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Sus manos se pasaban por cada una de las ventanas cubiertas del metal pesado, no había ni un rayo  de luz en su habitación; el silencio era tan molesto que incluso había tenido que colocar en su celular unas pistas de piano que calmasen sus sentidos, sus audífonos de bluetooth vibraban por el sonido.

Estaba temblando y lo sabía al estar cerrando las cortinas de tela, no tenía sentido alguno por la gran capa de metal cubriendo la ventana, aún así Taehyung creía que era una forma más de sentirse seguro en aquella horrible noche.

Sus padres estaban en la planta baja, sus hermanos estaban también ahí en espera de que el gobierno diera inicio al conteo para que la masacre se abriera paso. Él sólo deseaba meterse a su gran cama mullida y perderse en las cobijas suaves tratando de no escuchar las cacerías que sus vecinos hacían, porque estar en la zona  residencial de Seúl no era ninguna diferencia a estar en el centro o incluso en otros estados más empobrecidos que amaban celebrar esa noche su purificación.

Los ricos y pobres eran iguales cuando su estado irracional era despertado y liberado, dejando un mar de sangre en las calles de su nación y demasiados seres queridos a varios metros bajo tierra.

No estaba a favor de las matanzas libres, sabía que tanto ricos o pobres sufrían las consecuencias. Desde grandes banqueros que eran colgados en los edificios de sus propiedades, hasta políticos que eran masacrados por el mismo pueblo o sus competidores de campaña. Todos eran unos egoístas con sed de sangre.

El sonido de la puerta detrás de él, ser abierta  le obligó a girarse, Taehyung  casi deseó llorar por no haber puesto su arma cerca de él, sin embargo un olor le calmo y le hizo encarar a su hermana. La de cabellos negros sonrió al ver a su menor cepillar de sus cabellos frente a su tocador, Taehyung no aguantaba el ruido que se creó cuando la alarma de inicio dio pie a todos los salvajes que matarían sólo por placer.

"¿Estás nervioso?" La chica dijo al menor.

"Como todos los años" respondió al girarse en su pequeño banco y ver de frente a su hermana. Ji-eun estaba con un atuendo delicado de seda, el vestido era cubierto por una bata de color lila al igual que la tela debajo.

"Debes de calmarte, Taehyung. Como todos los años mamá revisó que la seguridad fuera la mejor"

"Sigo creyendo que fue mala idea cambiar de compañía de seguridad"

"El dueño del lugar es nuestro tío"

Exacto, se abstuvo a decir. La mala fama de él no era algo de tomarse a la ligera, tal vez el hecho de que las acciones de la empresa de su padre no iban tan bien le había obligado a tener que bajar la guardia en su casa. Por suerte un arma junto a cada cama  acompañaba a cada integrante de la familia.

"Estaré bien después de tomar medicamento para dormir" Taehyung se removió incómodo, el pijama que tenía era demasiado ligero.

"Vamos a ver una película, ¿quieres venir?" La azabache le señaló la puerta.

Lo más seguro era que sus padres estuvieran en la planta baja, acompañados de Ga-Ram, su hermano mayor era igual de relajado que toda su familia, mientras Taehyung temblaba de cobardía ante la sola idea de que cualquier loco se le ocurriera atcarlos.

Debía de despejar su mente.

"Creo que me iré a dormir durante toda la purga" el Kim cerró sus ojos, ignorando el sonido de como los carros lujosos de sus vecinos escapaban de los hogares, la mayoría se complacía en casa comprando a un civil de bajos recursos mientras lo masacraban en sus hogares seguros de los peligros de todos los verdaderos asesinos que no eran hijos de papi o ricachones inútiles que se apoyaban en la fuerza de sus armas. Taehyung odiaba el sólo ruido de las armas ser vaciadas o de los gritos de agonía de cada ser humano que era correteado por la residencia como si fuera una clase de animal de caza.

"Descansa entonces" Ji-eun se colocó de pie, dejándo la suave superficie de la cama de Taehyung y caminando de regreso a la puerta marrón. "Si te sientes ansioso no dudes en bajar, estaremos todos juntos en esta noche de mierda"

Taehyung levantó sus cejas, no acostumbrado de que su hermana dijera esa clase de groserías. Esa noche tensaba hasta el más mínimo nervio en cada ser humano consciente y moralmente estable se despertaba. Cuando la puerta fue cerrada él pudo respirar tranquilo y dejar ver como sus manos estaban temblando aún más cuando los ruidos de gritos y carros golpeando lo que fuera invadía las calles de la gente alta, eran incluso peores que los civiles promedio.

Taehyung no sabía cuánto tiempo había pasado desde que su hermana abandonó su habitación y la purga  se desató, estaba tirado en su cama con los endredones cubriendo hasta su nuca, pese a que tenía calor prefería tener un poco de telas cubriendo sus inseguridades. Por suerte la pastilla estaba apenas haciendo efecto, ya fuera por culpa del su ansiedad y temor o porque la dosis era escasa; Taehyung escuchó un estruendo viniendo de la planta baja.

Y todo se desmoronó.

Metal golpeando contra el suelo, lo sabía por el gran bullicio chirriante que se generaba al ser arrastrado. Su pecho tuvo un vuelco al igual que su vientre, los fragorosos rozares le hicieron casi saltar en su cama. El sonido no venía de las calles o de las casas de los vecinos, provenía de la suya, los gritos asustados de sus padres y hermanos emitieron se lo confirmaron con inhumanidad.

Estaban dentro de su casa.

Taehyung escuchó los gritos de terror, los clamores que exhalaron ellos y los estrepitosos ruidos que creaban lo que parecían ser metales ser arrastrados al suelo. Gritos, más gritos se escucharon y algunos pasos con fuerza, estaba congelado despavorido, temblando al estar arrodillado en su cama y sujetando con fuerza las sábanas entre sus dedos intentado calmar las fibras de sus nervios que le ponían como una gelatina.

Un golpe sordo se escuchó por sobre los demás y las súplicas de ayuda le incitaron a ponerse de pie de su cama, sus pies temblorosos como todo él  apenas podían ser apoyados sobre la alfombra suave. Sus pies le estaban fallando, pero a como pudo salió empujando de la forma más cuidadosa la puerta de su habitación.

"¡No!" Escuchó cuando estaba en el pasillo, el grito haciendo eco por las paredes de su hogar y desgarrando sus oídos hasta su vientre donde un dolor se creó. Estaba tan asustado que tenía que sujetarse de algo o caería al suelo de un golpe llamando la atención de los intrusos en su hogar.

"¡Por favor, no!" Suplicaban sus seres queridos, cuando Taehyung había logrado llegar al barandal de sus escaleras sólo había podía ver entre los huecos  de ellos, hacia abajo, donde un abismo  se desataba.

Su madre era atada, al igual que su hermana, su padre yacía muerto en la mitad de su sala, un gran agujero marcado en su frente y siendo lanzado como una bolsa de basura al lado de su hermano con varias manchas en su pecho y vientre. Gritos, chillidos, sollozos y lamentos por ambas mujeres, siendo callados cuando un hombre entró por la puerta de la casa e hizo lo que Taehyung hubiera deseado jamás ver. ¿Diez?, ¿once o doce? Tal vez más, no sabía cuantas balas impactaron a los cuerpos de sus únicos integrantes de la familia con vida, sólo sabía que tuvo que poner su mano en su boca y morderla para no gritar como su garganta le pedía.

"Les dije muertos de una... ¡Bola de idiotas!" Taehyung apenas podía con sus lágrimas y la mucosidad que se escapaba de su nariz. .

"Pero, señor..." uno de los que habían estado amarrando a su hermana con una soga intento hablar, siendo golpeada por el mango de un arma y tirado al suelo.

"Les dije nada de violarlas, ¿Crees que soy tan hijo de puta para ver a mi sobrina y la esposa de mi hermano ser violadas por ustedes?" Taehyung quería vomitar, aún así siguió apretando su boca para que ni su respiración le delatara.

El hombre se quitó la máscara del rostro, dejándose ver por fin por el grupo de tipos que habían entrado antes. Taehyung no tenía que ver dos veces de quien se trataba, sólo quería irse y sabía que debía de hacerlo. Su cerebro envió la orden y como tal su cuerpo obedeció arrastrándose por el suelo hasta regresar a su habitación sin dejar de oir los regaños que su tío daba a los hombres abajo, su estómago ardía como su tuviera fuego en él, un hades desatandose mientras que no dejaba de temblar y luchar por no caerse.

Lo sabía, desde que se había desatado el conteo para la purga algo le decía que las cosas no estaban bien. Taehyung casi se cae cuando oyó un golpe en el suelo, su tío seguía peleando con sus cómplices, se apresuró a ponerse otro zapato, jalando sin pensar de una sudadera y caminando lo más taciturno hasta al lado de su cama. Su madre le tachaba de loco, su padre de asustadizo, ahora estaban muertos y Taehyung jalaba de una mochila con un arma dentro, de debajo de su cama para dirigirse a su balcón.

"¿Dónde está el tercer hijo?"

Se petrificó de sólo oir esa pregunta. Debía de correr o morir en ese lugar, Taehyung se lanzó a hacer lo que cualquier sobreviviente haría, huir de su supuesto hogar seguro para irse a las calles de Seúl donde no sabía si duraría al menos hasta las diez horas que faltaban para sobrevivier. Sus manos se sugetaron con fuerza al metal de su balcón, estirándose hasta atrapar la celosia que su madre había colocado y él odiado,  nunca había estado tan feliz de tenerla ahí. Taehyung dio un pequeño brinco cuando estaba casi por llegar al suelo, su cuerpo se tiró a los arbustos cuando el sonido de pisadas se hicieron oir por su ventana de su habitación.

"¡No está aquí!" Logró escuchar un grito y Taehyung miró hacia arriba a unos tipos que veían hacia afuera, cuando volvieron a entrar hizo lo que debía.

Correr.

Correr lo que sus delgadas piernas le daban hasta que salió por la reja de su casa, para su mala suerte haciendo un  ruido que alertó a los intrusos en su casa y empezaron a alarmarse entre ellos para ir detrás de él. Taehyung casi se desmaya cuando una explosión se escuchó cerca suyo, una bala impactada contra el cemento de la barda de la reja de su hogar, no se detuvo a ver más, tiraban a matar y el sabía que si era atrapado estaría muerto para antes de que pudiera terminar de pensarlo.

Así que ahí estaba él, en un mar de emociones y miedo, uno que le hundía hasta el cuello y buscaba matarlo con un paro al corazón o una bala en él. Corrió, todo lo que podía con sus pequeñas y delgadas piernas, donde podía sentir el sonido y donde sentía que podría estar seguro, aún cuando sabía que no estaría protegido en ningún lado, las personas ponían trampas, donde fuera, cazaban, secuestraban y violaban sin temor.

¿Qué iba a hacer el sólo en medio de una tablero de juegos sangrientos? No duraría una hora solo y no tenía lugar donde meterse, los vecinos tenían sus casas cerradas, protegidas y Taehyung tuvo que correr lejos de la residencia cuando el sonido de motores de camionetas como las que había visto al frente de su casa retumbaron detrás de él. Lo iban a cazar como a un venado, matarlo era el único objetivo.

Taehyung sabía que no tenía oportunidad de salir con vida, pero nada le impedía correr, huir y esconderse de ellos y de su destino. Al menos lo creyó posible hasta que unas luces y el motor de los camiones se escucharon casi detrás de él, estaba en medio de la carretera cuando supo que sus cazadores había  dejado sus transportes para seguirlo a pie, estaba cansando, él, ellos y sus pies lo sabían.

"¡Estás jodido, niño!" Gritó uno de sus perseguidores detrás de él, llevando un cuchillo en mano. Seis más estaban detrás y Taehyung tropezó estúpidamente con una piedra en el camino, cayendo al suelo.

"Creí que iba a ser más complicado"

"Da gracias que no lo es o el jefe nos iba a matar a nosotros" gruñó señalando con el gran cuchillo (casi pareciendo una espada) a su compañero, el tipo estaba rodando sus ojos como si hablaran de algo tan normal y no de asesinar a alguien.

"Pues ya, matalo" otro tipo, que reconocía por el tatuaje en su mejilla y el que se había asomado por su balcón, dijo guardando su arma.

"Espera" pidió el del cuchillo en mano. "¿Puedo divertirme un poco?" Su sonrisa de lado y la forma en que pasaba su lengua por el lado no filoso del arma le hizo trepitarse, sus ojos asquerosos le miraban con deseo y Taehyung supo que no era porque iba a cortarle en partes.

"Si vas a follarlo hazlo lo más rápido posible y llevalo a la camioneta, estamos a unos kilómetros de la cuidad y no quiero que algún grupo de imbéciles nos arruinen el trabajo" el líder, que parecía ser el tatuado ordenó. 

Taehyung soltó un sollozo por fin, no teniendo que esconderlo y arrastrándose hacia atrás, queriendo huir del hombre que daba cada vez más pasos hacia él de manera lenta. Tenía asco, quería vomitar del miedo y del repudio a su destino, estaba jodido, moriría violado por un hombre bajo las órdenes de un familiar, aún así no evitaba moverse hacia atrás, estando más apartado de los demás, pero no del horrendo tipo.

"Deja de moverte, pequeña puta" bramó el hombre, agachándose hasta tomar su pie derecho jalando de él para arrastrar su cuerpo a la camioneta a unos metros de ellos. Taehyung no dejó de luchar, gritando súplicas de perdón y aferrandose al suelo, su mochila estaba lejos... Estaba jodido, muerto en vida y maldito.

Eso hasta que una nueva explosión sonó, estremeciendole al creer que era un impacto contra él, para su sorpresa el rugido de un motor y unas luces brillantes casi cegadoras le hicieron ver que no era así, frente a sus pies, el cuerpo que luchaba con sus manos por tapar el desangrado de su cuello fue lo último que vio a antes de sentir que alguien detrás de él bajaba de un carro y se dirigía hasta tomarle y cagarle como a una novia. Aún estaba en shock cuando le lanzaron al carro, apenas era consciente de la persona que lanzaba disparos a sus atacantes, salió de él cuando escuchó los impactos de balas de sus atacantes en el carro, su único reflejo fue agacharse en el asiento, siendo golpeado cuando su mochila fue lanzada contra su espalda.

"Puta mierda" la puerta del piloto era abierta, donde un chico mayor que él ingresaba al carro. "¡Sujetate!" Ordenó poniéndo de reversa el carro y huyendo de ese grupo de asesinos.

Sería una larga noche...

"Jungkook" de nuevo le llamó, era la tercera ver que Min-gyu lo hacia.

"Ya te dije que me dejes en paz, Min" protestó el azulado empujado con su mano a su amigo. No estaba bien, lo sabía mejor que nadie, pero era su único objetivo de vivir durante esos tres años, su única razón de salir en ellos por esa fecha y lo único que le hacía mejorar cada año.

"Jungkook, es una locura" repitió tratando de ponerse al frente, siendo empujado por su amigo para que le dejará caminar por el gimnasio.

"Sólo me faltan tres, Min-gyu. Tres bastardos que van a pagar caro el haber nacido y no voy a detenerme cuando estoy a nada de llegar a los peores culpables" Jungkook estaba viendo frente a frente a su amigo, el chico de cabellos castaños negaba, tratando de hacer entender al más alto.

"No puedes seguir matando de esta manera, Kook" murmuró. "¿Qué tal si vienen consecuencias peores? Una venganza puede ser una cadena interminable, tú lo haces con ellos, ¿quién te asegura que no lo hará alguien de su familia de algunos de ellos después?"

"Ninguno tenía familia, Min. No los que he matado, pero los que mataré está noche no dejaré ni a su familia viva" Jungkook ni siquiera le estaba mirando, estaba más ocupado en ver a la pared frente de él donde estaban pegadas fotografías de cada una de sus víctimas, sus movimientos, direcciones y familias.

"Estás mal, Jungkook"

"Ambos sabemos que la culpable es la ley" señaló la pared detrás de su amigo, esta vez dejando que la fotografía de una muchacha de cabellos negros largos dijera todo.

Él sabía que su camino no era el mejor, pero era el único que le quedaba. ¿Perdonar y seguir adelante? No era su decisión y mucho menos su tipo de camino, no iba a dejar a nadie libre de su sed de venganza, de justicia y de dolor. Ese dolor que le habían hecho sentir a ella, porque el miedo le había llenado, lo supo al ver sus ojos, con el terror que le miraba y la súplica de una ayuda.

Él no había podía hacer nada, mientras que se encargaban de entrar a su casa, cada noche tenía que tomar medicamentos para dormir y aún con ellos las pesadilla llegaban y la furia de lo sucedido también, una ley injusta que era justa para la mierda de la sociedad, pero que traía daños incurables a los que no la querían o necesitaban.

Sin purga no habría una cadena interminable de venganza y dolor, estaría bien, con esa persona a su lado no descompuesta siendo tragada por los gusanos, esperando la justicia que se merecía, no estaría atado a esa cadena donde esa fecha era el único momento donde podría estar simplemente bien  y completo por unos segundos.

Segundos que consistían en apretar un gatillo o enterrar un cuchillo en la garganta, testículos y pecho de sus víctimas. Víctimas que en realidad eran bastardos violadores, rateros y asesinos. Personas tan asquerosas que Jungkook no podía evitar dejar sus cuerpos sobre sus casas, con letreros grandes e incluso siempre dejando algún vídeo que se presentará en algún aparato de la casa para que la policía y médicos vieran que estaban limpiando la inmundicia de su sociedad perfecta que ellos creían.

Porque verlos caer en todos los sentidos era la más maravillosa sensación que tenía al término de esa jodida noche, incluso dejándose llevar de paso y con eso eliminando la basura que se escondía detrás de la tapadera de esos bastardos mal nacidos. Jungkook era consciente de las consecuencias de sus actos y de los demonios que cargaba cada vez que se ensuciaba de su sangre.

"Nada de lo que haces traerá de nuevo a Ye Seo" el castaño seguía de cerca a su amigo, el cual no dejaba de moverse de un lado a otro tomando sus armas y metiendolas a sus mochilas.

"Min..." le advirtió jalando de su funda repleta de cuchillos.

"No, Jungkook" le calló el castaño. "Estás por llegar a la cabeza, lo sé y no dudo que esa cabeza tenga a muchas más que tomaran su lugar o que incluso decidan ir detrás de ti"

"Que lo hagan, no me interesa si debo de acabar con todas hasta que mi cabeza y cuerpo estén jodidos de cansancio"

El tipo más bajo negó, no estando feliz de su respuesta, sabía que su amigo tenía una razón muy razonable de matar a esas personas, aún así temía que un día le llamarán para reconocer el rostro de su amigo, acostado en una camilla en la morgue donde no podría hacer nada más que lamentarse por no haberle detenido. Su única familia era él, otra de muchas razones por las cuales no tenía nada que le impidiera seguir con sus actos de purificación.

"Jungkook, entiende..." pidió de nuevo, tomando de su brazo de su amigo el cual fue jalado con fuerza hasta ser soltado.

"No, Min-gyu. Tú no entiendes nada de esto" le gruñó señalando por segunda vez el cuadro con un moño negro en su esquina.

Jungkook cerró sus ojos, viendo al ventanal del gimnasio viejo que era su hogar, las ventanas dejaban ver la caída del sol y sabía que no tenía mucho tiempo antes de que el conteo de inicio se hiciera presente y con él su noche de limpieza. El sol estaba en lo alto, brillando y molestado a sus ojos, como ese día.

Ye Seo y él habían cerrado todo con la poca seguridad que sus trabajos se los permitían al vivir en ese pequeño y jodido edificio. Sus padres habían muerto, años antes por culpa de un accidente de auto, el destino era malo y la vida le ayudaba a empeorar las cosas, siendo dos estudiantes (su hermana cursando la preparatoria y él iniciando la universidad) las cosas eran lo suficiente buenas con una carrera a medio cursar y un empleo de medio tiempo en una empresa de un prestigioso demasiado bueno. Como no se dio cuenta de que entrar a trabajar a ese lugar iba a hacer que creará su propio infierno en vida, porque trabajaba para el mismo diablo y Jungkook se encargó de que ese diablo fijara sus ojos en su hermana.

Jamás había sido su intención, pero cuando sus ojos estaba abiertos por lo obvio, era demasiado tarde y en la purga de ese mismo año ya tenían a un grupo de hombres encapuchados entrando a su pequeña casa, golpeando de él hasta que creyeron que estaba muerto y a la mañana siguiente lo único que Jungkook sabía será que estaba preparando un funeral de su única persona valiosa en  la vida y que la venganza le estaba cegando hasta el grado de querer suicidarse, sin embargo un rayo de luz le golpeó y con eso una ayuda de alguien que jamás creyó.

Dinero, armas, apoyó físico y emocional e incluso información fue lo que le llevó a estar en esos momentos llenando unas mochilas con todo lo lo necesario y esperar a que el conteo iniciara. Estaba listo, su cuerpo estaba juntando la adrenalina para esa noche de muerte y sangre, la luna le sonreía  sabía que al final tal vez no regresaría con vida, porque ir por la abeja reina significaba llevarse muchos aguijones de las obreras.

Iba a sangrar, pero su alma estaría purificada y podría seguir a su hermana al jodido infierno.

"Jungkook, piénsalo bien" suplicó su amigo jalando de su mochila en mano para tratar de detenerle (por quinta vez en esa tarde). "No vas a conseguir nada bueno de vuelta, van a matarte y te harán sufrir incluso más que esa noche"

"Déjame, Min..." dijo con una fina línea en sus labios, estaba tratando de aguantar el enojo que le provocaba el ser detenido cuando tenía menos de una hora antes de que iniciara el conteo.

"Jungkook, haz tu vida de nuevo" imploró cuando Jungkook le jaló la tela negra de su mochila. "Intenta hacer una familia, sigue con tu carrera y olvida el pasado déjalo a las manos de alguien más"

"¿Alguien más?" Jadeó al preguntar. "Muchas familias han sido víctimas, Min y ninguna de ella salió con vida, ese tipo no sabe quién soy ni porqué he matado a sus socios y a sus empleados, tengo esa ventaja está noche y no voy a quedarme sin hacer nada"

Jeon jaló del estuche de dos armas grandes, su mochila fue colgada por su tirante en su hombro derecho. Estaba listo, nada iba a detenerle, una mano en su hombro izquierdo lo hizo, el azulado elevó su vista hasta chocar con los ojos preocupados y asustados de su amigo.

"Jungkook, apenas tienes veinticinco años, olvidalo de una vez"

"Min-gyu... No pude hace nada en esos momentos, sólo intentar y ser derrotado"

"Porque casi te matan a golpes, Jungkook" señaló el castaño mirándole a sus ojos, sin embargo no había nada más que rabia en los oscuros de su amigo y Min-gyu supo que no tenía sentido seguir hablando.

"Pero aún así, no puedo quedarme quieto  ahora cuando estoy por acabar con todos" Jeon jaló por última vez de su mochila, girando y caminando al estacionamiento donde su carro esperaba con la puerta de la cajuela abierta.

Jungkook dejó cada una de sus bolsas en la parte trasera, tomando dos armas pequeñas de calibre corto en sus bolsillos de su pantalón antes de mirar detrás de él al castaño, sus manos le entendieron un arma que era levemente levantada en indicando que debía de ser tomada por el más bajo.

"Te veré luego, Jungkook" murmuró antes de alejarse con sus labios apretados y la esperanza de que su amigo no pareciera al siguientes día en una camilla de la morgue.

Luego de que Jungkook cerrará la cajuela y revisara la hora se subió a su carro para dirigirse a la zona residencial de Seúl, su informante se negaba a enviarle el último sobre con los detalles por correo o incluso con un mensajero, su pájaro (informante) le había mencionado algo acerca de ser vigilado, al grado de temer por su propia vida. Por eso mismo Jeon se vio con el obstáculo de tener que pasar a ese lugar antes de dirigirse al centro donde la mayoría de edificios de empresas estaban y con ellos algunos dueños, además de las calles rodeadas de asesinos y violadores.

El azulado detuvo el carro en una orilla de la carretera, observando la forma en que el sol caía a lo lejos y los carros de civiles sin en intereses agresivos corrían despavoridos en sus autos, mientras que los impíos como él se mantenían al margen del tiempo, las noticias anunciando en el radio de su camaro.

"Al sonar la sirena, todo crimen será legal por doce horas... Todos los servicios de emergencia serán suspendidos... Su gobierno les agradece su participación... Que Dios los acompañe a todos"

Enseguida que la alarma sonó el carro de Jungkook arrancó el motor corriendo en la carretera vacía que llevaba a la zona residencial, el tiempo valía oro y no podía perderlo al querer mantenerse, la noche calló sobre de él cuando estaba por entrar al territorio de los ricos, al menos eso tenía planeado hasta que se detuvo a unos metros notando que el camino era más iluminado de lo normal.

Dos camiones cerraban el lugar, Jeon soltó una maldición, tendría que tomar otro camino que le quitaría tiempo, cuando puso de reversa su carro listo para salir de ese lugar antes de tener atraer problemas, sus oídos fueron inundados por los gritos de auxilio de una joven voz, unos segundos se congeló ante el recuerdo de esa noche... alguien estaba pidiendo auxilio, a diferencia de todas las veces que había escuchado esos gritos en las calles, éste le había ocasionado un temblor y que instintivamente su vista de fijara en la escena a varios metros de él. Jungkook apenas podía ver la figura de un muchacho arrastrarse al suelo luchando por tomar una mochila que estaba en el suelo.

"No..." murmuró sólo para él mismo. "Date vuelta, date vuelta e ignora, date vuelta... no es tu asunto, no es tu problema" sin embargo es casi un niño, le golpeó su mente.

Jungkook maldijo, porque su carro fue acelerado hasta que en segundos llegó a unos metros de la mala escena, ni siquiera siendo capaz de darse cuenta de cuando había tomado el arma de su pantalón para apuntar al tipo a su garganta y jalar del chico de cabellos rosas, de lo único que se dio cuenta de que había lanzado al chico justo cuando estaban siendo atacados.

¿Qué carajos había hecho?

Roto una de sus reglas, no meterse en asuntos de otros, era era una de las más importantes y valiosas. La número uno en su noche de purga, era su noche, de él y sus demonios no de nadie más que estuviera en problemas y que necesitara una mano. Siempre se negaba a darlas, pero la situación era parecida a la culpable del por qué estaba en ese lugar, por lo tanto no pudo apartar la mirada al ir pasando por la carretera.

De haber sabido que las cosas irían tan mal habría tomado otras decisiones esa noche...

"¿Qué carajos hacías en la calle a esta hora?" Jungkook gruñó, presionando su pie con fuerza en el acelerador intentado escapar lo más rápido posible de los camiones que estaban detrás de ellos, con suerte los perdería en la siguiente curva.

"Y-yo..." jadeó cuando su cabeza se golpeó contra la ventana del carro. "Estaba en casa, unos hombres encapuchados entraron y mataron a todos en mi ella... no a todos"  repitió al cerrar sus ojos luchando por borrar las imágenes de su hogar.

"Encapuchados..." susurró Jeon desviando el carro de la carretera y llevándole entre los árboles antes de apagar las luces y bajar su cabeza. "No hagas ruido"

Taehyung siguió la orden, tapando sus labios e incogiendo su cuerpo en el asiento, esta vez evitó cerrar sus ojos, porque al hacerlo sólo recordaba a su familia asesinada. Tembló de la sola idea de su tío persiguiendo su pellejo, lo que le dejaba con muchas preguntas en su cabeza. ¿Qué se supone que busca su tío con su familia?

Sabía de ante mano que su padre no tenía ninguna herencia por parte de su abuelo, la riqueza era sólo de él. Su tío no podría tocar nada si ellos estaban muertos, mucho menos si él seguís con vida. No encontraba razón para verse como su objetivo. Su madre había caído en la boca del lobo al dejar que él se hiciera cargo de la seguridad de su hogar.

Taehyung pudo sentarse mejor en el asiento cuando los camiones se fueron, el silencio les invadió y el menor apretó su mochila contra su cuerpo buscando la mejor manera de colar su mano dentro de ella y buscar el arma, ¿quién le aseguraba que ese tipo era bueno?

"Bien, bájate ahora"

Taehyung casi se desnuca al girar tan rápido su cuello hasta ver al tipo de cabellos azules. "¿Qué?, no puedes dejarme aquí, van a volver y seguro me matan"

Jungkook no se quiso comparecer por segunda vez del pelirosa, ese muchacho traía mala suerte, al menos eso pensó al ver que se había topado con un grupo de mercenarios bien pagados, era una venganza o el mocoso valía demasiado como para cazarlo toda la noche.

"Pues ese es tu problema, te he salvado el culo una vez, ahora tú hazlo solo" fabulló impulsando su cuerpo hacia adelante y rozando si pecho contra el del menor, su shampoo le inundó las fosas nasales y Jungkook supo que era verdad que había sido sacado a la fuerza de su hogar.

"Por favor" suplicó con la mirada, sus ojos húmedos ardiendo por el primer indicio de un llanto seguro. "¿Necesitas dinero? Veré la forma de conseguirlo... lo prometo"

"No necesito ni dinero ni nada que me quieras ofrecer, lo único que tengo en mente es algo que no me puedes dar"

Taehyung permaneció en silencio, pasando sus ojos por el carro en alguna pista de lo que tal vez ese joven necesitaba. Para su mala suerte el carro estaba lleno de armas y al parecer las modificaciones del carro eran antibalas. No tenía opción más que bajarse del carro.

"¿Ibas a la residencia o salías de ella?" Preguntó esperando que el mayor apenas fuera a entrar a la zona de casas, tenía la esperanza de que uno de sus amigos le dejase pasar a su hogar, si no era así ya no tenía más más que suplicarle a su desconocido que le dejase quedar con él.

"¿Y eso que carajos te interesa?" Atacó el azulado, Taehyung ni estaba lo suficiente cuerdo como para sentirse ofendido.

"Sólo dime" insistió.

"Soy mayor que tú, mocoso" Jungkook apretó los labios, aún así el menor no se inmutó, soltó un suspiro antes de contestar. "Apenas iba..."

Taehyung exhaló antes de sonreír, le importaba un carajos si estaba mal hacerlo. "Por favor, sólo llévame cerca de mi casa, te dejaré en paz, lo prometo..." para su mala suerte no estaba seguro si su hogar estaría libre de los asesinos y los hombres de su tío, para su mala suerte a ese tipo parecía importarle poco, era mejor ahorrarse saliva.

"¿Dónde es tu casa?" Preguntó resignado, encendiendo el carro cuando creyó que era seguro, arrancando de él y moviéndose a la carretera.

"Calle gyeo-ul, número tres" informó, su cabeza se golpeó contra el asiento cuando el tipo frenó su carro de golpe.

"¿Número tres?" Jungkook vio asentir al menor y su cuerpo sintió que un balde de hielos le caía encima, apretó el volante con fuerza porque no estaba feliz de ver esa jodida repuesta. "¿Tu padre es Kim Seung Woo?"

Taehyung ladeó su rostro, pestañeando confundido a la vez que su ceño se arrugaba y sus labios se apretaban. "Lo era... antes de que lo mataran hace una hora" señaló.

Jungkook sintió un golpe en el estómago, porque justo ese mocoso era el hijo de su queridísimo pájaro. Un pájaro que había sido callado para siempre, después de todo Seung no le había mentido, sí estaba siendo vigilado. Por primera vez en esa noche agradeció el haber salvado al hijo del único hombre que le había ayudado en todo ese camino.

"¿Puedes decirme exactamente quién eres y cómo conoces a mi papá?"

Jungkook ignoró la pregunta del joven,  centrando su atención al frente y al camino que les llevaría a la casa del pelirosa. Lo más seguro era que los hombres ya habrían abandonado la casa, más al saber que el muchacho estaba por las calles en el carro de un desconocido para ambos lados. Vaya pequeño mundo.

"Mejor dime qué pasó en tu casa" pidió sin mirar a Taehyung, fijando sus ojos al frente sin distraerse.

Taehyung bajó su mirada, apretando sus labios y sus manos en su regazo. "¿Aparte de que mi propio tío le metiera una bala en la cabeza a mi padre, docenas de ellas a mis madre, hermana y hermano? Nada, salí huyendo como el cobarde que  pensarás, luego fui atrapado por esos imbéciles hasta que llegaste tú"

"Con que tu tío..." murmuró Jeon dejando al pobre de Taehyung sin entender nada. "Sung-Keun no se quedó con las manos cruzadas, decidió que era mejor eliminar antes a tu familia que ser asesinado"

Taehyung no entendió absolutamente nada de lo que ese tipo loco decía, pero le interesaba poco, sólo quería llegar a su casa por algo de dinero para ofrecerle a algún interesado en caso de que sus amigos y el mayor le dieran la espalda.

"Tengo que entrar a la oficina de tu padre"

Oh, esa palabras dejaron ido al menor. ¿Es tipo quería entrar al estudio de su padre? Donde tenía los contratos, cheques e incluso creía que alguna caja fuerte de emergencia. Estaba completamente loco si creía que lo haría, sin embargo las armas detrás de ellos le decían que era eso o morir.

"Anciano" murmuró Taehyung.

Jungkook arrugó el ceño, daba gracias a la paciencia que tenía, porque ya le habría metido una jodida bala a ese mocoso. " No soy ningún anciano"

"No sé tu nombre"

Ignoró al mocoso y mantuvo una distancia prudente a la casa del pelirosa, con suerte notaron que el lugar parecía estar vacío; con un arma en mano y el muchacho detrás de él casi pegado a su espalda, bajaron hasta caminar con sumo cuidado y sigilo hasta llegar a la puerta trasera de la reja por la cual Taehyung salido corriendo horas antes.

Jeon apretó los ojos cuando sintió el golpe del cuerpo del menor contra su espalda, ese niño no sabía cómo sobrevivir. Se giró sobre sus pies para mirarle, el pelirosa apretaba sus brazos sobre su pecho mientras que sus manos se apretaban a sus labios, tal vez luchando para no emitir un sólo ruido; admitía que no era tan tonto.

"¿Por ahí es la entrada?" Susurró Jungkook señalando la puerta de cristal que estaba rota, vio al menor negar y frunció su entre cejo; el chico le señaló una ventana en el tercer piso.

"Bajé por la celosia" señaló el lugar lleno de enredaderas de plantas. "No quiero entrar... mataron a todos en la sala" murmuró señalando el lugar donde inicialmente el azulado le había mostrado.

"Necesito entrar, supongo que vas a querer quedarte en tu casa seguro"

"¿Seguro?" Repitió en un murmullo indignado. "Han entrado y han matado a todos, ¿qué mierda no entiendes?"

Jeon levantó una ceja por lo grosero que estaba siendo ese muchacho, mas la forma en que estaba temblando y como sus ojos delataban que estaba por tirarse a llorar y entrar en un ataque de pánico o de nervios le hizo no darle un golpe, el mocoso apenas estaba sosteniendo su cuerpo.

La noche era una mierda para el chico, aun así debía de haber una forma de deshacerse de él, porque seguro iba a ser una jodida carga para su objetivo de hoy.

"¿Cómo sabías el nombre de mi padre?" Se aventuró a cuestionar mirándome con una ceja enarcada, sus brazos cruzados sobre su pecho.

Jungkook soltó un bufido, quitando el seguro del arma y haciendo a Taehyung tensarse, ese tipo le iba a meter una bala si no se callaba, aún así los dos estaba por meterse a su casa y no sabía si era de fiarse o no del azulado.

"Tu padre era mi informante" explicó poniéndose recto y mirando a sus alrededores, cualquier cosa o persona podría atacarles si no prestaban atención.

"¿Qué rayos podría informarte a ti? No me veas así..." le pidió señalando su cuerpo. "No estoy diciendo que seas menos que nosotros, pero estando hablando de un ceo que informa a un tipo que tiene pinta de asesino y..."

Jungkook vio al muchacho relamerse sus labios, dejándoles levemente abiertos cada vez luchaba por decir algo más, tal vez su pequeña mente le estaba dando malos juegos y todo era culpa de ese desconocido que ni siquiera sabía su nombre. Quería vomitar, Dios... lo necesitaba, su cerebro apenas le parecía decir que estaba solo en la vida, para siempre y más en esos jodidos momentos donde podría tener una bala de cualquier tipo que le diera la gana, incluso el que estaba frente de él podría matarle si lo deseaba. Era una jodida mierda el estar atado hasta los cojones por culpa de un familiar.

"¿Acaso mi padre mataba gente? Más bien, ¿él te mandaba a matar a personas?" Preguntó con duda, señalando cuando una oleada de aire frío le golpeó y por el miedo de saber que tal vez su tío no era el villano en ese lugar.

"Él jamás me mandó a matar a nadie" le aclaró dándose la vuelta, caminando dos pasos a un gran arbusto donde extendió su mano hasta tomar el hombro del muchacho y sentarle hasta pegarlo a la valla de metal. "Tu padre no era un mal hombre, sólo tuvo mala suerte al tener un muy mal hermano..."

El menor le vio sin entender nada, era claro que nadi esperaba esa respuesta por parte del único que parecía entender qué demonios pasaba. "¿Cómo sabes que mi tío los mató a todos?"

"Porque sé muchas más cosas que tú no y te aseguro que serán peores, ahora déjame entrar a tu casa, luego voy a ir a dejarte a donde creas que es seguro y nunca nos volveremos a ver"

Antes de que el menor pudiera decir algo Jungkook ya se había ido, dejándole solo y con muchas, muchas dudas. Taehyung debió de haber sido más listo, de haber comentando algo a su madre y decirle que era un error meterse en negocios con su tío... Si hubiera sabido que las cosas irían tan mal por culpa de un ahorro en casa y de la confianza ciega por el lazo sanguíneo, su familia estarían con vida y él con ellos; pasando la noche de purga todos juntos y asustados de que pasara algo como eso.

Taehyung se golpeó contra el metal de la valla, tendrían que enterrar a su familia al día siguiente... en esos momentos de soledad puso sus manos en sus labios, callando los jadeos, pero dejando salir sus lágrimas.

Estaba maldito.

Jungkook admiro el suelo lleno de sangre, la alfombra crema estaba repleta de un color vino. Jeon sólo  pudo tomar una sábana que cubría el piano y ponerla sobre los cuatro cuerpos inertes en el suelo, el muchacho no había metiendo; todos estaba muertos.

Una montaña de cuerpos era lo que Sung-Keun había hecho con su familia. Tenía ganas de vomitar, con ese sentimiento el azabache se giró hasta estar al borde de las escaleras que le llevaban a la planta donde correspondía el estudio, lo sabía porque Seung se quejaba de tener que subir los escalones cada vez que le llamaba; llegando a la segunda planta Jungkook empujó todas las puertas conforme iba pasando, hasta que la última mostró un escritorio y cuadros con aspectos económicos.

Se adentró al lugar, notando que los cajones estaban abiertos, con el contenido en el suelo, libros eran esparcidos por todas partes junto con  algunos reconocimientos y m fotografías familiares; alguien había buscado algo y Jeon sabía quién era. Sung-Keun buscó la información de él, sin embargo ni el mismo Seung había tomado la decisión de mantener alguna clase de razón acerca de Jeon, podía estar tranquilo en ese ámbito, aun así quedaba algo pendiente...

Con el pesar y una maldición soltada antes de darse vuelta y regresar a la primera planta, luego de buscar en el suelo la gran cantidad de papeles que estaban revueltos. Pasó una mano por sus cabellos azules sintiendo el raspar de los más cortos en su lateral derecho, ¿dónde estaban los planos del edificio de la empresa de Sung-Keun?

Cuando Jungkook salió de la casa y regreso con el muchacho Kim, lo primero que vio fue al joven tallar sus ojos antes de buscar una rama para defenderse, había creído que era uno de los mercenarios que iban por él.

"Dios... casi me metas de un susto" susurró Kim.

"Te dije que soy mayor que tú, mocoso" Jungkook dijo torciendo la boca.

"Como sea" dijo al ponerse de pie sacudiendo de su trasero el pasto que se había pegado. "¿Vas a llevarme como prometiste?"

Jungkook pasó a su costado, mirando a sus alrededores y sólo escuchando el ruido de unos tipos en motocicletas que concretaban a un hombre desnudo, vio como el pelirosa apretaba sus ojos al agacharse escondiendo su rostro sobre sus muslos, el chico temblaba de miedo. Restaban palabras para decir que el hijo de Seung no podría pasar la noche sólo en aquellas calles.

"Te llevaré a tu lugar seguro, luego de eso no poder hacer nada más..." sentenció con sus ojos fijos en el chico que apenas elevaba su cuerpo cuando él mismo se alejaba por la puerta de la valla de metal.

"Eso está bien  para mí, la casa de mis amigos no están lejos"

"¿Y es seguro?"

Taehyung no sabía que responder, no tenía idea de qué clase de personas eran sus amigos en las horas de expiación, aún así prefería eso a estar en las calles solo.

"Sólo sé que puedo al menos intentarlo" mencionó al abrir la puerta del carro y subir a él. Jungkook copió la acción y colocó los seguros luego de que el auto fuera arrancado y empezarán a moverse, el mocoso le señalaba el camino conforme avanzaban, todo era incómodo hasta que uno abrió la boca.

"Dado que no vamos a volver a vernos nunca más y que eres un loco de remate que tal vez se lleve a si mismo a la horca... ¿Qué es eso que ni yo mismo sabía?" Taehyung cuestionó, apretando la mochila a su pecho tras soltar lo que había estado atorado en su garganta desde que se había visto con el azulado. "Ni siquiera sé tu nombre y tú has entrado a mi casa como si fueras amigo de mi familia"

"Lo único que debes de saber es que ni mañana, ni la semana o el mes siguiente tiene que preocuparte por tu tío, mucho menos la siguiente purga; me deshare de él como la peste que es y podrás vivir en paz luego de eso"

Taehyung no se sintió ni informado ni tranquilo con esa información, era bastante obvio decir que su tío estaba detrás de su cabeza, aún así la razón detrás de eso no era obvio para él. "Pareces conoces bien a... Sung-Keun. ¿Qué demonios se supone que tienen que ver tú y él?"

"Ya te lo dije, es algo complicado, sólo debes entender que tu padre se enteró de muchas cosas sucias de su vida, me ayudó e intentó cuidar a su familia, pero ambos fuimos lentos e ingenuos. Sigo sin entender cómo burlaron la seguridad"

"Mi madre la cambio antes de la purga" informó sin siquiera esperar repuesta por parte del otro. "La empresa de papá no va tan bien ahora y mi madre creyó que cambiar la seguridad a la que ofrece mi tío era una buena idea"

"Tu madre mató a todos al confiar en él,  ¿qué tu padre no dijo nada?"

Taehyung relamió sus labios al ver al frente de ellos, la casa de Geum Hyuk. "No le dijo nada, el único que sabía era yo, sólo porque la escuché hablar por teléfono con él"

"Pues ahora debes de pensar en que te habrás cargo de muchas cosas, estarás solo desde ahora" Jungkook no era capaz de ver que sus palabras no era una clase de aliento al menor,  al contrario de él, cuando la vida le había arrebatado a su hermana, su carácter de transformó en algo duro e imponente, egoísta y vano.

Taehyung no sabía si iba a poder seguir con vida luego de esa noche, aún más estar solo en la vida.

"Mi nombre es Taehyung, Kim Taehyung" susurró antes de abrir la puerta y salir por ella, cerrando y corriendo hasta la puerta de la casa donde no dudo en tomar su celular y marcar el número de su amigo.

Uno, dos, tres... hasta el cuarto timbrido Taehyung escuchó la voz de Geum irregular y ronca.

"Tae..." le saludó.

"Geum" murmuró con alegría, su amigo al menos le había atendido. "Geum estoy fuera de tu casa... yo necesito ayuda ahora" suplicó.

Moviendo si pie, estaba pegado a la puerta de madera en la gran entrada observando a todo al rededor con temor de ser asesinado o incluso encontrado por los mismo tipos locos de antes, el carro de su desconocido salvador seguía a unos metros, quería llorar de sólo saber que el tipo esperaba a ver como le dejaban entrar.

"¡¿Qué?!" Jadeó su amigo, Taehyung escuchó un extrañado crujir de huesos y como si carne fuera cortada. "Mierda, Taehyung debes de estar bromeando"

Taehyung se extraño por el tono de voz de Geum, como si estuviera molesto por escuchar que estaba fuera de su hogar y le pedía que le dejasen ingresar. "Pero Geum... ¿qué está mal?"

Kim escuchó un chasquido de labios,  ese que se emite cuando algo molesta. Escuchó una maldición ser emitida y luego unas palabras que le dejaron más helado y tembloroso de lo que ya estaba esa noche. Escuchó un jadeó, un murmullo de alguien que susurraba algo con el poco aliento que le quedaba.

"Tae..." le llamó su amigo, mirando a la madera de la puerta de la casa el pelirosa se tensó. "Esta noche decidí purificar mi vida, mis padres están muertos, Nayeon se ha escapado de mis manos, pero sé bien que está en la casa así que no creo que quieras estar aquí justo ahora"

"¿Q-qué?" Emitió apenas manteniéndose en pie. Escuchó a su amigo soltar un suspiro, luego el sonido de un metal caer al suelo.

"Ambos sabemos los problemas que tuve hace tres cuatro años con mis padres por salir con Ziu... No tengo que decir nada más, no podía seguir con el infierno en casa"

"E-eso..."

"Puedo dejar que entres, te diría que vayas a casa de Jacob, pero él también está salvando cuentas con su hermano"

¿Cómo rayos no sabía eso de sus amigos? Estaban matando a su propia familia, temió por él, aún cuando sabía que eran unos bastardos con sus amigos. No quería imaginarse a sus amigos de toda la infancia matando a su propia sangre.

"No... Está bien" susurró mirando en dirección al carro que seguía parado, luego a su alrededor y al final se lanzó a correr como alma que lleva el diablo porque no quería ser asesinado esa noche. "P-puedo quedarme con la persona con la que he estado hasta ahora..."

"Pues no dudes en informarme si algo sale mal, si termino antes puedo ir a buscarte"

Taehyung se tensó de sólo pensarlo, su imagen de Geum Hyuk estaba arruinada,  nunca más podría ver a su amigo de la misma forma h mucho menos luego de escucharle hablar de matar como si fuera el clima, pero después de todo era los altos mandos querían, matanzas en  todos los, menos civiles inútiles que quitaban oxígeno, espacio y que amaban reproducirse como conejos o gatos sin tener un límite. Estaban hundidos hasta el cuello de porquería.

"No, estoy bien. Si pasa algo no dudaré en llamar"

"Pásala a salvo" susurró Geum antes de escuchar el trueno de un arma ser descargada y un grito que incluso Taehyung escuchó al entrar al carro.

El mayor le miró,  con una ceja alzada y sus manos en el volante. Mucho más confundido cuando el chico dejó caer su mochila en el suelo de carro y cerró con seguro la puerta, sólo se limitó a mirarle en silencio en espera de alguna explicación (si era que el mocoso se la quería dar).

"No puedo ir con ellos, están purgando" dijo sin aliento, tallando sus ojos porque la humedad de ellos era molesta. "Yo... sólo por favor déjame quedarme contigo, prometo no ser una carga, sólo no me dejes en la calle"

Jungkook sabía que el chico estaba tan asustado que no tenía poder sobre su cuerpo, sus dos manos temblaban como si tuviera Parkinson, parecía un niño asustado e indefenso (en realidad lo era). Jeon golpeó su cabeza contra el asiento, ese mocoso le recordaba a él, a su hermana y a su vida. 

No podía dejarle solo.

"Bien" escupió con desdén. "Pero no voy a ir detrás de ti cuidando tu culo, tienes que ver por ti también, te doy el techo de mi carro, pero no más"

Taehyung no dijo nada más, no porque no quisiera sino porque Jeon había arrancado el carro y no se lo había permitido. Ni siquiera intento abrir la boca cuando el azulado se introdujo a las calles equivocadas, llevando a ambos al final de la residencia, pero por la salida más lejana a la ciudad. Iban a tardar más en llegar al destino del azulado y no le importaba porque entre más lejos del peligro era mejor para él. Su tío iba a querer matarlo luego de la purga, aún así debía de pensar que tal vez era mejor vender todo lo que le quedaba y poder irse lejos antes de que le cortaran la garganta o le metieran una bala en la cabeza.

No tenía de otra que atarse a una huída segura.

Ambos seguían en un silencio sepulcral, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Aún tenía pendiente más de una cosa para esa noche, su mala suerte había llegado cuando Seung Woo había sido asesinado y toda la jodida información, los códigos de seguridad de la empresa; estaba atado de manos. Lo único que podría abrirle paso eran algunas clases de explosivos y esos no eran legales, así que la única manera de entrar era con solo y por la puerta principal y ese sí era un suicidio.

El carro inicio a sacar vapor del cofre, el sonido de estarse deteniendo y batallar al ser forzado a avanzar le hizo maldecir a la vez que golpeaba el volante. Habían quedado a la mitad de la calle, estando detenidos sin que el vapor dejase de escaparse e incluso cegando, el azulado reiteró la llave (prefería evitar ser dejado fuera de su propio carro).

"No te muevas" ordenó antes de que saliera, con el arma en mano y supervisando que no hubiera algún loco que se creía cazador y le mentira una flecha al pecho o espalda. Esa noche se encontraba con todo tipo de personas.

Levantó la tapa del cofre,  fijando el gancho y dejando estático el capo, el vapor saliendo en una inmensa cantidad ardiendo contra su rostro, apenas viendo que con suerte sólo se había calentado. Una jodida mierda para alguien que cuidaba el carro casa año sólo para esa maldita noche, porque su hermoso auto estaba blindado y podía salvarse de cualquier imbécile que decidiera atacarlo sólo por sus cojones, así que sí, era patético decir que el anticongelante se había acabado. Una reverencia maldición, nada le estaba saliendo a su gusto.

"Tenemos que esperar a que se enfríe" masculló cerrando la puerta del carro.  No obtuvo respuesta por parte del menor, el hijo de Seung era justo lo que describía muchas veces."¿Tienes problemas con alguien?" El azulado fue el primero en abrir la boca, moviendo sus manos sobre el volante, estaban a unos pocos metros de por fin llegar a la carretera.

"¿Eh?"

"¿Alguna clase de riña, odio o problema con otro adolescente rico?" Quiso saber, si iba a tener la carga de ese niño lo que menos deseaba era tener que pasar por salvar el culo de ese mocoso muchas veces en esa anoche.

"En realidad no, no que yo sepa y nadie suele meterse conmigo, mis únicos amigos eran ellos y ambos están purificando sus almas ya, no soy popular entre la gente, así que dudo que haya alguien que quiera matarme" respondió ladeando su rostro.

"Eso es bueno, al parecer el único interesado es tu tío"

Taehyung arrugó su rostro. "¿A qué viene la pregunta?"

"Porque la mayor parte de veces los ricos matan porque alguien es superior, aman matar a la gente de bajos recursos y no se meten con los de su clase a no ser que exista alguna clase de problema anterior"

"No, no tengo problemas con nadie" respondió simple, mirando a su alrededor.

"Pues me alegra saber que al menos en este territorio no voy a tener que cuidarte el culo tanto"

"Anciano..."

"Te dije que no me llames así..."

"Es que los hermanos Chae vienen hacia acá" dijo señalando al frente de ellos, un trío de rubios se acercaban con una clase de espada en sus manos, armas grandes y largas en las otras.

"Mierda..." exclamó Jeon al buscar detrás de ellos sus armas, siendo detenido enseguida por la mano de Taehyung.

"No, no..." le sujetó su muñeca. "Si los matas lo más seguro es que su familia nos caze el siguiente año o incluso ni siquiera esperen a que la purga empiece, nos matarán de una bajo el agua"

"¿Y qué coño hacemos?" Le atacó al verle con los labios apretados. "Esos tipos van a matarnos seguramente"

"No lo harán" le calmó dejando su mochila en el suelo frente de su asiento. "Haz tu asiento para atrás" ordenó llevando sus manos a su sudadera, dejándola caer a la parte trasera y copiando la acción con su propia camisa, dejando su parte superior desnuda.

"¿Qué mierdas haces?" Cuestionó sin comprender al mocoso, su rostro de Jeon estaba descompuesto por la sorpresa de ver la tersa y pálida piel del joven al aire libre.

"Que hagas tu asiento atrás" le gruñó empujando de su cuerpo al frente saltando a su regazo y casi aplastando el arma en su pantalón del azulado. "Esos tipos tienen una muy mala fama de pervertidos, he oído que aman ver a los amantes en pleno acto... Si tenemos suerte no van a matarnos, así que mientras dejamos que el carro se enfríe"

"¿Me estás diciendo que actuemos como que follamos?" Se las arregló para decir, el mocoso estaba colocando sus manos sobre su pecho, mirando detrás de ellos la manera peligrosa en la que el trío de rubios se acercaba.

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