Capítulo 27

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Camila Walsh O'kelli

Después de haber dejado a Damian en su habitación, me encerré en la mía, coloco un poco de música suave y me adentro a la ducha, tomo un baño de espuma, humecto la  piel, aplicó mis cremas, cepillo mi largo cabello, me aplicó un poco de maquillaje, camino directo a mi armario y comienzo a ver los vestidos que deseo colocarme.

Miro el suelo, mi maleta ya estaba hecha, el fin de semana iré a Francia, a la capital del amor, París a cerrar un negocio, pero esta vez no iré sola.

Va Monik y Hilary, pidieron venir conmigo.

Me coloco un vestido azul oscuro,  largo, tiene una abertura en la pierna izquierda, destapado en el centro de mis senos, ya tengo bastante senos, aunque pienso que es por la lactancia

Lo bueno de ser madre.

Me aplicó mi perfume, me miró al espejo, estoy lista, tomó mis tacones del mismo color del vestido.

Salgo de mi habitación, mis primas me estaban esperando, me asombre, ellas me quedan mirando, me sonrojan, creo que también estoy igual.

—Estas preciosa — ambas dijeron al mismo tiempo —Vamos a nuestro disco, a impactar a estos hombres

—¡Monik!. —la regaño —Estamos comprometidas, bueno tu estas ya casada, que no se te olvide.

—Y, todavía somos solteras en busca de galanes. —ignora mis palabras Hilary

—Supongo —les dije, las tres reímos, nos tomamos de las manos, mi madre nos mira, perp desvía su mirada.

—¡Espero que se diviertan!, me la traen a casa sana y salva —se los dice  un poco ¿Enojada? Desde que desperté, mi madre siempre les habla de ese modo.

—Ni que le fuéramos a hacer algo, tía Luisa —mi madre la mira como si ellas tuvieran tres cabezas. Las miró sin comprender.

—¡Vámonos ya! —apura Hilary, antes de que mamá y Monik discutan. las tres salimos de la mansión, el chófer nos estaba esperando.

Hilary sirve tres copas de brandy, chocamos copas y bebimos de esta. Ellas me explican por qué Denil no nos acompaña, pues en el momento que desaparecí, ellas lo echaron de casa, que era noche de chicas

Suspiré y miré por la ventana, las calles de Reinó Unido estaban solas, pero al llegar a la parte más alegre, osea, las discotecas, los clubes y demás, era la más motivada y bullosa avenida.

Aparte de lo iluminación

Llegamos al final de esta, ya que, la disco  a la que vamos es la mejor, es un club de playa, podíamos estar afuera y disfrutar de la música y el baile sobre la arena.

Si nos caemos el golpe sería menos fuerte, ya he venido aquí con ellas, siempre me embriago demás.

—¿Camila? —mire a un lado de mi mesa, una mujer lo más de hermosa me habla, como si me conociera de toda la vida —¿Eres tu Camila? — mire hacia mis dos lados, mis primas ya estaban bailando.

—¿Me hablas a mi? — me señaló, aquella chica hace una mueca de tristeza y me abraza —Disculpa, yo..

Aquella mujer me abraza con mucho calor de amor, me susurra una y otra vez, "lo siento, lo siento amiga, te amo", pero no entiendo. La suelto un poco de mi y la miro.

—¿Quién eres tú? —ella abre sus ojos

—¿No eres Camila Walsh? — asentí —Soy yo, Sussy, tu mejor… Bueno, tal vez porque cambiamos de aspecto no me reconoces, ahora tengo el cabello corto, mis ojos son los mismos azules, soy yo, tu mejor amiga. Sussy Muriel

—Mmmm, yo… —es la mujer de Lauren, creo que es ella.

—Pero si eres tú Sussy, como es la vida, también viniste aquí.

—Pues claro, si este lugar es el preferido de Cami y mío, ¡cómo no venir! —entre las tres se desafían. Se querían matar.

¿Pero por qué?

—No entiendo que pasa, lo siento, pero yo no te recuerdo, y no deseo que indispongas a mis primas, por favor, retiraré.

—Camila, ¡tu no entiendes!, estas mujeres son unas brujas despiadadas contigo.. —la interrumpo, no puedo soportar este trato

—¡YA BASTA?!, RETÍRATE O LLAMÓ A SEGURIDAD, ES UNA ORDEN — algunas veces me toca usar este tono con mis empleados y con los inversionistas, de hecho, dicen que soy muy dura, parezco un cubo de hielo, pero con la familia no lo soy

Aquella chica se tapa la boca y llora. Le doy la espalda, mis primas me toman de las manos y me llevan a otra mesa. Mire de reojo a esa chica, que extraño, ¿por que se comporta así conmigo?, no se quien es ella.

—Mmm, ahora que lo recuerdo… — mis primas me miran un poco extrañas, como con ¿Miedo? —Tú no mencionaste ese nombre ahora en la cena, ¿ella no es con quien Lauren se casará?. —ellas sueltan el aire que acumularon, qué raras. Me sonríen.

—Mm si, es ella —me encogí de hombros. Da igual, Lauren es un chico muy gentil, a menudo me va a visitar y hablando del rey de roma.

—Camilita —me carga y me da varias vueltas, reí — ¿Cómo estás princesa? , ¿cómo va esa cabecita?, ¿ya nos recuerdas a todos? — negué, él me mira con ojos de perro degollado, y después sonríe, aunque… No necesito recordar, se quienes son y los lindos que son conmigo, y con eso basta para mi.

—¡Vamos a bailar! —propone Monik, todos comenzamos a saltar al ritmo de la electrónica, duramos un muy buen rato así, bebimos varios cócteles, whisky, vodka y yo, ya no sabía quién era.

—Etoy ata de econde a mi Damiano, es el heredero, es mi.. Heredero —les digo a mis primas y mi amigo, todos ríen, yo llore — No es grazioso, hablo enserrio

No quiero acordarme jamás de las payasadas que diga de ahora en adelante.

.....

Lo bueno de ser domingo es no madrugar. Al menos no hoy, iré a tomar un baño en la piscina, mi madre debe estar allí con mi pequeño

—¡Camila! — Lauren ingresa a la cocina y sale con unas cervezas —¡No me mires así!, me quedé anoche dormido aquí, siempre lo hago.

—Ah, entiendo, no te preocupes. —le sonrió.

—Camila hija, el medicamento —Lauren la mira mal, siempre que me dan el mismo  medicamento, ya le he dicho varias veces que es por mi salud, el doctor dijo que es para recuperar un poco mi memoria.

Lo tomé y bebí un poco de agua —Gracias madre, ¿vamos? — le digo a Lauren.

Ya estando afuera de la casa, Lauren  me tomó del brazo —Cami, deberías dejar de tomar esos medicamentos, no creo que sirvan para que "recuperes la memoria" lo dudo.

—Creelo, es enserio. —suspiré con cansancio —Deberías de estar alegre.

—Trato, ¿cómo se llaman? — mire él cielo.

—No se como se llaman, pero miraré el sobre y te digo. —él asiente.

Me devolví a la cocina, y reviso el cajón de los medicamentos, encuentro uno que dice solo para Camila. Dice el tiempo que debo tomarlas y en qué constancia.

—Propranolol, qué nombre tan extraño. —salí al jardín, y allí vi a Lauren le mencionó el nombre del medicamento, él abre sus ojos y después me sonríe

—Dame un momento, Cami

Sale de la piscina, me le quedé mirando, asentí y esperé, nada por un rato, comencé a nadar un rato con mi pequeño y ahora todas estábamos  afuera tomando el sol.

Él tomó asiento a un lado  de mí, giré mi cabeza, él medio sonríe, mira el cielo y continúe tomando  el sol

—¿Ya acabaste de hablar por tu teléfono? —él se asombra — Te vimos desde aquí, estabas peleando, problemas con el amor o la empresa.

—No, nada. Tranquila. Fue más familiar y duele sabes. — una "o" en mis labios se formó. No esperaba esa respuesta. Debió ser algo muy grave, le doy un beso en la mejilla

—¡Todo estará bien! —él abre sus ojos —No se quien me dijo esas palabras, para darme ánimos, pero ahora te las digo a ti. Las necesitas —le sonrió, él igual a mi.

—Gracias, Cami

La tarde y la noche terminó muy bien para todos, ahora me encuentro acostando a mi pequeño, hoy no se ha querido desprender de mí, así que, hoy dormirá conmigo.

.....

—Buenos días Damian, ¿tu abuela verdad? — mis lágrimas comienzan a salir —También te voy a extrañar, cada que pueda enviare fotos y te llamaré, te amo hijo — le doy por última vez seno, ya había dejado en la nevera algunas reservas. Aunque él también tiene su leche de fórmula. Pero... No es lo mismo que la lactancia natural. Ya debo comenzar a quitársela.

Creo que ha llegado el momento, es solo una semana, ¿qué tan difícil puede ser verdad?

—Camila, ya estamos listas —suspiré, tomé mi valija, mire a mamá —Te esperamos abajo.

—Si, ¡ya voy! —Suspiro — Algún día me dirás que pasa, por que las evitas tanto.

—Algún día hija. ¡No olvides tus medicamentos!.

—Por qué tanta urgencia con estas pastas, no me han ayudado en nada, debería hablar con el doctor, yo no...

—Hija, solo hazlo, no enfades a tu abuelo, solo quiere lo mejor para ti.

—Está bien, te amo, cuidalo por favor.

Mi madre asiente, salgo de la habitación, al bajar, mis primas estaban con dos maletas grandes, el doble de la maleta que yo llevaba, que exageradas pueden llegar a ser, suspiré con cansancio, quién soy yo para decirles algo, ellas deben pagar sus gastos.

Al llegar al aeropuerto de Reinó Unido, abordamos el avión destino Francia París. El negocio que voy a entablar es bastante grande. Además, debo mirar quien me sirve para continuar en mi empresa.

De ahora en adelante tomo rienda, ni sé por qué el abuelo tiene gente poco creativa en las empresas. Más de uno saldrá de mi gremio, necesito que más mentes frescas estén dentro de los nuevos negocios.

Una familia nos va a terminar alcanzando. De milagro no lo he permitido, pero no es suficiente, mi abuelo siempre ha teniendo la delantera, somos la mayor potencia.

En todo el viaje trabajé en mi laptop. Revisando documentos, nóminas, cuentas, inversiones y más. Debo saber a que me enfrentó.

Pero por ahora, haré todo esto bajo perfil, no quiero levantar miradas. Mi abuelo pidió que evitará eso, que lo hiciera discretamente y con dureza. Que no me dejara llevar de las emociones. Hasta ahora lo he hecho así

Al llegar a París, abordamos un vehículo que alquilamos, las tres nos hospedamos en uno de los mejores hoteles de París, Leviosa

—Buenas tardes, tengo reservas en este hotel, tres habitaciones King, a nombre de Camila Walsh —el hombre abre sus ojos.

—Sí señora, estas son sus llaves, sean bienvenidas —asentí, mis primas lo miran como si  fuese una cucaracha, suspiré con cansancio, son seres humanos, no cucarachas.

Al llegar arriba, todas nos desviamos a nuestras habitaciones, ellas querían dormir un poco, así que no las molestare por hoy, pero yo si deseo salir, quiero conocer un poco.

Hace años que no salía de la mansión, o eso creo, o bueno eso es lo que me dicen.

Me coloco un vestido corto de pliegues muy coqueto, color esmeralda, un brazalete en mi brazo de oro, mis sutiles candonguitas pequeñas, mi anillo de compromiso, más el anillo familiar

Representa a los Walsh

Camino por toda la calle principal, los almacenes son muy lindos y elegantes, los puestos y las personas son muy resplandecientes, eso es lo que busco en mi nuevo mundo.

Mire un hermoso parque bastante grande, el lago es su principal atractivo ya que todos se sientan alrededor de este. Camine a su alrededor, los animales son felices jugando por aquí.

—Ahhhh —alguien choca contra mi. Caí sentada, menos mal el cepec amortiguó mi caída.

—Lo siento señorita, no fue mi intención caerle encima. — mire a la persona que me habla tan amable, sus ojos traspasan mis barreras, son muy lindos, y parecidos a los de mi bebé.

—No te preocupes, joven —le sonríe. No lo hago con personas que son desconocidas a mi círculo familiar, pero aquel chico me transmite mucha  paz. — Yo estoy bien. También fue mi culpa, ando un poco distraída, conociendo un poco estos bellos alrededores.

—¡EMANUEL, CARAJO!, POR QUÉ DEMONIOS... —mire a una chica que le gritaba. Tal vez es su novia. Ella abre sus ojos, su mirada se torna triste

—¡Oye! Ve con tu novia, pensara que la estás engañando, además, soy muy vieja para eso  —aquel chico abre sus ojos

—¿Te puedo hacer una pregunta? —la voz amable del chico me vuelve atrapar. Asentí con una sonrisa.

—¡Ema! — ella lo vuelve a llamar, pero esta vez entre lágrimas.

—¿Tú eres Camila? —abrí mis ojos, creo que soy famosa por estos lados, alto, no dijo apellidos

—¡Ema! —su voz inquebrantable hizo que mi corazón se quebrara en mil pedazos, que es esta sensación.

—Si soy Camila, pero creo que habemos muchas, mucho gusto, Camila Walsh —ambos abren sus ojos, la chica se quita con rabia las lágrimas y corre a mi, me abraza, mis manos quedaron pausadas en el aire, me sorprendió mucho su reacción, el chico también me abrazo, ¿no sé qué está pasando? Será que se equivocaron de persona.

—Camila, somos tus niños, no tan niños — abrí mis ojos, mis niños, ¿tengo más hijos? ¿Por qué nadie me  lo dijo?, se debieron sentir abandonados, puse una de mis manos en la espalda del niño y la otra mano a la niña que no paraba de llorar.

—Lo siento.. — no podía evitar llorar a su lado, no sé quienes son, pero me entristece mucho esta situación —Lo siento mucho — los separó un poco, ellos me miran, acarició sus mejillas — No sé quienes son, perdí todo conocimiento, disculpenme si los olvidé. Nadie me dijo nada y yo.. Yo no se porque lloro, yo no se por que les digo esto a estupideces. Yo no sé nada de mí y me desespero.

Ambos me vuelven a abrazar — Ema, Julieta, vengan aquí, por que se me pierden de vist... — los tres nos separamos, me limpie las lágrimas, me levanto y me hago una reverencia a todos —Cami —pronuncia mi nombre en un hilo de voz

—Disculpen, esto no volverá a pasar, yo.. — aquella señora se acerca rápido y me detiene

—No te vayas Camila, se que ha pasado mucho tiempo, y no sabemos que paso contigo, pero por favor, no te vayas, hablamos un poco, tan solo un poco, hija te extrañamos mucho, gracias a Dios estas bien — trato de soltarme, esto es mucho para mí, debía irme o sino vendrá alguien más — Camila, tranquila, no es nuestra intención asustarte o que él se dé cuenta, es solo que...

—Es que no se quienes son ustedes. No se que carajos está pasando, por favor, suélteme, no entiendo por que mi abuelo me envió para este lugar, bueno si, mis negocios, y liquidaciones, decapitaciones de empresas y demás, pero no se  ustedes... Creo que se están equivocando.

—Para nada, tu apariencia puede cambiar, pero eres la misma Camila, y sabemos que eres, los niños te reconocen.

—Lo siento señora, hasta luego.

Me solté y salí corriendo, tomé un taxi y me dirigí al hotel, corrí hasta mi habitación y me encerré, no debía escuchar más a nadie, mi cabeza duele mucho, mucho.

Tomó mis medicamentos, al diablo con lo que Lauren me pide, esto apaciguar mi dolor

Me sumerjo en la tina y pienso en aquellos ojos bellos ámbar y esos verdes tan preciosos que me miraban con tanta tristeza.

Ambar y verde, ¿serán más hijos?

Ojos ámbar como los de Damian, ¿será que son mis hijos? Pero tengo 23 años y ellos deben tener por ahí unos 14 o 15 años ya. ¡No! No lo debo ser, están equivocados de Camila.

Aunque no pude evitar llorar con ellos, estaban muy tristes, muy apagados, como si la vida les arrebatara su felicidad, espero y pido a Dios que se lo devuelva. Que le devuelvan la luz a esos niños.

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Continuará
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