27. Anímate

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...los astros dan buenos ánimos siempre





Puede que SeokJin haya adelantado su viaje, pero al diablo con ser paciente, estaba realmente feliz de poder volver a Seúl.

Puede que haya tenido los suficientes alicientes para el pronto retorno a saber: NamJoon iba a celebrar la inauguración de un nuevo apartamento; su mánager le propuso repensar la propuesta de un protagonismo en teatro, si bien pequeño no menos valioso, y, por último, lo que le ganaba a las dos razones anteriores, puede que haya sido el reencuentro con Park JiMin.

¿Qué pasaría al verlo otra vez? Se preguntaba sonriente Jin mientras llegaba a la ciudad.

¿Qué pasaría al verlo otra vez? Se preguntaba también JiMin, atacado de nervios, porque sabía que Jin ya estaba en Seúl. Y qué jodidos, esto era motivo para tenerlo dando vueltas sin saber qué preparar.

Según lo pactado, SeokJin iría a verlo luego de pasar a saludar a su primo en su nueva casa y JiMin, entendiendo que no podrían mostrarse porque el actor seguía siendo tema de charla en los medios, ofreció que este fuera hasta su departamento.

Puede que haya sido apresurado ofrecer tal cosa, pero, razonablemente, era la mejor opción. Estarían solos y lejos de cualquier persona que pudiera exponerlos. Pero era eso justamente lo que le ponía nervioso: estarían solos.

¿Y qué? Bien JiMin era mayorcito para saber comportarse. Claro, si es que esto estaba en sus planes. Y si tomaba en cuenta sus mensajes y llamadas con Jin...

—Aish, maldición ¿por qué me meto en líos solito?

Es que JiMin no quería ver a Jin y saltarle encima porque el trato era, más allá de las descaradas insinuaciones, hablar sobre lo suyo.

Y por otro lado, SeokJin sí quería ver a JiMin y saltarle encima porque el trato era, más allá de hablar sobre lo suyo, probar todo lo que se dijeron en descaradas insinuaciones.

Tal vez, pensó Jin, se apresuró en aceptar ir a casa del chico. Estarían solos y lejos de cualquier persona que pudiera exponerlos. Pero era esto justamente lo que le ponía ansioso: estarían solos.

¿Y qué? Bien SeokJin era mayorcito para saber comportarse. Claro, aunque esto no estuviera en sus planes iniciales. Pero él tomaba en cuenta los mensajes y llamadas con JiMin.  Aunque más pensaba en aquellas que no terminaban con ellos dos tonteando...

—Aish, maldición ¿por qué diablos me meto en líos solito?

—¿De qué hablas, hyung?—pregunta NamJoon mientras toma un trozo de pizza y come a su lado.

El salón de NamJoon estaba atiborrado de personas que SeokJin no había visto nunca, pero que lo saludaban contentos. Algunos hasta le pedían fotos y otros incluso le dejaron de regalo sus números telefónicos. A estos últimos, SeokJin les sonrió con disculpa antes de rechazarlos porque... sí, Park JiMin.

—¿Tienes algún consejo que darme para no ser tan torpe? —inquiere Jin buscando con la mirada a los amigos de JiMin que sabe que estaban rondando por allí—. Chim es un chico tierno y quiero impresionarlo. Yo... la vez que estuvimos juntos fue estupenda, pero también me hizo sentir algo aquí —Se toca el pecho—; no sé explicarlo, me gustó. Me gustó más allá del sexo. Y quiero repetirlo, sexo y arrumacos melosos con ChimChim. Pero no sé cómo...

—Alto ahí, me empalaga desde el apodo hasta lo que dices —Se ríe NamJoon y Jin lo imita—. No hablas en serio ¿o sí?

—Por supuesto que hablo en serio, Joon ¿qué no te quedó claro cuando te hablé toda la mañana de ChimChim?

—¡Deja de llamarlo así, por Dios! —suspira NamJoon—. Y no te ofusques, no lo dije en mal plan. Es que estás dándole demasiadas vueltas cuando lo único que debes hacer es ir con él y dejar que pase lo que tenga que pasar. Los dos son adultos y ahora nada les impide estar todo melosos.

—¿Y si lo echo a perder?

NamJoon mira a su primo y ve genuina preocupación por lo que le palmea la espalda para animarlo.

—Es muy probable que eso ocurra, pero si los dos quieren esto entonces podrán solucionar lo que sea.

Esto mismo le dice TaeHyung a JiMin al teléfono cuando el bailarín consulta qué hacer si lo echa a perder. JiMin agrega entonces:

—¿Y si no viene?

TaeHyung suspira al escuchar genuina preocupación por lo que se arma de paciencia.

Él irá, Minie —asegura por sobre el sonido de la velada—; ha estado aquí, pero parece estar mentalmente en otro sitio. Incluso vi que rechazaba a un par de personas que le dejaron sus teléfonos. Agradece que eso hizo porque estaría ya golpeando sus pelotas. Por idiota...

La carcajada de JiMin es sincera porque conociendo a su amigo, sabe que lo dice en serio. Sobre todo lo de patearlo, algo por lo que se había ofrecido antes, sin que JiMin lo pidiera siquiera, a vigilarlo.

—Gracias, TaeTae, pero diviértete y deja de espiarlo todo el rato.

De nada, es mi deber de soulmate ¿entiendes eso? puedo perdonarle que sea un bobalicón si te hace feliz Minie y oh... ¡Alerta, alerta, se ha puesto en pie! —dramatiza TaeHyung al otro lado de la línea y JiMin vuelve a reír hasta que escucha unos sonidos de forcejeos, quejas e insultos.

— ¿Tae? ¿Te encuentras bien? ¡No me asustes! ¡Dime que no lo pateaste en las pelotas!

No lo hizo porque soy rápido de reflejos —es SeokJin quien habla y hace enmudecer a JiMin—. Cumplí mi cuota social por hoy, ¿demasiado tarde para llegar temprano?

—Oh...

SeokJin ya había colgado la llamada cuando JiMin fue a responderle y, ahora sí, los dos no tenían escapatoria de ellos mismos. Que fuesen los astros, o sus amigos mejor dicho, testigos de que esos dos estaban por colisionar.













Nota:

Este capítulo no sería posible sin el bello acompañamiento de la canción del principio:

"Imagino que a tu forma de ser le sobra el ingrediente que a mi forma de amar le falta"

Nada, eso. Amén a la música.

Resta el final y el epílogo.

:)

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