Escribir un libro es algo en lo que te puedes perder. ¿Para qué sirven las brújulas y los mapas? ¿Alguien lo sabe?

Exacto. Para no perderte. Las brújulas te señalan los puntos cardinales, apuntando siempre al norte. El mapa te muestra el lugar en el que estás, y, con ayuda de la brújula y el mapa juntos, te orientas; sabes donde estás, a donde vas, de donde vienes.

Y hoy vamos a hablar de los escritores brújula y los escritores mapa. Un tema indispensable si vamos a hablar de escritura y bases, porque, ¿quién no ha oído estos dos términos? ¿Quién no se ha encontrado diciendo "uy yo es que soy brújula", o "prefiero ser mapa"? ¿Pero qué es mejor de estos dos tipos? ¿Y en qué consisten realmente?

Escritor mapa. Se denomina así aquel que planifica perfectamente antes de ponerse a escribir. Aquel que estudia y dibuja el mapa de su novela, las montañas y ríos, valles y bosques, los caminos a seguir, bifurcaciones, jornadas del viaje, la perfecta orientación del entorno. Y solo una vez que tiene su mapa, emprende el viaje, un viaje que conoce perfectamente, sabe qué puntos debe pasar y a dónde quiere llegar.

Escritor brújula. Se denomina así a aquel que no planifica tanto y empieza a escribir, que improvisa. Aquel que agarra su brújula y echa a andar, explorando, descubriendo en el camino los ríos y montañas y bosques y valles, trazando el mapa según va andando, yendo por un camino o por otro, dejándole así la oportunidad de la improvisación y sorpresa, cambios de rumbo; aunque está orientado por su brújula, que señala al norte.

Luego están los brújula de Jack Sparrow, que no señala ni al norte. (Señala hacia lo que más deseas, para ser exactos).

Pero, ¿os cuento un secreto?

No tienes que ser de unos o de otros. La brújula y el mapa funcionan juntos. Los necesitas a los dos para orientarte y trazar un rumbo. No tienes que encasillarte. Nos encanta ponernos etiquetas, "soy esto soy lo otro", ¡anda al carajo!

He encontrado un buen sitio que habla de esto, según el cual puedes permitirte ser brújula una vez tienes experiencia escribiendo, si eres un explorador veterano; pero que si eres novel, lo mejor es tener un buen mapa, un plan organizado y saber a lo que vas. Muchísima gente lo hace al revés. Muchísimos escritores noveles empiezan al libre albedrío, viva la vida loca, brújulas descontroladas. Sí, yo era (¿soy?) así, mis primeros libros fueron empezados sin la más puñetera planificación.

Si me pagaran por las "ideas empezadas", podría irme a Ibiza y desayunar caviar. Si me pagaran por las "historias terminadas", estaría aquí en mi casa (a lo mejor con dinero para comprarme chocolate, pero ya).

Los escritores que nos saltamos el paso de planear, corremos el riesgo de que el viaje falle y caigamos por un acantilado.

Planificar es algo imprescindible para escribir un libro. No necesariamente a la perfección, conocer qué ocurre en cada capítulo al milímetro. Sino tener una línea, unos puntos claros, conocerlos de antemano. El principio, el final, la trama, el conflicto, giro de trama, los personajes, escenas o sucesos, a rasgos generales. Y luego puedes improvisar otras cosas, cambios, sorprenderte a ti mismo, dejar un hueco a la inspiración repentina según vas escribiendo.

Lo mejor es el equilibrio. El equilibrio en la fuerza, joven padawan.

Es cierto que si eres brújula, puedes atascarte. Tener más problemas a la hora de escribir. Bloquearte por "no saber qué va a pasar ahora". Sí, me pasa. Pero esto no quiere decir que ser mapa sea mejor. Ni que ser mapa sea ser rígido, eso tampoco me parece lo mejor. Prefiero ser flexible. El ser brújula también te da la genialidad de ir pensando cosas según escribes. La adrenalina de llegar al plot twist, o al final, y estar moviéndote sobre la marcha.

En realidad, un mapa es lo más importante. Pero un mapa necesita una brújula.

No hay uno mejor que otro. Lo mejor es tomar un poco de todo, tener equilibrio. Planificar es necesario, más o menos al gusto del escritor, y dejar sitio para la improvisación.

Yo estoy en ese viaje. Unas veces soy una brújula caótica sin remedio, empiezo cosas sin planificar nada, otras veces planifico más. Debería ser una brújula-mapa.

(Sigo teniendo problemas con eso de ponerme a planificar... Me temo que llevo el espíritu de Jack Sparrow demasiado dentro de mí).

Creo que eso es todo por ahora. Este tema es algo creo que bastante necesario entre cosas básicas de escritura, y me he puesto con él ahora gracias al último escritor que ha venido a parar a esta especie de guía, y aquí está.

¿Qué opinas del tema? ¿Crees que me he dejado algo en el tintero?
¿Eres brújula o eres mapa?
¿Si planificas, planificas solo un poco o lo haces exhaustivamente?
¿Te ha pasado lo de quedarte atascado por no saber cómo seguir?
¿Tomas de ambos (brújula y mapa)?

Y very emportant, ¿cómo planificas?

As always, encontrad el equilibro. No os olvidéis de llevar mapa y brújula.

Se despide vuestra zorrita escritora, que santa tecla os acompañe <3