Capítulo .•°•.•°•☆•°•.•°•. 12

_Me alegra que ya se conocieran, a partir de ahora los tres somos colegas, saben. -dijo Hoseok antes de llevar un poco de arroz a su boca-

_Jungkook es muy agradable, me cayó muy bien.

_Gracias, eres agradable igual.

_Bueno, ya es hora de irse para ustedes dos.

_Es cierto, la colección de ropa para Yeontan está increíble. Ya quiero que se la pruebe.

Hoseok se levantó y caminó hacia el amo Yeontan, le quitó la bata que llevaba puesta y me lo dio.

_Recuerda cepillarle el pelaje Kook.

_No lo olvidaré

_Adios Hobi -se despidió Ji Yeon y me tomó de la mano- ¿Me pueden llevar? -habló conmigo y con Yeontan-

Asentí nervioso, es la primera vez que una chica me toma de la mano.

No es que me sienta atraído, es solo que esto es nuevo. Una amiga, sería maravilloso tener una.

_Joven Jungkook, señorita Park, pequeño Yeontan suban -abrió la puerta- vamos al establecimiento de diseño.

Ji Yeon no dejó de hablar durante todo el camino. Al parecer es la oveja negra de la familia.

Sus padres y sus dos hermanos manejan una importante compañía de moda para personas famosas.

Ella prefirió hacer y diseñar ropa para mascotas, sus padres la llamaron loca y la corrieron de la casa.

Por suerte encontró a Hoseok y gracias a él tiene dónde vivir. Además consiguió trabajo con los Kim.

Supongo que los millonarios también tienen problemas, aunque no lo parezca.

_Gracias señor Choi, vamos Jungkook -tomó al perro y luego mi mano antes de salir del auto- Esta es mi boutique, la abriré en unos meses.

_Es muy linda, tendrás éxito. Ya lo verás -la alenté-

Ella miró abajo y sonrió, me di cuenta que tenía color rosa en sus mejillas. Creo que utilizó mucho rubor.

_Entremos -con mi mano aún entrelazada con la de ella, me hizo caminar hacia la puerta-

Ella entró y luego yo lo hice, muchos maniquíes con forma de can y con vestimenta encima estaban alrededor de nosotros.

_Empecemos ahora, mi primera línea de ropa, será de perros pequeños. -habló emocionada-

Yeontan se vistió ton todo tipo de colores y diseños, desde ropa formal, hasta atuendos de piscina.

Y nunca pensé decir esto, pero no se ven nada mal, para nada absurdos o tontos. Esta chica tiene talento.

Cuando yo asentía en señal de afirmación para los trajes ella saltaba de emoción y a veces me abrazaba.

No la culpo, debe ser genial que aprueben tu trabajo.

_Este es el último de hoy. -se acercó a Yeontan y comenzó a abotonar el traje- Jungkook, ven necesito que sostengas aquí -señaló una parte de la ropa-

Yo caminé hasta ella y sujeté donde me dijo. Ji Yeon tomó el pequeño botón y lo introdujo en el espacio correspondiente.

Accidentalmente hizo que nuestras manos rozaran mientras lo hacía.

_Ya está -me miró alegre- ¿Qué opinas? ¿El color sí le va? -acercó su rostro al mío con una sonrisa-

_Me encanta, es perfecto. -sonreí de la misma manera y me alejé un poco-

_Noté que debo hacer algunos ajustes, mañana te los entrego.

_Según lo que vi en el horario, mañana no me toca venir aquí.

_Entonces -pensó y luego sacó su teléfono- ¿me das tu número para escribirte y así pasar a dejarte los atuendos?

Cuando yo estaba por acceder, el amo Yeontan se bajó de su asiento y comenzó a rascar la puerta mientras ladraba.

_El amo Kim Yeontan, ya quiere irse.

_Sí, primero dame tu número y...

El can comenzó a rascar fuertemente con esas afiladas y pequeñas garras que tenía.

Estaba dejando marcas en la puerta, los ladridos tampoco se detenían.

_Tal vez otro día te de mi número. El amo Yeontan ya se quiere ir.

_No hay problema -se acercó a mi mejilla y la besó- hasta luego Jungkook.

_Ha-hasta luego Ji Yeon -respondí antes de ir con el amo Yeontan y tomarlo en brazos-

Salimos de la boutique y yo le susurré.

_¿Qué pasa con usted amo Yeontan? Ella solo estaba siendo amable -renegué-

El perro gruñó y yo fruncí el ceño.

_Adelante joven Jeon y pequeño Yeontan -el señor Choi abrió la puerta del auto-

Subí con el can y lo senté a mi lado, Ji Yeon se despedía desde la boutique.

_Me cayó muy bien su diseñadora amo Yeontan, al igual que Hoseok. Tengo buenos compañeros de trabajo.

El can solo se limitó a enseñarme los dientes y soltar un gruñido.

Qué extraño es.

_Los llevaré al parque de perros como dice el horario.

_Muchas gracias señor Choi

Durante toda nuestra estadía en el parque no ocurrió nada interesante, solo que vi a la señora que interrumpió mi momento con Taehyung. Paseaba a su pequeño chihuahua blanco.

Al regresar a casa, el amo Yeontan corrió hasta su habitación y subió a su cuna. Cerró sus ojos aunque no le tocara la siesta.

_Quiere hablar conmigo o está cansado.

No recibí ninguna señal, ya estaba dormido. Mejor me aseguro y duermo también.

_Bien, tomaremos una siesta.

Me acosté en la cama de al lado y cerré mis ojos. De nuevo estaba en el sillón con el zumo de naranja en mano y la gigantografía de Taehyung.

El amo Yeontan me miraba detenidamente.

_¿Eres lento humano? ¿O eres tan tonto que no notas un coqueteo?

¿De qué está hablando ahora?

_La diseñadora se quiere reproducir contigo -soltó-

Demoré un poco en procesar lo que acababa de decir el can y luego moví las manos en señal de negación.

_Oh no, no ,no, se está equivocando, eso no sucede. Ella solo es una persona amable.

_Sí y tú me cepillas el pelaje cada media hora. -habló con sarcasmo- sé reconocer esa mirada que tiene la diseñadora, ¡es exactamente la misma que tú pones cuando ves a mi dueño!

Nunca pasará nada entre ella y yo. Me gusta Taehyung y eso no va a cambiar.

_Más te vale humano tonto. Ahora hablemos de tus ejercicios.

_¿Qué pasa con ellos?

_Está bien que quieras tener brazos fuertes y abdomen marcado, pero... ¿Qué hay del trasero?

_¿D-disculpe?

_He observado a la especie humana y si tú quieres reproducirte con...

_¡Gustarle!

_Si tú quieres gustarle a mi dueño. ¿Esperas que se sienta atraído a tu trasero de tabla? Además debes aprender a hacer ejercicio sin polera, tu instructor de YouTube lo hace así.

_Eso nunca. Qué vergüenza, él tiene un buen cuerpo, yo no.

_De qué te servirá tener un cuerpo bien marcado si no se lo vas a enseñar a mi dueño por vergüenza. Tiene que hacerse un hábito entrenar sin polera.

_Pero...

_Y no es una sugerencia -se sentó firme- es una orden.

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