Capítulo 25

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Capítulo .•°•.•°•☆•°•.•°•. 25

_¿Existe un ser tan malo como para raptar a un perrito? -Tae se quejaba mientras conducía- Quién se atrevería a hacer algo así, solo un real desquiciado.

Un ser malo... El primer nombre que se me vino a la cabeza fue Yoongi. ¿Pero en qué momento?

_Aquí destructor, ¿me copian? -Namjoon hablaba por medio de la llamada que estábamos haciendo-

_Aquí caramelo rosa, te copiamos.

_Por la zona norte no hay rastros del objetivo. Pollito amarillito, ¿alguna persona logró identificar las fotos del objetivo?

_Negativo, zanahorias y tigrecito ¿Cómo van?

_Podrían tomar esto enserio -intervino Taehyung preocupado-

_Solo tratábamos de aliviar el ambiente, llevamos buscando por horas. Y el abuelo no responde los mensajes es como si no quisiera ayudar -se quejó Jimin-

_Yoongi debe tener motivos, nunca me dejaría solo en algo así.

Te dejó cuatro horas plantado en la primera cita... solo pienso.

_Es suficiente, paremos un momento. Nuestros ojos están cansados y puede que se nos pase algo de importancia. Todos vayan por algo de comer y en media hora volvemos.

Los chicos terminaron con la llamada. Nosotros seguíamos buscando, yo miraba hacia la derecha y él hacia la izquierda. Yeontan significa mucho más para nosotros que para cualquier otra persona.

Pero la desesperación a veces puede jugar malas pasadas, en especial si eres el conductor.

No sé en qué momento se me ocurrió mirar al frente, pude ver un bus realmente grande dando la vuelta, Tae tenía la mirada en la ventana del costado, su respiración agitada y llena de angustia no le permitió darse cuenta.

_¡Taehyung para el auto! -grité cerrando los ojos y esperando el impacto.

Cosa que no pasó, Tae logró pisar el freno a tiempo. Ambos fuimos impulsados hacia adelante y luego hacia atrás por el pare tan brusco.

Levanté inmediatamente mi rostro, el pecho de Taehyung subía y bajaba con rapidez.

Nos miramos asustados por lo que acababa de pasar, yo fui el primero en hablar.

_Tae, ¿estás bien? -comencé a revisar su rostro-

_Kook -tomó mis manos- Lo siento tanto, pude haber provocado un accidente, pude haber causado que nosotros...

_Estábamos concentrados en el amo Yeontan, si yo hubiese sido el conductor me hubiese pasado lo mismo.

_Kook -volvió a decir antes de abrazarme- lo siento mucho -comenzaba a humedecer mi hombro con sus lágrimas-

Quedé inmóvil, una pequeña sonrisa salió involuntariamente al sentirlo tan cerca. Todo el miedo que tuve se fue.

Me hubiese gustado seguir allí, pero estábamos en medio de la pista, obviamente los autos detrás empezaron a tocar el claxon.

_Creo que debemos tomarnos un momento para comer algo. Namjoon tenía razón -me dijo mientras me soltaba y tomaba aire para volver a conducir-

_Claro -dejé de abrazarlo- Quisiera ir de vuelta a casa del amo Yeontan.

_Buena idea, también mandaré a imprimir carteles, en unas horas estarán listos y lo compartiré en las redes sociales de Yeontan -paró de hablar- ¿te importaría manejar? No creo estar listo. No luego de esto.

_Me encantaría... la cuestión es que yo no sé manejar -solté mientras rascaba mi nuca-

Taehyung suspiró y colocó sus manos al volante. Antes de manejar me habló.

_Será mejor que te coloques el cinturón, mis manos están temblando luego de lo que sucedió.

_Oh, no te preocupes confío en ti -aseguré- tú tranquilo.

Él asintió y empezó a conducir, cada cinco segundos hacía pares bruscos. Nuestros cuerpos rebotaban de adelante atrás, una de las veces casi me estampo contra el vidrio frontal.

"Disimuladamente" me coloqué el cinturón de seguridad haciendo que Taehyung suelte pequeñas risas.

Sin embargo, por más que tratábamos de bromear un poco. Aun nos encontrábamos devastados por el hecho de no poder encontrar al amo Yeontan.

Cuando llegamos a casa, Taehyung ingresó detrás mío. Dijo que haría algunas llamadas para los carteles. Yo por otro lado fui a la cocina para sacar algo de comer.

Tae necesita alimentarse bien si quiere mantenerse concentrado.

_Le llevaré un poco de jugo de manzana y unos fideos instantáneos -rápidamente tomé dos raciones de lo que dije-

De regreso me detuve fuera del almacén de comida del amo Yeontan, un sentimiento de tristeza se apoderó de mí.

Decidí respirar profundo y pensar en positivo, el amo Kim Yeontan es muy astuto como para perderse, si ahora no lo encontramos es porque así lo quiere.

Continué mi camino hasta llegar a la sala donde dejé a Taehyung, quien no se encontraba allí. Volví a subir y esta vez escuché sollozos en la habitación del amo Kim Yeontan.

Entré y Tae estaba acostado sobre la cama, abrazando su fotografía con Yeontan. Me dolió verlo así porque si él no estuviera presente, yo estaría igual.

_Tae -dejé la comida sobre una mesita de noche y me acerqué hasta sentarme en la cama- Tae

Él soltó la foto y me miró con esos ojos marrones llenos de lágrimas.

_No lo vamos a encontrar nunca -se sentó- es muy pequeño para una ciudad tan grande -su respiración empezaba a entrecortarse- no volveré a ver nunca a mi Tannie -bajó su rostro-

Negué y puse mis manos sobre las suyas.

_Prometo que vamos a encontrar al amo Kim Yeontan, no me importa si no duermo, no voy a darme por vencido.

_¡Es imposible! Mi Yeontan ya se perdió -el llanto no paraba- puedes llorar también, no debes contenerte.

Me quedé callado por unos momentos hasta que junté el valor de decir algo.

_Debo contenerme, porque Taehyung quiero ser tu soporte. Aunque yo esté peor que tú, déjame tranquilizarte en los peores momentos. Yo Jeon Jungkook, quiero ser el soporte de Kim Taehyung.

_¿Mi soporte?

_Sí, solo tuyo.

Él levantó su mirada y su cuerpo se fue acercando poco a poco a mí. Cuando ya se encontraba a escasos centímetros...

Él abrió sus brazos y colocó su rostro sobre mi hombro. Y como en el auto me abrazó con todas sus fuerzas.

_Sé mi soporte Jeon Jungkook. Te lo pido -eso último lo dijo en un tono casi inaudible-

Quédate para siempre Kim Taehyung, eso es lo único que te pido a cambio.

Luego de un largo tiempo, ambos nos separamos, Tae estaba más calmado.

_¿Quieres comer?

Él asintió mientras se terminaba de secar la cara.

Yo me levanté y caminé hacia la mesita de noche donde se encontraba la comida.

Antes de poder tomarla, el timbre sonó. ¿Quién podrá ser?

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