El Carro-Aire dejó a Catalina en el lanzador de su distrito; un teletransportador que llevaba personas hacia y desde una de las muchas estaciones espaciales en órbita alrededor de la Tierra. Comprobó su Máscara, que la disfrazaba como una mujer Tierramarciana con una larga trenza roja.

Las estaciones espaciales eran en su mayoría centros con apartamentos, bares y aulas de realidad aumentada, pero algunas de ellas eran las famosas y crueles prisiones para criminales Tierrestrales y extraterrestres— principalmente estos últimos, ya que los Tierrestrales generalmente eran enviados a prisiones en el planeta que no eran tan crueles. Como las estaciones estaban tan cercanas, se las consideró peligrosas, y algunos presos escapaban y atacaban las estaciones centrales. Si los padres de Cat supieran que ella iba allí...

Conectó su chip de piratería y reemplazó la ruta rastreada por una falsa hacia el Museo de Arte y Diseño. Hackear la memoria de un Carro-Aire era un juego de niños. Otra habilidad que mantuvo oculta a sus padres.

Entró en el lanzador y se metió en una de las esferas del interior. "¿Nombre del viajero?"

"Seema Crockett", dijo, usando su identificación falsa.

"Bienvenida, Sra. Crockett. Seleccione uno de sus destinos guardados o ingrese uno nuevo".

Seleccionó 'Genesis X' y se reclinó para que se activara el lanzador. Su estómago cayó cuando la esfera se lanzó hacia el cielo, su cuerpo temblado por escalofríos de emoción. Las nubes pasaron velozmente, luego el cielo azul se volvió negro y aparecieron los brillantes anillos de metal, rodeando un reluciente globo de plata.

La esfera disminuyó gradualmente su velocidad hasta llegar a los nodos del lanzador, conectándose con la estación. Catalina salió y caminó por el pasillo hasta llegar al atrio, que bullía de movimiento y charla. La estación Génesis X era la más antigua de todas las estaciones y la más cercana a la Tierra. Las prisiones eran las más alejadas, pero las estaciones podían servir de puente para los presos fugitivos. Era un tema por el que la gente había protestado durante años, pero las autoridades no habían cambiado ninguna de las coordenadas de las estaciones.

En el atrio, Catalina notó un aumento significativo de guardias armados y robots de SEGURO desde la última vez que lo visitó. Su respuesta apareció en una de las muchas pantallas holográficas que la rodeaban: 'PRECAUCIÓN: Convicto fugitivo suelto. Ejercen vigilancia'.

Se adentró más en la estación, entrando en la biblioteca de la estación, y navegó hasta un estante oculto y sin uso. Usando su número de identificación falso, desactivó el holograma y entró en el bar oculto; Cosmos. Una vez dentro, desactivó su Máscara, ya sin la necesidad.

Había estado trabajando aquí durante un año, pero todavía tenía la misma ansiedad y miedo de que sus padres se enteraran de alguna manera. Especialmente su madre. Su apogeo hacía tiempo que había terminado, con la población Socializadora volviéndose más superficial con la nueva generación y la carrera de reina de belleza saliendo de órbita.

Sin embargo, su madre todavía tenía reputación de haber sido dos veces ganadora de Miss Vía Láctea, y si alguien supiera que su hija estaba trabajando en secreto en un bar ilegal para ahorrar dígitos para su educación de Diseño, definitivamente estaría en todo el Hub.

Su mejor amiga virtual, Xara, le decía, "Busca otro trabajo, nena". Pero era difícil encontrar empleos en el planeta para una joven de 16 años sin título, especialmente en su campo de especialización. Los diseñadores normalmente prosperaban en el mundo Versus, pero Dios sabía que la familia de Catalina no podía permitirse el lujo de enviarla a la escuela de diseño de Fistborn. Solo tenían becas completas para luchadores del Versus.

El pensamiento le recordó a su hermana mayor. Suspiró al pensar en sufrir junto a esas chicas, deseando una vida a la que había renunciado. Catalina sabía que todavía tenía el don. Ella podía verlo. Aquellos evaluadores que la rechazaron hace tantos años se perdieron la oportunidad de tener una gran luchadora en su equipo.

"Infierno de Arándano mediano, por favor". Uno de sus clientes habituales, Scaaskal, estaba sentado en el mostrador, su pelo verde neón cegando a Catalina, como siempre.

Al ser un bar ilegal, el AIDA no era el más funcional, de ahí el trabajo de Catalina como camarera. Generó la bebida para Scaaskal y buscó nuevos clientes. La hora punta apenas comenzaba.

"Pareces molesta", observó.

"¿Qué? No estoy molesta".

Él se encogió de hombros. "Lo pareces". Bebió su licor marciano. "¿Es tu hermana otra vez? ¿No aplicó?"

Catalina suspiró y sacudió la cabeza en silencio, tomando el pedido de otro cliente.

"Lo supuse. Ella realmente no parece ese tipo. Estás ejecutando un código muerto".

"No es que ella no sea el tipo, es que cree que no es el tipo. Y lo es. La vi entrenar durante años y fue increíble".

"Sati, si está dispuesta a darse por vencida tan fácilmente, no es de ese tipo. El Versus no es para los que se dan por vencidos", dijo amablemente, usando la palabra marciana-Eseti para su apodo, Cat. "¿Qué digo siempre? 'Linli aben linlia'". La frase se traducía aproximadamente como 'Sobresalte donde se puede sobresalir'.

"Exactamente. Ha linli ua Versus", respondió Catalina. Su Eseti no era la mejor, pero había aprendido mucho de Scaaskal.

"Pero si no lo persigue, no lo logrará. Vamos, Sati. Es tiempo de dejarlo ir".

Catalina se apoyó en el mostrador y se miró las uñas. No estaban pintados ni bonitos. Estaban mordidos y desiguales. Tenía la mala costumbre de morderse las uñas cuando estaba ansiosa y nunca se molestaba en arreglarlas, aunque solo le llevaría un segundo. Calista tendría un aneurisma si se viera las uñas.

Ese no podría ser el verdadero yo de Calista. Tal vez algo de su vanidad e inseguridad permaneciera, se convirtiera en parte de su verdadero yo, pero en el fondo... Cat sabía que su hermana era una persona diferente. Mucho mejor de lo que ella se pretendía ser.

"Eabola Shock, poco-" La voz del cliente falló y cambió a otro idioma. Gruñó, molesto, y jugueteó con el chip traductor invisible en su mejilla, reanudando su orden. "Lo siento. Eabola Shock, poco iyote".

"Eso es ron Paeseoano, ¿correcto?" preguntó Catalina mientras ingresaba el pedido.

"Correcto".

Mientras generaba la bebida del hombre, lo miró fijamente y entrecerró los ojos. Había algo en él que le resultaba familiar. Llevaba una capa que ocultaba su rostro y una Máscara con fallas, pero había algo... distinto. Claramente, él era del planeta Paeseo.

"Cat, ¿podrías darme otro?" preguntó Scaaskal.

Catalina mantuvo sus ojos verdes fijos en el Paeseoano mientras le servía la bebida a Scaaskal. Lo notó, mirando al otro cliente. "Catalina, sé que eres soltera, pero podrías optar por alguien más joven", bromeó.

Ella chasqueó la lengua y le dio una palmada juguetona en la frente. "Cállate. ¿Has visto a ese tipo antes?"

"Mmm". Tomó un sorbo de su bebida y miró al hombre. "Es difícil saberlo con esa Máscara. También tiene fallas". Mientras hablaba, la Máscara del cliente brillaba, proyectando un arco iris en movimiento sobre el rostro del Paeseoano. Él gruñó en respuesta, golpeando el alfiler de la Máscara para arreglarlo.

"Lo conozco. Hay algo de él... conozco a este tipo".

"Preguntale".

"No lo sé... ¿y si no es nadie? Qué vergüenza".

Un grito los interrumpió. Un Hajjiano estalló en llamas de furia y empujó con dureza a un Klausiano. Este último generó hielo sobre su piel verde cristalina, protegiéndose de las llamas.

"Ah, siempre me gusta ver pelear a las 'especies superiores'". Scaaskal bebió de un trago el resto de su bebida, haciendo comillas en el aire. Sacó su esfera de Mascota, que flotaba junto a él con alas transparentes, y grabó la pelea del bar. Catalina retrocedió, sabiendo que no debía meterse entre dos especies poderosas y de mal carácter.

El Hajjiano imprudentemente lanzó llamas al Klausiano, quien se protegió con hielo y rápidamente apagó el fuego que se estaba formando a su alrededor. Catalina quedó sorprendida por su desinterés; la mayoría de las 'especies superiores' como ellos o como los Dnilianos y los Voraxianos generalmente no se preocupaban por las personas que los rodeaban.

El Klausiano fue arrojado repentinamente sobre el hombro del Hajjiano, chocando contra el Paeseoano encapuchado, que había permanecido en su asiento, sin molestarse por la pelea... hasta ahora, obviamente. El Paeseoano gruñó, molesto, y su Máscara defectuosa se desactivó. Solo entonces Catalina supo exactamente quién era. Por suerte para él, la mayoría de la gente estaba concentrada en la pelea en curso, sin ver la cara del cliente.

"Oh, Dios..." Catalina observó como el hombre escondía su rostro debajo de su capa y comenzaba a irse. "Quédate aquí". Saltó sobre el mostrador, sorprendiendo a Scaaskal.

"Oye, espera, ¿dónde-?"

"¡Disculpe! ¡Señor! ¡Espera! Eh- ¡pae!" Ella tropezó tras el hombre, quien rápidamente ingresó el código para abrir la puerta y salir. Ella lo detuvo justo cuando atravesaba el estante holográfico.

Exclamó en su idioma, apartando su brazo. Catalina corrió delante de él, deteniéndolo. "¡Por favor! Solo espera- pae. Eh... ki ennen Catalina. Am... josi no..." Conocía muy poco los idiomas Paeseoanos; ni siquiera estaba segura de si ese era el idioma que hablaba este hombre.

El hombre golpeó a su traductor para que trabajara. "Ahí está. Chica, déjeme pasar. Necesito-"

"¡Es Benson Kalley!"

"¡Shh!" Miró hacia atrás, paranoico. "¡No tan alto!"

"Perdón. L-lo admiro mucho. Qué está haciendo-"

"Chica, lo siento, no tengo tiempo para darle un autógrafo". Él pasó junto a ella.

"No, no es eso. ¡Espera!" Ella corrió tras él.

"¡¿Podría bajar la voz?!"

"Solo escúchame. Por favor. Prometo que no le diré a nadie si me escucha". Ella reunió su confianza e incluso mostró una sonrisa. "Sé que no le gustaría que nadie supiera que el vicepresidente de Fistborn estaba en un bar ilegal en Génesis X".

Benson se detuvo, suspirando. Después de unos momentos, gimió y regresó a la entrada del bar. El holograma insonorizado mantuvo en silencio la pelea en curso en el bar. "¿Qué quiere?" le preguntó a Catalina.

"Bueno. Como decía, mi nombre es Catalina Medley. Mi hermana, Calista, ha querido ser luchadora desde hace literalmente años, y ha entrenado-"

"Señorita, no puedo garantizar la admisión de ningún estudiante. No depende solo de mí".

"Lo sé, solo quería que la viera. Ella es una gran luchadora. Ha sido difícil para ella y no cree que pueda luchar, pero sé que sí puede. Creo que... tal vez si lo escuchara de alguien como usted, se sentiría... más capaz".

Benson arqueó una ceja. "Si su hermana no cree en sí misma, ¿cómo puede ser una buena luchadora? ¿Ya se ha rendido?"

"Eh- n-no".

Él sonrió. "Tengo un buen detector de caché, nena". Se dio unos golpecitos en la cabeza.

Catalina se sonrojó, avergonzada. "Ella... sé que quiere ser una luchadora. Simplemente no la han alentado lo suficiente. Se lo decimos todo el tiempo, pero ella no nos escucha— digo, su familia. Pero si la viera usted... y le dijera que realmente tiene potencial, sé que podría entrar en Fistborn".

"Las solicitudes cierran en cinco días, señorita. Esto depende de ella".

"Solo quiero que le de una oportunidad. La última vez que aplicó, no se la dieron, a pesar de que tiene un potencial increíble. Usted lo sabe. Habla de eso todo el tiempo; cómo las especies superiores siempre son favorecidas".

"¿Qué es exactamente lo que quiere que haga?"

"Verla pelear. Y decirle a sus colegas que le den una oportunidad. Sé que silo oye decir que tiene lo necesario, aplicará".

"Mmm". Golpeó con el pie. "¿Y si ella falla? Si no es aceptada, ¿qué cree que hará? ¿Rendirse? El Versus no es para este tipo de personas. Estoy tratando de lograr más oportunidades para que los humanos representen su propio planeta, pero seré inteligente al respecto". Le dio unas palmaditas en el hombro a Catalina y salió. "Tendrá que hacer mejor que eso".

"¿Y si la traigo aquí?" Ella lo siguió. "¿Y si... la hago pelear en el bar? ¿Mientras está allí?"

"Muchos errores en ese plan, jovencita. No planeo revelarme, y una pelea de bar difícilmente es comparable a una pelea real".

"No, será... sé que puedo mostrárselo. Y no tendrá que revelarse. Podemos..." Su mente falló mientras intentaba darle sentido a su plan, pero se estaba desmoronando rápidamente. Esta oportunidad se había presentado de manera demasiado repentina para que ella pensara en su solicitud.

Benson sonrió. "Admiro su perseverancia, pero lo siento. Su hermana necesita demostrar su valía. No puede probarla por ella".

Catalina inhaló. "Bueno. Lamento molestarlo, señor Kalley". Ella se giró y luego se detuvo, ocultando una sonrisa. "Gracias de todos modos. A este bar vendrá mucha más gente cuando sepan que alguien tan famoso-"

"No se atreva". Él la detuvo, señalándola seriamente. "La demandaré".

Catalina se encogió de hombros. "Mi mamá ganó Miss Vía Láctea dos veces seguidas. Le pagamos". Eso era mentira, por supuesto; el valor de los dígitos de su madre había disminuido a lo largo de los años en que su trabajo se estaba desmoronando. Pero él no lo sabía. "Además, incluso si me demanda, la gente sabrá que viene aquí".

Benson apretó la mandíbula, claramente frustrado. Catalina nunca pensó que podría irritar tanto a un Paeseoano. Generalmente eran muy tranquilos y amables. "¿Entonces todo lo que quiere es que vea a su hermana pelear en un bar?"

"Así es".

Él se rio entre dientes, en parte por ridículo y en parte por incredulidad. "Nena, es una extraña". Se sopló las mejillas. "Está bien, está bien. Lo tiene. Volveré mañana a esta misma hora. Será mejor que esté aquí con su hermana. Ella debe mostrarme lo que puede hacer sin su ayuda. Pensaré en ayudarla a pasar a la segunda etapa si me impresiona".

"¡Gracias!" Catalina saltó emocionada. "¡Gracias! Muchas gracias. Se lo prometo, ella no lo decepcionará".

"Eso depende de ella". Reactivó su Máscara, arreglándola al fin, y se fue sin decir una palabra más.