Taehyung estaba arreglando su mochila para irse a su casa, la casa de los jeon estaba completamente silenciosa, no se escuchaba absolutamente nada, sentía la sensación de felicidad al saber que ya en unos minutos se iría a su casa a un merecido descanso. O eso creía hasta que un ruido lo sacó de sus pensamientos...

— Taehyung, debes quedarte tenemos una cena de bienvenida.

— Un sobrino de Tailandia que llegará en un rato más. — ordenó somi.

— Pero señora, mi turno ya termina ahora. — aplicó Taehyung un poco desilusionado.

— No te preocupes tendrás dinero extra por las horas que te quedarás. — dijo somi ya retirándose del lugar.

Taehyung soltó un suspiro y dejó su mochila en el mueble para dirigirse donde se supone que estaría seokjin.

— Taetae que bueno que te quedaste, no sabes la ayuda que necesito. — dijo seokjin picando unas verduras como loco.

— No te preocupes seokjin, te ayudaré en lo que necesites. — dijo Kim mientras se ponía su delantal nuevamente.

Tocaron el timbre, donde Taehyung vio aparecer a un muchacho más joven que Taehyung, castaño con chasquillas rosadas, ojos café claros y buen estado físico, pero lamentablemente era igual que los demás, le encantaba La Plata y los lujos, se notaba a simple vista, en su forma de vestir, en los kilos de joyas que llevaba encima, lo saludaron amablemente. Pero Soobin no parecía interesado en la nueva visita.

Taehyung se acerco al pequeño Soobin que se encontraba sentado en un escalón de la escalera con su cuaderno y lápices de colores en las manos.

— hola soobin.

— Hola Taehyung — saludo el pequeño.

— ¿Porque no saludas a tu primo? — preguntó Taehyung

— No me cae bien, además se cree mucho solo porque tiene dinero, yo también lo tengo y no me creo. — se quejó.

— Oh... Entiendo, pero deberías saludarlo siquiera por educación.

— Está bien — bufó.

La cena de la bienvenida fue normal, un banquete sencillo y totalmente calmado.

Se encontraba vistiéndose, se puso una musculosa azul y un sport, para comenzar un nuevo día de trabajo, un día con muchas sorpresas.

Se bajó del taxi y entró al hermoso jardín que tenían los jeon, recordó el primer día que pisó aquella casa, del asombro que tuvo al verla, es demasiado hermosa.

— Hola Taehyung. — saludo jimin, quien estaba sentado en una banca en la orilla del lago, leyendo un libro, el cual lo dejo a un lado.

— Hola jimin. — respondió Taehyung.

— ¿por qué no te sientas un ratito y conversamos? — pregunto muy alegre.

— Eeh... lo siento pero debo trabajar jimin. — dijo Taehyung.

— Pero, te estoy dando una orden y te ordeno que te sientes y conversemos.

Taehyung sonrió y se sentó — ¿De qué quieres hablar?.

— No se, ¿Cuantos años tienes? — pregunto.

— 20. — contesto.

— Eres dos años mayor que yo, pero como dicen, para el amor no hay edad. — dijo jimin.

— ¿De que estás hablando? — dijo Taehyung extrañado.

— ¡Chiste!, tengo otra conquista en mente. — aclaro el chico.

— Ah — suspiró — Y... ¿cómo se llama tu primo que llegó anoche?.

— se llama kunpimook Bhuwakul, pero como su nombre es muy largo, le decimos Bambam... No es de mi agrado, pero a Jungkook le agrada.

— El es muy frío — cuestionó.

— Si, ha pasado una historia difícil, su novio, el primero y único que ha tenido... Falleció en un accidente, fue una noticia chocante para el... Se culpa de aquella muerte... Porque, porque el iba con el en el coche, iban discutiendo y no vieron la luz roja y...chocaron. Jungkook logró salvarse, pero el no corrió con la misma suerte, Jungkook le amaba, más que ha su propia vida y desde ese día que no se ha enamorado de nadie, ni ha estado con chicas o chicos. ¿Sabes? a veces pienso que Jungkook es asexual. — dijo Jimin con una rara mueca en su rostro.

— No creo que lo sea. — rió — Entonces ese es el motivo de su frialdad...— pensó en voz alta.

— Exacto. — respondió Jimin — Bueno, m-me voy, tengo clases en un rato más.

Narra Taehyung

Debió haber sido demasiado difícil aquella muerte para el, las muerte no tienen remedio, pero bueno... No tengo que preocuparme de una persona que me ha tratado de lo peor en esta casa y eso no justifica la muerte de su novio, ha pasado por varias muertes y no he cambiado mi trato hacia las personas, pero jamás he vivido la muerte de un novio... ni novio he tenido.

Fin narración

Era verdad, desde cuándo tenía 14 años no ha tenido ningún novio y el de los 12 no era gran cosa, jamás experimentado el verdadero amor, ese amor mágico que sale en las novelas, ese amor que lucha contra viento y marea. Siempre dedicándose a los estudios, a su familia pero jamás se dedicó al amor. Sinceramente, tenía miedo de sufrir, en la escuela veía como sus compañeras de curso sufrían por los chicos que no las pescaban o porque simplemente peleaban con sus novios por celos o infidelidades, en el amor siempre hay pruebas que hay que superar.

Taehyung estaba haciendo las habitaciones como diariamente lo hacía, primero fue del matrimonio, luego a la de Soobin, jimin, Jungkook y de la visita, todavía no lo podía ordenar porque todavía se encontraban dormiendo.

¿Cómo quieren que uno avance si se levantan a las 1 de la tarde?

Cuando iba pasando por el pasillo muy cerca del dormitorio de Jungkook, el salió y apareció en la puerta.

— Ey, necesito que hagas mi dormitorio... Espera... No necesito, tienes que ordenar mi dormitorio. — dijo el recién levantado Jungkook.

— Como digas. — obedeció Taehyung.

— Ahh... Y luego quiero que me prepares el desayuno.

¿Algo más princeso?

— El desayuno se lo preparará seokjin, a él le toca la cocina.

— Como sea, pero quiero mi desayuno. — dijo alejándose de a poco.

Saliendo de la habitación de Jungkook, chocó con una persona que no esperaba encontrarse.

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