Pov Shaoran.

Había pasado un mes. Ya estamos en navidad y no se nada de Sakura, nuevamente. Mis días se habían vuelto muy grises, después de haber pasado por tantos colores brillantes, comenzó a cambiar mi mundo de fantasías...

Flashback.

—¡Hijo! — llega mi mamá bastante emocionada, mi padre y yo le quedamos mirando, salimos de la sala para llegar hasta donde estaba ella.

—Amor, ¿fuiste a correr una maratón con Sakura o qué?. —se burla mi padre

—¡Calla! —mi padre infla sus mejillas, reí por lo bajo, él me mira mal.

—Shao amor, Xiao Lang hermoso — arquee una ceja, le faltó llamarme en inglés —¡Vas a ser papá! —abrí mis ojos, no comprendí lo que me decían, mi papá abrazó a mamá con fuerza y saltaron con emoción. Jamás había conocido esta parte de ellos dos tan aniñada.

—¡Espera, que! — ella me acercó una foto, la quedé mirando detallando dos cajones ambos diferentes, le señaló para que me explique.

—Hijo, Sakura está embarazada, y sabemos que son tuyos, porque ella lo confirmó, confirmó mi duda, sabía que estaba embarazada y no solo eso — me señala ambos cajones — Al parecer son  gemelos, Shao. ¡Vas a tener gemelos! —abro mi boca hasta caer al piso, no sabía cómo sentirme, si enojado o feliz, aunque triste, por que me pasara lo mismo que con Toshiro.

Mis padres me abrazan bastante felices, volví a mirar la imagen, y sonreí por inercia.

—¡Papá! Seré papá por segunda y tercera vez, mamá Sakura me hará papá nuevamente,   ahora tenemos tres hijos, faltan 4 —ambos me golpean.

—¿No sabes lo que dices verdad? — mi madre se pone seria.

—¿Si eres consciente del proceso por el que deben pasar todos ustedes? — me senté en una silla y solté todo el aire acumulado de mis pulmones.

—¡No sabes lo deprimida que está Sakura!. Ella una vez y mil veces me  pedía disculpas. Sakura está abatida y sabemos quienes se encargan de hacerle eso a ella.

—Pero ella...

—Ella está bien, por ahora deben tomar un margen de alejamiento para  los dos, deben ser discretos, recuerda que ella es una mujer casada aunque sea de mentiras.

—Lo sé...

....

Desde entonces no se nada de Sakura, debe ser que este fue el límite que Eriol le puso también. Todos somos conscientes de las consecuencias que podría albergar para todos nuestra nueva situación.

¿Toshiro estará bien?.

—Señor, ¿el señor Hiragizawa puede hablar con usted? —asiento en afirmación y pido que pase.

—Hombre, es navidad, debes ver la vida diferente. —ingresó a mi oficina bastante sonriente.

—¿Cómo pretendes que lo haga?, ¡si tampoco dices nada! — él pone sus ojos en blanco.

—¿Y debería? —niego —¡Pero alguien sí lo va tener que hacer! —e ingresa Toshiro al despacho, él tenía  el ceño fruncido — Tienen mucho de qué hablar, luego hablamos los dos, los dejo a solas —mi corazón se acelera, ¿qué carajos era todo esto? Y.. ¡Qué está pasando!

Ambos nos rascamos la nuca al mismo tiempo, sonreímos de medio lado, parezco un niño, carraspeó mi garganta.

—Mamá ya me contó todo —soltó de una, abrí los ojos con asombro, ¿que tanto le diría Sakura a nuestro hijo?. — No te preocupes, no te voy a juzgar, hasta ahora no los he juzgado, ni a ti ni a mamá. No podría. — él suspira y se sienta en mi silla, arquee una ceja — Sé la situación por la que están pasando, y por todo lo que están pasando, lo único que me enoja es que no me hayan contado todo desde un comienzo, ya tengo 12 años, se comprender un poco esta situación. Aquí donde me ves lo entiendo todo.

Me asombra la manera en cómo me habla Toshiro. La verdad, es más maduro de lo que podía imaginar — Entonces también sabes que ella...

—Seré hermano mayor —me interrumpe — Sí también lo sé, papá soltó la sopa en la cena, créame, tenía ganas de venir aquí y gritarte, estoy a tiempo —ambos reímos con amargura — Pero no sería capaz, papá.. Perdón. Eriol habló mucho conmigo, haciéndome entender muchas cosas que no comprendía. No les encontraba respuesta ante tanta duda, por lo que decidí no hablarle a mamá.

—Pero ella no tiene la culpa, aunque lo de los bebés si tenemos un poco de culpa, nosotros esta vez fuimos irresponsables.

—¿Solo esa vez? Mantenías llamando a mamá y por eso me di cuenta, si lo hice yo imaginate otras personas.

—Tienes razón, entonces ahora... —estoy nervioso, como si fuera mi primera cita y no es así, es la primera vez   hablando mi hijo conmigo y muy diferente a la primera vez, porque esta vez sabe que soy su padre.

Él se acerca a mi y me abraza, esconde su cara en mi camisa —Lo siento por no haber compartido mi infancia contigo, me hubiera gustado compartir con los dos, me acabo de dar cuenta, que la sonrisa que te da mamá a ti, no es la misma que le da a pa.. Eriol, ustedes dos se aman, ¿verdad? — abrí mis ojos y lo abracé, últimamente me estoy volviendo muy sensible, por ahora lloro con mi hijo, sus sollozos desgarradores, y el dolor guardado junto con una culpa que a él no le corresponde me desvanece.

A los minutos recibo un mensaje de Eriol diciendo que debe dejar a Toshiro en mi empresa ya que él debió salir con urgencia, pero apenas viniera me contaría que paso con Sakura, esa fue su promesa.

Suspiro, me senté a hablar por un largo rato con Toshiro, conociendo un poco más de él y él de mí, le conté la historia que he tenido con Sakura, también me contó que tenía una amiga, que le gustaba mucho pero que mejor él se queda con ella como su mejor amiga ya que siente que son muy pequeños para ser novios.

Me encanta su madurez, pero.. ¿Quien dice que para la edad no hay amor?, le dije que la conociera más, y que si ella quería con él, ¿pues qué o quién se lo impide?.

Agache mi mirada, claro, si hay personas que se lo impiden, lo hicieron conmigo, es obvio que lo harán con él.

¡Y con mis dos hijos más!

—Prometo que lucharé hasta la última gota de sangre, la última lágrima que tu madre y yo, tu padre, derraman para verlos felices, haré lo posible para que nuestra familia esté unida. —Toshiro sonríe con tristeza.

—Temo por los gemelos, creo que hablaré con mamá, le diré que ya no estoy enojado y que ya hable contigo.

—¿Sabes qué pasó con mamá?. —él asienta.

—Pa.. Eriol, todavía no me acostumbro a esto —suspira —Él dijo que te quería decir. Solo te puedo decir que ella está bien, solo que era por el bien de todos. Lo que no me gusta es que, en marzo y abril también tendrá que estar lejos, ya que...

—Yo me caso en su día de cumpleaños, que grata casualidad de mi abuelo. —suspiro con pesadez

—¡No se cansa! —ambos suspiramos con cansancio.

No aguantamos más y nos abrazamos con fuerza... El día de padre e hijo la pasamos muy bien, le enseñé cosas de la empresa, el manejo de ésta y todo lo que conlleva con sus trabajadores, le presenté a algunos socios, se sentó en mi escritorio y dígito algunos documentos. También dio el visto en algunos planos que justamente su madre había pedido que mejor que él, saber los gustos de su madre. Aunque yo se algunos, han pasado los años y no conozco todo de ella ya.

—¡Shaoran  está casa es sensacional! — arquee una ceja y me acerque a él —Es muy hermosa, me gusta mucho.

—Esa casa tiene su historia —la mire con tristeza —Esa se suponía que sería nuestro hogar, tu madre me tenía que dar 7 hijos.

—¡Oye! — suspira —Bueno ya van tres —ambos reímos —¡Están locos! Pero así y todo los respeto, son nuestros padres... Seré hermano mayor —sonríe de medio lado — Si esto no cambia ¿Qué va a pasar? No quiero ver a mamá llorar. Muchas veces la encontraba en ese estado. Y la verdad no me gusta.

—Ah nadie, hijo — él abre sus ojos. Le sonrió con cariño y le doy unas palmadas en su espalda — Esperamos que por lo menos cambie para ti y tu futuro.

Veo que se sonroja —¿Será?.

—¿Te gusta alguien? —el se para de la silla bastante alterado, arquee una ceja porque todo lo que decía, lo decía en inglés, que a él no le gustaba nadie, que él es un niño, entre más cosas.

—Yo a tu edad, ya tenía mi primera novia, y creeme, jamás la quise hasta que conocí a tu madre, ella movió mi mundo de una manera inexplicable, y eso que al comienzo la trate como una más. Hasta que sonrió, prometí cuidar de esa sonrisa pero...

—Él tiempo lo sabrá curar papá. Yo creo en su amor, no cualquiera arriesga su familia por otra persona, o que la persona con la que te casas sea el que arriesgue todo para ver feliz a su esposa. Es algo extraño. Pero... Ellos dos, mamá y Eriol son mejores amigos.

—Si eso es muy cierto. Cuando ella vino a Inglaterra, jamás pensé que vendría a ver a mi primo, jamás lo supe. Bueno cuando ella lo iba a decir, siempre había una interrupción y olvidábamos la platica.

—Ya veo, el mundo es muy pequeño y se terminan juntando todo los microbios

—¿Gracias? —ambos reímos.

Al rato llega Eriol bastante sonriente, tenía el  chaleco en sus brazos y los botones desajustados, creo que no tuvo un día bueno.

—¿Qué tal su día? —arqueé una ceja.

—¡No te enseñaron a tocar la puerta antes de ingresar! —él ríe a carcajadas y se tira en la sala.

—No fue mi día, ¡no molestes! —me acerco a él y le doy un golpe en la cabeza — ¡Oye! —se soba. Lo miró mal —¿Toshiro ya te contó gran parte de la historia?

—¡Espero tu explicación!.

—Qué impaciente —me acerco al minibar y me siento a su lado tendiendo una copa de mi licor al cuatro ojos. — Mandé a Sakura cuatro meses a Inglaterra. — lo miró mal, formé un puño con mi mano y casi se lo pongo en su cara —¡Alto! Es por el bien de todos, ya los viejos saben que está embarazada, pero es obvio que no creen que sea mío, y eso que ella no dijo  que eran dos. Así que... Ella debía alejarse, agradece que vuelva, pero después se debe ir, tiene negocios en Australia que debe atender.

—Ya hablas como los viejos. —lo miró mal

—Son prioridades, no es culpa mía que ustedes dos jueguen al escondite americano sin cuidarse. Shaoran vamos, somos gente adulta, tenemos responsabilidades, por ejemplo —señala con sus labios a Toshiro, quien seguía concentrado en la computadora —Sabes que podríamos estar en riesgo más Sakura, la pueden tildar de cosas feas, ya que ella está teniendo hijos de otra persona que no es de su esposo, sabes que ese escándalo traería problemas.

—Pero...

—Shaoran, entiende, es raro que ella tenga hijos míos, pero que curioso. Ninguno tiene mis ojos, o mi color de cabello, y justo los tres — él suspiró con impaciencia — Ya hice el trámite para la adopción. De un tercero, y solo una persona me va ayudar aunque eso sea lo más duro y difícil, por eso esa persona está siempre al lado de Sakura hasta que nazcan los bebés.

—Pero prácticamente los tendrá en otro país, Eriol.

—Si, de eso se trata, al octavo mes viajó junto con su doctor  a Australia donde esta  Sakura, y no viajaremos solos —arquee una ceja —Fye debe estar presente —él empuña sus manos, ahora si estoy confundido.

—No sé lo que estás haciendo, pero espero que todo salga bien y que no salga nadie afectado.

—Eso lo dudo, todos siempre saldremos afectados.

—¡Eriol!

—Es la verdad — tapo sus ojos con su antebrazo, mueve sus hombros, este hombre está... —Estoy medio sensible…— sonríe con amargura.

Si, ese futuro del que siempre hablas sigue siendo inserto.

—Esto me duele mucho… —finalizó Eriol 

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Continuará
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