Camila Paul

—Tío Federico —el hospital lo cerraron por completo, él es así, tan extravagante, como siempre, queriendo llamar la atención —¡Hasta que por fin vienes a ver a tu hija!. —iromose.

—Si, ¡y tu ya te la querías llevar!, ¿quisiera saber para donde? Y ¿Con permiso de quien?

—Para la mansión, ya que hasta ahora a nadie más le ha importado. — me cruzó de brazos

—Soy un hombre muy ocupado, querida sobrina, las mujeres como tu madre y este par… —señala a Monik, después señala en dirección donde estaría Hilary
— No son de nuestro mundo y lo sabes, así que no se desperdicia mucho el tiempo en cosas que no vale la pena.

Empuño mi mano, quien carajos se cree este hombre, maldito desgraciado, es su hija.

—Y si muere me tiene sin importancia — el doctor abre sus ojos y mira hacia otro lado — Querida sobrina, me ahorras el tiempo, tienes mi permiso para que te la lleves, le haré llegar sus cosas, y dile, que no la quiero volver a ver en mi casa, es una deshonra de mujer, no la quiero cerca de mi nueva esposa y mis hijos. —él me da la espalda — A querida sobrina, ¿quieres ser la madrina? Son gemelos.

Y se marcha, maldito imbécil, ¿cómo es posible que se haya casado?, y ahora va a tener hijos, ¿por que Hilary es una deshonra?

Será que él...

—Monik —susurre ella estaba llorando —No te preocupes, yo las ayudaré, te lo juro.

Ella asienta, absorbe sus mocos no muy delicada — Lo se, se que lo harás, pero me da rabia lo que dice Federico, le ganó a mi madre.

—¿Y la deshonra?.

—Se dio cuenta que se habla con Frank, sabes que Hilary está casada, aunque no quiera ese hombre, tiene muy buenos negocios con sus empresas, le han dado tantas alas a Hilary que después de un tiempo, sin  darnos cuenta, el esposo, bueno ex esposo pasó por terminado dicho matrimonio, y no solo eso — ella suspira —, el tio Federico le tocó pagar una suma valiosa de dinero, bueno, mi abuelo la pagó.

Veo por donde van las cosas

—Y después el abuelo se dio cuenta que Hilary quería escapar y ahora estamos aquí. ¿Y por qué sigues tu?.

—Conrral quiere acabar con todo, él dice que en verdad me ama, pero que lamenta que mi corazón sea de otra persona —abri mis ojos, no esperaba esas palabras de parte de Conrral — Camila, se que me he portado muy mal contigo y con muchas personas, hasta con Conrral pero... Yo no soporto la idea de seguir en esta vida, me agota mucho, mentalmente ya no estoy bien. Por eso me comportó así, llamale capricho, pero ya no puedo más, ayudamos, el abuelo me va a matar, así como lo hizo con la abuela.

Abrí mis ojos, ¡¡que hizo que!! —¿Cómo lo sabes? —ella abre su bolsa, y me pasa un sobre con muchos documentos

—Ésto lo encontré en un lugar muy feo de la mansión de mis padres, creo que no se dieron cuenta o es lo que pienso, te los paso por que se que tu le puedes sacar provecho a esto.

—¿Y por qué no lo acusaste?. ¡¡Y querías acusarlo con lo que tengo!!.

—Camila, el abuelo da mucho miedo, poco a poco nos vamos dando cuenta de todo esto, creo que hasta el imbecil de Federico, pero el hace como si nada, solo se aleja, vez lo que hace, como si nada le importara y así ha sido siempre él.

—Si eso lo se, desde siempre...

Llene algunos documentos en el hospital, llamé a Alex, pidiendo que no dijera nada de mi, le pedí que comprara un número nuevo que solo lo tendríamos los dos, enviaba por mail todo lo que tenía en mis manos sobre mi abuelo, pedí su ayuda, se que él actuará rápido.

O eso espero, porque enfrentarse a mi abuelo sola, me aterra un poco, y no se que vaya a pasar conmigo.

Por lo pronto, le pedí que le dijera a Frank que viniera por Monik y Hilary, necesito que estén a salvo.

.....

Mi trabajo me satura, el inicio de la detonación de esta empresa inicia aquí, desde ya, en mi oficina.

Al salir, mire con tristeza a mi secretaria, le pedí, que llamara al número de Alex, osea un número que le pase, ella ha sido muy fiel a mi, me ayudo a encontrar cierto documentos que infringe normas en esta empresa, y no solo eso, ha robado a más de una empresa, fingió ser víctima esta empresa, él se movió muy bien, hizo que las víctimas se echaran  la culpa de sus bestialidades. Y después ayudarlas a salir de aquel problema, pero sin ayudarlas a levántarse.

¿Quién es mi abuelo?.

.....

—Camila, ya todo está bien, los niños también están bien, el único que no lo está yendo como bien  es a Dylan, anda como loco, está desesperado, no sabe de ti todo este tiempo, han pasado muchos meses, Camila por favor, ¡que carajos esperas! — ultimadamente hablo muy de seguido con Alex, también quiero saber que carajos hago, pero...

Tengo miedo.

—Lo siento Alex, dile a Dylan, que lo amo con todas las fuerzas de mi alma, que es el hombre de mi vida, y que pase lo que pase, deseo que él sea feliz con mis niños, hazles entender a todos que son mi vida entera.

—Camila, ¿qué carajos vas hacer?, ¡Cami…! — cuelgo la llamada y bote aquel número. Ya no lo necesito más.

—Gracias Alex, pero de ahora en adelante me toca a mi, me falta saber es.. ¿Dónde estará mi madre?

Miro el techo, pasé de ser una niñera a una mujer obligada a estar aquí. A llenar los bolsillos de un millonario que desde hace mucho debió estar internado bajo supervisión médica, mi abuelo no está bien.

—Policía de Reino Unido, ¿en que le podemos ayudar? —mis dedos tiemblan, debía hacerlo o sino jamás encontraré a mi madre.

—Si, yo... — trague grueso — Señorita
.. —susurro —Debe ayudarme, en la mansión Walsh, esa gente es corrupta, trata con el tráfico de órganos, ha matado a más de un familiar y cuantas más fechorías, su cabeza es el señor Walsh,  hay pruebas de ello, por favor, ayúdenos.

—¿Tiene usted alguna prueba a la mano?. —es que no escuchan.

—Si, y no tengo más tiempo, mi madre está en peligro.

Colgué y corrí a mi auto, ya las autoridades comienzan a checar que pasa con esta empresa y se enteraran de todas  las cochinadas y las personas  que están tras esta organización, solo falta ayudarme a salir de está, mis firmas están por todos lados, estoy sucia de cabeza hasta mis pies.

Al llegar a la mansión, azote la puerta de mi auto, ingrese con furia y ahí lo vi a mi abuelo sentado muy tranquilo en su mesa leyendo su periódico matutino.

—¿Dónde está mamá? —el levanta la mirada y medio sonríe.

—Se fue de viaje con su hermana mayor, ¿por qué?.

—¡Dime la verdad!! — le tiro toda las evidencias, claro, las copias —Esas no son las auténticas y se que estoy en medio de todo eso, pero se que no son mis firmas, ¿por que carajos lo haces?, ¿por quién me tomas? —mi pulso se acelera.

Su gente me toma con fuerza

—Eres más astuta de lo que me imaginaba, te entrene muy bien, y si, querida, soy todo eso, y puedes odiarme, pero estas conmigo en todo este proceso

—Mentiras, jamás lo estaré, yo no... —él me toma con fuerza de mi boca

—Escuchá bien Camila, por el bien de tu madre cooperaras, se que ya recuerdas todo, a la prueba, tu manera de defender a todo el mundo y no solo eso... —ríe entre dientes —Amas a ese hombre como nunca, ¡no fue lo que dijiste! — pone una videograbadora. Me estaba grabando todo este tiempo.

—¿Y que con eso? —él bota el aire que había comprimido.

—Tengo a tu amigo el cuatro ojos, aunque ya entregó todo, yo te lo entrego muerto. — abrí y cerré mis labios, no, yo no hice nada... — Cuando colgaste allí lo tomé, ¡qué te parece!.

—ESTAS MAL DE LA CABEZA, MATAS A LA ABUELA, MATAS A HILARY, AHORA A MAMÁ, Y ALEX TAMBIÉN, ¿QUIEN ERES?  YA DÉJALOS EN PAZ, QUERÍAS VENDER LOS ÓRGANOS DE MIS HIJOS, ¡SON MIS HIJOS!. —mi respiración se acorta.

Él se agarra de su corazón —¡Señor! Otro infarto —abrí mis ojos, no, no soy él.

—Oye, no muera, no así, oyeeee —grite, el abuelo estaba con una mascarilla en su cara y sus hombres le hacían RCP, al rato escucho las sirenas, habían venido varios agentes, caí de rodillas, y corro donde estaba mi abuelo —Abuelo no mueras, ¡no así! No soy tu, ¡despierta! — yo había ocasionado todo esto, todo esto es mi culpa, todos están en serios problemas por mi, ingresan y arrestan a todos los hombres presentes.

Incluso los empleados de la mansión.

Adiós apellido Walsh, pero era lo mejor, así a mi me toque pagar por todos los pecados, él ya estaba muerto y yo...

—¡Manos arriba señorita Walsh! ¿Su abuelo falleció? —me comienzan a revisar — Está usted detenida, por intento de homicidio, tráfico de estupefacientes y órganos infantiles, también por estafa y suplantación —abrí mis ojos, son demasiados delitos, pero, no era yo, no soy yo... Quería gritarlo pero no podía, tenía miedo, mucho miedo.

¡Que alguien me quite estas esposas!

—Alto, ella no tiene nada que ver —llore con fuerza, me duele todo, mi cuerpo no da mas, hace cuanto que no duermo, ya perdí la cuenta, y mi cordura también.

.....

(Punto de vista normal)

—Señores agentes, ella no tiene nada que ver, su abuelo suplanta su firma todo este tiempo, ella no tenía memoria, no recordaba nada, y no solo eso... —aquel joven mostró y demostró su inocencia, Camila no estaba implicada en toda la barbarie que cargaba su apellido, ella simplemente quería borrar ese apellido de la tierra y dejó ver un poco lo que se le  quitó a muchos. —Ella todo este tiempo recaudo todas estas pruebas.

Aquel joven miraba a su amiga quien estaba durmiendo en la sala de aquella mansión, que por el momento estaba siendo sellada, al igual que las empresas y algunos socios que estaban involucrados en este imperio de criminales.

—En efecto, la señorita Camila no tiene nada que ver, quiten las esposas, pero ella debe declarar, y devolver todo esto. Además de que el juez tendrá esto bajo su poder —el joven afirmó con su cabeza.

—En efecto, ella había firmado para entregar todo, ella les hizo la llamada, ahora ha pedido que su madre sea encontrada, él señor está involucrado con sus dos hijos, uno menor de edad y la joven mayor de edad, Julieta y Damian. Sara y Federico, ellos deben saber más.

—Así será, ya están siendo arrestados, muchas gracias. — aquel joven les hace una reverencia —Dígale a la señora Paul, que debe dar declaración el día de mañana, a primera hora.

—Así será

—Por lo pronto, abriremos la búsqueda para encontrar a su madre.

—Gracias.

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Continuará
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