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Jennie se asustó y preocupó por el portazo que había sonado.

Ese sonido tan fuerte había roto aquel silencio en el que estaba atrapada de una manera tan inesperada que Jennie aún podía escuchar su acelerado corazón por el reciente susto.

Así que la morena bajó las escaleras a paso rápido y tomó su chamarra roja que estaba colgada, se la puso y salió.

Jisoo ya había terminado de palear, la comida estaba hecha, había limpiado, básicamente todo.

Creyó que Jisoo se había ido y que por su malhumor del día de hoy, había azotado la puerta de esa manera.

Pero se llevó una sorpresa al ver a Jisoo sentada enseguida de un árbol, hacía mucho frío, ¿A quién se le ocurría eso cuando probablemente estaban casi bajo cero?

—¿Jisoo? ¿Qué haces allí? 

Fue ignorada, de todos modos ya se lo esperaba.

Simplemente se acercó, sintiendo como se congelaba con cada paso que daba; de haber sabido hubiera usado guantes y ropa más calentita porque la chamarra no era suficiente.

Escuchó un sollozo.

¿Jisoo estaba llorando?

—¡Jisoo! ¿Estás bien?

Hubo otro sollozo.

Era muy extraño ver así a Jisoo, ella no se había demostrado del todo expresiva con ella y normalmente su actitud era fría, recién hace unos días atrás fue que Jennie descubrió que su mayor de verdad tenía sentimientos y no era sólo una chica robot que no demostraba emociones. Le extrañaba y le dolía ver a la mayor de esa forma tan vulnerable.

Quizá por eso Jisoo estaba tan seria, no había forma de saber que pasaba por la cabeza de la mayor.

¿Por eso había estado tan seria desde el primer momento en que la conoció?

Okay, quizá estaba pensándolo demasiado.

Simplemente se sentó junto a Jisoo y tímidamente le dio un abrazo, no estaba segura de sí esto le incomodaba a la mayor o no.

¿Por qué Jisoo no le decía que le pasaba?

Quizá no tenían la suficiente confianza, pero Jennie sabía que habían desarrollado un vínculo muy hermoso, habían creado lazos que esperaba poder fortalecer para poder permanecer al lado de la mayor durante mucho tiempo más.

Pero necesitaba que la pelinegra confiara en ella.

—Soo... ¿Por qué no me cuentas que te pasa?

La mayor simplemente se aferró más a la castaña y lloró más fuerte.

Era horrible verla tan destruída.

Jennie quería buscar la manera de hacer hablar a Jisoo, además de que le preocupaba que la mayor llegara a enfermarse porque no iba lo suficientemente abrigada.

Lo único que pudo hacer fue permanecer con Jisoo y esperar a que se tranquilizara hasta que ella decidiera hablar.

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