CAPITULO 16.

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Si, lo se, tengo un desastre con mis fechas de actualización... pero ¿a quien le cae mal dos capítulos en una semana? 

¡¡¡¡¡ADVERTENCIA!!!!!

Este capitulo contiene escenas de violencia especifica hacia la mujer. Si eres sensible al tema, por favor, no leas este capitulo, lo que menos deseo es hacerte sentir mal o despertar malos recuerdos, siempre quiero lo mejor para mis lectores. Recuerden que los y las amo. 

REPITO: si eres sensible a estos temas, por favor, ignora esta actualización <3  

En fin, arriba les dejo la canción que sentí iría acorde al capitulo de hoy: Cut— Plumb


(***)


Bailé con Alexander hasta que mis pies empezaron a doler.

Justo antes de la cena Vanya nos llevó a mí y a Norel a un lado en el patio trasero donde por sección de mesas nos repartirían a todos. Ella lucia nerviosa, pero emocionada. Nos dijo que a pesar de tener unas cuantas semanas con su novio sentía que esta relación duraría lo suficiente. Charlamos sobre como Alexander se había pasado casi toda la noche atento a mi hasta que una voz masculina interrumpió nuestro pequeño circulo.

—No hubiese pedido mejores amigos para mi novia —comentó el chico y tanto la mandíbula de Norel como la mía cayeron al suelo.

—¿Sebastián? —pregunté sorprendida y él sonrió abiertamente antes de acercarse a Vanya y besarla.

—Hola, Val —dijo antes de darme un abrazo— ¿Todo bien, Norel? —le tendió la mano y mi muy sorprendido amigo la tomó ensimismado con la escena.

—Ustedes están juntos —susurró para sí mismo y acto seguido gritó como loco— ¡Están juntos!

—Shhh —Vanya le puso una mano sobre los labios— Queremos mantenerlo privado por un tiempo.

—Bien —respondió Norel con la voz amortiguada por la palma de Vanya.

Los cuatro nos mantuvimos en el mismo sitio charlando y riendo sobre cosas al azar. Sebastián destacó el hecho de que su hermano le había estado hablando mucho sobre mí, me hizo prometerle que no le diría nada de eso a Alexander.

La cena se sirvió y noté que a dos mesas de la nuestra se encontraban Savannah, Logan, Hazel, Harley, la madre de Norel y su esposo. En cierto momento Logan me sonrió y un nudo se me formó en la boca del estómago. De repente los brazos y el cuello me habían empezado a doler y mis ganas de llorar aparecieron, gracias a Dios Norel notó lo que estaba pasando y me hizo retirar la mirada.

No pude digerir casi nada, pero la charla en nuestra mesa era amena, Sebastián tuvo que sentarse con su familia en la mesa principal, pero no dejaba de mirar a Vanya ni un solo segundo, por un momento envidié lo que estos tenían.

—Los envidio —me susurró Norel leyendo mis pensamientos— Es que solo miralos —respiró hondo— Él la observa como si ella lo fuera todo y ella ni decirte lo loca que esta por él.

—Ya tienes algo igual —comenté.

—Lo sé —respondió con la frente en alto.

—Yo los envidio a ambos —comenté colocando mi barbilla entre mis manos sin querer observando a Alexander.

—Ya conseguirás algo mejor, lo verás —me abrazó y observo en la dirección que yo lo hacía— Alec puede que sea algo inestable —añadió— Pero no es malo, solo algunas cosas de la vida lo han hecho así.

—¿Cómo que cosas? —pregunté sin poder evitarlo, sé que Norel sabe más de él que yo.

—Cosas —dijo desviando la mirada— No es mi trabajo contarte. Además de que me enteré de una fuente confiable, pero dañina. Ya con el tiempo te dirá.

—¿Qué te hace pensar que el tiempo nos acercará?

—Ya lo hizo —sonrió y se puso de pie— Voy al baño.

Me quedé sentada en silencio durante un largo rato. Podría decirse que disocié la mayoría de este. Vanya me hablaba sobre algo y yo no tenía ni idea de que era. Tuve que detenerla y hacer que me contara todo desde cero para poder comprender. Me contó la inseguridad que sentía al estar con Sebastián, puesto que él era un joven muy deseado en el ámbito de su trabajo, lo había notado cuando fue a visitarlo al hospital en el que él tiene su consultorio.

Yo solo pude asentir e intentar darle algún consejo, cosa que no se me daba de maravilla, pero que ella apreciaba por el intento. La cena concluyó con un discurso por parte de Alicia y su esposo, luego todo el mundo se quedó charlando por unos minutos antes que la ronda de postre fuera servida. Había aprovechado el hecho de que la madre de Vanya había pedido una botella de whisky escoses y tomé unos cuantos sobos...más bien vasos.

—No deberías estar tomando —susurró Alexander a mi oído— ¿Podemos hablar? —preguntó y Norel asintió por mí.

—Sí. Ella hablará contigo —me miró abriendo mucho los ojos— Vamos rubia, de pie.

Alexander me tendio la mano y yo la tomé. Nos encaminamos hacia dos grandes robles que estaban a unos metros de la última mesa. Raramente el aire acá era más puro, denso, como si los árboles en si tuvieran una atmosfera propia, la brisa soplaba con calma y hacia mover lentamente los flecos de mi vestido.

—¿Y? —pregunté rodeando el árbol con él a mi espalda.

—No he podido parar de mirarte en toda la noche —soltó y obviamente yo sonreí. No le admitiría que también lo miraba cuando él no lo notaba.

—¿Debería decir gracias?

—No —sonrió divertido— Val, solo quería decirte que definitivamente cortaré mi relación con Hazel.

Ok, eso si no me lo esperaba tan pronto.

Tuve que toser ligeramente, porque me había empezado a ahogar con mi propia saliva.

—¿Por qué? —pregunté deteniéndome.

—No lo sé —se encogió de hombros y siguió caminando conmigo detrás.

—¿Lo haces por mí?

—Posiblemente —se detuvo frente a mi— ¿Eso es malo?

—Sí —respondí— La dejas porque esperas algo de mí. No deberías hacer eso.

—Más bien espero algo de mí —volvió a darle otra vuelta al árbol— Hazel es... no sé, dulce, a su manera, pero nuestra relación no se basa en algo íntimo.

Luego de eso seguimos en silencio, no fue incomodo, solamente nos dimos tiempo de asimilar las palabras ya dichas. En cierto momento, que yo ignoro, Logan se acercó a nosotros.

El simple hecho de su presencia hizo que el ambiente se tornara sombrío, Alexander intento echarlo, pero él se negó hasta que acepté hablar con él y nos retiramos a un par de metro de los árboles.

—Cualquier cosa, gritas y yo le rompo la cara —dijo antes de dejarme ir con Logan.

Caminé pesadamente hacia la parte trasera de la casa donde Logan esperaba para "charlar" esta vez le dejaré bien en claro que esta relación se acabó para siempre.

—Luces preciosa —comentó a una distancia considerable— Val, mi intención no era herirte. Eres lo que más aprecio en el mundo —se acercó dos pasos y yo retrocedí tres.

—No te quiero cerca, Logan —dije con rabia— No cometeré un error tres veces, estoy harta de ti y de tu actitud.

—Val —susurró acercándose y yo al intentar retroceder choqué de espaldas con la pared.

—Me das miedo —solté de repente y sus ojos tomaron un brillo tenebroso.

—Lo sé —respondió— Y me gusta que me temas, porque así debe de ser. Tu eres mi novia, debes hacerme caso cuando te pido que me beses.

—¡Que no soy tu novia, jodido enfermo! —le grité y él me tomó del brazo.

—Val —susurró con tranquilidad— Es mejor hacer las cosas por las buenas y retomar este noviazgo donde lo dejamos en California.

—¿En las veces que me dijiste que estarías en Jersey cuando en verdad te estabas tirando a Savannah? —le grité.

—¡Que te calles, maldita sea! —gritó de vuelta y me dio una bofetada.

Por un momento la vista se me nubló y las piernas me empezaron a fallar. Logan me tomó de un brazo y con la otra mano se mantuvo tapándome la boca. Poco a poco empezó a besar mi cuello y todo mis sentidos se alertaron, empecé a golpearlo, pero era un trabajo casi imposible, aparte de que casi me doblaba el tamaño, también me doblaba el peso y la fuerza, la desesperación se empezó a apoderar de mí.

Las lágrimas salían de mis ojos como ríos. Logan estaba colocado a horcadas sobre mí, con una de sus manos mantenía las mías por encima de mi cabeza y las piernas inmovilizadas con las suyas, pasaba asquerosamente su lengua por mi cuello y su mano recorría el área de mis muslos.

—No dejaré que Alexander te haga suya primero —susurró en mi oído y yo, en vano, intenté gritar— Te lo prometí y tú serás mía.

Lloraba sintiéndome indefensa y débil bajo su presión. Asimilar el hecho de que Logan estaba a punto de abusar de mí solo hizo que el alma se me rompiera y que los recuerdos se amotinaran en mi mente.

De repente me encontré llorando escaleras abajo mientras partes de mi vestido estaban hechas jirones, Karina venia detrás de mi gritando improperios mientras yo solo lloraba a gritos y todos me observaban como si fuera un bicho extraño. Recordé la razón del accidente, el cómo mi mejor amiga había perdido la vida, recordé como si fuese un cuadro fotográfico cada evento de esa noche y eso me brindo un arranque de energía para zafar las manos de Logan de mi boca y gritar con todas mis fuerzas por encima del ruido de la música.

Logan volvió a golpearme y sentí como la sangre empezaba a gotear de mi nariz. De un tirón arrancó mi ropa interior y volvió a pasar sus manos por mis muslos subiéndolas lentamente y apretando la mano sobre mi boca.

—Si vuelves a gritar, será mucho peor para ti —siseó mientras yo intentaba zafar mis piernas o mis brazos.

Mi cuerpo empezó a quedarse sin energía y solo me quedaba llorar e intentar gritar de desesperación. Creí todo perdido cuando alguien llegó y le propinó un tremendo golpe a Logan que este cayó rodando a mi derecha.

Mi llanto se intensifico y todo mi cuerpo temblaba de miedo y pánico, mi vista se aclaró lo suficiente para ver a Alexander golpeando a Logan una y otra vez hasta que su puño se llenó de sangre. Bajo la tenue luz su cuerpo lucia totalmente rígido y lleno de furia, le propinó otro golpe antes de girarse a mí. Su cara cambio drásticamente de la furia al dolor, le asestó un último golpe dejándolo inconsciente para luego detenerse frente a mí. Observó mi vestido roto por las costuras de arriba donde Logan había pasado sus manos, miró mi ropa interior tirada en un lado y su cuerpo volvió a tensarse, noté como apretaba la mandíbula y los puños.

—Lo voy a matar. Te lo juro —susurró antes de quitarse la chaqueta del traje y ponérmela— ¿Puedes levantarte? —preguntó y yo solo podía articular alaridos y sollozos. Él lo tomó como un no y se incorporó para cargarme.

Me levantó como si no pesara una céntima de kilo y se encamino por una puerta que no había visto. Entramos por la cocina donde varios empleados que preparaban bebidas nos miraron alarmados por un momento. Yo seguía llorando sin control cuando entramos en el salón vacío y mi rostro ensangrentado se encontró con los rostros de Sebastián y Vanya que bailaban solos a una música ligera.

—Alexander ¿Qué pasó? —preguntó Sebastián alarmado— ¿ Val, estás bien?

—Claro que no lo está —bramó Alexander subiendo las escaleras conmigo en brazos.

—Buscaré a Norel —comentó Vanya y salió corriendo por otra puerta.

Sebastián nos siguió escaleras arriba y su rostro reflejaba mil emociones al mismo tiempo y ninguna era buena.

—Sebastián, busca a Logan y asegurate que no salga de esta casa —volvió a bramar Alexander abriendo la puerta de su habitación— Si Alicia o papá preguntan, inventate algo, pero ese tipo no sale vivo de estas instalaciones.

Sebastián con solo verme asimiló lo que había sucedido. No rechistó o contradijo alguna palabra de Alexander y salió de la habitación a paso decidido. Todo mi cuerpo temblaba de miedo, impotencia y rabia, me sentía asqueada, desnuda, y herida emocionalmente. Alexander me dejó sobre la cama y se sentó frente a mí, no emitió palabra alguna, solo se limitó a sostener mis manos mientras yo lloraba. Estuvimos unos 15 minutos en esta misma posición hasta que un arranque de ira se apodero de mi cuerpo.

—Me siento... me siento sucia —grité quitándome una suciedad invisible de mis brazos— No... no puedo... yo... no puedo con esto —sollocé y empecé a arrancar las costuras ya dañadas de mi vestido— Soy un asco... esto... yo... me odio... odio esto.

—No —sentencio él— No hagas esto. No es tu culpa —me tomó con cuidado de los hombros— Mirame, Valentina —susurró— Val, mirame. No fue tu culpa, ese maldito me las va a pagar, creeme, pero esto no es tu culpa.

—Él... él me iba a violar —mascullé mirando mis piernas— Él me tocó... me tocó —grité una y otra vez— Tuve mucho miedo.

—Lo sé, pero ahora estás bien. Estoy aquí para cuidarte.

—No debí subir —mascullé y Alexander me miró extrañado— Debí esperarla donde me dijo.

—¿Qué?

—Por su culpa murió —susurré— Ella me encontró, lo golpeo... fui una cobarde.

—¿Val, de qué hablas?

—Karina me sacó de ahí... ella iba al volante —volví a sollozar— Mis gritos la desconcentraron y algo nos golpeó.

Alexander me abrazó y yo volví a llorar como una niña pequeña en sus brazos.

—El auto salió de la carretera —seguí hablando— Los cristales... su cuello sangraba... mi pecho, su rostro, ella quería ayudarme...

—Lo siento tanto, mi pequeña Van Gogh —susurró con dolor.

—Fue su culpa —mascullé— Él intento violarme entonces, lo intento ahora, soy una estúpida —dije secándome las lágrimas— ¡Soy una estúpida! —grité con todo el aire de mis pulmones— ¡Lo odio! ¡Lo odio! ¡Lo odio!

—Shhh —susurró Alexander meciéndome en sus brazos— Estarás bien, lo prometo.

Mis emociones fueron un gran desastre por aproximadamente dos horas.

Sebastián vino a buscar a Alexander y tenía las mangas de su camisa todas tintadas de rojo, supuse que había encontrado a Logan. Norel se había marchado y por eso Vanya no lo encontraba. Ella se quedó conmigo cuando Alexander y su hermano se marcharon. Me ayudó a darme un baño y se quedó acostada conmigo hasta que estuve totalmente dormida.

Quisiera decir que mis sueños fueron apacibles y que pude conseguir algo de tranquilidad en ellos, pero mentiría. Todos mis sueños fueron distintos, pero en todos destacaba en que eran memorias que había vivido con mi mejor amiga.

Las cosas a partir de ahí no fueronnada buenas. 








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