Sorpresas

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          * Sociedad de Almas *

El despejado día acompañado de un cálido clima brindaban una sensación de calma a los habitantes del Seireitei, quienes realizaban sus labores de todos los días con normalidad. Los subordinados ocupados con trabajos en sus escuadrones o en algún otro, algunos se tomaban momentos de descanso mientras hablaban con compañeros y amigos; mientras tanto, los capitanes se mantenían ocupados con papeleos, verificaciones de misiones o simplemente descansaban unos momentos de un atareado día.

Pero ninguno se esperó que, en medio de aquella calma, algo inesperado llegara de pronto para romperla.

Una mariposa infernal llegó hasta cada uno de los shinigamis, incluso los que se encontraban en descanso, y llamó su atención.

-Atención: se reporta la aparición de una Garganta de Hueco Mundo en la zona norte del Seireitei. El Comandante Yamamoto ordena que todos los Shinigamis en servicio y en descanso se presenten allí y se preparen para la batalla.-dijo una voz masculina desde la mariposa, para luego desaparecer dejando a unos sorprendidos Shinigamis.

Inmediatamente después de que oyeran eso, un gran poder se sintió por todo el Seireitei seguido por otro igual o más fuerte, y casi inmediatamente ocurrió una explosión por la zona norte. Rápidamente los shinigamis subordinados, tenientes y capitanes se dirigieron hacia el lugar señalado sin perder tiempo.

Apenas llegaron, se encontraron con una gran destrucción por el lugar, y rastros de dos energías poderosas. La puerta que daba al Rukongai había sido dañada y un poco de destrucción llegó hasta el pueblo, pero no había nada serio. Los shinigamis del cuarto escuadrón fueron enviados por su capitana para verificar que no hubiera heridos, mientras que los demás iban detrás de aquellos que estaban causando tanto daño.

Finalmente los encontraron en una zona despejada del Onceavo Escuadrón y abrieron los ojos por la sorpresa. Allí se encontraban peleando los que parecían ser un Espada y un Private Espada, ya que sus increíbles poderes los delataban. Ambos mantenían una lucha encarnizada, con sus ropas blancas rasgadas, con rastros de sangre en ellas y en sus rostros, los cuales mostraban una fiereza y una determinación de no perder. El Private Espada era alto, de cabellos semilargos de color verde opaco con un mechón cubriendo su ojo izquierdo, y su ojo derecho era de un rojo sangre.

Atacó a la chica sin prestar atención a los espectadores, empeñado en derrotar a su contrincante. Mientras tanto, los shinigamis estaban estupefactos. Los dos se peleaban sin tregua y los ignoraban completamente, pero parecía que la chica Espada se contenía un poco.

Toshiro, en particular, abrió los ojos impactado al ver a la chica y se quedó sin habla. Por mucho que quisiera no podía apartar la mirada de ella, viéndola luchar, defenderse y esquivar con su mirada tan seria. Era ella.

Su rubio cabello largo hasta media espalda, su flequillo desordenado, esos bonitos ojos borgoña con sus largas pestañas acompañando. Su siempre blanca ropa característica de Hueco Mundo, manchada de sangre y desgarrada por algunos lados, resaltando la evidente figura que poseía finalmente.

(Imaginen que tiene la ropa de Hueco Mundo 😅)

Después de tanto tiempo, por fin la había encontrado. Después de todo, había conseguido sobrevivir.

Nadie se había dado cuenta de su estado de shock, ya que estaban más ocupados observando la pelea que mantenían los dos provenientes de Hueco Mundo. Nadie se metía, sólo miraban confundidos y alertas a los dos que no daban tregua en atacar al otro, sin intenciones de retroceder.

Mientras tanto, con los dos que luchaban, ambos se encontraban cansados por luchar durante tanto tiempo, pero ninguno estaba dispuesto a ceder ante el otro.

—¿Cuánto crees que aguantarás, traidora?—le preguntó el Private Espada, mirándola con odio desde su único ojo visible.

El peliverde la atacó de lado pero ella detuvo el ataque con su Zanpakuto.

—Lo suficiente para hacerte desaparecer.—le respondió con seriedad la chica.

Le dio una rápida patada en las costillas y lo mandó a volar hacia el costado, estrellándolo contra un árbol que acabó derribado. La Espada respiró un poco agitada por el esfuerzo y clavó su Zanpakuto en el suelo, para luego apoyarse sobre la empuñadura. Se encontraba cansada y adolorida, sus heridas no dejaban de sangrar y apenas tenía tiempo para descansar con aquel Private Espada atacándola constantemente.

Pudo sentir muchas presencias a su alrededor y miró a todas direcciones con sutileza. Había muchos shinigamis y entre ellos estaban los capitanes. Ella sólo tenía intenciones de acabar con su rival, no tenía deseos de atacar a nadie de allí, pero no estaba segura si después de vencer, ellos no la atacarían. En lo que el Private se recuperaba poco a poco del golpe, observó mientras pudo los rostros de los presentes, deteniéndose en uno en particular.

—«No puede ser...»—pensó shockeada mientras observaba al albino de ojos turquezas.

Aquel albino que creyó que jamás volvería a ver. Sus ojos se conectaron... y ambos supieron que nunca dejarían ir al otro de nuevo.

Debido a su distracción, no notó cuando el peliverde se acercó velozmente hacia ella y, para cuando quizo darse cuenta, se encontraba estrellándose contra el muro que dividía el salón de entrenamiento del exterior, gracias a un golpe en su estómago. Se arrodilló sosteniéndose el estómago y tosiendo un poco de sangre, mientras se maldecía internamente por descuidarse. El Private se acercó hasta ella de nuevo e intentó asestarle una patada al rostro, pero ella retuvo su pie a centímetros y lo estrelló contra el suelo, alejándolo de sí misma.

Ya después se encargaría de arreglar el desastre ocasionado. Pero si de algo estaba segura, era que le demostraría al ojiturqueza lo fuerte que se había vuelto.

—No volveré a cometer el mismo error.—dijo con una seriedad mortal, siendo escuchada por todos. En especial por cierto peliblanco, el cual fue el único que comprendió esas palabras.

Sacando más fuerza de la nada, sujetó con ambas manos su Zanpakuto y recitó sus palabras.

—Arde, Hi no Akuma.

De su Zanpakuto salió un remolino de fuego que se extendió a lo largo y su cuerpo fue envuelto por llamas, para luego dejar ver que no tenía ninguna herida ni ropa rasgada. La hoja de su Zanpakuto se había vuelto roja con bordes plateados, y partes eran cubiertas por llamas.

(Aquí iba un Gif pero el pinche Gaypad no me dejó ponerlo ;–;)

Los demás se sorprendieron, incluyendo al Private Espada, sintiendo el incrementar de poder que tuvo. El desenlace era inevitable.

La chica saltó hacia su rival, quien debido a la presión espiritual que ejerció no fue capaz de moverse, al igual que los demás shinigamis. Con su mirada seria y sin inmutarse, balanceó su Zanpakuto hacia arriba y la sostuvo con ambas manos sobre su cabeza, para luego dejarla caer con fuerza y velocidad sobre el Private Espada.

—¡Gaaahh!—fue lo único que alcanzó a gritar el Ex-Espada antes de desaparecer en medio de las llamas que lo envolvieron.

Todos estaban impresionados y en shock ante tal "trama". Apenas pudieron soportar la presión espiritual, los capitanes y tenientes desenvainaron sus zanpakuto's y se pusieron en guardia. Pero Toshiro continuaba viendo sorprendido a la chica, apenas pudiendo contener las ganas de ir a abrazarla (^ω^ Kawaii~)

La chica se paró como si nada en su lugar y sostuvo su gran Zanpakuto, suavizando poco a poco su mirada. Deshizo el Shikai y envainó la Zanpakuto en la funda que llevaba a la cintura, para luego voltearse lentamente hacia los shinigamis. Los miró sin expresión mientras ellos la miraban alertas (excepto Shiro-chan).

—Eh~, juro que arreglaré el desastre.—les dijo apenada mientras sonreía con nerviosismo.

Los demás se sorprendieron por su drástico cambio y la miraron confundidos. Toshiro sólo tenía ganas de reír por lo típico de ella.

—¿Quién eres tú y por qué vinieron a luchar aquí?—preguntó seriamente Soi Fong, mirándola con seriedad.

—Pues...—dudosa, miró sutilmente a Toshiro sin que nadie se diera cuenta, y éste le asintió de igual manera.—Soy Kanami Yano, un placer conocerlos.

Su sonrisa amable desconcertó a la mayoría, además de que se sorprendieron debido a que no esperaron que ella les dijera su nombre así nada más.

—Sobre lo otro.—bajó la mirada apenada y se rascó la mejilla con un dedo.—Él y yo estábamos luchando en Hueco Mundo pero como tuve ganas de irme antes de que empeore... Bueno, abrí una Garganta a cualquier lado y resultó ser aquí ¡jeje!

Los demás la miraron desconcertados mientras que Toshiro quizo darse un facepalm.

Entonces Kanami alzó la mirada otra vez y se mostró seria, poniendo a los demás en alerta. Avanzó unos pasos hacia ellos, mirando hacia un lugar en particular.

Pero cuando ellos intentaron ver hacia donde ella miraba...

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^o^/ Espero que les haya gustado~... ^ω^
Recuerden que esta historia la estoy haciendo junto con la escritora rosarukiasempai
😘😘😘 Muchos besitos, sempai~

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