CAPITULO 35.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

NOTITA PORQUE SI:

Actualizaré hoy para darles las gracias porque VALENTINA HA LLEGADO A LAS 8 MIL LECTURAS EN SOLO 8 MESES!!! 

Muchisimas gracias en serio, arriba les dejo una canción de Mehro (si, este chico se me ha vuelto una obsesión) disfruten de su nueva actualización, los y las amo <3



(***)



Al cabo de un rato mi maquillaje se había vuelto nada y mi pecho dolía como nunca. Puedo decir que de cierto modo llorar de la manera en la que lo acabo de hacer me liberó y pude levantar la cabeza decidida a afrontar la noche. Decidida a afrontarlo a él.

—Vanya —susurré y ella se acercó a la silla donde yo estaba sentada— ¿Me prestas tu maquillaje? Creo que no luzco muy presentable así.

—¿Volveremos a la fiesta? —preguntó con algo de duda.

—Es solo Alexander, eso no... —tragué en seco— Eso no tiene por qué ser un inconveniente.

—¿Estás segura, rubia? —preguntó Norel.

—Estoy segura —me puse de pie y me encaminé al espejo— Kevin ha de estar allí abajo aburrido —lo miré— Sebastián te ha de estar esperando —me dirigí a Vanya— Gray está despierto otra vez y todos podemos volver a disfrutar de la fiesta.

Ambos me miraron como si estuviera loca, pero yo necesitaba que creyeran que podía con esto o simplemente volvería a derrumbarme y no podía permitir que ocurriera otra vez.

Una vez prometí no otorgarle la carta verde para que jugara conmigo, quiero creer que no lo hice y que sigo siendo dueña de mis emociones.

Bajamos al primer nivel donde todos bailaban canciones lentas que eran tocadas por un cuarteto de cuerdas que yo conocía bien. Alexander y Bianca estaba sentados en el sofá contrario a Kevin, Sebastián y Edward. Estos tres observaban a Alexander con un ápice de odio, y la tensión podría cortarse con el cuchillo menos afilado del mundo.

—Val —habló Edward acercándose a mi— ¿Si quieres podemos salir a otro lado?

—No, está bien —mentí sintiendo el pulso acelerado— Tú y yo estábamos en medio de una conversación antes de que nos interrumpirá... el ruido —dije con una sonrisa que me costó demasiada energía— ¿Hablamos ahora?

—Mmm, sí... sí, claro —dijo una sonrisa en el rostro que me dio más fuerza para seguir con mi cuartada.

Bajo la atenta mirada de Alexander me encaminé a la pista de baile con Edward. Él me miraba con curiosidad sabiendo que algo ocultaba, pero aun así no hizo comentario alguno. La voz de Mehro inundó el salón y empezamos a bailar lentamente al ritmo de la canción, una letra algo triste y ajustada a mi estado emocional.

—Creo que no debería continuar la charla que tenía planeada —dijo al fin y yo alcé mi rostro para mirarlo a los ojos— Sé que ver a Alexander te ha afectado. Tus ojos me lo dicen.

—¿Tan mal me veo? —pregunto en un tono de burla y él sonríe abiertamente.

—No, no te ves mal, es solo que la tristeza que sientes se refleja —me dio un pequeño giro— No estoy seguro de que...

—¿Qué me querías decir hace un rato?

—Mejor charlemos eso en otro rato.

Negué lentamente.

—Quiero escucharlo ahora.

—Si tanto insistes —intentó ocultar una pequeña sonrisa— Hace un rato quería pedirte que fueras... no sé... mi novia —dijo con duda— Llevamos unos meses conociéndonos mejor y debo admitir que mientras más veo cosas nuevas de ti, más me gustas, Valentina —la canción cambió, pero nosotros seguíamos bailando al mismo ritmo— Siento que nosotros funcionaríamos de maravilla, yo me esforzaría porque así fuera.

—Edward... —mascullé conmovida por sus palabras.

—...En serio siento tantas cosas por ti y tengo miedo de herirte, no quiero que sufras más, mereces el cielo porque eres el ángel más perfecto que he conocido —colocó una mano en mi mejilla y todo mi cuerpo aflojó la tensión que había guardado. Se sentía bien un tacto suave y dulce después de tanto tiempo— No quiero arruinar las cosas.

—Y no las estás arruinando —acerqué mi rostro al suyo por puro impulso y nuestras narices se tocaron— Hace semanas esperaba que me dijeras eso.

—¿En serio? —su voz denotaba emoción pura.

—Muy enserio —asentí aun pegada a su rostro— Te diría que sí en cualquier circunstancia.

—Entonces... ¿Sí quieres ser mi novia? —agarró mi rostro con ambas manos.

—Claro que quiero ser tu novia —sonreí olvidando momentáneamente donde estábamos y sintiéndome feliz por unos segundos, que para mi bien, se sintieron eternos.

Seguimos bailando todas las canciones que siguieron hasta que mis pies no pudieron más. Mi humor había cambiado por completo, mi sonrisa ya no se sentía del todo pesada, pero todavía sentía la falsedad en ella. Edward y yo caminamos de la mano hasta donde estaban sentados nuestros amigos, lo bueno es que Alexander se había alejado, lo visualicé charlando con su padre y un chico de tez morena que sonreía abiertamente, sin embargo su novia si se había quedado en el lugar.

—¿De qué nos hemos perdido? —preguntó Norel levantando una ceja.

—Bueno... Edward y yo —miré al chico del que iba de la mano— Edward y yo somos pareja, definitivamente.

—¡Eso es increíble! —Vanya se colocó de pie entregándole el niño a Sebastián y me abrazó con mucha euforia— Edward —lo miró sonriente— Creeme cuando te digo que esta chica besa increíble.

—Ya lo creo... hey... espera un momento —frunció el entrecejo— ¿Tú cómo sabes eso? —preguntó, Vanya se dio media vuelta y yo volteé la mirada evitando reírme a carcajadas.

Todos se levantaron y nos envolvieron en abrazos de felicitaciones, me sentía bien y con mejor animo que hacia un rato. Las charlas volvieron a instalarse y esta vez yo estaba al lado de Edwar abrazándolo, Bianca todavía estaba sentada en su lugar mirándonos con una sonrisa en el rostro, lo que más me sorprendió fue no notar ni un poco de mala intención en eso.

Veinte minutos antes de año nuevo Alexander volvió a sentarse con nosotros. Su mirada se posó en Edward y en mí, y vi como sus ojos divagaron buscando los míos, pero yo no le di el placer de ver como me había dañado, solo me mantuve sonriendo y sintiéndome feliz por intentar recobrarme de sus palabras. Todos empezaron a buscar sus abrigos para dirigirnos a la orilla del lago y ver el nuevo año levantarse.

—Valentina —Alicia me tomó del brazo y caminamos hacia la habitación donde estaban los abrigos— Siento tanto esto —su rostro lucia sonrojado por la vergüenza— En serio no sabía que Alexander se iba a presentar, Brent no me contó nada de esto.

—Alicia —me detuve y le brindé la sonrisa más cálida que pude— Está bien, no te voy a mentir diciéndote que no me afectó, pero estoy bien. Edward y yo hemos disidido intentarlo y a partir de ahora somos pareja.

—Esa es una noticia fantástica —dio un pequeño brinco— Ese chico se le notaba a leguas que se muere por ti.

Ya todos estábamos en el patio trasero y el reloj iba en cuenta regresiva. Norel y Kevin se habían apartado un poco, Vanya y Sebastián estaban sentados cubriendo al pequeño Gray que reía a mares con su tío Mauro, Alexander y Bianca estaban acompañados por el chico de tes morena y yo me encontraba abrazada a Edward mientras el acariciaba mi pelo con cuidado.

Empezamos a contar desde diez y mi mente quiso llevarme a un viaje en el año nuevo pasado, pero no la dejé, a partir de ahora yo tendré el control sobre las cosas que quiero recordar y las que no. En cierto momento mi mirada y la de Alexander se cruzaron y sus ojos reflejaron pena, deseé que los míos no. Perdí la noción del tiempo rondando esa idea y volví a mi cuando todos exclamaron "Feliz Año Nuevo", Kevin cargó en brazos a Norel y lo besó con descaro, Sebastián acunó el rostro de Vanya y la ternura que reflejaban como familia fue inmensa y yo besé al chico que me tenia en sus brazos y que estoy segura me haría feliz después de todo.

—¿Qué haces acá arriba? —preguntó Sebastián entrando con cuidado en la habitación— Gina me ha dicho que le pediste te dejara cuidar a Gray, ¿Estás bien? —se colocó a mi lado al lado de las ventanas.

—Sí, estoy bien —sonreí con sinceridad esta vez— Edward se tuvo que ir, hubo una emergencia en el hospital.

—Lo sé, me pidió que te cuidara —rio a lo bajo— Kevin y Norel se han ido, mandaron a decir que no dormirán en la casa hoy.

—Eso me lo presentía —afirmé colocándome mejor el abrigo— ¿Vanya?

—La dejé bailando con papá en el primer nivel. Su madre ya se ha ido a dormir —respiró hondo y sabía que tema iba a tocar— Estuve hablando con Alexander...

—Eso no es de mi incumbencia —intervine— En serio no quiero escuchar de él. Pediré un taxi e iré a casa en un rato, solo disfruto de la vista —volteé la mirada a la ciudad que se extendía a lo lejos.

—No le doy la razón por nada de lo que ha pasado, fue su culpa todo el sufrimiento y disgusto que ha creado —continuó hablando— Pero si lo escucharás...

—No quiero —dije zanjando la charla— No lo haré.

Sebastián asintió lentamente y me envolvió en un abrazo.

—Lo entiendo, solo necesitaba confirmar lo que ya le dije a él —comentó y no sé porque eso me hizo sonreír— Feliz año nuevo, Val.

—Feliz año nuevo, Sebas.

El pequeño Gray volvió a despertar. Sí, otra vez. El dormir por horas largas no es su fuerte, así que me recosté a jugar un poco con él y a sinceridad me olvidé de que ya pasaban de las dos de la mañana y que en serio estaba agotada. Estaba al punto de quedarme dormida con el niño jugando con mi pelo, cuando la puerta de la habitación se abrió y yo me incorporé de golpe tomándolo en mis brazos como primer instinto.

—¿Podemos hablar?

—No quiero hablar —dije dándole la espalda mientras el bebé gruñía porque ya no estaba cómodo. Te entiendo Gray, yo tampoco lo estoy— Solo quiero algo de paz.

—Val, solo quiero disculparme —lo escuché dar un paso— Mereces una explicación.

—Eso creí en su momento —lo enfrenté y mi pulso se aceleró— Pero luego entendí que si en serio deseabas darme una explicación lo hubieses hecho hace meses. Creo que ya vale decir hace un año ¿No?

Se quedó en silencio así que proseguí descargando todas las cosas que necesitaba decirle.

—No sabes lo mucho que sufrí. No exactamente cuando te vi en televisión internacional con "El ángel de Venecia", no, claro que no, vengo sufriendo desde que te marchaste de mi lado en Londres —las lágrimas amenazaron por salir y las dejé— Me dolió cada maldito día en que me ignorabas, en que no tomabas mis llamadas. Cada día que pensaba en ti y en lo mucho que te extrañaba, hasta me llegué a plantear la idea de dejar mi sueño por ti, ¿Nunca te lo dije? —mi respiración se volvió pesada— En serio me permití enamorarme de ti y me arrepiento, no solo tú lo haces. Creí que serias esa constante en mi vida, que te quedarías conmigo, pero no es así, ahora lo entiendo y vaya la manera en la que tuve que.

—Val, en serio lo siento —sus ojos se pusieron cristalinos— Sé lo que sientes, yo también lo siento, todavía te amo mucho y...

—...Nada —lo interrumpí con furia— Y nada, Alexander, no mereces que yo te escuche, no mereces que te esté llorando tanto y aquí estamos.

—Bianca y yo... lo que pasa entre ella y yo sé que lo podrías entender si me dejas explicarte.

Negué varias veces con la cabeza mientras las lágrimas seguían corriendo por mis mejillas.

—Una vez me dijiste que no creyera nada de lo que dices...

—No uses mis palabras contra mí, no ahora, por favor...

—Una vez me dijiste que no creyera nada de lo que dices —repetí firmemente— Luego de un tropiezo tras otro, definitivamente ya no lo hago. Ya no creo una sola palabra de lo que dices, ya no creo que sea necesario si quiera escucharte.

El silencio se adueñó de la habitación, mi cuerpo temblaba y deseaba volver a tumbarme en el suelo y llorar. Alexander estaba rígido y me observaba como si cada palabra hubiese pegado en un punto exacto de sus sentimientos, espero que haya sido así, porque en el fondo quiero que esté tan herido como yo, que lo sienta tanto como yo y que si en algún momento lo hace, llore tanto como yo.

—Siempre seguiré buscando tu perdón, aunque no lo merezca —dijo respirando pesado— Eres el amor de mi vida y eso no lo cambiara nadie, ni siquiera los años.

—Nunca retes al tiempo en una carrera —dije haciendo acopio de toda mi fuerza de voluntad y mirándolo fijamente a los ojos— Puede que pierdas y tu meta final sea un acantilado de tus propias promesas, Alexander Bennett.





..............................................................................................................................


**Acá es donde deciden su ship preferido son #TeamValec (Valentina y Alexander (o Alec)) o son #TeamValed (Valentina y Edward)









ME AYUDARIAN MUCHO DEJANDO SUS COMENTARIOS, VOTOS Y GUARDANDO LA NOVELA EN SUS LISTAS DE LECTURAS... TAMBIEN SI LA QUIEREN RECOMENDAR SE LES AGRADECE DESDE EL ALMA...

LES QUIERO CON TODA MI ALMA SOLO POR LEERME Y RECUERDEN EL PLAYLIST ACA ABAJO LES DEJO MI INFO POR SI QUIEREN CHARLAR UN RATO.

RECUERDEN QUE MIDNIGHT SILHOUETTES YA ESTÁ DISPONIBLE Y LA PUEDEN LEER <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro