Capítulo 19

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Al llegar a casa, cierro la puerta tras de mí, me dejó caer  hasta quedar sentada, abrazo mis rodillas y me dejo llevar por mi llanto.

—Maldita sea... ¡Nooo!, esto no me puede pasar a mi — lloro sin consuelo, no puedo parar, el dolor tan fuerte que tengo no se tapara nunca jamás, esto jamás se irá de mi vida, de mi corazón, de mis pensamiento, de mi todo.

Vuelve a sonar mi móvil, miro la pantalla era Eriol nuevamente

—¿Dime?

Sakura, lo siento mucho, no quería ser yo quien te diera esa noticia.

—¿Cuál? La que mis padres murieron y que nadie sabe dónde están sus cuerpos, o que en dos semanas tienes que venir por mi. Dime Eriol, ¿por qué está pasando esto?, estoy odiando el mundo entero, ¡son mis padres, Eriol!

Papá, mamá, no podré ver nunca más su sonrisa, al  llegar a casa.

Fue yendo a Japón Sakura, el avión en el que ibas estalló, están investigando que pasó, pero ese avión al parecer no le habían hecho mantenimiento como debían, es lo que aparece.

—¿Y eso me devolverá a mis papas? No cierto, esa estúpida idea de salvar esa maldita herencia era lo que los hacía ir hasta allá.

No Sakura, estas...

—No, deja así, tampoco quiero hablar contigo.

Apago el teléfono, era la mejor opción en estos instantes.

Me agarró de la cabeza y me dejó caer de lado, lloré toda la noche en silencio, en medio de la oscuridad, en medio de la soledad.

……

Al siguiente día, estaba deshecha y olía mal, me levanto con mucho dolor en el cuerpo del suelo, todavía no se sabía nada de mis padres, así que nadie debería saber de ello.

Eriol debe hacer todo lo posible para que, más que sea, enterrar a mis padres como debe ser. Saco las fotos de ellos y las colocó en el comedor me quedé viendo esas fotos por horas, sigo sin creer que ya no los volveré a ver, que ellos ya no volverán a ingresar por esa puerta y quien sabe desde qué horas había desaparecido y yo, muy contenta con Shaoran y los demás.

Que mala hija he sido.

Tampoco me di cuenta que ellos siempre me saludan tanto  y más si son mis cumpleaños, ellos no dejan de llamar, ¿por que no caí en cuenta en ello?, ah verdad, estaba con Shaoran.

¡Qué hice para merecer esto!.

Aaa ya entiendo, el daño que hice lo estoy pagando, ¡pero por que así!

Y con mis papas.

Tome un baño y me acosté en mi cama, todo el apartamento seguía cerrado, no quiero ni que la luz ingrese por este.

Han pasado dos días desde que supe la tragedia, me levanto con pocas fuerzas de la cama, busco mi teléfono pero no lo encontraba, camino hacia el baño, mejor me doy una ducha.

Tome un baño en la tina, no quería levantarme de esta, pase dos horas dentro de ella, parezco una pasa y con lo mal que me veo ya físicamente.

No me provoca ni un bocado.

Me siento tan cansada, vuelvo y me encierro en mi cuarto, esperando que algún milagro me pueda pasar, aunque lo sigo dudando.

Mis ilusiones son una mierda.

……

Ha pasado una semana y he decidido volver a la preparatoria, esta segunda semana es mi fin en Japón, así que por lo menos, deseo verlos por última vez a todos.

Lo malo es dar explicación del por qué mi ausencia.

Al llegar a la preparatoria, todos me miraban. Me sonrojo un poco, pero lo que note es que murmuraban y me daban la espalda, estoy realmente confundida.

Subo a mi salón de clases y al ingresar, todo se calla, pero ¿Qué está pasando?, ¡qué estaba pasando!, que alguien me explique.

Me senté en mi silla. Minutos después veo que Rika ingreso al salón, me mira y sonríe para después ponerse seria, se acerca a mi y se sienta lentamente.

—Sakura, lo siento —la miró sin entender, entre cierro los ojos y después le prestó atención.

—¿Qué sucede?

Ella se acerca a mí —Sakura, todos hablan de ti, dicen que..

—Pero si la farsante más grande está de vuelta en nuestra prestigiosa preparatoria —me levanto de la silla y miró a Meiling  quién colgaba del brazo de Akiho y me miraban con maldad — Sí es la chica más pobre del colegio y no solo eso, esta aquí por una beca y sumale que es huérfana, que desprestigio para nosotros los hijos de familias importantes.

Abro y cierro mis labios —Y no solo eso, es la culpable de que mi Shao y que Tomy se fueran de aquí —mis lágrimas comienzan a salir —¡Ah!, por tu cara quiere decir que no lo sabías, lo lamento... Naaa, no es verdad, me importa poco tu vida, este es el precio por hacernos sufrir.

—Meiling, eres una hija de.... — Meiling le da una fuerte cachetada delante de todos a Rika, ella solo esconde su mirada en el flequillo

—No me hagas enojar o te la verás con mis padres y los tuyos, y más vale de ti alejarte de esta. – me señalan con asco, no entiendo, no comprendo lo que está pasando

—Lo siento Sakura.. — y sale corriendo Rika en medio de las lágrimas, suelto un sollozo, ¡qué más me faltaba!.

¿Tomoyo y Shaoran ya no estaban? Pero ¿Por qué?.

Salgo del salón en busca de respuestas, no me importa que me miren así.

Con desprecio y asco, me daba igual en estos instantes mi corazón se acelera y se llena de tanta tristeza, mis lágrimas ya no me dejaban ver por donde caminar.

—YUNA, Yuna —él se gira y me mira con lástima —¡No me mires así!, solo dime, ¿dónde están Shaoran y Tomoyo?

Él niega —Nadie lo sabe Sakura, solo se..  Lo tuyo y la verdad siento lo que te está pasando, no se por que todos te miran asi, tu no... Aaaggh, odio esto, pero debo alejarme.

Otro que me da la espalda.

Sola. La soledad no es buena, yo me gane esto, ¿tanto daño hice?

Me comienza a doler el estómago. Corro a un baño, no aguante y trasboque, todo me daba vueltas, me cojo de la cabeza

La tarde fue tan larga, nadie me hablaba Rika me ignoró por completo, todo era una mierda, esa sensación tan horrible de saber que Shaoran se había ido me hace sentir desbastada.

¡Él prometió estar conmigo y jamás dejarme sola!.

No puedo seguir con los ojos abiertos, no aguanto y me desmayé en mi puesto. Solo escuche un zumbido en mis oídos. Y un Sakura muy ahogado.

......

Me despierte en la enfermería, me siento en la cama y tomo mi cabeza, el dolor que tenía era demasiado fuerte.

—¡Señorita Kinomoto! —me mira la enfermera — ¿Está usted bien? ¿Se siente bien? —niego.

—Me quiero ir a casa, por favor. —vuelo a sentir un rebote maluco, corro al baño de la enfermería y vuelvo a trasbocar, no se ni qe vómito, llevo días sin comer bien.

Solo he tomado líquido.

—Señorita, ¿ya se encuentra mejor?, debería ir al médico, no es normal que esté así, además…

—Sí, si, iré ya, deme salida a mi casa por favor —ella corre y me da una orden de salida del colegio, tomo mis cosas y salgo de este, le doy una copia al director para que se la pase a mis profesores y la otra al vigilante para darme la salida, tome un taxi y me acerque a la mansión  de Shaoran, pero esta estaba en venta.

Mi corazón se acelera con más fuerza, sigo sin entender qué pasa.

Le digo al mismo taxi que me lleve a la dirección que sería la de Tomoyo, pero en esta, nadie dice nada.

Maldije una y otra vez,, vuelvo a sentir un fuerte mareo, pedí que me llevarán a la residencia, debía descansar, creo que esto es una mala pesadilla, mañana será otro día o ¿No?

.......

Al siguiente día me sentía peor que el anterior, jamás deje de vomitar

¡Ésto es horrible!

No pude pasar una buena tarde, porque fue peor que el anterior.

¡Quiero morir!

Nadie me habló y me hicieron hasta para vender, me echaron hasta agua sucia. Huelo horrible, ¿tanto aman el dinero?, osea, ¿tenía que decir que soy igual de millonaria para evitar esto?.

¡Gente hipócrita!, que dice no criticar a las personas, pero son peor.

Todos son falsos.

No dejó de llorar por Shaoran, no puedo dejar de pensar en él, que martirio.

Decidí no volver a la preparatoria total, no lo necesito más. Ya estaba graduada con honores, todos esos documentos ya los tenía Eriol en su poder.

Tomé mi teléfono, pero... En un momento de rabia lo tiré con fuerza destruyendolo por completo, no tengo como comunicarme.

Me tiré en mi cama, miré el techo, ya no tengo vida, y mi mayor temor ahora lo vivo como si fuera el mejor pasatiempo de mi vida.

Ahora solo me falta que un rayo pegue contra mí, vuelvo a soltar un sollozo, desde la pérdida de mis padres, la ausencia de Shaoran en mi vida y Tomoyo... Rika... Me siento vacía, muy vacía.

No puedo parar de llorar, y no puedo para de vomitar, corrí al baño a seguir trasbocando, ¡que tanto voy a botar! .

Si, ya no tengo nada...

Encerrada, sola y vacía, esa soy yo ahora, una mujer con sus ilusiones bastantes rotas, con ganas de morir.

¡Que alguien me rescate!.

.......

Pov Eriol.

Han pasado dos semanas desde la muerte de los padres de Sakura, es sábado; recién llegamos a Japón, no teníamos señales de Sakura. Me tocó volar desde Estados Unidos hasta acá para saber de ella, el viaje fue demasiado largo para no saber nada de ella, ¡nadie sabe nada de ella!

Había llegado a su preparatoria, y sólo recibía miradas extrañas de las chicas, algunas me ponían nervioso.

—¡Disculpa! — me llama la atención una joven de cabellos largos y ojos carmesí. Ella me sonríe de medio lado —¿Usted sabe o conoce a Sakura Kinomoto? —su cara cambió rotundamente, daba hasta miedo.

—Ella no volvió, nadie la necesita aquí, una arpía mentirosa… Consejo, aléjate mientras puedas, eres muy guapo para caer en sus garras.

—Eh, ¿gracias? —levanto mi ceja y sigo caminando, acomodo mis lentes, que mujeres más horribles en este lugar. A lo lejos veo correr a una chica que se me hace muy conocida —¿Akiho? — ella me mira y se pone pálida —¡Sí eres tú!, dime, ¿conoces a Sakura?, no la encuentro.

—Eh.. No... —estaba nerviosa, la miró con incredulidad —¡Nos vemos!

Sale casi huyendo. Suspiro con pesadez, no entiendo a nadie aquí. Camine por tanto tiempo que no daba pista alguna con Sakura, hasta que...

—!Oye! —me susurra alguien contra un árbol, me acerco a este — No digas que me viste, me llamo Rika, soy una de las amigas de Sakurita, pero... —comienza a llorar — Le hicieron mucho daño, nos han hecho mucho daño, me dolió lastimarla. No sé cómo acercarme. Mis padres no lo permiten. Esa chica hizo todo esto, muchos se dieron cuenta de Sakura y lo que pasó, ella… — empuñe mis manos, ¡cómo es posible que…! —Esas dos chicas le hicieron el daño más horrible que se le puede hacer a una persona, súmele que su novio se fue del país y de paso su mejor amiga, fue horrible aparte lo de sus padres.

—¿Cómo sabes de sus padres, ella les contó? —niega

—Fue un secreto a voces, por ellas — me señala a las dos mismas personas que me había acercado, ya veo, con que con esas tenemos.

—Gracias Rika, y no te preocupes. Dentro de  unos años sabrás quién es Sakura Kinomoto. —ella se asombra y sonríe con tristeza.

—Ve al apartamento, debe estar ahí encerrada, por favor, ayúdala. —eso me preocupa mucho. Decido llamar a papá.

......

Me encabrona mucho esta situación, tome mis cosas del hotel y me encamino al aeropuerto donde mi padre llega, debíamos ir juntos al conjunto donde Nade y Fujitaka se quedaban.

—Aaaa.. por favor, denle fuerza a su pequeña, yo sé que todo esto es difícil, pero... No me la dejen decaer más. —le hable al cielo, se que sus padres me escucharán.

Al llegar al aeropuerto, llamo a mi padre y él llega hasta donde estoy, nos fuimos en el mismo taxi que me ha estado transportando. Aquel señor estaba muy agradecido con las carreras que le hice, les hizo la semana.

¿Así de mal es vivir en este pueblo?.

—Hola padre —ambos nos abrazamos —Poseemos problemas con Sakura, tu tienes el permiso de ingresar a su departamento ¿Verdad? —mi padre asienta.

—Claro hijo, por quien me tomas, vamos rápido antes de que sea demasiado tarde.

Nos encaminamos hasta llegar a la Residencia  donde vive Sakura, mi padre hizo todo el trámite legal para poder ingresar. Lo bueno es que ellos tenían una llave demás.

Se les hacía extraño que Sakura no volviera a pasar por aquella portería o que su novio viniera.

¡Creo que Nade le permitió mucho a Sakura!

Toda esta situación me trae muy mal espina, ¿por que tantas desgracias juntas?, pero esto no se quedará así, investigaré y llegaré al fondo de toda esta situación, y si es como Rika me contó, los hundiré junto con Sakura, no saben el poder que tendremos los dos.

Al llegar, abren la puerta e ingresamos, todo estaba normal, pero cerrado, la cocina estaba limpia, no había ni una llave abierta. Ni un foco encendido, levantó una ceja, mi padre pide que busque en los cuartos, asentí y me encamine, solo vi uno abierto así que, mire con disimulo y....

—¡Sakura! — me heló la situación, Sakura estaba en el piso, demasiado flaca, pálida, en muy mal estado. — Papá, llama una ambulancia ¡Ahora mismo! —grite, mi padre corre a llamarlos, mientras tomo en mis brazos a Sakura y la sacó de ese cuarto, a Sakura ya no se le sentía el  pulso, es muy débil y sus labios habían perdido color.

Me imagino que sus ojos, perdieron aquel brillo que la caracteriza  a ella.

Miró de reojo y su teléfono estaba hecho pedazos, de razón no contestaba.

—Pobre de mi cerezo, estuviste sola todo este tiempo luchando contra quien sabe que, la gente no tiene sentimientos y tus sentimientos puros e inocentes te los han pisoteado, pero ya no más, esto se acaba ahora mismo.

Mi padre llenó una maleta de las cosas de Sakura, y sus documentos, lo más importante, cerramos el apartamento con llave, le pedimos la copia al vigilante y salimos a esperar  abajo la ambulancia, al llegar me subí a esta y la llevamos al hospital más cercano, mi padre se fue detrás de nosotros en el mismo  taxi.

Llegamos y nos ayudaron a bajar a Sakura, todo el diagnóstico que daban los paramédicos era horrible y ni decir lo que decían las enfermeras.

Después de un rato, me pidieron que esperara en la sala de espera, mientras en doctor salía a darnos el pronóstico de ella.

Pasada una hora por fin llega uno de los doctores, era joven de cabello grisáceo.

—Familiares de la señorita Kinomoto. —me levantó, mi padre tenía que salir así que ahora lo llamo para contarle que pasó —¿Tú eres?.

—Su futuro esposo, cuénteme, ¿qué fue lo que pasó con Sakura?.

Él abre sus ojos y sonríe con cariño —No se preocupe ya está estable, después de todo lo que hicimos, tuvimos que ponerle sonda para alimentarla y sonda para administrar líquidos y medicamentos, pero ya está mejor, hasta su semblante ha comenzado a mejorar  —él suspira —Dígame...

—Hiragizawa Eriol — él sonríe nuevamente.

—Hiragizawa, soy Tsukishiro, el médico tratante de la señorita, quería felicitarlo, la señoría se encuentra embarazada, pero eso sí, el bebé está muy débil, no se sabe que pasó con ella, pero tiene un grado de depresión alto, la hemos enviado con un psicólogo, es bueno, es mi padre. Él le ayudará mucho.

—Si, perdió a sus padres, pero me ha dejado sorprendido con lo último que me dice — él asiente.

—Es normal, la chica al parecer guardo la sorpresa o quien sabe, pueda que no sabía —suspira — Tiene amenaza de aborto, tan sólo tiene tres semanas de gestación, debe estar en completo reposo, por lo menos tres meses.

—Vivimos en Inglaterra, nos iremos en avión privado, no pasará nada malo ¿Verdad?.

—No  puede ir sin un enfermero o por lo menos un médico. —ambos nos miramos, él sabía que le iba a pedir. —Yo aceptaría pero...

—Le pagamos lo que sea si lo hace, ya cuando ella esté bien, retoma aquí, yo hablaré y moveré mis influencias.

—Veré que se puede hacer — él me sonríe — Pero por ahora, debe permanecer una semana aquí en cuidados intensivos.

Asiento en afirmación, ¿Sakura embarazada? Esa es la cereza de su pastel.

—Feliz cumpleaños, amado cerezo.

...................
Continuará
.................

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