Capítulo .•°•.°•☆•°•.°•. 63

Pov. Yeontan

El humano tonto había tomado una ducha siendo obligado por Tae y ya se encontraba vestido, era hora de ir al veterinario para que me revisen.

_Ay, invítame -suplicó al notar que mi dueño estaba comiendo una bolsa de papitas- Por favor -alargó el sonido de la "o" juntando sus manos-

Hasta aquí huele a pura fritura, aparta esa grasa de mí. Mi hermoso y escultural cuerpo no puede hacer esos desarreglos.

Taehyung lo miró y luego a su bolsa de papitas una y otra vez hasta estirar su brazo con la bolsa.

_Solo queda una Kook

Pues invítale y no tragues más que sino esa panza tuya va a regresar. Tragón.

_No importa -tomó la bolsa y llevó la última papita a su boca- vaya, este sabor es grandioso.

_Te compraré más, andando -sonrió- el señor Lee espera a Yeontan.

No pues te dicen Romeo.

_Sí -me tomó en brazos y salió junto a Taehyung-

El señor Choi nos abrió la puerta del auto al que subimos. Gracias súbdito.

Un tiempo y ya estábamos en la veterinaria, pero qué lindo día para ir a una tranquila revisión.

_Buen día joven Kim, joven Jeon y pequeño Yeontan -saludó el veterinario- ya esta liso para -fue interrumpido-

_¡Sí! -habló Tae al instante- Tannie esta listo para su revisión.

_Claro, la revisión -dijo con complicidad- Adelante a los tres

¿Por qué siempre se dirigen a mí como "pequeño"? No soy tonto, sé que soy chiquito. Pero sigo siendo su superior, deben tratarme con respeto. 

_Coloque al pequeño Yeontan sobre la camilla joven Taehyung.

Y dale con "pequeño". Pequeño tu pepino.

_Veamos, pequeño Yeontan abre el hocico para examinarte -pidió-

Y el humano seguía y seguía. Solo porque soy educado no te gruño.

_Muy bien pequeño Yeontan -comenzó a revisar y luego pasó a mis ojos- Se ve muy sano, usaré  el termómetro para asegurarnos que no tenga ninguna dolencia por el golpe que recibió hace unas semanas.

¿Termómetro? Qué extraño nombre de aparato, creo que ya lo he visto. Los humanos lo usan bajo la axila.

_Bien -sacó el instrumento- sujételo joven Kim 

¿Sujetar? Ni que fuera la gran cosa, diga qué patita debo levantar y... 

¡Me lo metió por la retaguardia! ¡Cómo te atreves a robar mi virginidad de atrás aparato extraño!

Ahora cómo explicaré que mi primera vez fue con un teromet... termote... ni el nombre sé y ya dimos este paso. Soy un total indecente.

_Tranquilo Yeontan no te muevas -dijo mi dueño acariciando mis orejas-

Claro como tú eres el que le va a hacer esto al humano tonto no sabes lo incómodo que es. Maldito activo.

Ya sáqueme eso señor Lee o me veré obligado a morderle. Soy chiquito, pero peligroso.

_Veamos -el veterinario sacó el instrumento- genial, tiene una temperatura normal. Ahora sí iré por la inyección.

Claro inyección... ¿¡Inyección!? 

Maldito dueño, maldito veterinario y humano tonto. Cómo se atreven a engañarme de esta manera.

Bueno, al menos solo será una. Una picadita no me va a matar, yo soy fuerte.

Obvio, soy demasiado fuerte. No soy fisicoculturista porque no quiero. 

_Me confundí, serán dos inyecciones. Una para prevenir parásitos y la otra para la rabia.

Santa Ramona dame paciencia porque si me das fuerzas juro que los muerdo a los tres.

_Tannie no gruñas, no es la gran cosa. 

¡Cállate tonto! Que mamá Kim dijo que siempre que te iban a vacunar llorabas antes de que la inyección hiciera contacto en tu piel.

_Buenos días veterinario Kim -una señora ingresó con su chihuahua blanco- vengo por la cita que tiene Gyepi con usted.

Ve, a este compa yo lo conozco. ¿No es el que acompañó a esa señora hace unos años en el parque?

_Claro señora, espere afuera primero tengo que vacunar al pequeño Yeontan.

Si quiere lo atiende a él primero, por mí no hay prisa. 

_Aquí vamos -acercó la inyección a mi muslo- tranquilo pequeño Yeontan que sentirás un ligero piquete como el de una hormiga. Contaré hasta tres e inyectaré esto.

Lo vas a inyectar en el número uno ¿no?

_Uno... -como lo predije esa fija aguja hizo contacto directo con mi piel-

¡Duele! Esto es como un piquete de una hormiga mutante, veterinario despiadado cómo te atreves.

Ojalá que cuando vayas al baño no haya papel higiénico.

_Lo hiciste bien pequeño Yeontan, solo queda una. Esta sí la introduciré cuando cuente tres.

No soy bruto, a mí no me engañas.

_Uno... -volvió a repetir su acción anterior y dolió más que el primero- Muy bien, ya está vacunado. En dos meses toca su siguiente control.

_Gracias veterinario Lee -dijo el humano tonto-

 ¿Cómo puedes agradecer? Acabo de perder mi virginidad de atrás y me inyectaron dos veces. 

Son despiadados con este humilde can.

Cuando sea el rey del mundo no quiero que me vengan a suplicar perdón. 

_Vámonos amo Yeontan, en casa le daré un premio por cómo se comportó hoy -me bajó y me colocó la correa- Hasta luego veterinario Lee

_Los veo luego

Oh no, eso no va a pasar. No lo permitiré.

Mi dueño y el mayordomo caminaron hacia la salida. Mi muslo estaba un poco dormido por lo que empecé a cojear.

Rasqué el pantalón del humano tonto y me paré en dos patitas para que me levante. Este me entendió y accedió a mi petición.

Estando sobre sus brazos mi vista se dirigió a uno de los asientos de espera al sentir una loción muy delicada y suave. 

El deleitante olor me hizo posar la mirada sobre una perrita de mi raza que se encontraba reposando en las piernas de su dueña. 

No sé por qué mi corazón comenzó a latir tan rápido como cuando veía a mi juguete de tigrecito.

No podía despegar la vista de ella quien al sentir mi mirada abrió sus bellos ojos para conectarlos con los míos. 

Todo a mi alrededor se detuvo, solo éramos ella y yo. ¿Podrá ser?

A caso este perro que nunca pudo ver hermoso a nadie más que su sombra o reflejo, ¿está viendo a la perrita más linda de este mundo?

Pues claro que sí, si parece un completo ángel recostada de esa manera.

Después de todo, creo que ahora vendré más seguido aquí.

Y voy a averiguar su nombre.

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