor, por favor —rogaba sus labios.

Un bonito desastre de sudor y algo más.

Había saliva entre la boca de ambos que los unía, había sudor entre sus cuerpos que hacía resonarlos cada vez que impactaban entre sí. TaeHyung estaba demasiado ido para pensar en el después y SeokJin lo estaba consumiendo completo.

Cuando miraba la piel del chico, no había zona en la que su boca no había dejado marca. Cuello, hombros... El pecho de TaeHyung estaba lleno de besos marcados. Admitía que su lado animal estaba total y completamente controlando el momento.

—Ah... Hyung, estoy cerca —susurraba momentos después, atrayendolo para más besos, luego succionaba la lengua de SeokJin y este lo penetraba con todas su fuerzas, un ritmo intenso y frenetico con estocadas acertadas—. ¡Oh... Joder! —TaeHyung se corría con fuerza.

SeokJin había sentido la escencia del chico  pintar sus cuerpos y sentía que él mismo estaba listo, pero le daba a TaeHyung todo lo que tenía a través de las réplicas de su orgasmo.

Demasiado sensible. Justo. Demasiado intenso.

TaeHyung lloriqueaba y se aferraba temblando con brazos y piernas, hasta que sentía a SeokJin tensarse otro poco.

— ¿Estás cerca? —preguntaba en su oreja, tirando de su lóbulo.

SeokJin asentía entre gemidos bajos. TaeHyung cambiaba la posición y dejaba a SeokJin sobre la cama, montaba al mayor unos segundos y este se volvía loco con la vista. El cuerpo desnudo del chico sobre él. Unidos a través de su miembro. Sudado, precioso. Masculino y delicado al mismo tiempo.

Sus dedos se clavaban en la cadera del chico y sus ojos se cerraban, repentinamente, TaeHyung salía de encima de él cuando estaba cerca.

— ¿Qué-...? —el chico quitaba rápidamente el condón y lo hacía gemir por lo sensible que estaba, luego su boca salvaje lo tomaba y succionaba con fuerza su falo—. ¡Joder, Tae! —sus manos iban al pelo revuelto del Idol, lo tomaba con precisión y comenzaba a follarle la boca hasta que conseguía su liberación.

En el interior apretado de la garganta de Kim TaeHyung. Sus piernas eran gelatina, su cuerpo deshuesado y vibrando a través de la réplicas de su orgasmo y TaeHyung que chupaba hasta la última gota de su esencia.

—Dios... —susurraba jadeante, mirando el techo y aflojando sus dedos en el cabello del menor. Cuando lo miraba, TaeHyung tenía estos ojos oscuros y serios.

Luego se levantaba, pero antes de que pudiera alejarse, SeokJin tomaba su brazo y tiraba de él, logrando que cayera encima, de forma muy poco elegante.

— Suéltame, yo no me acurruco luego del sex-... —sus palabras morían entre los labios del mayor, quien lo besaba sin apuro y con dulzura—. Mmm~ ...

El chico suspiraba y gemía, se derretia por enésima vez y se dejaba manejar al antojo del mayor, quien no dejaba de besarlo mientras lo acomodaba en la cama y debajo de su cuerpo para que no escapará.

«Empujalo y huye» se reprendía, pero la mano de Jin acariciaba el hueso de su cadera y sus piernas se abrían para tenerlo entre medio «En unos momentos» se respondía solo, mientras aquella lengua tomaba posesión de su boca, de su cuerpo. De todas sus ideas. SeokJin hacía un desastre de él.

Largos minutos de besos húmedos, TaeHyung sentía que le dolían los labios, pero seguía respondiendo a todos y cada uno de sus besos. Hasta que SeokJin soltaba sus labios y besaba su cuello, lóbulo. Volvía a su mentón y tiraba de su belfo inferior para finalizar la ronda de besos calientes que lo habían puesto duro de nuevo.

—Eres insaciable —soltaba ronco SeokJin. Sus ojos negros estaban fijos en la boca de TaeHyung y su pulgar acariciaba los labios masacrados del chico.

—Es tu culpa... Eres demasiado bueno —respondía, luego SeokJin sonreía y TaeHyung caía en la realidad de lo que había dicho—. Para ser un anciano —agregaba.

Y una risa sonora, grave y seductora abandonaba a SeokJin. Junto con toda la tensión que venía cargando, se tiraba sobre TaeHyung y escondía su rostro en su cuello, dando besos perezosos que hacían al menor sentir mariposas en su estómago.

Seguro y estaban vomitando.

Sus ojos se cerraban ante la sensación de esos labios esponjosos, dejando un camino de besos entre el hueco de su cuello y sus clavículas. SeokJin seguía acostado encima de él entre sus piernas.

—Para un momento... —susurraba sin fuerzas—. Por favor...

SeokJin se detenía, suspiraba y apoyándose en su codo, miraba a TaeHyung a los ojos.

— ¿Cómo se llama? —preguntaba de la nada.

— ¿Qué cosa? —el chico era un desastre—. Debes ser más claro porque no puedo sumar dos más dos, excepto para ponerme en cuatro para ti.

SeokJin abría sus ojos enormemente—. Dios. Eres sucio

—Lo sé, ahora niega que te gusto —provocaba.

SeokJin lo miraba a los ojos, luego su boca y lo besaba con fuerza. Presión, mordidas y TaeHyung quedaba estúpido segundos después.

—No puedo negarlo —respondía jadeante, empujando sus caderas contra TaeHyung y haciendo fricción entre sus miembros, ya despiertos—. Solo no puedo entender...

—Joder. No voy a lidiar con un ataque de pánico. Eres un hombre grande

—No estoy teniendo un ataque de pánico, pero como ya dijiste... Soy un hombre grande —exclamaba—. Yo no tengo sexo casual como tú, niño.

TaeHyung fruncia el ceño—. Tampoco tienes relaciones

—Pero tengo cierta estabilidad sobre con quién follo

— ¿Y con quién lo estás haciendo en este momento? —preguntaba con su garganta hecha un nudo.

SeokJin fruncia su ceño y lo estudiaba—. ¿Te importa?

TaeHyung abría su boca y luego la cerraba, reía sarcásticamente—. Soy aficionado al sexo seguro-...

—Eres aficionado al sexo duro y salvaje — contraatacaba SeokJin, con otra estocada y su voz era grave y ronca.

TaeHyung gemía—. Joder, sí... También eso —susurraba ya caliente, poniendo sus manos en las caderas de SeokJin—. Pero si hay alguien más... Yo-... Ah —SeokJin comenzaba a moverse encima de él, ocasionado más fricción y haciendo que TaeHyung no pudiera formar una maldita frase por la sensación—. Dios. Para un momento, no puedo pensar...

— ¿Qué hay que pensar? —mencionaba.

—Que eres jodid-ah... —TaeHyung apretaba sus piernas sobre la cintura de SeokJin—. Eres heterosexual

—No estoy tan seguro ya —soltaba con voz ronca, mordiendo el mentón de TaeHyung, su mejilla. Su lóbulo y tirando de él sin dejar de restrgarse.

Dios. Él lo deseaba de nuevo, otra y otra vez. ¿Qué estaba mal con él?

TaeHyung reaccionaba con efecto tardío a la respuesta recientemente escuchada, así que llevaba sus manos al rostro de SeokJin y lo mantenía firme para verlo a los ojos.

— ¿Qué significa eso para mí? —preguntaba el Idol.

SeokJin se detenía, dejaba de molerse contra el cuerpo del chico, debajo suyo. Mierda, TaeHyung se sentía tan bien.

—Dime que significa tu canción —susurraba el mayor. TaeHyung ponía ojos de súplica—. No hagas esa mirada. ¿Habla solo de deseo? ¿Es para mí?

—Te crees importante ¿no?

—Solo responde... —pedía.

El chico lo miraba ilusionado y confundido, en partes iguales.

— ¿Qué quieres oír? —respondía con otra pregunta y SeokJin resoplaba sonoramente, dejando caer su frente sobre la de TaeHyung.

El chico sentía su corazón demasiado acelerado. Dios, él estaba rogando que SeokJin no se diera cuenta lo alterado que estaba.

—Sweet Night —soltaba el mayor, sus ojos cerrados, aún su frente sobre la ajena—. El amigo que comenzó a sentir cosas que no sabía si solo estaban en su cabeza... Tú jugaste con mi cabeza, usando tu encanto. Tus ojos, tu sonrisa... La letra habla de ti —confesaba. TaeHyung sentía que le faltaba el aire—. Nos hicimos amigos aunque quieras negarlo, me contaste cosas importantes que nadie más sabía, me dejaste entrar y trabajaste conmigo, hicimos una amistad rápido y luego tú-... —SeokJin suspiraba y salía de encima de TaeHyung, se sentaba en la orilla de la cama y agarraba su cabeza.

TaeHyung se sentaba y lo miraba, apoyado desde el cabezal de la cama. Queriendo tocarlo y a la vez, por las dudas, mantener distancia.

— ¿Yo qué? —preguntaba después de varios segundos.

Otro suspiro dejaba al mayor—. Comenzaste a ponerte más físico. Un abrazo se convirtió en dos y tres, buscando el contacto conmigo sin siquiera darte cuenta. Derritiendote en mis brazos cada vez que te tenía entre ellos y eso me-... No sé si estaba imaginando que pasaba algo más o no. Escribí Sweet Night porque estoy demasiado confundido contigo. Y solo fue un maldito mes, dios. ¿Qué me pasa?

TaeHyung parpadeaba. Al parece años de práctica en actuación sirvieron de nada, porque no había disimulado lo bien que se sentía al tener a SeokJin encima de él. Y el hecho de que él, realmente se derretia entre sus brazos.

Y no podía evitar sonreír cuando SeokJin confesaba que Sweet Night había sido solo para él. Para nadie más. Había mentido diciendo que solo era bueno escribiendo y estaba aliviado que no era para ninguna mujer del pasado del productor. Sino para él.

—Scenery —susurraba TaeHyung.luego de varios segundos.

SeokJin fruncia el ceño y giraba su cabeza para verlo—. ¿Qué?

—La última canción de recién. La titulé "Scenery" y sí... Habla sobre ti, es para ti y creo que estoy-... — TaeHyung relamía sus labios y apartaba la mirada—. Estoy confundido, eso es todo.

SeokJin lo miraba, se acercaba y buscaba el rostro del chico, apenas quería mirarlo, pero lograba mantener un contacto visual.

— ¿Solo confundido, Tae? —preguntaba. El Idol parpadeaba y mantenía la vista fija, pero no respondía—. ¿Puedes ser más claro?

—No, sabes lo que está pasando... —aseguraba—. ¿Qué se supone que harás al respecto? —preguntaba, sus ojos humedeciendose.

¡Aish, se detestaba por estar tan sensible!

SeokJin lo miraba, tenía esos ojos nobles pintados, pero TaeHyung no podía asegurar que lo mirará con lástima esta vez, había algo más.

Cariño... Quizás.

— ¿Qué quieres que haga al respecto? —preguntaba SeokJin.

TaeHyung abría su boca, parpadeaba y las palabras salían solas—. Quédate conmigo.

TaeHyung se encontraba listo para salir a recibir a la familia de SeokJin, que ya era la suya también. Su suegra, había llenado cada espacio vacío que tenía de figura materna y su hermana, había sido una excelente compañía para molestar a SeokJin con el tema de su edad.

Y SeokJin... SeokJin era todo lo que necesitaba.

Si le hubieran dicho que luego de trabajar con el productor más culo engreído de la industria-... Oh momento, él era el Idol más culo engreído de la historia que tuvo la chance de trabajar con un hombre talentoso que le tuvo toda la jodida paciencia del mundo mientras lo enamoraba con cada palabra, caricia y abrazo.

Sí, TaeHyung estaba irremediablemente enamorado de Kim SeokJin, y no podía evitar sonreir mientras se preparaba en su habitación, para ponerse decente para aquella cena navideña, diez meses después de su disco, diez meses de estar juntos.

Estaba nuevamente en la casa de Damyang, dónde habían trabajado el mes de diciembre pasado para crear el mini disco que había llevado su carrera a lo más alto. Había cerrado varias bocas, como SeokJin le había prometido y se había sentido realizado de poder cantar sus letras al público.

Parecía un hombre totalmente diferente y le gustaba. El amor, hacía cosas raras con las personas.

Sonreía como imbécil mientras acomodaba su ropa y se miraba al espejo para verse bien, no estaba en la habitación de invitados, sino en la principal de SeokJin, quien estaba abajo y con la familia esperaba.

Luego de tanto de todo, la cena había transcurrido con demasiado ruido y risas. El hijo mayor de Lee estaba a la par de TaeHyung poniendo música demasiado alta. Los gemelos de su manager, tenían una obsesión con el "tío Jin" queriendo que los levantará del suelo más de una vez para hacer el famoso "Helicopter".

TaeHyung sabía que su novio quería echarlos a la piscina de vez en cuando. SeokJin era paciente, pero podía ver la vena en su frente cada vez que reía por estar saturado. Aún así, seguía siendo el tipo más gentil que había conocido, después de Lee por supuesto. Pero con niveles sentimentales muy diferentes.

Para la hora del brindis y los fuegos artificiales, TaeHyung sentía una sensación de nostalgia. Ya había estado parado allí, mirando al cielo. Había brindado y había afirmado con su cabeza y regalado una sonrisa genuina como años atrás. Para cuándo suspiraba, sentía los brazos de SeokJin alrededor de su cintura y su mentón apoyado en su hombro.

Sin rechistar, se dejaba apretar firmemente contra el cuerpo de su amante.

Era la segunda navidad bajo ese techo, con esas mismas personas, pero esta vez, había algo diferente y no solo se trataba de su relación amorosamente estable con su ahora productor musical oficial, sino de él. Él era diferente, veía todo de forma distinta. Era TaeHyung, pero se sentía tan heterogéneo a su yo del pasado y todo simplemente estaba perfecto por primera vez en su vida, luego de años.

Las piezas estaban en su correcto lugar, encajando, como el cuerpo de SeokJin al suyo.

Un beso sonoro y dulce, depositaba el mayor en su cabeza—. Feliz navidad, niño —susurraba con dulzura.

TaeHyung sonreía, giraba su rostro y miraba los ojos del hombre al que amaba con locura.

—Feliz navidad, amor —y así como si nada, él simplemente se sentía en casa y la frase que jamás había dicho, había salido tan natural, como la forma en la que se había enamorado de Kim SeokJin casi un año atrás. 

El productor sonreía y luego tomaba sus labios en un dulce beso que despertaba alaridos de los presentes, con palmadas y gritos de jubilo. TaeHyung no era tímido, pero extrañamente, le gustaba guardarse estos momentos solo para ellos dos, aunque era inevitable soltar esa boca.

— ¡Ya! Vean los fuegos artificiales —pedía, hundiéndose en los brazos de SeokJin, derritiendose nuevamente y cada vez que este lo aprisionaba contra su cuerpo.

Cuando conseguía que el resto de los presentes mirara en dirección al cielo, él miraba en dirección al suyo. SeokJin lo estaba mirando con una dulzura que desbordaba de sus ojos negros y profundos. TaeHyung se ahogaba en ellos sin culpas ya.

— ¿Qué? —preguntaba el castaño.

TaeHyung negaba con dulzura y un puchero tierno en sus labios—. Te volviste mi hogar...

—Lo sé —respondía SeokJin—. Tú te volviste mi todo

—Te amo

—Lo sé —repetía, mucho más sonriente.

TaeHyung golpeaba su espalda, pero no dejaba de abrazarlo—. Podrías decir "yo también"

—Oh, si... —SeokJin reía—. También me amo —TaeHyung finalmente lo empujaba—. ¡Ya, ya! Era broma, mi niño —susurraba, tirando de él y nuevamente abrazándolo—. Te amo. —susurraba con dulzura.

TaeHyung pintaba una sonrisa rectangular preciosa que todavía hacía estragos con el corazón de SeokJin y luego volvian a unirse en un beso dulce, bajo las luces de los fuegos artificiales y el sonido ensordecedor que pasaba muy a segundo plano de ese momento tan especial.

Fin.

Iba a ser 1shot
Luego iba a ser 2shots
Luego pensé: ¿Para que planeo si hago todo lo contrario?

Estaba muy entusiasmada por el personaje, la pareja, el pequeño desarrollo y los espíritus navideños en pasado, presente y futuro que intenté incluir como canciones y la forma en que TaeHyung se sentía. Espero haya dejado un bonito mensaje, fuera del lemon, saben que siempre quiero dejar una historia bonita atrás 💜

Feliz navidad, feliz año nuevo y gracias por seguir conmigo desde el 2019 que comencé con esta travesía de escribir historias.

Agradecída del gran apoyo que he tenido desde entonces hasta hoy. Simplemente creciendo cada vez más e intentado mejorar para traerles lo mejor que puedo llegar a brindar.

Eso incluye en todos los aspectos, edición y dibujo. Por cierto, paso chivo:
Instagrams
"neditiomsedits.art" (verán ediciones, pero estoy dibujando y practicando mucho) dejen su apoyo si tienen Instagram, supongo que sí, ahora que los chicos lo tienen 🙊
"neditiomsart"  solo dibujos.

Bueno luego en tiktok ponen NEDITIOMS y me van a encontrar también, tipo que tengo millones de cuentas🤣
Eeeeeen fiiiin (insertar voz de Germán)

Realmente espero les haya gustado. Regalo para el Taejincember y porque no, para navidad también. Mi regalo para ustedes y su apoyo incondicional.

¿Tengo la magia o la perdí? Opiniones→

Con amor niñita NanyKoo 💜
Perdón si ven errores de tipeo y agregué esa foto de TaeHyung y su post porque quedaba tan bien con el personaje de aquí y la subió minutos después de que termine la historia 😭

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