Capítulo 3.-Un rumor fotografiado.

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UNIVERSIDAD ACME-CAFETERÍA 14:01 PM

Lo negaba... por más que pensara que fuera un sueño lo negaba. Sus manos al ver cómo sostenían aquella fotografía eran el producto de un dichoso rumor que sin saber cómo, llegó a los oídos de todos. Golpeó su rostro contra la mesa del comedor en la que estaba sentado presionandolo a evitar escuchar más murmullos cercanos a el.

¿?: ¿Has oído?. Alguien en la escuela tiene  un secreto muy vergonzoso.

¿? 2: No, haber cuéntame cuéntame.

¿?: Ayer por la noche alguien se coló cerca de la casa de un chico, ¿y qué crees?.

¿? 2: No lo se tu dime.

¿?: Muy chistoso, ven acércate y te lo cuento.

Conversaciones así eran la mayor noticia que tenían los pequeños Toons, para descubrir que desencadenó retrocedamos tiempo atrás...

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CASA DE CALAMIDAD COYOTE: 06:00 AM

-BEEP- -BEEP- -BEEP-

Calamidad: ...mmm...

Peluso: Zzzz...

-BEEP- -BEEP- -BEEP-

Calamidad: *Yawn*...

Peluso: Zzzz... zzzz...

Otra mañana como cualquiera, el canino grisáceo se había levantado de su cama, preparándose para ir a la escuela un día más, afortunadamente era Viernes y las clases ese día siempre terminan de una forma muy animada. Calamidad había notado que Peluso aún no despertaba, pero tampoco quería despertarlo aún. Asi que prefirió subir las escaleras y caminar a hacer el desayuno, no era nada fácil para alguien de su edad, sin embargo el tiempo en solitario que pasó no debería suponerle reto al super genio.

Cocinó unos panqueques; sacó de la nevera un poco de zumo de mora; lo sirvió todo en una bandeja de comida y volvió abajo donde su pareja de trabajo seguía durmiendo a pesar de la hora. 

Calamidad: *¡Psss!* .... *¡Pssss!*

Peluso: Zzzzz.... prrrr...

Suspirando leve, abrió uno de los cajones donde suele tener su equipamiento de alarmas, y sacó una bocina que suelen usarse para los deportes. Se bajo las orejas para no escuchar y apretó el botón.

-PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII-

Peluso: ¡Miah!.

El felino no tardó en asustarse y caer de la cama, Calamidad no pudo evitar reírse un poco por aquella caída, no obstante le extendió su mano para ayudarle a levantarse cosa que Peluso con gusto aceptó para después mirarlo de brazos cruzados esperando una explicación. El canino no tardó en señalar la hora y también el desayuno que había preparado el cual a cambio recibió una expresión avergonzada por parte de su compañero en señal de disculpa, pero al receptor canino no le importaba si se disculpaba, con todo lo que había hecho ayer no era de extrañarse verlo agotado aún.

Calamidad le dejó que se sirviera su desayuno haciéndole señas con las manos para invitarlo a comer quien no tardo más de tres segundos en saltar de la cama directo a la silla y sentándose de golpe para empezar a comer como si no hubiera comido en un buen tiempo, literalmente.

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CIUDAD ACME: 06:55 AM

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Nuestros protagonistas habían estado corriendo con todas sus fuerzas, desde que salieron de la casa no querían imaginarse lo que les dirían sus mentores si llegaban tarde a sus tutorías semanales. A tan solo cinco minutos antes de que sonara la campana, Calamidad agarró la mano de Peluso quien confundido no sabía lo que pasaba hasta que empezó a sentirse más rápido, ¿era su acompañante, algún plan apurado?, sorpresa fueron sus ojos al ver como en las zapatillas de Calamidad salieron ruedas de patinaje y por si fuera poco, un pequeño motor con turbo incluido que inmediatamente se activo y sin saber como estaba sobre la espalda de su pareja de trabajo quien con un cartel de señal de aviso le dijo que se agarre y así el turbo se puso en marcha.

Peluso: ¡M-meeoooow!.

La velocidad era demasiado para el felino, nunca había experimentado esa sensación que te recorre el estómago cuando sientes que toda la comida se mueve junto a algunas secciones de tus aparatos y sistemas, por un momento Peluso había terminado con el rostro algo verde de tanta velocidad y sin saber como terminó por "dormirse" sobre la espalda de su gran amigo...


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UNIVERSIDAD ACME-ENFERMERÍA: 08:35 AM

Tras aquel extremo viaje, Calamidad se había detenido estando en la entrada de la escuela, esperó a que su amigo se bajara de su espalda pero cuando sintió que no se movía o no hacía ruido, lo bajo despacio girándose para verlo y pudo verlo entre sus brazos que el minino no tuvo tanta suerte en soportar el viaje y creyendo que se desmayó, corrió directamente a la enfermería para que le dieran primeros auxilios.

Espero un buen rato, afortunadamente para el la enfermera lo atendió de inmediato y se siente bien al saber que la mejor toon estuviera asi, su capacidad para analizar las cosas, su sabiduría a través de los años, siempre se mantiene joven a pesar de todo, ella... es la Gran Abuelita.

Abuelita: ¿Calamidad Coyote?.  

Calamidad: -!!-

El chirrido de la puerta abriéndose alertó los oídos del cachorro quien se levantó de la silla y miró a la enfermera.

Abuelita: Ya pasó el peligro, solo necesita descansar un poco y estará de nuevo sano. 

Calamidad suspiró aliviado con la mano en el pecho, se llevaba la culpa por creer que le pasó algo a su amigo, más pensaba verlo un rato y con el cartel le pregunto si podía verlo.

Abuelita: Oh querido, normalmente no tengo permitido dejar visitas a estas horas, recuerda que debes estudiar, ¿no es así?.

Las orejas grisáceas se bajaron, tenía la razón al saber que aún necesitaba entrar en clases y estaba por darse la vuelta con la cabeza abajo hasta que...

Abuelita: Pero... si se trata de tomar las responsabilidades de sus acciones, entonces encantada te dejaré pasar.

Calamidad: .."!!?"...

Abuelita: Ohohoho, créeme Calamidad, estoy seguro de que a Peluso le encantará tu compañía.

Los ojos de Calamidad empezaron a brillar, estaba que no se lo creía al principio, y antes de darse cuenta le dio un abrazo a la Abuelita, que encantada le correspondió el abrazo. Se veía la gran hospitalidad y energía materna de la "Madre Looney" quien siempre lograba sorprender a todos a pesar de su edad.

Abuelita: Bueno pequeño coyote, ¿vas a ir a verle?.

Calamidad asintió y entró sin hacer tanto ruido en la sala, se podía ver a un pequeño ángel azul reposando en la cama, nada más y nada menos que Peluso el Gato, roncaba un poco en posición fetal tapado bajo las sábanas blancas que lo cubrían del frío y si no fuera tan observador, no notaría que mueve su cola mientras ronca. No tenía palabras para describir como se veía su compañero, pero estaba seguro de que no quería destrozar dicha escena; asi que evitando despertarle, se acerco para acariciar un poco su cabeza con una pequeña sonrisa para luego retirarse dejándole una nota en la palma de su mano para cuando despertase y retirándose del lugar, cerró la puerta avisando a la enfermera de que ya se iba a clases.

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>>> UN TIEMPO DESPUÉS >>>

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Las clases transcurrieron con total normalidad, Peluso aún no se recuperaba de su desmayo, afortunadamente la mentora Abuelita avisó a sus "colegas" del estado del minino quienes aceptaron e igual se justificó las acciones del cachorro. Y así pasó el tiempo hasta que llegó la hora del almuerzo, mientras muchos ya se fueron a la cafetería, Calamidad se preguntaba mentalmente si debería ir a ver a Peluso, no dejaba de pensar en el y aunque normalmente no suele preocuparse mucho, parece ser que algo en su interior lo está ayudando a ser alguien más... cercano.

Con eso en mente, recogió todo para ir a comer junto a el; al salir de su clase Calamidad estaba por llegar a la enfermería hasta que de pronto sintió alguna especie de pelota golpearle detrás de su cabeza. Al voltearse no logró ver a nadie al principio, sin embargo se agachó para recoger una bola de papel arrugada y pensaba tirarlo a la basura hasta que terminó leyendo el contenido en ella.

"Sino quieres que tu secreto sea revelado, ven ahora mismo a los servicios sanitarios"

"-P.B."

Esto dejó más preguntas que respuestas en su cabeza, no tenía ni idea de quien era el extraño P.B. en lo único que pensó es llegar al fondo de la situación cosa que hizo y entró al baño de los chicos prefiriendo esperar un rato. 

...

Pasaban y pasaban los minutos, estaba empezando a creer que esto era una broma y terminaría por perder la hora del almuerzo, y en ese mismo momento, pudo escuchar unos pasos rápidos junto a una gran nube de humo que apareció tras el pateo de esa puerta.

¿?: Nijijiji, ¡Beep beep Cal!

Calamidad: "!!"

Plumaje rojizo y anaranjado, era la combinación de esta ave veraniega y veloz; unos ojos que combinan con el amarillento pico sonriente, y para sentirse con un mejor estilo, sus zapatillas claras de correr. Lo conocen como el Pequeño Beeper quien es el Tiny Toon más veloz, un correcaminos astuto e inocente, sin embargo había el problema más común, y clásico que todo el mundo sabe. 

"Rivalidad"  

Si las miradas matasen... en este momento Beeper estaría por los suelos al ver a su némesis fruncir la mirada dispuesto a perseguirlo como parte de su actividad rutinaria. Y ahí estaban, los dos a punto de correr sin descanso, pero para la sorpresa del mayor, el pequeño correcaminos hizo una bandera blanca en son de paz, no sabía lo que pretendía pero estaba seguro de que nada bueno saldría de allí.

Beeper: ¡Beep Cal!

Calamidad vió que su némesis emplumado tenía una foto, en sus manos y al recibirla se quedó estático, no sabía cuando ni como... pero sin duda reconocía a los presentes en esa foto.

"Calamidad y Peluso estaban abrazados mientras dormían en el sótano"

Uno no le importaría tener fotos privadas, más esta foto estaba siendo forzada a quitar sus derechos de privacidad. Y por si fuera poco, Beeper se la quitó de nuevo para después recibir otro papel con algo escrito a mano.

"Tienes exactamente 24 horas para hacer lo que yo te diga o sino toda la escuela sabrá de esta foto, y ya puedes rezar porque todos ya saben el anuncio de que alguien anda en una amistad muy cer-ca-na."

Calamidad: Grrr....

Beeper: Beep beep beep.

Un chantaje... era simplemente estúpido, Beeper quería usar chantaje para que su némesis no lo atacara, sin embargo dadas las circunstancias lo miró con una mirada amenazante de "¿Qué quieres?", a lo cual el pequeño sonrió mostrándole una señal del rostro de Peluso y una X en el.

Calamidad: "?"

Beeper: Beep Peluso Beep.

No tenía tan claro que era lo que se proponía, intentó analizar la imagen hasta que para cuando comprendió, su amigo emplumado se retiro de allí dejando aquella foto y un mensaje detrás de la dichosa foto.

"Si no lo dejas de ver, todo el mundo sabrá de esa foto, espero que tomes la decisión correcta cachorro~, te dejo que lo pienses en la hora del almuerzo."




...

...

...

FIN DEL CAPÍTULO 3

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Este será el posible último capítulo... necesito estar fresco para pasar y estudiar asi que... cuidaos mucho. ¿vale?.

https://youtu.be/q4IJhdP3I4o

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