Capitulo 1

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En la casa de los Loud, los gritos, las fiestas y los problemas eran comunes. Pero hoy no sería la excepción; la familia estaba a punto de sufrir un cambio radical.

En el patio trasero, Lynn Jr. hacía estiramientos en su traje de judo. A unos pasos de ella, Lincoln la observaba con algo de miedo, y enfrente de ellos, Lori sostenía una cámara de vídeo.

-¿Ya, Lynn? Literalmente, estoy ocupada -dijo Lori con desesperación.

-Voy, voy -respondió Lynn, terminando su estiramiento-. ¿Estás listo, Lincoln?

-No -contestó él con algo de miedo.

-Bien, pues empecemos con la demostración -dijo Lynn con entusiasmo, entrando en un círculo dibujado en el suelo.

Lincoln suspiró pesadamente. Entró al círculo y adoptó una posición de combate. Lynn hizo lo mismo. "Cuando quieras", dijo a Lori. Ella empezó a grabar, dándole una seña con la mano para iniciar el combate.

Dentro de la casa, el resto de las hermanas estaban en sus respectivas habitaciones, absortas en sus actividades. Tan concentradas estaban, que ignoraron el proyecto que Lisa estaba llevando a cabo en su habitación. Lily, en su cuna, observaba cómo su hermana trabajaba.

-Bitácora de investigación #101. Siendo las 8:15 de la mañana, pondremos a prueba el funcionamiento del proyecto TTQ -dijo Lisa.

Dejó la grabadora sobre su escritorio y se acercó a la computadora. Observó fijamente la información que mostraban las pantallas sobre el estado de la máquina. Tras unos breves segundos, se alejó de la computadora para situarse enfrente de la mini torre que tenía sobre otra mesa. "Empecemos", dijo, oprimiendo el botón de la torre.

-Listo, terminamos -dijo Lori.

Al escuchar las palabras de Lori, Lynn soltó a Lincoln de su agarre. Se levantó de un salto, mientras Lincoln seguía tendido en el suelo, tratando de recuperar el aire.

-Una más, Lori -pidió Lynn, juntando sus manos-. Solo una toma más y será todo.

-Bien, una y ya -aceptó Lori después de un quejido.

Lincoln se puso de pie con una sonrisa de dolor. Trató de mantenerse firme, pero el dolor de espalda lo hacía difícil. De repente, el viento comenzó a golpear su cara con fuerza, y un escalofrío recorrió su espalda. Dirigió su mirada a la casa y notó que una intensa luz blanca salía de las ventanas. La luz se volvió más intensa y comenzó a acercarse a ellos.

-¡CUIDADO! -gritó Lincoln con desesperación, estirando su mano hacia sus hermanas.

Lori y sus padres se sorprendieron por el comentario. Dejaron la cocina para encontrar al dueño de esa voz. La única persona que encontraron en la planta baja era Leni, quien estaba en medio de la sala con las manos en la cintura. Leni alzó la mirada al sentir que alguien la observaba. Vio a sus padres y a Lori parados en el marco del comedor, y su mirada se posó en Lori.

-¡¿Qué mierda haces aquí, Lori?! -preguntó Leni, alzando la voz.

Lori se asustó por la inesperada reacción de Leni. Ella tenía el ceño fruncido y una postura firme, esperando a que Lori le diera una respuesta.

-¡Ve a terminar tu tarea! -exigió Leni, manteniendo ese tono alzado y señalando las escaleras.

-Cálmate, cariño -dijo Rita, tratando de calmar la situación.

Leni miró a su madre con la misma expresión severa que le había dado a Lori. Rita se puso tensa, sintiendo que Leni la estaba matando con la mirada. Volteó a ver a su marido, esperando que la auxiliara.

-¿Por qué actúas de esa manera, cariño? -preguntó Lynn Sr., algo nervioso.

Un grito interrumpió a Leni. La rejilla de la ventilación del techo cayó junto a algo más. Lucy fue quien aterrizó en el suelo, respirando agitadamente.

-Luz... bendita luz -dijo Lucy con una sonrisa, tratando de calmar su respiración.

Se puso de pie, mostrando una sonrisa de oreja a oreja. Notó que sus padres y hermanas la miraban de manera extraña.

-¿...suspiró? -preguntó Lucy, dudando de lo que había oído.

-¿Qué te pasó? -preguntó Lori, desconcertada.

-¿Qué fue ese ruido?

Todos dirigieron su atención hacia las escaleras, donde vieron a Lynn Jr. con una expresión preocupada.

-¿Pasó algo? -preguntó Lynn Jr., mirando a cada uno.

-¡Lynn! -dijo Lori, acercándose a ella- Me alegra saber que estás bien, literalmente me tenías preocupada.

Lori la abrazó con fuerza. Lynn miraba a Lori, desconcertada.

-Hija, qué bue...

-¿Desde cuándo te vistes así, Lynn? -preguntó Lucy, interrumpiendo a su madre.

Lori rompió el abrazo y examinó la ropa de Lynn con una mirada atenta. Lynn vestía una camisa de manga larga blanca con orillas rojas, junto a unos pantalones de mezclilla algo ajustados y unos tenis negros. Lynn Jr. se sintió incómoda por las miradas de todos sobre ella, por lo que bajó la mirada.

-Es... es la ropa que siempre uso -dijo Lynn, un poco apenada.

El comentario de Lynn sorprendió a todos. Ella había dejado de vestir casual desde que comenzó a practicar deportes. Lori recordó que Lynn estaba usando su traje de judo antes de que apareciera la luz, y comenzó a dudar por el repentino cambio de comportamiento.

-¿Por qué gritaron? ¿Acaso nos descubrieron esas cosas? -preguntó Luan, bajando las escaleras.

Lori y sus padres vieron que Luan también estaba vestida de manera diferente. En lugar de su ropa habitual, llevaba una camiseta deportiva casi blanca, unos pantalones de mezclilla algo rasgados y una gorra militar que ocultaba su cabello. Alrededor de la cintura cargaba algunas cosas consigo, pero lo más sobresaliente era una pistola Glock.

Luan se quedó en shock al ver quiénes estaban en el primer piso. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Tras unos segundos de silencio, se abalanzó hacia sus hermanas más cercanas, abrazando con fuerza a Lori y a Lynn mientras comenzaba a llorar.

-Están vivas, realmente están vivas -dijo Luan con tono de alivio.

-¿Qué te pasa, Luan? Estás muy rara -preguntó Lynn, algo asustada.

-Lynn, ¿qué está pasando? -preguntó Rita a su marido.

-No lo sé, cariño -respondió Lynn Sr., desconcertado por la situación.

Lori trataba de comprender la situación. El comportamiento de sus hermanas no era normal, estaban actuando de manera diferente. El miedo empezaba a apoderarse de su mente.

La puerta principal de la casa se abrió de golpe, sacando a Lori de sus pensamientos. Quien abrió abruptamente la puerta fue Luna, que cargaba consigo su estuche de guitarra. Entró a la casa con una sonrisa en su cara, pero al percatarse de su familia en la sala, su expresión cambió a una sonrisa nerviosa.

-H-hola, familia -dijo Luna, nerviosa.

-¿De dónde vienes? -preguntó Lynn Sr.

-De la casa de Sam -respondió Luna, justo cuando una lata de cerveza se cayó de su estuche.

Todos dirigieron su atención a la lata, excepto Lori, que se preguntaba en qué momento salió Luna de casa. Hasta donde sabía, Luna estaba en su habitación practicando con su guitarra, pero ahora estaba enfrente de ella, toda desaliñada, con su ropa arrugada y algo sucia, como si hubiera pasado la noche de fiesta.

-¡¿Bebiste cerveza?! -gritó Leni, mirando con enojo a Luna.

-¿Qué? -preguntó Luna, sorprendida por la actitud de Leni- ¡No! Te lo juro, mamá, yo nunca he consumido ni una gota de alcohol, tampoco me escapé por la noche para ir a una fiesta -se cubrió la boca con ambas manos después de decir eso.

Los padres no sabían qué decir, aún asustados por la actitud de Leni. Luna no le prestó atención a sus padres, sino que estaba pendiente de su hermana Leni, que la miraba con rabia. Estaba segura de que Leni la mataría antes que lo hicieran sus padres.

-¡Lynn! ¿Dónde está Lincoln? -preguntó Lori con pánico mientras trataba de zafarse del abrazo de Luan.

-¿No había salido con sus amigos? -respondió Lynn, algo asustada.

Lori se sorprendió. Lincoln no pudo haber salido porque estaba con ellas. Varias preguntas se formaron en su mente, pero ninguna idea de cómo responderlas. El miedo ya la estaba dominando. Sin pensarlo dos veces, empujó a Luan al suelo y subió corriendo las escaleras. Al llegar al segundo piso, se dirigió a la habitación de Lincoln. Justo antes de llegar, la puerta se abrió.

Lori se detuvo de inmediato al ver que la persona que salía era Lincoln. Se alivió al verlo, pero su sonrisa se desvaneció al notar que llevaba una chaqueta negra y sostenía algo en ambas manos.

-¿Alguien puede decirme qué mierda hacen estas mocosas en mi habitación? -preguntó Lincoln con molestia.

Lincoln tenía a las gemelas, Lola y Lana, una en cada mano. Las tenía alzadas, dirigiéndole una mirada seria a Lori. El resto de la familia, que había seguido a Lori, observaba con atención.

-¿Por qué me tratas de esa manera, Lincoln? -preguntó Lola, llorando a mares.

-¡Bájame, maldito pedazo de basura! -exclamó Lana con odio mientras agitaba sus brazos hacia Lincoln.

Lincoln soltó a ambas por la petición de Lana. Al caer al suelo, Lola se hizo bolita mientras seguía llorando. Lana se puso de pie, acercándose hacia su gemela, poniéndose enfrente de ella como un escudo y mirando fijamente a Lincoln con odio.

-¿Lincoln? -preguntó Lori, desconcertada.

-¿Qué? -respondió Lincoln, irritado.

-¿Por qué les hiciste eso a tus hermanas? -preguntó Rita con algo de miedo en su voz.

-Les dije que no quería a ninguna de ustedes en mi habitación, pero veo que nadie en esta casa escucha -respondió Lincoln.

-¿No que ibas a estar con tus amigos? -preguntó Lynn, desconcertada de verlo en casa.

-¿Cómo es que estás aquí, Lincoln? Se supone que estabas con el otro escuadrón -dijo Luan, asustada por verlo en el mismo lugar.

-¿De qué carajos están hablando ustedes? -preguntó Lincoln con cierta duda.

El silencio invadió el pasillo. Todos trataban de comprender lo que estaba pasando; cada hermano empezaba a notar ciertas diferencias en ellos. Lori trató de calmarse. Su mente daba vueltas intentando encontrar una explicación. Miró a Lincoln con una mezcla de miedo y confusión.

-Lincoln... -Lori trató de mantener la calma-, ¿qué es lo último que recuerdas haber hecho?

Lincoln frunció el ceño, claramente irritado por las preguntas.

-Estaba en el ático buscando unas cosas. ¿Por qué estás actuando como si no supieras nada?

Lori sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. Nada de lo que decía Lincoln tenía sentido. Luan comenzó a reír con nervios.

-E-estoy loca... ¡debí de volverme loca! -exclamó Luan entrando en pánico mientras seguía riendo-. ¡Esto es un sueño, ustedes deben de estar muertos! ¡Esas horribles cosas los mataron!

Luan empezó a temblar, su respiración se agitó, apretando su cabeza con fuerza. Luna se acercó para tranquilizarla. Lucy abrazó de la cintura a Leni, asustada por la actitud de Luan. El miedo se hizo presente en las expresiones de los padres.

-¿Qué está pasando? -preguntó Rita.

La puerta de la habitación de las menores se abrió. De esa habitación salió Lisa, usando su típica ropa. Todos la voltearon a ver, menos Luan, quien trataba de recomponerse.

-Lisa, ¿qué está pasando? ¿Por qué todos actúan diferente? -preguntó Lori tratando de sonar calmada.

-¿A qué te refieres con que todos actúan diferente? -preguntó Lisa en un tono dulce.

-A que todos nuestros hermanos actúan raros. Ninguno de ellos es como los recuerdo -respondió Lori.

-¿Así como ella? -preguntó Lisa, apuntando al interior de su habitación.

De la habitación se asomó una chica de unos 13 años, vestía una blusa con shorts de color lila, su cabello estaba corto en un rubio dorado.

-¿Tú quién eres? -preguntó Lynn Sr.

-Idiota, es Lily -dijo Leni con frustración en su voz.

Lily saludó a todos con la mano, sin comprender lo que estaba pasando. Una breve discusión comenzó, cada quien buscaba saber lo que estaba pasando. Los padres intentaron calmar a sus hijos para evitar algún conflicto.

Lori estaba aterrada; las voces de esas personas entraron por un oído y salieron por el otro. Concluyó que ninguno de ellos eran sus hermanas y hermano. Su cabeza empezó a doler por la discusión de ellos y por pensamientos que no la ayudaban.

-¡CALLENSE! -gritó Lori.

El silencio volvió a hacerse presente. Todos miraban a Lori, quien trataba de calmar su respiración. Leni la golpeó en la cara.

-¡A mí no me grites, perra!

Toda la familia se encontraba en la sala, sumergida en un silencio incómodo. Los hijos estaban sentados en los sofás, mientras que los padres se encontraban parados en medio de la sala, susurrándose entre ellos. Luan inhalaba y exhalaba con una bolsa de papel, con Luna sentada a su lado, sosteniendo un vaso de agua en una mano y dándole unos leves golpecitos en la espalda con la otra. Leni, sentada en el sofá individual, fruncía el ceño con los brazos cruzados, mirando a sus padres. Lori se frotaba la zona donde Leni la había golpeado. Lisa jugaba con uno de los juguetes de Lily, quien la observaba atentamente. Lynn Jr. estaba al lado de Lucy, tocando el moño rosa que llevaba sobre el cabello.

-Ok, Lisa, ¿me puedes decir qué hiciste? -preguntó Rita.

Lisa dejó el juguete a un lado, mirando algo desconcertada a su madre.

-Yo no hice nada -dijo Lisa, manteniendo su dulce voz-. ¿Por qué crees que fui yo quien provocó esto?

-Pues porque eres la única que puede hacer esto -respondió Rita, frustrada.

-Yo no hice nada -repitió Lisa, sorprendida por el comentario de su madre.

-¡Deja de jugar, Lisa, esto es literalmente muy serio! -exclamó Lori, algo irritada.

Lisa comenzó a temblar, sus ojos se llenaron de lágrimas. No entendía la razón por la que la estaban culpando de lo que estaba ocurriendo.

-P-pero yo no hice nada... solo estaba jugando en mi habitación y-y... -dijo Lisa, comenzando a llorar- ¡Mamá!

Ver a Lisa actuar como una niña de 4 años desconcertó a todos. Ella lloraba mientras pedía que su mamá la consolara. Nadie podía creer lo que veía. Rita no supo qué hacer, y Lynn Sr. se acercó y abrazó a Lisa, aún sorprendido por su comportamiento.

-Eso es nuevo -dijo Luna.

-Genial, ahora sí actúa como una niña de su edad -comentó Leni, tratando de sonar calmada.

-¿Realmente no sabes nada? -preguntó Lincoln, algo dudoso.

-No sé nada -dijo Lisa, calmando su llanto-. Ni siquiera sé tanto como para hacer algo como esto.

-¿Cuánto es 5 + 5? -preguntó Lincoln con seriedad.

-10 -respondió Lisa.

-Imagina que tenemos un planeta similar a la Tierra, con masa M y radio R. Un satélite de masa m está orbitando alrededor de este planeta a una altura h sobre la superficie. Además, este satélite está equipado con un sistema de propulsión que genera una corriente continua I en una dirección perpendicular a un campo magnético uniforme B que existe en la órbita. El campo magnético es paralelo al eje de rotación del planeta. ¿Cuál es la velocidad orbital del satélite? -preguntó Leni con un tono serio.

-Ah... ¿2? -respondió Lisa, sin entender la pregunta.

Leni bufó -Estamos perdidos. Lo que me faltaba, hacerme cargo de otra familia -agregó Leni, tocándose el puente de la nariz.

-¿Ahora qué hacemos? ¿Cómo hacemos para que nuestros hijos regresen? -dijo Rita.

-Yo puedo ayudar -dijo Lily con timidez.

-¿Ayudar? ¿Cómo? -preguntó Lincoln.

-Puedo revisar los registros de Lisa para saber qué clase de proyecto estaba realizando. No soy científica ni mucho menos una genio, pero compartí cuarto con la Lisa de mi mundo por mucho tiempo, así que puedo entender un poco lo que tenga -respondió Lily.

-¿Puedes recrear el proyecto, Lily? -preguntó Lori, algo esperanzada.

-No lo sé, pero puedo intentarlo -respondió Lily.

Lily no entendía muy bien la situación, pero haría todo lo que estuviera en sus manos para ayudar a cada uno de la familia.

-Solo por curiosidad, ¿su Luan sabe usar armas y pelear cuerpo a cuerpo? -preguntó Luan, un poco más calmada.

-¿Por qué preguntas, Sis? -preguntó Luna.

-En mi mundo existen unas criaturas muy peligrosas que provocaron un apocalipsis, matando en el proceso a varios de ustedes durante las primeras horas de la infección.

La familia guardó silencio, ahora entendiendo la razón por la que esta Luan se veía más fornida y usaba equipo militar. Luan no era la única que quería regresar, pero con el comportamiento de Lisa, parecía que eso sería imposible.

Lori trataba de mantener la calma; no quería parecer histérica ni recibir otro golpe de Leni. Cada uno de los hermanos intentaba entablar una conversación entre ellos para calmar la extraña situación.

Leni se levantó del sofá -Ya es tarde, suban a sus habitaciones a dormir -dijo Leni.

-Pero apenas son las 8 -dijo Luna.

-¡Dije que a dormir! -gritó Leni con enojo.

-Ni creas que yo...

-¡¡A dormir!! -interrumpió Leni a Lincoln, gritando.

Las hermanas y Lincoln se asustaron tanto que dejaron la sala de un salto, luchando por subir las escaleras mientras se empujaban entre ellos.

Los padres tenían la boca abierta por lo sucedido, soltaron un suspiro tomando rumbo a su habitación. Leni entró a la habitación junto a sus padres, y a los pocos segundos, los sacó a patadas.

-¡Esta es mi habitación! -exclamó Leni.

-Pero, es nuestro cuarto -dijo Lynn Sr.

-¡Dije que es mi habitación! -gritó Leni, azotando la puerta con fuerza.

Lori estaba parada en medio de las escaleras, mirando a sus padres en el suelo. Se acercó a ellos y les sugirió que durmieran en su cuarto, mientras ella podría dormir en el sofá.

Los padres se negaron a que su hija durmiera en el sofá. Lori insistió para que durmieran cómodos. "Solo será por unos días". Los padres aceptaron la propuesta, esperando que en realidad solo fueran unos días.

-Por cierto, me quedaré con esto -dijo Leni.

Lori se volteó, mirando a Leni afuera de la habitación sosteniendo un teléfono. Se revisó los bolsillos, notando que no tenía su teléfono.

-Oye, dámelo -dijo Lori, tratando de quitarle el teléfono.

-¡Ni lo sueñes, de seguro lo usarás para desvelarte con esas amigas tuyas! -exclamó Leni-. ¡Vete a dormir! Si no quieres que lo rompa -agregó Leni en un tono amenazador.

Leni azotó la puerta, dejando a Lori sola en la sala. Lori suspiró; esa Leni no le agradaba en lo más mínimo, se comportaba como la hermana mayor sin contar que era la segunda. Se acostó en el sofá grande con la mirada puesta en el techo. Esperaba que sus hermanas y su hermano se encontraran bien, que no la estuvieran pasando mal como ella.

Cerró sus ojos con la intención de conciliar el sueño, deseando que para cuando los abriera por la mañana, todo haya sido un simple sueño.

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