🌹Quince

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SeokJin estaba sentado, dejando que TaeHyung curé las ampollas de su mano que se hizo al subir sin sus guantes nuevamente. Estaban cambiados y secos, disfrutando el silencio de los dormitorios.

Luego de tal rescate, pocos bomberos podían simplemente echarse a dormir. La adrenalina se rehusaba a dejar sus cuerpos rápidamente y descender para un descanso decente. Así que seguían siendo los únicos mientras que el resto del equipo jugaba poker, comía o miraba alguna película hasta que otra emergencia surgiera o se sintieran verdaderamente agotados y el turno terminará.

Ellos dos, usualmente eran quienes más solían moverse en una guardia nocturna.

— Deberías haberte dejado los guantes a mano —dijo TaeHyung con un puchero, cuidando de poner la pomada antibiótica luego de toda la limpieza.

SeokJin rió—. Sólo son un par de llagas —exclamó, aquello hizo que TaeHyung levantará la mirada y le diera esos par de ojos sobradores que provocaban querer besarlo y morderle ese puchero.

— Sili sin in pir di lligis —replicó con voz chillona.

Eso hizo que SeokJin riera con más ganas mientras TaeHyung terminaba su trabajo—. Eres tan adorablemente infantil.

TaeHyung entrecerró sus ojos—. Eres tan jodidamente descuidado —imitó su tono para luego finalizar—. Listo. Ten cuidado de ahora en más —ordenó, comenzado a guardar las cosas en su botiquín.

SeokJin suspiró y sonrió viendo como TaeHyung hacía lo suyo con ese puchero que lo caracterizaba, miró hacia la puerta, la habitación y al encontrarse completamente solos y sin moros en las costa, tiró de TaeHyung contra sí, con mano en su nuca y tomó sus labios en un rápido beso que succionó los carnosos belfos de su amigo y lo dejó tan sorprendido como deseoso.

Fue rápido, sorpresivo y no tan superficial cuando TaeHyung sintió sus labios húmedos y sutilmente mordidos cuando SeokJin se alejó. Él no podía verse a si mismo, pero estaba cien por ciento seguro que sus pupilas estaban dilatadas.

Aún seguía inclinado, sorprendido y deseoso por más con SeokJin cuando JoongHyuk entró a las habitaciones.

— Hola —dijo el bombero relajado.

TaeHyung se enderezó y SeokJin miró en su dirección.

— No quise interrumpir —dijo el bombero con una sonrisa relajada, alzando sus brazos.

— No lo haces —dijo TaeHyung con seriedad.

JoongHyuk alzó sus cejas y miró a SeokJin—. ¿Estás bien? Tus manos, me refiero —dijo señalando las mismas que estaban cubiertas ya con una gasa estéril que TaeHyung puso allí.

—Sí. No es nada, sano rápido —respondió el castaño.

JoongHyuk sonrió—. Quiero agradecerte, hombre —suspiró rascando su nuca—. Tus dotes de padre pudieron sacar a ese niño del auto.

SeokJin sonrió tímidamente—. Lo sacaste tú.

— No, tú lo hiciste. El niño no quería soltar a su madre —mencionó—. Y yo soy pésimo con niños, fue bueno que estuvieras allí conmigo —dijo honestamente.

SeokJin sonrió incómodamente. Era pésimo manejando los cumplidos, TaeHyung sonrió disimuladamente, sabía que Jin no sabía cómo manejarse cuando lo halagaban.

— Fuimos un equipo, hombre —dijo el bombero sonriente—. Por cierto, el capitán quiere verte —añadió.

— ¿Ahora? —preguntó SeokJin con ceño fruncido. El bombero asintió y con una última mirada se puso de pie—. Ya vuelvo —susurró a un TaeHyung que lo miraba sentado desde la cama con esos ojos de cachorro preocupado, no pudo evitar besar su frente con ternura, enredar brevemente sus dedos al cabello aún húmedo del otro hombre y salir de allí a paso lento.

Cuando TaeHyung se quedó mirando a la puerta, el carraspeo de garganta de JoongHyuk, llamó su atención.

— ¿Sabés por qué llamó a SeokJin? —preguntó guardando algunas cosas más que quedaron fuera del botiquín.

No miró al bombero y este notó que esquivaba su mirada cuando se acercó a él.

— Algo con respecto al trabajo de hoy y también sobre la mujer en cuestión —respondió parándose frente a TaeHyung.

—Oh... Espero todo esté bien con ella y su hijo —mencionó distraído sin hacer contacto visual aún.

El silencio fue un poco extraño y ensordecedor para el azabache, pero el bombero no se fue, contrario a eso carraspeó su garganta una vez mas y preguntó:

— ¿Estás enamorado de él, cierto?

TaeHyung se congeló, por un momento pensó en mentir, solo para no tener que responder. Por otro lado pensó en no responder directamente, pero luego pensó que era hora de dejar las cosas claras.

— Desde siempre —dijo suspirando y poniéndose de pie para mirar al bombero.

JoongHyuk sonrió sin gracia—. Nunca lo hubiera esperado, realmente —mencionó curioso.

— No es como si te hubiera prometido la casa con la cerca blanca y niños -dijo TaeHyung despreocupado.

JoongHyuk río—. No, en absoluto. Tampoco lo quiero. Tú y yo somos jugadores —mencionó.

TaeHyung aspiró por aire y negó con la cabeza—. Ya no. No con él.

— ¿Él lo sabe? ¿Tienen algo ya, cierto? —preguntó curioso.

—Agradecería que no te metieras dónde no te llaman —pidió TaeHyung con suavidad.

—Hey —el bombero alzó sus brazos en son de paz—. Yo sólo quería meterme en tus pantalones y en tu cama, pero quería asegurarme si esa oferta seguía en pie.

—No. No lo está —dijo sin titubear, mirando fijamente al bombero y su rostro de sorpresa.

— De acuerdo —sonrió relajado—. Creí que él era hetero —dijo arrugando su nariz.

TaeHyung aspiró por aire, sabía que JoongHyuk solo era un maldito curioso, pero esto era una realidad que afrontaría con sus conocidos y le revolvía el estómago. JoongHyuk no sabía mucho sobre Seulgi, pero había otros que sí. No sólo tendría que enfrentar la pregunta curiosa de "¿No era hetero?", sino que también, seguramente, surgirían preguntas como: "¿No conocías a su esposa? ¿No eras también su mejor amigo? ¿Eras su amante desde hace un tiempo?" Oh por dios, ¿y si creían que SeokJin engañó a Seulgi al menos una vez con él?

Mierda.

— ¿Tae? ¿Estás bien? —preguntó el bombero poniendo su mano sobre el hombro de TaeHyung.

El paramédico lo miró con ojos desorbitados—. No voy a contarte cómo sucedió —alcanzó a responder.

El bombero lo soltó y sonrió—. No pretendo que lo hagas. Sol6o fue curiosidad, y quería asegurarme de que no había chance alguna porque no quiero que Kim patee mi culo en un futuro.

TaeHyung negó con su ceño fruncido—. Jin no es ese tipo de hombres.

Ciertamente nunca se fue de manos con algún que otro enamorado de Seulgi que encontró en el camino, pero...

—Mm, no lo sé hombre. Puedo apostar que ha querido patear mi culo desde un inicio, si lo pienso tranquilamente —dijo el bombero divertido—. De todas modos, él es tu hombre con niños, casa y cerca blanca ¿No?

TaeHyung suspiró y sonrió sin gracia—. Él es mi hogar. Siempre lo fue —dijo sin pensarlo.

El bombero suspiró como enamorado—. Maldición. Estás perdido, una lástima. Me hubiese gustado follarte al menos una vez. 

—Dios, no digas idioteces —suspiró TaeHyung, intentando calmar sus pensamientos negativos.

JoongHyuk se encogió de hombros, palmeó el brazo de TaeHyung y exclamó —: ¿Estamos bien? —TaeHyung asintió más relajado, el bombero aprovechó, lo barrió con su mirada completo y chasqueó su lengua—. Hubiera sido una delicia tenerte, Kim.

TaeHyung rodó sus ojos y lo empujó—. Si no vas a dormir, sal de aquí —ordenó dándole la espalda.

JoongHyuk rió, lo invitó a jugar poker, pero TaeHyung no aceptó, prefiriendo por encima de eso, sólo esperar a SeokJin.

El castaño mentiría si dijera que no le daba desconfianza dejar a TaeHyung a solas con el bombero. Y no estaba seguro que TaeHyung lo dejara reclamarlo frente a su ex amante. Era extraño, debería de hablar bien con TaeHyung sobre como iban a manejarse. A él no le importaba el que dirán, esperó demasiado tiempo por sentirse finalmente libre como para importarle ahora, estaba decidido a dejar que el amor formará parte de su vida una vez más.

O que finalmente, este amor, saliera a relucir y dejarlo correr libre.

— Kim, entra —pidió el jefe Choi.

— Señor ¿Sucedió algo? —preguntó inquieto, intentando concentrarse en el momento actual.

—Para nada. Sólo quería felicitarte por la misión de hoy —exclamó el buen hombre—. Sé que usualmente, TaeHyung y tú intentan que las misiones difíciles o complicadas sean de él-...

— No exactamente —interrumpió SeokJin, luego sonrió—. Simplemente para él es más fácil meterse al fuego que esperar con el corazón en la boca —dijo con sus cejas en alto y negando con su cabeza.

— Sí. Sé que es más fácil eso. Si te perdiamos, lo perdiamos a él también —mencionaba mirando a SeokJin fijamente.

El castaño pasó el nudo en su garganta y sonrió agachando la cabeza. No pudo mantener la lomirada del capitán. Podía presentir que se venía una charla importante sobre el romance en el trabajo, pero realmente se preguntaba si por tan sólo verlos interactuar podían darse cuenta de la diferente dinámica que estaban experimentando ahora.

— Bien, te llamé por una cosa y te dejaré ir para que puedas decansar —exclamó.

SeokJin relamió sus labios, se puso tenso y estuvo listo para dar pelea si fuese necesario, pero el jefe salió con otra noticia diferente.

— La mujer rescatada de hoy pidió que te diéramos las gracias, exclusivamente a ti por el tacto que tuviste con su hijo y con ella en el rescate —mencionó el jefe, logrando que SeokJin respirara adecuadamente.

— Sólo intentaba salvarlos —mencionó—. Y no estuve solo.

—Pero esa es la diferencia —dijo el jefe—. No me malinterpretes, Joong es un increíble bombero. De mis mejores, mente fría y rápido, pero fue solo un trabajo para él... para ti fueron dos vidas. Fue importante. Tú los salvaste, Hyuk hizo su trabajo —exclamó encogiéndose de hombros sutilmente.

SeokJin no pudo evitar que su pecho se hinchará un poco de orgullo y calidez.

— Fue un placer que contará conmigo para el trabajo. Gracias señor —soltó SeokJin con una sonrisa.

El jefe ondeó su mano restándole importancia—. Eres bueno, Kim. Siempre lo fuiste, por eso tengo una propuesta para ti y para tu chico —mencionó, poniendo alerta al castaño con la frase "tu chico".

— ¿Qu-... qué propuesta? —preguntó Jin, aclarando su garganta.

—Esta tormenta es un pequeño indicio de lo mal que se puso en la provincia Gyeongsang del norte —dijo suspirando y tomando asiento, indicándole a SeokJin hacer lo mismo—. Están evacuando gente, debes estar al tanto.

— Sí, señor. Lo ví en las noticias —exclamó con ceño fruncido—. ¿No estaban acabando ya?

— Casi —suspiró nuevamente el capitan—. Aún queda un poco de trabajo por hacer y victimas que atender hasta poder ubicarlos en diferentes lugares.

SeokJin pudo presentir lo que se venía, ya fueron enviados en el pasado algunos de sus compañeros para misiones humanitarias y eso significaba doble trabajo para los que quedaban. Tendría que organizarse con su madre y probablemente una niñera para cubrir los extra turnos.

— Me están pidiendo una respuesta en dos días. Y creo que para esta misión, Kim y tú serían los mejores representantes de la 77° —dijo sorprendiendo a SeokJin—, probablemente TaeHyung no tenga problema, pero no sé como eso afectara en tu horario con tus hijos.

El castaño aspiró con fuerza, no recordaba la última vez que salió en una misión así. También fue con TaeHyung, fue revitalizante y avasallante sentimentalmente, pero luego los niños vinieron y las oportunidades se volvieron escasas.

— Si no puedes, voy a reconsiderar a uno de los chicos del otro turno. En este equipo quiero a Jang también con ustedes y-...

— Iré —dijo sin pensarlo dos veces.

La idea le gustaba, quería hacerlo y jodidamente no dejaría que TaeHyung viajará solo con Jang. Los motivos de su participación eran cincuenta por cientos desinteresados y sólo con intenciones de ayudar y el otro cincuenta, era cuidar el culo de TaeHyung de Jang o cualquier otro depredador.

TaeHyung siempre tuvo tantas opciones.

— ¿Estás seguro? Porque realmente me encantaría que uno de mis hombres fueras tú —dijo el capitán.

SeokJin se sintió cálido por dentro y sonrió—. Puedo arreglarmelas con mi madre. Quiero hacer esto, hace tanto no salgo allí afuera que... Quiero hacerlo, jefe.

El capitan sonrió y asintió—. Te dejaré darle las buenas nuevas a TaeHyung. Ese bastardo no tiene un itinerario que cumplir allí afuera. Y si tú vas-...

— Él irá. Iremos —dijo con entusiasmo, levantándose de su asiento—. ¿Algo más?

— No, ve. Tomen algo caliente, descansen por si acaso —ordenó volviendo a su computadora.

SeokJin se despidió y se dirigió a la cocina para preparar algo caliente para TaeHyung y él. Su amigo lo ayudó con sus heridas, él llevaría algo caliente de beber y algo rico para probar.

"Kim, felicidades. Hay tteokbokki caliente" dijo uno de sus compañeros. Minutos más tarde, llevaba dos bowls extra calientes para "su chico" y para él.

TaeHyung estaba en su cama, en la de SeokJin para que se comprenda mejor, tenía un auricular puesto en solo una de sus orejas y estaba recostado con un brazo debajo de su cabeza y el otro sobre su abdomen, golpeando su mano al ritmo de la música que estaba escuchando. Sus piernas cruzadas, sus ojos cerrados y sus labios hechos un bonito puchero.

SeokJin creyó que no era normal el fuego dentro de él que lo encendía queriendo simplemente saborear cada rincón de la piel de TaeHyung que apenas lograba vislumbrar por debajo de su camiseta de manga corta.

Se sintió un adolescente hormonal nuevamente. Veía a TaeHyung y lo quería, todo el tiempo. Constantemente, besarlo. Tocarlo. Tenerlo encima de él como lo tuvo brevemente en la ambulancia. Poner sus manos sobre su cuerpo, besarlo hasta dejarlo estúpido. Se dió cuenta que sus besos desconectaban totalmente a TaeHyung y lo volvían una criatura pasivo agresiva de puros impulsos.

Quería más. Deseaba mucho más.

Con sumo cuidado de no volcar los platos, los dejó sobre la mesa más cercana, chequeo la entrada y nadie tenia intenciones de dormir. Sólo ellos estaban allí con las luces tenues. Las habitaciones no tenían cámaras, por lo que estaban totalmente a salvo.

Y TaeHyung se veía tan irresistible. Tan precioso. Se acercó a su mejor amigo y lo miró con atención. La camiseta que TaeHyung llevaba era una talla menos de lo que solía usar, por eso se le levantaba en la zona del abdomen, mostrando esa deliciosa piel canela. También era más entallada, en los hombros, brazos y pectorales de TaeHyung.

Era todo una delicia. Ver crecer a este hombre, volviéndose un tipo atlético con unos brazos deliciosos, unas piernas delgadas pero marcadas, con un culo que (sabía le dió muchos nombres en su lista) fue una tortura para SeokJin. TaeHyung volviéndose cada día más atractivo y hermoso, fue la lucha interior más profunda y complicada que tuvo a lo largo de sus años y en su relación.

Tener que evitar mirarlo o quedarse viendo y deseando muy por debajo de todo lo que era considerado correcto. Desear en silencio y sentirse mal al respecto al punto de tener que aprender ra ignorar, en ocasiones, la presencia de este hombre y el poder que tenía sobre él... Fue de las cosas más difíciles que tuvo que soportar. Verlo, e inconscientemente desearlo en silencio. Negarselo a sí mismo por respeto a su pareja.

Por mucho tiempo SeokJin tuvo sentimientos encontrados que lo hicieron sentirse una auténtica mierda y que a la vez lo empujaron a querer ser un mejor esposo. Pero ahora, no había nada que le impidiera dar rienda suelta a todos esos sentimientos, deseos y sensaciones que lo volvían tan inestable.

Inclinándose puso su mano entre el cuello y el rostro de un TaeHyung que se asustó brevemente, abriendo sus ojos alterado, pero luego reconociendo al hombre frente a él que lo miraba con ojos oscuros y mirada intensa. La boca carnosa de SeokJin cayó abierta y sin prejuicios sobre la suya y él simplemente lo recibió con labios abiertos y luego el cuerpo pegado y cálido de SeokJin estaba sobre él una vez más. Cubriéndolo. Fuerte, duro.

Dios, SeokJin estaba jodidamente duro y eso lo puso a él al borde tan desquiciadamente rápido que tuvo que gemir dentro de la boca de SeokJin, en ese choque de lenguas salvajes y besos sonoros. SeokJin empujó sus caderas y TaeHyung tembló, deseando menos ropa, otro lugar. Su torso, la zona de sus costillas, sintieron las uñas de SeokJin rasguñar allí, elevando su presión cardíaca, logrando que su polla no sólo estuviera dura sino que también comenzara a tener fugas. Empujando sus caderas entre besos, succiones y lamidas calientes para encontrarse con las estocadas de SeokJin, todo de volvió desquiciadamente doloroso y placentero.

— Mmm ... Jin, Jin —gimió cuando su amigo pintó un camino de besos de su mejilla a su cuello, sus ojos pesados. Su cuerpo caliente, tembloroso cual nervio crudo procesando donde estaban y que estaban intentando hacer—. Ah, carajo... Jin —dijo enredando sus dedos en el cabello húmedo de su amigo—. Aquí -... Aquí no.

Pese a decir no, sus caderas danzaron en la cama con las de SeokJin por unos breves segundos más hasta que un ruido se oyó y no pudo evitar empujar a SeokJin fuera de la cama. De la propia cama del castaño. Se sentó bruscamente sobre esta, despeinado con labios hinchados y el corazón latiendo a mil por horas, sólo para darse cuenta que Mary Poppins, la gata de la 77° tomó posesión de su cama una vez más.su legítima cama justo enfrente de la de SeokJin, donde se encontraba.

—Carajo, Poppins —dijo suspirando y cayendo sobre la almohada cerrando sus ojos—. ¡Jin! —gritó segundos después para mirar hacia el suelo y encontrar a SeokJin riendo en silencio.

El bastardo estaba despeinado, bien besado y hermoso.

— Vas a matarme —susurró TaeHyung.

— Lo siento —dijo SeokJin sentándose en el suelo, tomando a TaeHyung de la nuca y atrayendolo hacia él por otro beso desgarrador, pero más breve. 

TaeHyung cerró sus ojos y largo el aire por su nariz con un breve gemido entre besos, hasta que SeokJin se alejó.

— Eres tan maleable —susurró SeokJin con voz ronca sobre los labios de TaeHyung.

— Eres jodidamente provocador —respondió en voz baja.

— Te deseo, Voo —susurró SeokJin, arrastrando las palabras de forma sensual, logrando que la nuca de TaeHyung sintiera ese escalofríos que descendió luego directo a su polla—. Al salir de aquí, ven conmigo.

TaeHyung relamió sus labios y asintió como imbécil.

—Necesito estar contigo en un jacuzzi —susurró SeokJin.

TaeHyung frunció el ceño—. Tú no tienes jacuzzi.

— Yo no, pero el New York Motel sí —dijo con una sonrisa ladina que casi lograba que TaeHyung se corriera allí mismo como un puberto.

— ¿Un motel? —exclamó, SeokJin asintió—. ¿Tú y yo en un motel?

—Con Jacuzzi. Sin ningún espacio familiar que te bloqueé —susurró SeokJin, mirando entre sus ojos y sus labios. A TaeHyung le encantaba que SeokJin lo mirara de esa forma, estaba follándolo con los ojos, nunca sintió tan real dicha expresión hasta ahora—. Dí que vendrás conmigo —pidió con voz ronca.

TaeHyung tembló sobre la cama, enredó sus dedos al cabello de SeokJin y juntó sus labios hinchados una vez más. Le prometió un espacio para nada familiar que lo mantuviera extraño e incómodo. SeokJin estaba dispuesto a darle una noche (o mejor dicho, un amanecer) fuera de casa. Era como un jodido sueño.

«Sí. Sí, sí, sí, sí» pensó besándolo fervientemente y luego lo mordió. Mordió su belfo inferior y SeokJin siseó de forma ronca y sexy.

— De acuerdo, tomaré eso como un jodido sí —se burló de forma ronca, con voz baja y grave.

Un amanecer fuera de casa. TaeHyung de repente se sintió tan deseoso que se dió cuenta lo que significaba y nuevamente volvió a sentirse como un puberto virgen a punto de debutar con el amor de su vida.

Y es que, en cierta forma, si sería así.

Llegué más rápido de lo esperado jejejeje UwU

Por cierto, no sé si tendré alguna lectora de buenos aires, porque me pierdo, se que tengo argarmys lectoras, pero si la zona es buenos aires, quiero anunciarles que el domingo 29 de septiembre voy a estar en La Comicosplayer, un evento de Kpop en Parque Chacabuco con mis ilustraciones 💜 si alguien quiere y puede, es gratuito.
Luego el 12 de octubre voy a estar en la KSTYLE 🥹 ese ya no es gratuito, pero me sudan las nachas de la emoción 💝

Bueno, disfruten el cap, perdón si hay errores de ciega y dedos salvajes. Lxs leo.

Con amor niñita Nanykoo 💜

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