...verte con otro, pero tampoco conmigo.

Park JiMin es amigo de Min YoonGi, el enfermero, desde su primer año en la Academia. Recuerda que YoonGi le ayudó a adaptarse a los ritmos y espacios de Seúl. Además, resultó que el enfermero era compañero de departamento de TaeHyung, lo cual, hizo que afianzaran su amistad por verse seguido.

JiMin nunca supo cómo es que el enfermero lograba congeniar en su grupo de amistades siendo que TaeHyung y JungKook eran bastante revoltosos y HoSeok también se volvía un tanto ruidoso a veces. YoonGi, al contrario, es tranquilo, calmado, un poco filósofo, pero no quitaba que sea divertido, con un humor particular. Y claro, por sobre todo, por más caras enfurruñadas que haga tiene un gran corazón.

Cuando el bailarín cae, como ocurre mucho cuando se estresa y presiona al límite, el enfermero lo atiende y regaña por su bien propio. Eso hace justamente ahora:

—Mochi, ¿acaso debo obligarte a que dejes de ensayar tanto? —habla YoonGi mientras termina de vendar el tobillo del bailarín y luego lo toma del hombro para comprobar su brazo—, no quiero tener que atarte a la cama, mira que esta vez es tu turno...

JiMin rio por la amenaza de YoonGi recordando que una vez él, junto a Tae, recurrieron a este método para controlar al enfermero. Este se había puesto tan emborrachó y, típico, quiso llamar a su ex novia. Como todos en el departamento estaban enfiestados, para TaeHyung fue una solución lógica atar a YoonGi con un par de cinturones. JiMin, en su bruma borracha, coincidió con su amigo y retuvo al enfermero antes de que cometiera tal grave error. Prefirieron eso a ver que su amigo perdía la dignidad contactando a la chica que lo dejó.

Hubiera sido lindo que solo ellos oyeran tal comentario.

—¿Disculpa? —Una voz aparece en la enfermería y tanto YoonGi como JiMin se llevan un pequeño susto.

A SeokJin no le gusta sacar conclusiones apresuradas. No es su estilo, pero no hay modo de que pueda traer un contexto a la frase del enfermero sin que en su mente surjan escenas de él y JiMin juntos en plan íntimo.

«Pero JiMin está en su derecho» se dice aunque sujeta fuerte el pomo de la puerta hasta que sus nudillos quedan blancos y se muerde la lengua para no soltar algún comentario estúpido.

—Profesor Kim. —saluda JiMin con timidez, sabe que Jin escuchó lo que su amigo dijo y quiere que la tierra se lo trague. Mira a YoonGi que está ocupado revisando su brazo y masajeando levemente. Se queja cuando el enfermero toca un punto que hace que su músculo se tense—. Duele mucho, hyung.

—Shh, te aguantas. —manda a callar YoonGi y al fin presta atención al chico parado en la puerta—; ¿en qué puedo ayudarlo profesor?

«Deja de tocar la piel de Park» piensa Jin, pero carraspea y dice:

—Vengo por el estudiante Park.

—¿Eh? ¿Por mí? —JiMin está confundido aunque dentro suyo la preocupación del docente le supo algo especial—; ¿cómo sabía que estaba aquí?

—Deduje que no tardarías mucho en regresar aquí. —No sonó burlista el comentario y ni siquiera lo miró a la cara, más ocupado mirando fijamente al enfermero que levanta parte del pantalón del bailarín.

—Iré a dirección a informar que me retiraré antes. —YoonGi mira a Jimin y le sonríe—. Espero tengas qué cocinar porque muero de hambre.

—¿Vendrás a casa? —pregunta JiMin y el profesor también está interesado en esa respuesta cuando ve que el enfermero lo ignora sin culpa.

YoonGi pasa junto a Jin y voltea a ver al bailarín que se pone de pie y toma su mochila. No es que el enfermero sea despistado, puede sentir la mirada penetrante de SeokJin clavada en su nuca. Solo que, al igual que TaeHyung, luego de escuchar los lamentos de JiMin, supo de qué iba esta obsesión del profesor por su amigo. NamJoon, además, es un colega suyo que le habló tiempo atrás de su primo.

No le haría mal un poco de drama, determinó YoonGi y sonrió con malicia.

—JiMinie... —nombra Yoon haciendo que éste abra sus ojitos porque rara vez utiliza un tono así, solo cuando quiere pedirle prestado o algún favor—. Quiero cuidar de ti. Me quedaré contigo todo el día y... — voltea a ver a SeokJin como si recién reparara en su presencia y en que podría escuchar algo fuera de lugar—. You know...

Entonces, YoonGi se aleja de allí sin esperar a que JiMin lo interrogue sobre ese aparatoso intento de inglés.

SeokJin, en tanto, repasa  todas y cada una de las posibles torturas que existen para imbéciles como el enfermero. «Es que -rezonga en su mente-, ¿cómo podría alguien llamarle JiMinie al irritante Park?»

«Da igual», se dice. Ya sin recordar por qué está allí en primer lugar.

—Profesor Kim. —La voz suave del bailarín lo trae de sus reflexiones y SeokJin, impulsivo, atraído por la brillante mirada del chico, adelanta sus pasos hasta encerrarlo entre su cuerpo y la camilla—. No ha... usted no dijo por qué ha venido a buscarme. —JiMin no obtuvo respuesta y se altera—. ¡Profesor!

El profesor se percata de que estaba devorándose con los ojos aquellos labios que lo nombran por su rol docente y no le cuesta nada tergiversar eso a un ámbito más íntimo.

Pero recordó que estaban en la enfermería y esto trajo la descarada insinuación del enfermero como un bofetazo, despertando su mal humor nuevamente.

—Quería saber por qué dejaste mi clase pero veo que tienes planes mejores que aprobar mi asignatura, Mochi, o JiMinie, no sé qué prefieres... —JiMin se mosquea, pero en su cuerpo la molestia es lo de menos.

Tener a SeokJin tan cerca, con ese perfume tan fuerte y varonil, quizá lo mareó un poco. De lo contrario, no se habría inclinado hacia adelante, elevando su pecho y, viendo que el otro se mueve más en su dirección, fijado su vista en la boca voluptuosa.

¿Qué sucedería si uno de ellos cerraba distancias?

—¡Ya estoy listo, JiMinie, vamos a casa!

Y el grito de YoonGi irrumpe como un taladro en la mente del bailarín que se escabulle, renqueante, de la presencia agobiante de su profesor y lo deja solo.

Esto, es un antes y un después, coinciden ambos.

Nota:

:)