Capítulo 47

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Dylan Paul

La ruta de mis hijos estaba por llegar, los esperó afuera de la casa, quiero darles la sorpresa;  tenía puesto unas vermufas de color verde oscuro y una camisilla negra dejando al descubierto parte de mis piernas y brazos.

El bus para al frente de nosotros. Abre las puertas, mire las ventanas esperando ver que bajen los niños, los alumnos me miraban, sobre todo las señoritas, creo que no debí vestirme así, pero quería sentirme normal o eso creo, o es lo que Camila influye en mi.

En fin.

Mis tres hijos bajaban, hasta que Julieta me ve y pega un grito, todos se tapan los oídos, incluyéndome.

Baja corriendo tira sus cosas al césped y se sube encima mio, casi caigo de al suelo, grqcias a mis hijos. Emanuel también baja rápido, pero primero ayuda a bajar a su pequeño hermano, la docente tutora bajó del transporte y nos habla.

—Sé los entregó sanos y salvos, señor Paul, nos vemos el día de mañana. Que descansen. —asentí y me medio despido con una mano que tenía libre, Julieta seguía encima mío.

—¿Papá, dime que te quedas?.

—¡Vamos a dentro! — les ordenó, ya bastante incómodo me siento con las miradas de las chicas de este vecindario.

Esto es el karma de la familia Paul

....

—Sii, mamá y papá volvieron —los niños estaban muy alegres, Camila había preparado la cena, todos nos sentamos en la mesa y hablamos por un  rato sobre sus compañeros de clase.

—Pero Julieta anda muy pegada a su ¡Compañero! —ella empuña sus manos y le pega a su hermano.

—Lo molestaban mucho, fue transferido y todos se estaban portando mal. Es bueno hacer amigos. —ella se cruza de brazos.

—Y eso está bien hecho Julieta, ¡te apoyo! —Camila acepta lo que ella está haciendo.

—No quiero novios, estas muy pequeña para eso, es más, cuando tengas 30 años podrás tener uno y va para Mili también.

Damian y Emanuel se ríen a carcajadas — ¡Ni se digan de ustedes! —Camila también puede ser celosa con sus hijos —Pero su felicidad, siempre será la mia, así que... La mujer que tengan debe ser igual a su mamá, y punto.

Todos sonreímos, hablamos por dos horas, vimos películas, después jugamos hasta que se hizo la hora de dormir.

—Hasta mañana Becky, descansa Mili — Emanuel sale de la habitación de ellas, y se retira a la suya con una enorme sonrisa, me le quedé mirando, hasta que él se encerró en su habitación.

¿Qué pasó allí adentro?.

....

—Camila...  —ambos comenzamos a acomodar nuestra cama, para acostarnos a descansar —Tú qué sabes de Becky, ¿me cuentas un poco de ella?

—Mmm, es una niña que quedó huérfana de padres, viene de los Estados Unidos, quería cambiar su vida, yo estaba pidiendo una niñera para mis hijos, y pues, la probé un día, así tal cual como a mi me pasó, y los niños encantados, así que le di la oportunidad, lleva ya dos meses conmigo —ella suspira — También le doy la oportunidad de terminar sus estudios, el colegio que escogió es económico, no quiere abusar —ríe juguetona, creo que Camila se ve reflejada en aquella chica.

—Si se parecen —ella vuelve a reír.

—Pero es muy auténtica, no sólo le ayudaré a estudiar y cumplir sus sueños, también quiero que me ayude en las empresas, sobre todo con Ana, ves cómo ya a ido creciendo desde que comenzamos con este proyecto —asiento —Ideas frescas y naturales eso es lo que quiero, además, Becky es una chica que ha sufrido, quiero que sea feliz y si dado caso, ella y mi hijo se encariñan, la aceptaría, por que niñas como ella no se ve hoy en día

Arqueo una ceja, creo que ya se dio cuenta de los dudas por la chica y mi hijo.

—Veo que te llevas bien con Ana — ella me mira de reojo se gira para mirarme a los ojos —¿Qué me vas a decir?.

—Me conoces bien — me sonríe —El hijo de Ana no es tuyo.

Bufé —Eso ya lo sé, por quién me tomas. —ella se gira poniendo sus brazos en su cabeza.

—Lo de Emily me hizo dudar de ti — ella suspira para después mirarme, sonríe  —Me entristeció mucho esta situación —una lágrima se escapa de sus ojos, la tomé de la cintura y la abrace, pasó lo pierna por encima de las suyas

—Jamás voy a querer a una persona como lo hago contigo Camila, lo que hice yo fue un error, y no decirte la verdad también, pero entiéndeme, tú me dejabas mucho tiempo solo, y no solo eso, también me ocultaba cosas.

Ella se separa de mi alarmada — Pero jamás me iba a costar con un hombre, ni cuando no recordaba, si alcance a besar a Denil, y eso porque no sabía nada, pero... Tenía que dirigir para quitarme al abuelo de encima.

Arrugó mi entrecejo, los celos comienzan a molestar mi cuerpo, ella y Denil … AaAaggg, negué, no debo pensar en ello.

—Bueno, eso ya queda atrás, aunque los celos me comen, mejor ven para acá — la tomó con fuerza, besó esos labios borrando cada mal recuerdo que ella vivió con otro hombre que no sea yo, así no haya pasado, ella siempre será mía.

—Jajaja que es lo que haces, Dylan... Aahh.. Con que, con esas tenemos, me quieres dominar con aaahhh... Eso es trampa, pero es rico, me gusta —nos quitamos la ropa con rapidez, y ahora juego con su cuerpo, ella es perfecta, no hay mujer como ella.

Por eso, soy capaz de todo por Camila

—Y también te gusta esto... — introduje  tres de mis dedos en su cavidad vaginal, estaba lo suficientemente húmeda para introducirme en ella.

—Si, aaahhh... Más... Pero ten cuidado con el bebé — la masturbe  hasta ella se vino en mi mano —Cuanta maldad hay en ti, señor Paul.

—Y eso no es nada, mira esto…— me introduje en ella, con suficiente fuerza para dejarla sin aire, sus ojos verdes alumbran como miles de estrellas en estés

—Eso si estuvo muy delicioso —me sonríe con picardía, casi toda la noche no dormimos por estar jugando con nuestros cuerpos, ¿quién aguanta más que el otro?.

Dios mio santo Camila, ¡ya no estoy para estos trotes!. Las hormonas, eso es...

.....

—¡Felices 15 años, papá! — reí divertido, Julieta sale con unas cosas — Papi, no quiero que te sientas viejo —ahora fruncí mi ceño

—No pues gracias —Camila iba saliendo con Damian y Emanual de la cocina, ambos traían varias comidas, hoy los empleados tenían su día libre, Camila les dijo...

"El jefe de la casa está de cumpleaños, y está tan feliz que les da un día libre, que lo disfrute" y les sonrió tan cariñosamente, que su sonrisa podía tocar el techo.

Mili venía detrás de todos a pasos cortos, la iba a levantar para tomarla, pero Camila casi me pega con su mirada.

"Tú no dejas que Mili crezca, dejala que haga algo por sí misma, o sino, será una niña tan delicada, que hasta el aire la lastimara"

Si, algunas veces las  palabras de Camila son fuertes para nuestros hijos.

—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti Dylan, feliz cumpleaños a ti... Ahora sopla la Vela y pide un deseo.

Camila se ve cada vez más hermosa, el primer embarazo que disfruto de ella, a mi lado.

—Pa—Mili llega a mi. Se ha vuelto un poco más rapida que les da Camila a los niños, se me están madurando muy rápido.

—Y mi deseo es... — que esta felicidad sea infinita para todos, sople las velas  —Listo.

—¡¡Ya cuántos años papá!! — ironiza Emanuel, lo mire mal —Pero si te ves joven —frunce su ceño —Tiene matadas a mis compañeras, Julieta pelea mucho con ellas. Ya sabe cómo se siente cuando a  uno le toca defender a tu dulce madre.

Mis hijos ya aprendieron a responderse por sí solos y con un gran sarcasmo.

—Eso les pasa por tener papas tan guapos —se defiende Camila, mis carcajadas retumban en la casa —Qué dicen, mañana nos vamos a visitar la torre Eiffel, vamos a pasear un rato en familia.

—¡¡Sí!! — todos se alegran, sonreí con cariño, claro que iremos, en estos momentos pasar tiempo en familia, es mi prioridad.

......

Camila Paul.

Durante este viaje que hicimos en familia, claro está, por el cumpleaños de Dylan, decidimos visitar la torre Eiffel, y sus bellos parques. también algunos paisajes hermosos que vimos por el camino, disfrutando de cada momento que vivimos cada uno

Nos quedamos en unas hermosas cabañas, que tienen unas agradables aguas termales medicinales.

Perfecto para la familia.

Aunque, no nos fue bien del todo, Dylan es un hombre muy celoso, y pensó que me coqueteaban, así le llevó a un hombre que solo me preguntaba dónde quedaban los baños turcos, ya que yo venía de allá.

No era nada del otro mundo, pero para Dylan fue todo un caos.

En fin, nuestra salida fue estupenda, claro con uno que otra pelea, y no solo de nosotros, también de mis amados hijos, algunas veces no se entienden, pero se aman mucho, eso lo se.

Soy su madre

Al regresar a casa, les tenía una sorpresa, mis hijos ingresan a casa y son los primeros en ver su nueva sorpresa.

—¡Mamá, un perrito! — mire a Dylan quien su cara estaba morada, ya a punto de desmayarse — ¡Y un gatito!, lo adoro, estará en mi cuarto.

—¡Ni pensarlo, dormirán a fuera, Julieta!.

—¡¡Padre!! — gritaron todos, Becky había salido con las mascotas, justo como se lo pedí.

—¡Feliz cumpleaños! Y pronto cumpleaños, Mili y Damian —disfrute viendo las caras que hace Dylan.

Ya veo que no le gustan las mascotas, pues se acostumbrara, porque soy su esposa y esta es nuestra nueva vida.

Además. Son hermosos.

....

Agosto, mi bebe ya quería salir de mi, había completado mi embarazo, los dolores de parto son la primera vez que siento.

—Aaahhhh, te odio Dylan Paul, por tu culpa estoy aquí, este dolor.... ¡Ahhh duele! — apreté la mano de Dylan, él hace una mueca de dolor, por lo menos que sientan lo mismo que yo, pero la verdad…

¡Ya nace bebe, te queremos conocer!

Esta vez fue sorpresa, no quisimos saber que era, ni tampoco que nos dijeran que sexo tiene.

Ya es momento de saber si era una niña o un niño.

—Señora Paul, ya está bastante dilatada, por favor, puje.

—Mmmm… aaahhhh... Aaahhhh — ella pide que puje, pero siento que mis fuerzas se apagan, y mi bebe...

Los llantos de un bebé se escucharon, mi bebé ya ha nacido — Señores Paul, es un hermoso varón.

—Gracias amor —Dylan traía a nuestro hijo —Gracias por tu hermoso trabajo — le medio sonreí, estaba llorando, esto me llena de tanta ternura, él me pasó a mi bebé

Es nuestra primera vez que recibimos juntos a uno de nuestros hijos y no solo eso, yo estoy completamente despierta.

—Hola amor, soy mamá —le doy un beso en su frente, — eres hermoso

—Ya debo retirarme con el niño —me habló la pediatra —Debemos ver que todo está bien con él — asentí y se lo pase, por lo menos podré descansar un poco.

—Señora Paul, no se puede quedar dormida, no así, por favor, hable un poco, mire su esposo está aquí con usted, hable con él.

Por un rato pude mantener mis ojos abiertos, pero después, ya los había cerrado

Me siento muy cansada.

—¡Camila!

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Continuará
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