☃️ Único ☃️

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Kim TaeHyung, más conocido como V en la industria de la música, es uno de los Idols del momento más reconocidos. Amado y odiado en partes iguales. Embajador de Gucci y Samsung. Una voz de ensueño cual tritón listo para hechizarte y llevarte a tu ruina.

Pero pese a su voz de infarto, cuerpo perfecto y rostro de ensueño, su último disco había sido la cosa más apedreada, insultada y criticada por todos los medios habidos y por haber. Y no solo por profesionales sino también por sus fans, los cuales había perdido en gran cantidad.

Pero eso no le afectaba en absoluto. Era de los pocos artistas surcoreanos orgullosamente fuera del closet, por lo que la comunidad LGBTQ estaba a sus pies. Sin importar su música mierda o lo culo engreído que pudiera llegar a ser.

Y es que aparte de todo lo acumulado, tanto bueno como malo. Kim TaeHyung tenía una mala fama que le procedía. Un altercado con drogas en un bolso Gucci muy caro que se cansó de decir que no era suyo y terminó exonerado-pagando dinero extra-y luego muchas fiestas y viviendo más de noche que de día.

Era una auténtica pobre criatura de la industria musical, pero así y todo seguía facturando como los mejores fuera de su música. Eso le servía a su empresa Hybe. Y es que simplemente no podían echarlo a la calle cuando en su momento de debut el chico había levantado a esa empresa de los escombros y tenía muchas acciones bajo su nombre. Casi propietario de Hybe, casi.

Por lo que rendirse con su culo mal llevado, no era nunca la primera opción de la empresa, jamás. Así que cambiaban constantemente de productores y escritores para colaborar con la pequeña mierda. Pero no habían dado buen fruto.

Hasta que luego de tanta charla, convencimientos. Trato y contrato, el mejor productor musical del momento, había aceptado trabajar en toda la producción del siguiente "mini" álbum del Idol.

La empresa lo quería para un álbum completo, pero Kim SeokJin sabía muy bien el tipo de fama, rumores y confirmaciones del chico que le hacían no querer trabajar más allá de un mini álbum y eso ya lo consideraba una pesadilla.

Así y todo, la empresa estaba agradecida y más que segura de que al menos cinco canciones bajo la producción del "Dios Griego de la música" serían mejor y mucho más exitosas que todas las catorce de su álbum anterior.

Kim SeokJin alías el "Dios Griego de la música" era conocido por haber sido modelo una larga etapa de su adolescencia y juventud, para luego volcarse de lleno a la producción musical haciendo de sí su única carrera profesional. El hombre tenía sus buenos treinta ocho años, trece más que el chiquillo de veinticinco "V".

Pero eso era difícil de adivinar, el hombre se veía como salido de una maldita película. Su piel era la envidia de muchos. Blanca, suave, sin arrugas alguna. Sus ojos rasgados eran generosos la mayor parte del tiempo, pero también eran intensos y demandantes. Su cuerpo era sacado de un manga. Caderas anchas, piernas largas, un abdomen de infierno. Brazos fuertes y hombros anchos. Y esos labios que llamaban jodidamente la atención de toda mujer que caía bajo sus encantos y algún que otro hombre seguro de que el castaño era su tipo.

Oh si, Kim SeokJin era totalmente heterosexual. Ni un solo deslice dudoso en sus largos años, aún con amigos que habían intentado llevarlo al otro lado del arcoíris presentándole citas peculiares que querían con todas sus fuerza una noche con el Dios griego de Corea. El apodo lo había conseguido cuando había sido modelo y nunca más lo dejó, cuando demostró ser bueno con las producciones musicales, creando éxitos tras otros, al apodo "Dios griego...." se le añadió "...de la música". No le molestaba ni un poco. Discúlpenlo si a veces se regodeaba de seguir siendo la fantasía sexual de muchos. Aún cuando su rostro apenas se veía, claro que siempre desde sus redes sociales.

Tenía muchos seguidores. Todos sabían quién era él en la industria de la música, el modelaje y doramas, inclusive Kim TaeHyung.

-No quiero trabajar con él -sentenciaba el Idol. Su pelo negro era un desastre. Llevaba lentes oscuros debido a la gira que había tenido todo el fin de semana y su cabeza se partía en dos.

Pero no le daría el gusto a las malas lenguas de llegar tarde a una reunión. Ah, no señor.

-Lo repites cada vez desde que te informamos que el Dios Griego de la música aceptó producir un mini álbum completo para ti -decía su manager.

TaeHyung resoplaba y reía sin gracia alguna-. Que apodo tan estúpido. Debería quitárselo. Está bastante viejo para que lo llamen así -respondía.

-Estoy cerca de los cuarenta, no de los cincuenta. Aún estoy en mis mejores años -decía una voz detrás de él.

Su manager, Lee, reía incomodo cuando veía a Kim SeokJin acercarse a la mesa. TaeHyung se había tensado, pero la sorpresa había pasado rápido y ni siquiera había volteado a verlo.

-SeokJin -su manager estiraba su mano y la estrechaba con el productor-. Lamento la boca de mi chico

-No deberías ser tú el que se disculpe conmigo -mencionaba con una voz más grave que había hecho cosquillas en los tímpanos de TaeHyung.

-Te quedarás esperando sentado, abuelo. V no se disculpa con nadie -soltaba el Idol.

Llevaba una campera de todos colores con capucha, nada debajo de esta y un pantalón gris largo con unas sandalias gladiador de color negro. Sus pies estaban levantados sobre la silla frente a él. Aún no había girado para saludar a su nuevo productor musical.

Lee apretaba sus dientes y hacía una mueca de desagrado ¿Cuándo dejó que TaeHyung se convirtiera en eso?

-Lo siento, él-... -SeokJin levantaba su mano frente a Lee. No permitiría que el hombre se disculpara nuevamente por el maleducado de su artista.

- ¿Porqué no me traes un café con vainilla? -pedía amablemente el productor.

TaeHyung se removía por la diferencia en su tono de voz empleado con él y con su manager.

-Seguro, ya vuelvo ¿Quieres algo de comer? -preguntaba amablemente.

-No. Vengo de una sesión del gimnasio, me duche y vine de inmediato. El café sólo, está bien -exclamaba.

Lee asentía y exclamaba en dirección a un TaeHyung que jugaba con su teléfono-. No te pases de insoportable, Tae.

El chico esbozaba una sonrisa engreída-. Lo intentaré, daddy -soltaba de forma aniñada y no con doble sentido.

TaeHyung no tenía intenciones de conquistar al tipo que había llenado la única imagen paterna que conocía. Lee rodaba los ojos y apretaba el hombro de SeokJin con amabilidad para luego salir de allí.

Cuando la puerta se cerraba ambos quedaban completamente solos en aquella oficina. TaeHyung estaba sacándose una selca para subir a sus redes e ignoraba por completo al hombre que lo estaba mirando fijamente. Podía sentir que le hacía un agujero en la sien, pero no dejaría que eso le intimidara.

Así que abría su bocaza-. Siéntate. No voy chuparte la polla solo porque te quedes parado a mi lado. No doy ese tipo de bienvenidas -soltaba sin dirigirle la mirada.

Una carcajada engreída acompañada por palmas, hacían a TaeHyung levantar la cabeza por primera vez en su dirección.

-Que divertido eres, niño -se mofaba SeokJin-. Hasta que me mirás -añadía luego.

TaeHyung tenía los lentes de sol en plena oficina y no se los quitaría porque él sabía cuándo se veía como la mierda y aquella mañana era uno de esos días en los que agradecía mucho que existiera el maquillaje. Aunque no se había aplicado más que simple protector solar, por lo que sus ojeras y ojos rojos del sueño, era un auténtico asco.

Y él sabía cómo lucía Kim SeokJin. Lo había visto en fotos, tanto viejas como nuevas, pero la presencia del tipo y su metro ochenta parado a su lado con un pantalón deportivo negro tipo skinny. La sudadera con cierre y capucha negra, más gorra y lentes de aumento lo hacían verse... Lo hacían-...

-Quita tus mugrosos pies de la silla-SeokJin sacaba al Idol de su ensoñación al momento en que empujaba sus piernas largas fuera de la silla frente a él.

-¡Aish! Eres un jodido viejo bruto y gruñón -acusaba TaeHyung. Acomodando en el proceso su propia campera que había dejado ver parte de su piel canela.

SeokJin rodaba los ojos porque era claro que no llevaba nada debajo.

-Soy bien llevado con los hombres que me caen bien y suave con mujeres hermosas -respondía-. Tú no entras en ninguna lista.

TaeHyung abría su boca y sus ojos, aunque estos no se veían-. ¿Estás insinuando que no te agrado?

SeokJin se encogía de hombros-. Ni yo a ti. Así que estamos bajo igualdad de condiciones -respondía, cruzándose de brazos-. ¿Sabes por qué se les llama lentes de sol?

TaeHyung reía gravemente. Aquello recién comenzaba y ya estaba alistando sus armas para atacar al otro, quizás sería divertido. Adoraba sacarle la mierda a la gente mayor que creía poder mandarlo o tener un mínimo de poder sobre él solo por un par de años más.

-No voy a quitarme los lentes, anciano -respondía.

SeokJin apretaba sus dientes y su mandíbula se marcaba. Inclinándose hacia adelante, susurraba con voz grave y ojos en llamas:

-Quítate los malditos lentes, ahora -ordenaba.

A TaeHyung se le fruncía solo un poco el culo, pero joder que no cedería, así que se inclinaba otro poco y respondía firmemente un-: No.

Segundos después de una mirada fija por parte del mayor, este mordía su carnoso labio inferior y reía ladino. TaeHyung, intentaba recordar como respirar. SeokJin no podía ver claramente sus ojos, pero había notado el desvío que habían dado a sus labios, así que repentinamente levantaba el brazo y le quitaba a TaeHyung sus lentes y se sentaba frente a él.

- ¡Hey, devuélvelo! -el Idol se había echado encima de SeokJin para tomar sus lentes. Este había enroscado una pierna alrededor de su cuerpo impidiéndole moverse más y estiraba su brazo lejos para que no pudiera tomarlos de su mano-. Imbécil, suéltame-... Aish. ¡Dámelos, anciano!

-O te comportas como un jodido adulto o haré de tu tiempo conmigo un infierno -aclaraba SeokJin. TaeHyung quería liberarse del agarre de sus piernas, estaba casi arrodillado entre medio por no poder posicionar sus pies al suelo. Estaba casi inerte y sin poder moverse. El tipo tenía una fuerza horrible y lo hacía sentirse un jodido debilucho y un niño pequeño que estaba siendo regañado-. Definitivamente eres un crío malcriado en el cuerpo de un adulto jodido.

TaeHyung se ponía rojo de la rabia y dejaba de forcejear, estiraba lo más que podía su cuello para estar cerca del rostro del mayor. Afirmando sus manos a los lados de la cadera de SeokJin, respondía-: Adulto, sí. Jodido, todavía no ¿Quieres cambiar eso?

Su voz había sido grave, SeokJin había quedado con su ceño fruncido y ya no estaban forcejeando y peleando. TaeHyung se veía como la mierda, pero se las arreglaba para lucir sensual y juguetón. Podía notar el exacto momento en que esa manzana de adán se movía por haber pasado saliva y debía admitir que podía sentir los músculos en la piernas del tipo, el bulto que se escondía debajo de esos pantalones deportivos-que seguramente era más prominente estando duro-y luego los músculos del tipo bajo sus manos cuando las posicionaba sobre su pecho. Era todo un cuerpito bien trabajado.

TaeHyung no quería babear, es más, él había visto fotos del SeokJin de veintitrés siendo modelo para Calvin Klein y joder que sabía cómo llenar esos bóxeres y sabía lo que había debajo de esa ropa con respecto al tamaño, si es que era cierto. Pero una cosa era saberlo y otra sentirlo. El tipo estaba duro por todos lados... Claro, menos su polla.

Una garganta se aclaraba de repente-. ¿Solo me fui veinte minutos y ya se están matando? -preguntaba Lee.

SeokJin aflojaba el agarre de sus piernas y TaeHyung caía de rodillas, su rostro casi aterrizando en las partes privadas.fel mayor, si no fuera porque su propia mano se había posicionado en su mentón para que evitara caer sobre su miembro. La mirada de ambos conectaba en esa incómoda posición y TaeHyung sentía un fuego recorrer su cuerpo mientras SeokJin lo miraba desde arriba, ahora quien pasaba saliva, era él.

Con voz casi temblorosa y entrecortada, más la mano de SeokJin en su mentón, preguntaba-: ¿Me das mis lentes ahora?

El castaño apretaba sus dientes mientras sus fosas nasales se inflamaban y largaba el aire por allí, se veía enojado, tenso y a TaeHyung le ocasionaba cosquillas en su estómago-. Si te los pones me largo y sé que no eres tan estúpido como para dejar pasar la oportunidad de reivindicarte en la música.

TaeHyung sentía esos dedos sobre su mentón y no podía hacer otra cosa que asentir, tomar los lentes que amigablemente SeokJin le devolvía y ponerse de pie para sentarse en la silla nuevamente, pero esta vez se cruzaba de piernas.

«Ok ¿Qué mierda fue eso, TaeHyung?» pensaba disgustado.

-Lamento que ya te esté sacando canas verdes -mencionaba Lee, llegando a su asiento.

TaeHyung reía-. Y aún si las tuviera no las veríamos porque seguro y el anciano se tiñe -volvía a su tono mordaz.

SeokJin rodaba sus ojos y negaba, dando el primer sorbo a su café y tragando mientras saboreaba la vainilla en la cafeína. TaeHyung había mirado el movimiento de su garganta.

- ¿Ya lo sabe? -preguntaba el mayor a su manager.

-No. Quería que tú se lo dijeras -respondía Lee.

TaeHyung fruncía su ceño-. ¿De qué mierda están hablando?

-La boca -acusaba SeokJin. TaeHyung le daba una mirada asesina y apretaba sus dientes-. Prepara tus maletas -el Idol fruncía el ceño-. Nos vamos en dos días.

- ¿Qué mierda? No ¿Qué? -su rostro se había transformado-. No iré a ningún lado contigo. Viejo malo -acusaba. SeokJin reía-. Ya ¿Hyung? -TaeHyung miraba confundido a su manager.

-Harás un viaje para enfocarte en tu mini disco, así trabaja SeokJin -exclamaba.

-Me vale como trabaje -respondía y luego miraba a SeokJin y lo repetía-. Me vale como trabajes, hombre. Se vienen épocas navideñas ¿Sabes a cuantas fiestas y eventos he sido invitado? Hyung, dile -pedía a Lee.

SeokJin lo miraba sin diversión en su rostro.

-No habrá eventos, cancelamos todo lo que pueda ser de distracción -exclamaba su manager-. Te queremos enfocados en el mini álbum.

TaeHyung se indignaba peor, poniéndose de pie y arrojando sus lentes a San Pedro.
SeokJin continuaba viéndole sin sentirse para nada intimidado por el berrinche del joven y estaba incluso a punto de reírse.

- ¡Diciembre está lleno de fiestas para mí! ¿Por qué diablos hicieron algo así?

- ¡Porque tu carrera musical va en debacle! -gritaba Lee y era la primera vez que lo hacía en tantos años.

TaeHyung tenía su boca abierta, no había palabras que replicar a la furia de su manager. Nunca lo había visto entrar en un colapso y habían pasado situaciones que habían puesto a Lee al borde de la renuncia. Ni sus propios hijos le daban los dolores de cabeza y trabajo que le daba el mismísimo TaeHyung.

SeokJin había agachado la cabeza. Ni una risa de burla, nada. Conocía a Lee hacía un tiempo ya y había aceptado por mera amistad con él, trabajar con alguien como TaeHyung. Sabía que estaba preocupado y SeokJin había decidido darle su ayuda.

-No tienes que gritar -susurraba TaeHyung.

Lee suspiraba y agachaba la cabeza.

-Necesitamos que saques la cabeza de tu culo, hijo... Es tu carrera de la que hablábamos -decía con suavidad.

TaeHyung relamía sus labios y miraba finalmente en dirección a SeokJin.

- ¿De cuánto tiempo hablamos? -se cruzaba de brazos y miraba despectivamente al productor.

-Un mes y medio -respondía SeokJin.

- ¿Un mes y me-...? -se tiraba sobre la silla vencido.

Lee cruzaba mirada con SeokJin.

-No seas tan dramático. Alejarte de las fiestas y concentrarte en tu carrera, no es exactamente algo malo -mencionaba el productor.

TaeHyung alzaba la cabeza y sus cejas. Lo miraba de forma descreida.

- ¿Un mes y medio contigo? ¿Donde sería eso? ¿París, Londres, Rusia? Oh, creo que nunca he ido a Rusia -mencionaba aplaudiendo.

SeokJin y Lee cruzaban una sonrisa casi burlona por los pensamientos en voz alta de TaeHyung.

- ¿Por qué o de qué se rien? -cuestionaba con ceño fruncido.

-Niño, no iremos a ningún país... Iremos a Damyang, a una hermosa casa que tengo allí equipada con mi estudio. Eso es lo que nos espera y es lo que verás por al menos mes y medio -finalizaba con un guiño de ojo que debería de ser irónico y burlesco para TaeHyung, pero le hacía sentir cosas raras.

- ¡Aish! Eso queda como a dos mil kilómetros de Seúl, es el maldito campo. ¡Hyung! -se quejaba en puchero con Lee-. Me portare bien si nos quedamos aquí -susurraba con dulzura, tomando las manos de Lee.

El hombre no le creía nada, hacía una mueca y miraba en dirección a SeokJin.

-No es a mí a quien debes hacerle promesas de nada, Tae -respondía.

TaeHyung rodaba sus ojos y miraba a SeokJin. El tipo tenía una sonrisa burlona y delirante. Quería morder todo su rostro para borrar esa sonrisa de culo engreído. O quizás solo sus labios y que dejara de reír como imbécil.

Solo morderlos ¿Esperen, qué?

-Mi casa es genial. Te mantendrá ocupado, así que no te preocupes por bares alcohol y esas cosas. Me tomo mi trabajo muy en serio y cinco canciones no son nada. Harás todo lo que yo te diga -TaeHyung iba a replicar, pero SeokJin tapaba su boca-. Ah, ah... Nada, no quiero escucharte otra cosa que no sea "Si, señor" o "Por favor, señor" -TaeHyung fruncía sus cejas e iba a empujar a SeokJin, pero el tipo tomaba sus dos manos con la libre que le quedaba y la otra continuaba en su boca. Tirando de TaeHyung, sus rostros estaban a simples centímetros-. Hablo en serio, soy profesional y le enseñaré a tu culo mimado cómo ser un verdadero artista si es necesario, pero esto se hará a mi manera y quizás me caigas muy mal porque joder, me caes pésimo, pero te puedo prometer ahora y aquí frente a Lee, que haré de tu mini disco un jodido éxito. Te voy a pulir y me lo agradeceras en un futuro no tan lejano.

TaeHyung había dejado de forcejear para la segunda oración, solo se mantenía respirando calmadamente mientras sentía en la piel de sus muñecas el fuerte agarre del mayor y luego sus ojos se perdían en el oscuro, desafiante e intenso de los ojos de Kim SeokJin. No tenía nada más para decir, solo tomar sus palabras y asentir.

Eran las siete de la mañana del veintiocho de noviembre y TaeHyung bajaba con sus ojos hinchados. Sus labios hechos un puchero enorme y su pelo un jodido desastre. Tenía unos nuevos lentes de sol y era un oso de peluche inmenso todo abrigado para que el gélido frío no le congelará los huesos.

- ¡Apúrate niño! -pedía SeokJin. Fresco como lechuga, luciendo increíble en su campera marrón larga que hacía lucir más sus hombros y el peluche blanco de adentro lo mantenía caliente.

Jeans negros y botas en punta, con su pelo castaño oscuro hacia un lado y su frente al descubierto. Sus labios rojos por el frío y su nariz estaba similar. Era la segunda vez que TaeHyung lo veía. Entendía completamente el apodo de "Dios Griego", pero él era un maldito zombie cagado de frío y SeokJin se veía...

Caliente e imponente. TaeHyung quería arrojarle la maleta en el rostro.

- ¿Por qué mierda estás tan despierto a esta hora y con este frío? -se quejaba, parándose frente a su nuevo productor y entregándole su gran valija, la cual venía arrastrando.

- ¿Me viste cara de botones o qué? -SeokJin abría el compartimiento de su camioneta negra despampanante y señalaba dentro-. Metela tú, sé que el ejercicio no es de tus actividades favoritas, pero cambiaremos muchas cosas favoritas tuyas... -susurraba burlón e inclinándose hacía adelante.

TaeHyung hacía un rápido chequeo de ese perfecto rostro y luego lo empujaba.

-Aish, anciano insoportable. Yo lo haré, no queremos que te duela la espalda ¿No? -se mofaba.

Y justo cuando iba a levantar su maleta, sus manos eran quitadas con cierta brusquedad, SeokJin tomaba su equipaje y con una rápido levantamiento y movimiento, la gran maleta estaba dentro.

-Mete ese culo en mi auto. Ahora -ordenaba con seriedad, dirgiéndose al lugar del piloto.

TaeHyung quedaba solo fuera de la camioneta, resoplaba y luego exclamaba para sí mismo-: Eso fue caliente, hombre -y se metía dentro finalmente.

Luego de media hora de viaje, el idol comenzaba a removerse.

-Me duele el culo -soltaba repentinamente.

SeokJin alzaba sus cejas-. Y bueno... Que te den con más cuidado la próxima vez -mencionaba SeokJin.

TaeHyung lo miraba indignado-. Haces chistes de abuelo. Tan desagradable y fuera de lugar -replicaba.

Podría decirse que luego de haber estado encima del cuerpo del tipo la primera vez, sabía que SeokJin estaba jodidamente bueno. Pero había notado que con el tema "anciano" y la edad, el tipo tenía cero tolerancia.

Una risa seductora y grave proveniente de SeokJin resonaba dentro de la camioneta.

-Ten cuidado como te expresas -mencionaba-. Y no llevamos ni una hora en ruta.

TaeHyung rodaba sus ojos-. ¿Por qué no vinimos en avión?

- ¿Por un viaje de tres horas en camioneta? Joder, malcriado -exclamaba.

-No te di la confianza para insultos -replicaba, resoplando y rodando nuevamente sus orbes negras.

-No te dí confianza para que me pongas los ojos en blanco, me llames anciano o me contestes como la mierda. Compórtate como un adulto ¿Tienes doce o qué? -soltaba SeokJin.

- "¿Tinis dici i quí?" -le replicaba solo para enfurecerlo.

-Ay, dios. Niños como tú son la razón por la cual no quiero hijos -mencionaba el mayor.

TaeHyung fruncia el ceño y lo miraba seriamente.

-Ni que tuvieras edad para ser mi padre

- ¿No que era un anciano? -se mofaba el castaño.

TaeHyung chasqueaba su lengua, pero luego enarcaba una ceja y se sentaba directamente mirando a SeokJin.

- ¿Por qué no tienes hijos? Estás viejo, en edad para tener un heredero ¿Ninguna mujer te aguanta? -preguntaba curioso.

SeokJin largaba una risa seca-. Todos mis amigos de mi edad, más grandes o más jóvenes ya tienen sus hijos -miraba a TaeHyung aprovechando un semáforo-. Soy el tío cool. Los niños son increíbles, cuando no son tuyos. Luego son revoltosos, es todo una odisea criarlos y creo que es un ritual que merece ser compartido con alguien a quien verdaderamente ames sabiendo que siempre estará a tu lado para su crianza -se encogía de hombros-. Esa mujer no ha llegado.

El auto arrancaba y TaeHyung seguía mirándolo-. ¿Tienes, cuánto? ¿Cuarenta y algo y aún no te has enamorado?

-Yo no dije eso. Me he enamorado, he amado a una cantidad de buenas mujeres, pero simplemente no eran las correctas para mí

-Le temes al compromiso

-Nop, solo no eran las correctas ¿Me escuchas cuando te hablo? -acusaba SeokJin.

-Lamentablemente si te escucho -se quejaba TaeHyung. Luego hacía un sonido agudo y se entusiasmaba-. ¡Eres un gay de closet! ¡Quizás tu mujer perfecta no llegó, porque es un hombre! Puedo ayudarte con eso -setenciaba coqueto, tocando el brazo que SeokJin tenía estirado, tomando el volante.

El castaño miraba su mano y luego a TaeHyung y volvía su mirada a la carretera-. No te ofendas, pero no eres mi tipo. Ni tú, ni ningún hombre

- ¡Eugh! No hablaba de mí. No tengo fetiches con hombres mayores

-Tengo treinta y ocho. No soy ni un anciano, ni tan exageradamente mayor

-Pero si un poco mucho más viejo que yo ¿Lastimé tu ego porque te dije que no me gustas? -preguntaba con puchero.

SeokJin reía sonoramente-. En absoluto. Está totalmente bien si no soy tu tipo, aunque soy el tipo de todos -soltaba seductor y engreído.

-Ay, esta charla ya se volvió aburrida y saco tu lado narcisista -soltaba TaeHyung.

-No más que tú. Aparte, no finjas que no te gustan los hombres mayores.... En todas las entrevistas que has hecho, hablas de tu vida sexual... Y niño, tienes un claro fetiche con hombres mayores -acusaba.

TaeHyung enarcaba una ceja-. ¿Lees todas mis entrevistas? ¿Eres un fan? -la sonrisa y voz coqueta reaperecian.

-En absoluto. Tu música es una mierda. Te investigué mejor para saber dónde diablos estoy metiéndome

-Con el hijo del diablo, anciano -respondía molesto, encogiéndose de hombros.

No es que esperara que SeokJin le admirara secretamente, pero decir tan descaradamente que su música es una mierda.... Joder, no tenía derecho.

- ¿Te ofendiste? -preguntaba el mayor.

-Ya no tengo ganas de hablar contigo, eres aburrido

-Uy, sí te dolió que dijera que no soy un fan. Supongo que estás acostumbrado a que te idolatren demasiado en tu entorno, fuera de los fans -replicaba.

-Ay, por favor. Como si me interesará -respondía-. Aprendí que en este ambiente todos quieren un poco de "V". Solo soy un par de billetes andante para unos, trabajo para otros y pesadilla para unos pares. Créeme, no me afectas -respondía secamente.

SeokJin parpadeaba, miraba de reojo la seriedad pintada en el rostro de TaeHyung y no decía nada más. Lo cual el chico agradecía enormemente porque se había sentido quedar en carne viva con aquella confesión.

SeokJin se quedaba pensando el resto del viaje y no, no habían vuelto a hablar. De hecho al llegar, TaeHyung estaba completamente dormido, babeando y roncando en el asiento copiloto. SeokJin lo miraba y suspiraba. Debería de sentirse asqueado al ver cómo el tipo estaba babeando su ventanilla, pero había cierta ternura en los rasgos de TaeHyung cuando se encontraba simplemente dormido. Con la guardia baja.

La mano de SeokJin se estiraba y quitaba un par de rulos del rostro del chico y así sin maquillaje y con el pelo revuelto, parecía mucho más joven de veinticinco.

- ¿Qué pasó contigo a través de los años, eh? -susurraba, sabiendo que no podía oírlo.

No era tan miserable como para no ser empático con el chico en ocasiones, sabiendo lo que ese mundo podría hacerle si tomaba las decisiones equivocadas. Y TaeHyung había tomado muchas decisiones malas.

El Idol se removía y cuando lo veía parpadear para abrir sus ojos, de inmediato volvía su mano al volante y la llave para apagar el motor.

- ¿Llegamos o qué? -preguntaba estirándose, fregando sus ojos y bostezando-. Este asiento es increíble -halagaba.

-Me alegro que hayas recuperado fuerzas -respondía-. Mi casa de campo -Señalaba SeokJin adelante.

La propiedad era inmensa, muy sofisticada. TaeHyung abría sus ojos más despierto ahora.

-Bueno, parece un lugar genial para pasar diciembre y perderme los mejores eventos del jodido año, anciano -luego de eso abría la puerta.

SeokJin suspiraba y bajaba con él.

Con maletas en mano y un mini tour por el interior que, incluía sótano con sala de juegos. Una enorme habitación dónde se hospedaría. Gran sala de estar, comedor y cocina de ensueño.... Cuando a avanzaba hacia el patio trasero se quedaba recalculando.

Sentía la presencia de SeokJin a su lado.

- ¿Tu piscina tiene techo? ¿En serio? -cuestionaba la cordura del hombre.

SeokJin reía-. Amo nadar. Hubiera sido nadador profesional sino fuera porque me reclutaron para el modelaje. El techo solo es en época de frío, para evitar la nieve cuando estoy en la piscina .

TaeHyung abría sus ojos-. ¿Nadas con el agua congelada?

SeokJin hacía una mueca-. Usa un poco tu imaginación -acusaba-. Puedo templar el agua, es delicioso nadar con agua templada en época de frío. Lo encuentro revitalizante.

TaeHyung abría su boca y la cerraba-. Eres un anciano cool -respondía-. Pero ya, muéstrame el famoso estudio al que le llaman "Worldwide land Productions" -mencionaba sin gracia.

SeokJin reía de lado y entrecerraba sus ojos-. Para ser alguien que lo mencionó con ironía, estás muy informado al respecto.

TaeHyung ponía los ojos en blanco-. Ya. Muéstrame dónde ocurre la magia

-Te dije que no voy a para ese lado -se burlaba, caminando en dirección al estudio.

TaeHyung resoplaba-. Claro, porque la magia ocurre en tu habitación bajo las sábanas ¿no? -decía sin ganas.

A SeokJin le causaba gracia la actitud hostil a flor de piel que tenía, así que reía sonoramente.

-En la cama. En la mesa. En el sofá, en el piso... En la ducha, dónde sea que tenga ganas -respondía sobrante el mayor.

Y TaeHyung lo miraba entrecerrando sus ojos-. Viejo presumido.

Luego de eso llegaban a una puerta blanca inmensa dónde SeokJin ponía la clave para proceder a abrirla. Cuando lo hacía y encendía las luces, un color púrpura brillante pintaba el estudio. Inmensas PC por aquí y por allá. Muchis instrumentos, una ventana que dejaba ver el estudio dentro. Y luego del lado del público, un gran sofá. Cómodo y de color también púrpura.

Tenía almohadones por doquier de la misma gama del color y sus derivados. Una pequeña mesa ratona de vidrio y en un rincón una heladera moderna llena de todo tipo de bebidas, arriba de esta una pequeña alacena con todo tipo de snacks.

Aunque a SeokJin no le gustaba mucho la idea de que comieran en su estudio.

-Esto es... -TaeHyung tenía sus ojos súper abiertos-. El púrpura representa a mi fandom ¿Lo sabías?

SeokJin se cruzaba de hombros-. Coincidencia -respondía.

-Tiene una vibra muy gay ¿Seguro no lo eres? -se burlaba, pasando su mano por todo con suma delicadeza.

Otra risa-. No niño, no lo soy.

-Igual no me atraes ni un poco -le soltaba con una mirada despectiva.

-Mejor así -reía SeokJin.

El primer día había cocinado para TaeHyung, de todo lo que al chico le había disgustado del productor, su cocina no era una de esas. No recordaba comer comida casera hacía años. No podía discitirle y criticarle eso al producto.

Este le había pedido que no perdiera tiempo en las redes sociales, ni haciendo estupideces porque necesitaba estar fresco para comenzar a trabajar al día siguiente.

Pero eso no había ocurrido. TaeHyung se había despertado horriblemente tarde. SeokJin había optado por respirar hondo. Entendía también que eran las primeras "vacaciones" por así decirlo, del Idol. Así que lo tomaría más a la ligera mientras él trabajaba en algunas melodías.

Había "estudiado" los últimos discos del chico y jodier, iba en debacle. Letras superficiales que ya ni siquiera encerraban romance. Solo sexo sin sentido, letras huecas sin ningún sentimiento. Música salida de todo tipo de softwares. Los primeros cuatro días se había preguntado incluso si tenía una banda y usaban instrumentos reales ¿O qué mierda? Porque todo sonaba hueco y aburrido.

Simplemente más de lo mismo. Y SeokJin detestaba más de lo mismo.

Ese quinto día, se encontraba con el almuerzo en la mesa, pero TaeHyung aún no se había levantado, pese a que le había ordenado que se pusiera la alarma a las jodidas 9000 horas. «Como un maldito soldado» había pensado TaeHyung, eso no había sucedido.

Nuevamente, le había valido mierda.

SeokJin había almorzado solo y su paciencia ya estaba colmada. No perdería un día más. Ya había estudiado a su nuevo Idol y TaeHyung necesitaba un deconstrucción abismal. No solo como artista sino como persona. Ese chico se había perdido en ese mundo. O más bien, ese mundo lo había echado a perder.

Incluso había estado en muchas conversaciones largas con Lee, pidiendo consejos. Preguntándole como era TaeHyung y no V, pero incluso Lee ya no estaba seguro de como era TaeHyung.

-Hombre, prácticamente lo criaste. Dame algo aquí para hacer una conexión con él o me acusaran de homicidio si sigue durmiendo todo el jodido día y más encima-... -SeokJin se mordía la lengua.

No se consideraba un hombre pudoroso, tenía un historial peligroso y sucio, pero no le gustaba ventilar cosas ajenas. ¿Cómo podía decirle a Lee que básicamente dormía todo el día y en la noche madrugada se la pasaba viendo porno gay?

SeokJin no podía quitarse de la cabeza los gemidos masculinos quebrados que venían de la habitación de TaeHyung y es que tenían una junto a la otra. Sentía vergüenza incluso de pensarlo.

- ¿Más encima qué?

SeokJin volvía a la realidad-. No ha escrito nada. Nada de nada, le dí una simple tarea de escribir retazos de lo que fuera y no ha hecho nada.

Un suspiro sonaba del otro lado-. Quítale su teléfono -soltaba Lee.

- ¿Acaso quieres que nos matemos? Porque resulta que hasta Navidad no vendrás aquí ¿Quien se supone nos va a detener si nos vamos a la manos? -exclamaba SeokJin.

Lee reía-. Lamento no poder estar ahí. Hay huecos en la empresa los cuales llenar mientras él no está. Pero sé que puedes manejarlo

-No me adules

-Lo digo en serio y ahora tengo que irme. Fighting -soltaba luego y procedía a cortar el llamado y dejar a SeokJin con la palabra en la boca.

Casi arrojaba su celular al suelo, veía la hora y era la una y media de la tarde y TaeHyung aún dormía. Si continuaba con el mismo patrón de hace días, despertaría en dos horas aproximadamente. Y él ya no quería perder más tiempo.

Su contrato estimaba cierta cantidad de días para que el mini album de "V" estuviese completo, verificado y aprobado por el resto. A este paso, no terminarían nunca.

SeokJin se aproximaba a la puerta de la habitación ajena y se sorprendia de encontrar la puerta sin llave. TaeHyung obviamente nunca hubiese esperado que el mayor entrara sin su consentimiento, pues genial, ahora iba a llevar a cabo su plan.

SeokJin ya sabía de antemano por haberlo visto usando sus aparatos alrededor de su casa holgazaneando que, TaeHyung tenía una laptop, dos celulares y una tablet. Vaya a saber Dios porque dos celulares, pero seguramente uno era para las "trampas" como pensaba él.

Buscando y buscando con dificultad debido a la oscuridad de la habitación, lograba dar con cada uno de los aparatos deseados. Todos cargándose como si nada. Una sonrisa del tipo Grinch se pintaba en su bello rostro y procedía a tomar todos y cada uno, dejando a TaeHyung sin nada.

Cuando salía, ubicaba las cosas en un lugar que TaeHyung jamás encontraría. Su caja fuerte, dentro de su placard, abajo de todo y detrás de sus zapatos.

-Un poco exagerado, pero sé que el pequeño demonio me va a revisar hasta el culo por encontrarlos. Aquí no habrá forma -luego de tener las cosas ocultas, tomaba su reloj digital, ponía la alarma y la dejaba en la mesa de noche del Idol.

Luego procedía a salir y contener su risa mientras se acostaba en su sofá y comenzaba a leer tranquilamente su libro.

Treinta minutos después, TaeHyung salía en boxer, despeinado y completamente furioso.

- ¡Anciano! -gritaba por los pasillos de la casa del productor-. ¡Anciano! -volvía a llamar al no tener respuesta hasta que veía la cabellera oscura de SeokJin, en su sillón muy cómodo.

La furia le salía por los poros cuando se le paraba en frente y SeokJin acomodaba un brazo detrás de su nuca y el libro en su pecho. TaeHyung estaba demasiado furioso para apreciar su natural belleza de esa mañana.

Bueno, ese mediodía.

- ¿Dónde están mis cosas? -susurraba con dientes apretados.

SeokJin alzaba sus cejas-. Buenos tardes.

TaeHyung inflaba sus fosas nasales y lo siguiente que le siguió a eso, fue SeokJin defendiéndose de pésimos golpes dirigidos a él. Un forcejeo desquiciado, el Idol exigiendo saber dónde estaban sus cosas y SeokJin riendo y gritando que dejara de ser tan imbécil. La lucha había sido en el sofá, demasiado revoltosa, TaeHyung estaba horriblemente furioso hasta que SeokJin se daba cuenta de eso. El chico era pura furia, resoplando, insultando, no atinando ningún maldito golpe hasta que caían al suelo y la espalda de SeokJin impactaban con tal brusquedad que el mismo sonido de tal caída, detenía el arranque de locura de un TaeHyung que estaba encima de su regazo a horcajadas.

Su boca se había abierto, pero no salían palabras al respecto. Solo se sentía jodidamente culpable por como el mayor gemía del dolor y se retorcía debajo de él.

«De acuerdo, ese fue demasiado» pensaba TaeHyung.

-No me digas que te rompí la espalda, anciano -soltaba casi asustado.

Pero repentinamente, los papeles cambiaban, SeokJin lo derribaba de tal forma que TaeHyung ni siquiera había entendido como estaba tendido ahora boca abajo con el cuerpo del productor encima del suyo cubriendolo por completo mientras tenía con una mano las suya cruzadas detras de su cintura y la otra estaba presionando su nuca para mantenerlo allí.

- "Di aquerdo, di aquerdo" -balbuceaba contra el piso.

- ¿Qué? -se mofaba SeokJin al darse cuenta que apenas podía hablar por tener la mitad de su cara contra el suelo.

- "Me dele" -pedía en un gemido-. ¡Me deleeee! -gritaba con fuerza.

SeokJin reía ladino y soltaba su nuca, pero no sus manos.

-Discúlpate -ordenaba.

-Chúpame la polla -replicaba el Idol, furioso de no poder moverse. Pero en ese entonces, sentía los largos dedos de SeokJin enredarse en sus hebras, tirar con una fuerza que no dolía, pero... Bueno, lo excitaba un poco.

«Es la maldita posición» pensaba, cua do un gemido abandonaba sus labios.

SeokJin tiraba otra vez sin hacerle daño y levantaba su cabeza. Pegando sus labios a la oreja del meno, susurraba:

-Discúlpate. Conmigo. Ahora. Mismo -puntuaba agitado, respirando demasiado sobre la oreja del Idol y haciendo cosas raras con el interior y el cuerpo del chico.

-Lo siento -gemía.

-No te oí...

-Lo siento -repetía con tono bajo, solo para que SeokJin siguiera con sus labios pegados sobre su lóbulo.

-Más fuerte...

- ¡Lo siento! ¿De acuerdo? ¿Estás feliz? -soltaba ahora, solo un poco hastiado.

SeokJin reía triunfante y salía de encima del chico como si nada.

TaeHyung lo veía acomodar su ropa y cabello, el tipo estaba lo más bien. Él tenía una maldita erección que estaba pegada contra el suelo frío y aún así no disminuía.

- ¿No te piensas poner de pie? -cuestionaba SeokJin, muy ajeno al problema dentro de los boxers de TaeHyung.

-No entres en pánico ni te creas especial, anciano -advertía segundos antes de ponerse de pie y tener una tienda de campaña dentro de su ropa interior.

SeokJin abría sus ojos y su boca sorprendido. Girando de inmediato, otra vez no entendía porque estaba tan pudoroso, así que aclaraba su garganta y volvía a enfrentar a TaeHyung.

El chico lo miraba con suficiencia-. No tendrías que haberte pasado de listo. Soy joven. Sexualmente activo y me tienes en abstinencia aquí encerrado.

- ¿No gastas suficiente energía viendo porno barato? -replicaba el mayor, decidido a no sentirse intimidado.

TaeHyung alzaba sus cejas y reía divertido-. ¿Escuchaste eso?

-Cada noche. Tienes una fascinación por el mismo video o el mismo actor, que sé yo y no bajas el maldito volúmen

- ¿Eres un fisgón? Que pervertido, Jinnie -se burlaba de forma sensual, acortando distancia con SeokJin.

El productor reía ladino y lo miraba con altivez-. No soy fisgón, mucho menos pervertido. Tú, eres un jodido descarado que no se guarda un poco de misterio sobre que ve o dejas de ver... Estamos una habitación al lado de la otra ¿Qué esperabas, niño?

TaeHyung reía nuevamente y luego notaba que estaba bastante cerca. Estaba descalzo por lo que el productor le sacaba un par de centímetros y... Para su mala suerte, se veía muy bien de cerca, así que miraba un fracción de segundos sus labios rojos y besables, inconscientemente relamía los suyos y...

- ¿Antojado? -se burlaba SeokJin.

TaeHyung se sentía un ladrón atrapado. ¡Ah! Pero él no iba a retroceder en un juego de provocación.

-No eres mi tipo, es la falta de sexo

-Claro -respondía el mayor con ironía.

-No te emociones, aciano. No tengo Daddy Issues -bueno, eso era una mentira y SeokJin ya se lo había sacado en cara.

Pero no le admitiría que a veces le gustaban mayores... A veces, más "muchas" que "pocas".

- ¿Dónde están mis cosas?

-Donde no vas a encontrarlas

-Si me dejas incomunicado, básicamente es secuestro -acusaba TaeHyung con sus manos en la cintura.

SeokJin reía-. Bueno, solo la empresa y/o Lee, pagarían tu rescate y fíjate que están muy de acuerdo con que no te devuelva una mierda y te pongas a trabajar conmigo -soltaba la última parte más serio y autoritario.

El interior de TaeHyung cosquilleaba.

- ¿Si trabajo contigo eventualmente me delvoveras mis aparatos?

-Es un trato. Mi tiempo es valioso, el tuyo también.... Y estas no son vacaciones dónde podrás comer porquerías, nadar en mi piscina con agua templada o dormir todo el día y mirar porno durante la noche. Esto es una estadía de pura índole laboral ¿Entiendes eso o te hago un dibujo, niño?

Dios, TaeHyung quería pegarle... Con sus labios, sobre los suyos. Mierda, la falta de sexo lo hacía tener fantasías raras con el anciano de su productor.

Resoplando y calmando su cuerpo, suspiraba o más bien volvía a resoplar, se tomaba sus segundos para responder-. Bien

- ¿Bien?

-Está bien, anciano. Está bien -repetía airado-. Trabajemos.

SeokJin se sentía victorioso.

-Perfecto, ponte decente y veme en diez minutos en el estudio -luego se giraba sobre sus talones, pero TaeHyung lo llamaba.

No se hubiera detenido ante el "anciano" pero sus pies se habían negado a volver avanzar cuando TaeHyung lo llamaba diferente esta vez:

-SeokJin Hyung -exclamaba.

El productor se detenía y giraba con su ceño fruncido por el honorífico usado y para ver al chico llegar frente a él.

- ¿Qué? -su ceño fruncido entre la confusión y desconfianza.

TaeHyung reía ladino-. Yo no miro porno.

"Pfff" era el resoplido irónico que SeokJin daba.

- ¿Crees que nací ayer?

-Oh, definitivamente no naciste ayer -respondía el azabache.

-No te pases -le regañaba de inmediato.

TaeHyung mordía su labio inferior-. En serio, no miro porno

- ¿Y entonces que eran esos malditos vídeos donde un hombre gime como si lo estuvieran partiendo al medio y más encima sonara completamente a gusto al respecto? -cuestionaba, intentando no sonar despectivo con respecto a las preferencias sexuales del chico.... Y preferencias de entretenimiento personal.

TaeHyung se aproximaba peligrosamente, se ponía en punta de pie y susurraba como si fuera un secreto-: Son vídeos caseros de mí, teniendo sexo con otros hombres.

SeokJin no quería parecer tan sorprendido como se encontraba realmente, pero no había forma de ocultar su sorpresa. TaeHyung lo miraba y veía su perfil muy de cerca... Así que no se contenía y dejaba un sonoro beso en la mejilla del productor y salía corriendo.

Segundos más tardes, SeokJin seguía viendo a la misma nada, su cabeza un revoltijo. Su cuerpo extraño y su mejilla picaba justo donde los labios del Idol se habían posado.

Cuatro días sin crecimiento, SeokJin no lograba conectar tanto como quisiera y el chico estaba insoportable porque quería sus cosas.

-He estado trabajando, devuélveme mi teléfono aunque sea -pedía.

Estaban frente a la gran consola y letras inútiles que no podían formar nada con sentido.

SeokJin suspiraba-. No estás trabajando, estás aquí perdiendo mi tiempo y perdiendo tu oportunidad de cerrarle el culo a mucha gente que te detesta.

TaeHyung lo miraba con seriedad, pero su ceño no estaba fruncido de enojo, solo algo de curiosidad por las palabras empleadas del mayor.

- ¿Creés poder lograr eso? -preguntaba.

SeokJin alzaba sus cejas-. ¿Hacer un mini disco que deje a muchos con la boca abierta, replanteándose cada insulto y mala crítica que se te dió en el pasado? -TaeHyung asentía-. Por supuesto que jodidamente sí. Pero solo si colaboras conmigo.

TaeHyung lo miraba con unos ojos que parecían hablar por si solos. Ese chico tenía miedo de fracasar nuevamente, sin importar quién colaborará con él, simplemente temía no volver a levantarse.

SeokJin suspiraba y llevaba su mano a la rodilla de TaeHyung y presionaba con suavidad.

-Sé que amas la música, necesito que demuestres eso... Eres bueno, muy bueno. Tu voz tiene un color especial y te las arreglas para seguir cualquier estilo que se te imponga... Pero quiero hacer algo diferente contigo, no quiero imponerte lo que yo creo que será exitoso o lo que a mí me gusta -continuaba viendo al menor fijamente-. Quiero que tú trabajes conmigo. Yo soy tu arma aquí, pero necesito que te abras y me dejes entrar para saber en qué dirección llevarte -TaeHyung sentía su garganta seca y hecha un nudo-, y no hagas un mal chiste de lo que acabo de decir.

Y luego reía. Reía alto, fuerte y con una sonrisa de oreja a oreja. Incluso había tapado su rostro porque realmente se había tentado con las palabras del productor, quien ahora reía tímidamente por haberlo hecho explotar en carcajadas. Y no le pregunten el por qué, pero le gustaba ver cómo se doblaba en la silla y reía sin parar.

Hasta que se acababa, secaba sus ojos y sobaba su estómago, el cual dolía solo un poco. Cuando TaeHyung enfocaba a SeokJin, lo encontraba viéndole fijamente otra vez, pero con un brillo nuevo en sus ojos negros.

- ¿Qué? -preguntaba el Idol.

SeokJin se encogía de hombros-. Nada

-Mientes... -acusaba.

SeokJin reía, una sonrisa torcida que a TaeHyung le gustaba.

-Creo que eres muy lindo cuando ríes... -respondía. TaeHyung abría sus ojos, era momento propicio para presionar algún botón en el "anciano" pero simplemente se quedaba sin palabras. SeokJin alzaba sus cejas-. Woah, ya sé cómo dejarte sin palabras.

TaeHyung daba una leve patada a SeokJin y solo se sonrojaba. Parecía tan inocente que el corazón del productor se había sacudido, entendiendo por primera vez cuando Lee le había mencionado que TaeHyung tiene un dulce niño en su interior que lamentablemente fue opacado por toda la mierda del ambiente.

-Bien, te ves hermoso con las mejillas rojas cuál tomate, pero que tal si me muestras tu playlists -mencionaba el mayor, girando para tomar su laptop y no vislumbrando el momento en el que TaeHyung abría enormemente sus ojos y apretaba su rostro.

«Estúpido» pensaba él idol, dándose leves palmadas para bajar el calor.

-Bien, abre tu usuario de Spotify y muéstrame tu playlist -volvía a ordenar.

TaeHyung fruncía el ceño-. Mi playlist es pública, búscala -volvía a su tono peculiar.

SeokJin rodaba los ojos-. No quiero tu lista superficial con canciones de mierda de pop moderno de tus amiguitos Idols. Quiero. Tu. Lista. Personal. De. Canciones -puntuaba.

TaeHyung abría sus ojos-. Hombre, considero eso algo-... Muy personal -murmuraba, mirando a otro lado.

SeokJin sonreía-. Pienso exactamente igual, porque usualmente escogemos canciones según como nos sentimos o que coincida con alguna situación en particular vivida. La playlist personal de uno tiene muchos sentimientos encontrados... -sus ojos buscaban la mirada de TaeHyung y este lo veía con algo de inseguridad nuevamente en sus orbes-. Muéstrame -susurraba con dulzura.

TaeHyung suspiraba, por primera vez no resoplaba,.tomaba la laptop y abría su cuenta para buscar la playlist que siempre escuchaba. SeokJin volvía a tomar el artefacto entre sus manos y alzaba sus cejas.

-Esto es... -el productor torcía su cabeza y TaeHyung se comía las uñas-. Tienes mucho jazz, grandes exitos... Exitos ocultos que pocos conocen... Dios, esto no se parece en nada a tu playlist de Idol -mencionaba sin verle y haciendo scroll entre las canciones.

- ¿Tan así? -preguntaba TaeHyung al verlo casi fascinado.

-Sí -afirmaba SeokJin sin verle-. ¿Por qué no has puesto ninguna de estas obras en tu playlist? -preguntaba distraídamente

Pero al ver que lo segundos pasaban y TaeHyung no respondía, se giraba a verlo y lo notaba muy serio. Cuando sus miradas conectaban TaeHyung se encogía de hombros-. No es lo que se espera de V.

SeokJin parpadeaba con algo de letargo. Relamía sus labios y tomaban un cuaderno de su escritorio más una birome, para entregárselas a TaeHyung.

-Tengo una idea gracias a las festividades navideñas -mencionaba pasando de largo la respuesta de TaeHyung.

El Idol agradecía interiormente que no se enfocará que su respuesta, pero SeokJin no lo había ignorado, en absoluto. Tendría bien en mente ese comentario que había tirado el artista y no carecía de duda alguna.

-No puedo escribir sin al menos un pista de una melodía -respondía con ceño fruncido-. Aún no manejo el piano del todo -su puchero se extendía casi hasta el piso.

SeokJin sonreía-. Me encargaré de una base para comenzar, esto me da un pista y no está muy lejos de lo que quería intentar contigo.

TaeHyung abría sus ojos-. ¿No me harás cantar solo pop?

SeokJin negaba-. Tendrá matices, porque el género "pop" está casi en todos los estilos... Pero esto de aquí, es lo que quiero intentar. Tu voz es perfecta m, la estás desperdiciando y yo voy a aprovecharlo

-Pero Hyung... -TaeHyung volvía a pucherear-. No va a gustarle a la gente

-Si realmente te aman a ti a tu talento, la gente correcta se quedará. La que no suma se irá y nuevos vendrán. Y los críticos que te dispararon balas en el pasado, te tiran rosas... Eso te lo prometo -le respondía decidido una vez más.

Había un fuego especial en sus orbes por lo cual TaeHyung no podía dejar de asentir a lo que saliera de esos labios. El tipo sabía lo que hacía aunque TaeHyung estuviera cagado de miedo por salir de su zona comfort.

Suspirando agachaba la cabeza rendido-. ¿Quieres unas frases sexies? Es lo que siempre me piden. Yo no escribí ninguna de mis canciones. Todo lo que había compartido fue rechazado -mencionaba casi desganado.

SeokJin podía apostar que hasta al chico le asqueaba las letras que le daban, pero así le pagaban y así se propagaba en la industria.

-No quiero frases -mencionaba SeokJin-. Quiero que escribas, quiero que te expreses

- ¿Sobre qué? No me gusta ventilar como me siento

-Y he ahí tu error, porque un cantante adquiere más poder cuando se vuelve autor e intérprete de su música. Expresando lo que siente

-Pero no quiero ser como Taylor Swift que crea una canción detrás de otra basándose en sus rupturas amorosas -abría sus ojos grandes al criticar.

-Oye... Es mi mujer, ten más cuidado -TaeHyung resoplaba.

-Así que te gustan del tipo Barbies ¿Eh? -y no sabía por qué le molestaba saber que SeokJin tenía "un tipo de mujer".

«Es hetero, por supuesto tiene un jodido tipo» pensaba para sí mismo, hundiéndose en su asiento y no escuchando lo último que SeokJin le decía.

- ¿Escuchaste lo que dije? No escuchaste nada ¿no?-cuestionaba el mayor-. ¿A dónde te fuiste?

TaeHyung sentía su rostro entrar en calor-. Estoy aquí. ¿Que dijiste? -preguntaba de mala gana.

SeokJin le hacía una mueca-. Firmé por cinco canciones contigo. Quiero que tomes el concepto de los fantasmas navideños y me escribas tres canciones. Una que hable del pasado, una del presente y otra del futuro. Si revelas más de lo que deseas que el mundo sepa, depende de ti. Siempre puedes ser enigmático y dejar al resto pensando: "¿Sobre qué trata exactamente está canción?" Y no precisamente divulgar toda la situación ¿Me explico? -preguntaba el mayor, moviendo sus manos a la par de sus palabras.

Era un ademana adorable para el Idol. Pero no diría nada.

-Sí, de hecho entiendo -respondía más relajado.

SeokJin sonreía-. Las otras dos canciones restantes. Las trabajaremos a la par, pero tú tienes que traerme una canción sobre el pasado, otra sobre el presente y una sobre el futuro. Con eso mente, trabajaré en la pista para que sea más fácil para ti. Cuando lo tengas armado veremos qué falta retocar y tienes noventa y seis horas.

TaeHyung abría sus ojos inmensamente-. ¿Puedes hacer una melodía en este tiempo?

-Puedo hacer una base y mejorarla luego. Incluso cambiarla si siento que no queda con lo que escribiste, pero necesito que colabores conmigo.

TaeHyung suspiraba y fruncía ceño-. ¿Crees que soy capaz de estar a la altura de lo que me estás pidiendo? -sonaba inseguro y se odiaba.

Pero SeokJin tenía ese "algo" que lo volvía vulnerable.

El productor sonreía y posaba su mano sobre la suya. El pulso de TaeHyung se aceleraba peor. Mierda, era una cosa rara.

-Sé que si te lo propones, eres capaz de mucho. Lee puso las manos en el fuego por ti y me juro que no sería una perdida de tiempo para mí, así que sí. Te creo capaz.

TaeHyung pasaba saliva y se le quedaba viendo fijamente. SeokJin relamía sus labios y por unos momentos sentía una corriente eléctrica. Aquella mirada fija era extraña. TaeHyung tenía unos ojos demasiado brillantes.

Por lo que aclarando su garganta, se apartaba y sonreía algo incómodo, luego rascaba su nuca y TaeHyung notaba sus orejas rojas, pero no preguntaba por qué las tenía así.

-Es tarde ya -mencionaba, comenzando a apagar las computadoras y todo lo importante para ponerse de pie y guiar a TaeHyung fuera del estudio.

El chico salía de allí y luego giraba, suspiraba y esperaba a captar la atención de SeokJin mientras esté cerra la puerta. Cuando giraba, notaba que el chico estaba demasiado cerca.

-Hey... Woah, cerca

- ¿Me devolveras ni teléfono? -preguntaba.

SeokJin seguía a centímetros-. Aún no, dame una primera canción y quizás negociemos.

TaeHyung resoplaba, con un enorme puchero y sus labios brillosos resaltando luego de haberlow lamido. ¿Por qué era tan ridículamente atractivo? Pensaba él productor con ceño fruncido.

-Bien... Escribiré algo

-Exprésate -le corregía-. Es todo lo que pido. Prometo que valdrá la pena.

TaeHyung suspiraba suavemente y asentía. Luego de la nada, dejaba un suave beso en la mejilla del productor y se retiraba con un "Hasta mañana" apenas audible y agotado.

SeokJin se había quedado un largo tiempo de pie, mirando a la nada m, otra vez y sintiendo su mejilla cosquiellear. Pero no le daría un segundo pensamiento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro