LGBT:

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Hay gente que cree que el Universo es perfecto, yo jamás pude pensar lo mismo. No, porque a mí me metieron en el cuerpo equivocado. Mis senos, mi útero, mis suaves mejillas...todo se me fue arrebatado por un error. Juro que he luchado con garras y dientes para mostrar lo contrario. Incluso ahora, mientras mi modificado cuerpo se mueve, mientras el difuso reflejo de lo que debí haber sido se expone ante la multitud, llegan a mí los recuerdos de batallas lejanas, de caídas barrosas, de llantos nocturnos...

- ¿Qué es esto? -Me arrancó el vestido de las manos y con furia lo arrojó al suelo- Hugo, ¿qué es esto?

-Papá -mis ojos se llenaron de lágrimas cuando intenté levantarlo y cubrir mi desnudez- por favor...

-Vete ahora mismo de mi casa -vi su puño cerrarse, y a mi madre en el marco de la puerta, devastada.

-Amor, estás confundido -intentó persuadirlo- eso es de su novia...

- ¡Con un demonio, Victoria! -Gritó- ¡Me diste un hijo marica!

- ¡Es nuestro hijo!

La mirada de desprecio del que un día te tuvo en brazos, es una herida que no se cura:

-Me das asco -dijo. Nunca más lo volví a ver.

Nadie me daba trabajo, soy un hombre vestido de dama, una cosa ridícula, un depravado. Pero, yo me siento una mujer, una que estuvo dispuesta a mutilarse, a sufrir, a acortar su vida por un sueño. ¡Ningún hombre es capaz de arrancar su hombría! Y nadie me dirá lo que soy por dentro. Jamás, jamás un par de genitales me dirán qué es lo que haré con mi vida.

Las luces cambian de tono, el estribillo de la canción aparece, y reminiscencias afloran con la música.

-¡Vete al baño de hombres, pervertido! - Una mi compañera de universidad, luego de descubrir la verdad.

-Pero...

-No puedo creer que nos hayas visto desnudas, qué enfermo.

Nuevamente, miradas de asco. Como si conmigo misma no tuviera suficiente.

Otra evocación más:

-Déjame explicarte -quise que me hablara como antes, quise que me besara de nuevo, quise arrancarme la carne y mostrarle quién era yo.

Un puñetazo en la cara. Uno por parte del chico del cual me enamoré.

-Imbécil, me hubieras dicho que era un tipo castrado.

Y él también se fue.

El show termina, los aplausos estallan y me siento realizada.

Tras regresar al camerino, soy sorprendida por un ramo de flores en la mesa.

Me acerco lentamente y las tomo para sentir su aroma.

-Estuviste muy bien -me giro. Un hombre joven de aspecto amable y liberal, el guitarrista del grupo con el que hablé algunas veces- espero que las flores sean de tu agrado -. Se encoje de hombros.

Dejo salir un suspiro desolado:

-Escucha, tienes que saber que yo soy...

Me toma de la mano y sonríe con calidez.

-Lo sé, y así te quiero.

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