Nuevos Comienzos

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La lluvia golpeaba suavemente la ventana de la pequeña cafetería de Nueva York, Javier Peña y Steve Murphy se encontraban sentados uno frente al otro, recordando el tiempo que pasaron juntos en Colombia. Habían pasado algunos años desde que terminó su asociación como agentes de la DEA, pero no era extraño que se reunieran de vez en cuando para no perder el contacto, más frecuentemente ahora que por casualidad del universo se mudaron a no mucha distancia el uno del otro, hecho que conocieron por un amigo en común.

Javier tomó un sorbo de su café, mirando el vapor que surgía de la taza. "¿Recuerdas cuando comenzamos nuestra misión en Medellín?" preguntó, con una sonrisa tirando de la comisura de sus labios.

Steve se rió entre dientes, con la mirada fija en Javier. "¿Cómo podría olvidarlo? Se siente como si hubiera pasado toda una vida. Ambos éramos tan verdes, pensando que podíamos acabar con todo el Cartel de Medellín sin ayuda de nadie".

Javier asintió, con los ojos llenos de una mezcla de nostalgia y gratitud. "Pero hicimos algo realmente bueno, Steve. Derribamos a algunos de los mayores narcotraficantes que el mundo haya visto jamás".

Su conversación desvió al presente cuando Javier preguntó: "Entonces, ¿qué has estado haciendo estos días, Steve?"

Steve se reclinó en su silla y suspiró. "Después de dejar Colombia, me resultó difícil volver a integrarme en mi antigua vida. No podía deshacerme de la adrenalina, la emoción de acabar con los delincuentes. Entonces, decidí unirme a una empresa de seguridad privada. No es exactamente lo mismo, pero me da una sensación de propósito. Connie y yo seguimos juntos para cuidar de Olivia, pero hacemos vidas separadas" Lo último fue acompañado de una mueca amarga.

Javier escuchó atentamente, despertada su curiosidad, su compañero desvió la conversación hacia él. "¿Y tú, Javier? Supongo que tendrás algo entre manos, no eres de los que se quedan parados mucho tiempo"

Un destello de emoción bailó en los ojos de Javier cuando reveló: "Acepté un trabajo como consultor para agencias policiales, asesorándolas sobre tráfico de drogas y crimen organizado. Es un desafío, pero me permite marcar la diferencia".

Se sonrieron el uno al otro, orgullosos de los caminos que eligieron, entendiendo los sacrificios que habían hecho, nadie podía pasar airoso por todos los eventos traumáticos que sucedieron esos años, pero ambos mejoraron y muchas heridas estaban en proceso de curación. Lo cual era un comienzo.

Mientras terminaban sus cafés, Steve sugirió: "Oye, ¿por qué no cenamos esta noche? Sería genial ponernos al día adecuadamente".

Javier asintió con entusiasmo y estuvo de acuerdo: "¡Por supuesto! Conozco un pequeño restaurante Italiano no muy lejos de aquí, se come bastante bien".

Más tarde esa noche, mientras cenaban pasta y vino, recordaron los momentos emocionantes y peligrosos que compartieron y el impacto que habían tenido en el mundo. Se rieron, reflexionaron y brindaron por las aventuras que aún estaban por venir. Cuando se despidieron esa noche, supieron con certeza que sorprendentemente su conexión no había decaído como pensaron en un inicio, ambos se vieron con la necesidad de saber más sobre la nueva vida del otro.

------------------------------------------------------

En una ciudad bulliciosa, en medio del caos, el tiempo siempre daba la sensación de pasar más deprisa de lo normal, ambos hombres encontraron alivio en la presencia del otro con cada vez más asiduidad. Habían compartido innumerables misiones peligrosas, forjando un vínculo que era más profundo que la amistad, después de su cena Italiana hablaron muchas veces, Steve incluso le pidió consejo para poder llevar su empresa adelante.

No sabían cuándo comenzó, pero el aire se cargaba de una tensión magnética cada vez que estaban juntos, las miradas furtivas y conversaciones nocturnas se sucedieron una detrás de otra. La línea entre la asociación y algo más se desdibujaba día a día, lo cual les resultaba aterrador, ninguno de los dos pensó en verse en esa situación, nunca se sintieron atraídos por otros hombres, resultaba algo impensable.

Una noche, después de una operación particularmente agotadora en la que Peña participó, se encontraron solos en su casa con poca luz, había llamado a su amigo porque necesitaba su apoyo y algo de distracción con una charla trivial. Después de un par de copas de Whiskey de calidad que el tejano guardaba en un pequeño rincón de su apartamento y algunos cigarrillos, el ambiente estaba cargado de anticipación, ambos conscientes del camino prohibido que estaban a punto de emprender. La mano de Javier tembló cuando nerviosamente extendió la mano para tocar el rostro de Steve.

"Steve", susurró, su voz cargada de emoción, "hay algo que necesito decirte".

Los ojos de Steve se encontraron con los de Javier y supo que ese era el momento hacia el que habían estado avanzando. "Javier, yo...no puedo entender nada de esto pero...", confesó con voz firme. "Sé que eres importante para mí".

En ese espacio silencioso, sus latidos compartidos eran tan atronadores que pensaron que el otro podría oírlo solo con acercarse, el anhelo de los últimos meses se desbordaba peligrosa y abrumadoramente traspasando cualquier barrera o duda que pudiesen albergar. Con eso, sus labios se encontraron en un beso delicado y apasionado: la culminación de una conexión que se había gestado durante años.

--------------------------------------------------------

La mañana siguiente resultó...difícil, una vez que las emociones y las hormonas se calmaron fueron conscientes de lo sucedido, sus acciones haciendo eco en las finas paredes. El americano se vistió con rapidez y se marchó del apartamento sin decir una palabra, sin despedidas, dejando a Javier apoyado en el cabecero de una cama vacía y mirando una leve grieta en el techo con un nudo en la garganta. Todo parecía una gran metáfora de una existencia que se reía de él.

Nunca el tiempo pasó tan despacio, ambos se vieron arrastrados por la culpa y el remordimiento, deseando que esa noche no hubiera sucedido si eso significaba que su amistad podía continuar como si nada, pero ya estaba hecho. Un día el tejano se encontraba solo en un restaurante barato de comida rápida cuando su móvil sonó mostrando el número de Steve.

Sus interacciones en las semanas siguientes fueron incomodas, parecía que ambos procuraban evitar el tema, actuando como si nada hubiera ocurrido. Contra todo pronóstico un día simplemente todo era normal, lograron conseguir una cercanía similar a la que tenían, pero los sentimientos que albergaban no desaparecían, en todo caso no hacían más que crecer, floreciendo como una flor rara. Navegaron por las complejidades de sus vidas, reflejando el peligroso baile que alguna vez realizaron como agentes de la DEA, pero ahora con una tierna capa adicional de vulnerabilidad.

En los momentos tranquilos en la rutina creada entre misiones y trabajos, encontraron nuevamente sin poder evitarlo consuelo en los brazos del otro, su risa llenaba los espacios coloreando las promesas susurradas. Se deleitaron con una escapada de fin de semana sin planear, donde podrían ser ellos mismos, libres del juicio y el escrutinio del mundo.

Su historia estuvo llena de besos robados en las sombras, encuentros secretos bajo la luz de la luna y noches abrazadas. Fue un amor que creció en medio del caos, nacido de la lealtad y el sacrificio. Su nueva relación se presentó como algo que tenía que permanecer oculto, un tesoro secreto que sólo ellos podían retener. Se comprometieron a apreciar cada momento apresurado, sabiendo que era un regalo por el que valía la pena luchar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro