capítulo 11

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***Tirón***

Dumbledore miraba enfadado a ambos chicos que habían logrado salirse de su plan. Había visto las serpientes empezar a aislar a Evans y tratarlo con asco, y luego, después lo comenzaron a tratar de nuevo como en un principio, bastante bien.

Luego del partido de quidditch pareció mejorar aún mejor todo, ya que incluso los que aun trataban mal a Evans comenzaron al respetarlo

Había visto a Tom no alejarse en ningún momento del otro muchacho, y eso lo exasperaba, ambos eran tan unidos... tanto como habían sido él y Gellert cuando eran jóvenes... o que tonto había sido en ese momento. Por eso debía salvar a Harry, el niño podría ser como el, encantado por todo lo que le decía tom y las expectativas de obtenerlo todo... pobre y delicioso muchacho.

Sacudió los pensamientos de su cabeza, antes de que puedan irse a su lujuria y terminar teniendo una erección frente a todos los estudiantes y en cambio miro al gran comedor, mientras comía su propio desayuno, examinando las cuatro mesas.

El día de hoy era algo oscuro, afuera estaba lloviendo, y había nubes negras por todos lados... él sabía que significaba... en poco tiempo algo malo pasaría... una tragedia tal vez...

Respiro profundamente. La guerra aun no acababa, Grindelwald se estaba moviendo rápido, ya estaba logrando tomar Francia, era solo cuestión de días que estuviera en sus manos, y según los rumores, una vez que lo obtenga, se moverá rápidamente hacia Gran Bretaña.

Oh~ su pobre y tonto Gellert... ¿acaso no veía lo que estaba provocando, mientras quería separar a nuestro mundo del mundo muggle? ¿Acaso no veía que debían convivir juntos? Los muggles y los magos... serian hermoso, glorioso... si, los magos siempre estarán por encima de unos tontos sin magia, pero así, podríamos esclavizarlos... algunos, los suficientemente ricos e inteligentes, podrían llevar una vida promedio, pero los demás... los demás trabajarían para ellos. Ambos, él y su Gellert podrían mandar, todos se arrodillarían ante ellos, no habría nadie más poderoso que ellos...

Unas exclamaciones lo sacaron de sus cavilaciones. Miro hacia dónde venían, la mesa de las serpientes viscosas.

Todos se notaban preocupados, Evans se encontraba agarrándose el pecho con fuerza mientras respiraba con dificultad, y unos pequeños y casi imperceptibles remolinos plateas giraban a su alrededor, algo que todos ignoraron a favor de ayudar al pobre muchacho.

***TMR//HJP***

Tom miro preocupado a su pareja, que así sin nada más, mientras hablaba amenamente, se comenzó a poner morado, sus ojos verde esmeraldas se comenzaron a poner vidriosos, y miraban a la nada. Su mano agarraba su pecho con fuerza, como si eso le ayudara a respirar.

Se agacho y lo agarro fuertemente contra sí, mientras su mirada vagaba en busca de la enfermera que llego hace no más de dos años, unos meses antes que Harry apareciera en medio del pasillo.

Vio a la mujer acercarse y decirles que se aparten, Slughorn venia preocupado detrás de ella, tratando de saber que le sucedía a su estudiante... Dumbledore también estaba allí, con su estúpida mirada de viejo senil, pareciendo preocupado por Harry... maldito farsante asqueroso.

Pronto se lo llevaron en una camilla hacia la enfermería corriendo. Todas las miradas de los alumnos curiosos detrás de ellos. Y un tom sumamente preocupado.

***TMR//HJP***

Harry se encontraba hablando tranquilo con todos en la mesa mientras desayunaban. Él no tenía hambre, por lo que prefirió tomar solo un café para mantenerse despierto.

Tenía un mal presentimiento desde hace rato, su conciencia pesaba por algo que no sabía descifrar, mientras que su corazón latía desbocado.

Miro alrededor del gran comedor, las tres mesas desayunaban en relativa paz y alegría, sin contar las risas y los gritos, claro. Luego sus ojos se desviaron a la puerta abierta, que daba hacia la salida. Luego miro hacia una ventana, afuera había un fuerte viento, con nueves negras y pesadas, amenazando con una tormenta que comenzaría pronto.

De repente su corazón comenzó a latir más rápido, tanto que parecía que se saldría de su cuerpo. Algo dentro del comenzó a retorcerse, como si intentara ser succionado por un traslador roto.

No sabía qué hacer, su corazón paro en ese momento, pero el sentimiento de succión seguía allí. Cayo de espaldas al piso, se apoyó en sus codos y llevo una mano a su pecho, como si ayudara que respirara. Suaves ondas plateadas giraban alrededor de él, y juro sentir la voz de luna en su mente, repitiendo lo que había dicho noches antes en su sueño.

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

Decía una y otra vez... hasta que entendió sus palabras.

Si su corazón estuviera latiendo, en este momento estaría desbocado, pero no lo hacía.

Intento tomar grandes bocanadas de aire, mientras las palabras se seguían diciendo en su mente sin voluntad propia.

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

*¡NO!*

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

*¡NO!*

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

*¡NO!*

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

*¡NO!*

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

*¡NO!*

"es hora de volver, Harry. No te resistas"

*¡NO!*

No, no, no, no, no, no, todavía no es momento, no se despidió de tom, no lo ha hecho aún...

Sintió que era elevado y puesto en una camilla que se movía con magia, y sumamente apurada.

Sintió que pasaba por cientos de pasillos, hasta que llegaron a su destino.

Ahora estaban en la enfermería supuso, ya que fue apoyado contra el incómodo colchón de allí, con la dura almohada detrás de su cabeza.

Sintió que le sacaban la corbata, que no sabía en qué momento, el mismo había desajustado. Sintió como le sacaron la túnica negra y verde, junto con su pullover gris, y al final le desabrochaban la camisa.

Comenzó a entrar aún más en pánico por las pocas cicatrices allí, pero se calmó rápidamente al recordar que Poppy ya lo había visto antes.

– ¡atrás! –escucho el lejano grito de la enfermera, mientras ponía su varita en su pecho, del lado del corazón.

En ese momento lo noto... el ya no estaba respirando, y su corazón ya no latía.

Pronto sintió un tirón, como intentando que su corazón funcionara de nuevo, tal como hacían las maquinas muggles que se habían inventado años adelante.

Otro tirón.

Recordó cosas de su pasado/futuro. Su primer día en Hogwarts

Otro tirón.

Hermione, Luna, Neville, los gemelos.

Otro tirón.

Recordó el basilisco de la cámara de los secretos.

Otro tirón.

La primera vez que conoció a Sirius.

Otro tirón.

El torneo de los tres magos. La resurrección de Voldemort.

Otro tirón.

Los dementares, el juicio, el dolor en su cicatriz, Dolores Umbridge, el ministerio de magia, la profecía, la muerte de Sirius, Voldemort.

Otro tirón.

El dolor, el infierno que vivió con sus tíos, el jarrón estallado, los golpes, golpes, y la casi violación.

Otro tirón. Ya está seguro que no respira tampoco.

El despertando en la época de Voldemort, el conociendo a Tom, el orfanato, el amor que ambos se profesaban, sus planes.

Sintió, o más bien escucho, el grito desesperado de tom a la lejanía.

– ¡haga algo! ¡Por favor! ¡Él no puede morir! – estaba suplicando su chico mientras lloraba desesperadamente, pero él no podía hacer nada, aunque lo intento no pudo abrir los ojos, no se podía mover, el sentimiento de succión seguía allí, y no podía evitarlo.

Siguió oyendo, esta vez a Madame Pomfrey.

–lo siento muchacho, él ha muerto– se escuchó la voz dolida de la enfermera

– ¡mentira! ¡Eso es mentira! ¡Pruebe una vez más! –exigía entre sollozos desesperados –por favor– dijo en apenas un susurro roto

Pomfrey se movió para ver al estudiante muerto, que se ponía cada vez más pálido, y frio. Luego volvió su vista al otro estudiante, que lloraba desesperado, roto, con su máscara de Slytherin rota por primera vez, mostrando su debilidad ante todos los que estaban en la enfermería, que eran mayormente profesores, y el director.

Slughorn sostenía fuertemente al muchacho que se quería soltar y correr hacia su novio, para abrazarlo y decirle que despierte.

Una lagrima silenciosa cayo de los ojos del profesor de pociones, pero jamás flaqueo en su fuerza.

– ¡POR FAVOR! –Suplico de nuevo el muchacho – ¡Harry! ¡Mi Harry! –lloraba desesperado

El corazón de la enfermera se apretujo, y a pesar de que vio la sutil negación del profesor Dumbledore a intentarlo nuevamente, para no darle esperanzas al muchacho, supuso ella, lo intento.

Se dio vuelta y vio el cuerpo muerto. Había tardado mucho en decidirse, ya no había posibilidad de que el chico despertara, pero lo hizo de todas formas.

Con dolor en su pecho y pequeñas lagrimas silenciosas, apunto su varita al muchacho, justo en su corazón, y murmuro el hechizo una vez más, mucho más fuerte que antes, aunque sabía que no debía hacerse con tanta potencia.

Harry sintió que todo se volvía negro. La sensación de succión termino, y su corazón volvió a latir a un ritmo más constante, mientras su respiración se hizo regular.

No supo que paso luego, ya no se escuchó a tom, tampoco a Poppy, ni a Slughorn consolando a Tom.

Solo hubo oscuridad, pero una muy cálida oscuridad.

***TMR//HJP***

Un silencio sepulcral cayó en la habitación, roto solo por los pequeños sollozos del menor.

Nadie hablaba, en silencio era tenso, podría cortarse hasta con el cuchillo menos afilado de las cocinas.

Pomfrey se había quedado congelada en su lugar, sin despegar su vista del muchacho en la camilla, totalmente estupefacta.

– ¿Poppy? –pregunto Albus, llamando su atención.

–él vive–susurro bajo, pero en el silencio que había en la enfermería se escuchó.

Aun así, el profesor de pociones necesitaba comprobar lo que había dicho.

– ¿Qué? –dijo bajo y sorprendido, aun sin creérselo, pues habían pasado los suficientes minutos para que el muchacho ya no despertara jamás.

–Él vive, Horance... el niño está vivo –dijo con una pequeña sonrisa la joven enfermera.

Unos fuertes sollozos se escucharon en la habitación, todos miraron a Tom.

En el momento en el que su profesor se sorprendió aflojo su agarre, y el Heredero de Slytherin aprovecho ese momento para soltarse y correr hacia Harry, se sentó en la camilla y abrazo con fuerza a su chico, mientras apoyaba su cabeza en su pecho, escuchando el martilleo constante del corazón.

***TMR//HJP***

Sus ojos se abrieron lentamente. Parpadeo varias veces para acostumbrarse a la cesante luz de la enfermería.

Su cuerpo dolía, su pecho más que nada, y tenía todo entumecido.

Miro a su alrededor, vio a Orión Y Walburga a su izquierda hablando en susurros, como si estuvieran discutiendo, no habían notado que despertó.

Al lado de los dos últimos, a unos pasos, estaba, extrañamente, Abraxas Malfoy, que leía un libro de pociones ¿acaso las pociones eran el tema favorito de todos los Malfoy?

A su derecha, en una silla a unos pasos de distancia de su cama, se encontraba Fleamont Potter, durmiendo con la cabeza caída hacia un lado, y sus lentes torcido, eso provoco una pequeña sonrisa en el otro potter... "ese es mi abuelo" pensó con adoración.

Y a su lado, finalmente, sentado en una silla, con los brazos cruzados sobre el colchón y durmiendo con el ceño fruncido, estaba su Tom.

No pudo evitar llevar su brazo hacia la cabeza de tom, y acariciarle sus sedosos cabellos, despertándolo lentamente.

El movimiento fue visto por Walburga que rápidamente termino de hablar con Orión y dijo fuertemente, como una Bashee.

– ¡Harry! –dijo feliz y preocupada. Su voz termino de despertar a los dos dormidos, e hizo que todos se den vuelta para mirarlo.

– ¡cariño! –dijo tom de repente mientras lo traía hacia un abrazo que fue devuelto segundos después.

Cuando se separaron, Riddle no pudo evitar atraer su rostro y besarlo profundamente, fue correspondido de inmediato.

–Yo--- –dijo con voz rasposa en menor cuando se separaron. Tom entendió perfectamente, y le pidió a un elfo que le trajera un vaso de agua, que Harry bebió inmediatamente.

– ¿Cómo te sientes? –pregunto el potter abuelo joven.

–yo... mejor... pero creo que necesito una poción para el dolor de mis músculos, el dolor de cabeza... y una cálida ducha –dijo con la voz ronca mientras sonreía divertido

En ese momento, la joven Walburga Black no pudo más, y estallo en enojo.

– ¡como!... ¿¡cómo te atreves a bromear con esto!? ¡Niño tonto! ¡Podrías a ver muerto! –le dijo histérica, tal como una madre lo haría... como lo haría Hermione.

–tranquila, Wal... estoy bien... actúas como mi madre– dijo con una pequeña sonrisa –estoy vivo y bien –dijo de nuevo, remarcando el bien.

–más te vale mocoso, porque si no... si no... Ugh –grito en frustración y levanto sus manos al cielo, tal como lo haría mione, solo le falta el cabello alborotado, y ojos chocolate. –Iré a buscar a Madame Pomfrey, no te muevas de esa cama– dijo mandona

–Walburga, cálmate –dijo intentando tranquilizarla Orión, pero lo que recibió en respuesta fue que le mandaran una mirada matadora.

Harry quería reírse a carcajadas por el parecido que tenía la sangre pura con su amiga nacida de muggles, y quería decirlo, pero prefirió callar, no necesita una maldición ese día, menos de la loca Black.

Giro su vista al divertido rubio, que mantenía una sonrisa marca Malfoy, o "come mierda" como le decía él.

– ¿Por qué siento que no debería sorprenderme que casi mueras? –pregunto

Harry lo miro con una sonrisa, y haciéndose el tonto, sabiendo que ellos, sin contar a tom, no sabían de sus aventuras.

–No lo sé– la sonrisa juguetona en sus labios se borró al ver la mirada que estaba obteniendo de su abuelo y de Tom

–me asustaste, realmente lo hiciste, creí por un momento que te perdía. Habías dejado de respirar, y habían pasado el suficiente tiempo para que ya no pudieran traerte de vuelta... fue un milagro que estés aquí... no te atrevas... –lo miro seriamente mientras callaba unos segundos –no te atrevas a volver a hacer esto –

En ese momento Harry lo vio, los ojos rojos e hinchados por el llanto, en los profundos ojos celestes de su amante.

–Lo siento, no lo volveré hacer –dijo mientras lo abrazaba

Pero no prometió, no estaba en lugar de prometer, no con lo que acababa de soñar.

– ¿quieres que te consiga algo? –le pregunto Fleamont

–no, gracias de todas formas, Fleamont –sonrió a su abuelo mientras se separaba de los brazos de su pareja

–Bien –asintió

–será mejor que no molestes a Walburga en estos momentos, está sumamente irritable luego de tu casi muerte –le advirtió Orión

–Gracias por la advertencia, Orión, la tomare en cuenta, no dudes de ello –asintió divertido.

En ese momento entro la enfermera, y los hizo a todos irse, incluso a un reacio Tom.

***TMR//HJP***

Semanas después

Harry se encontraba solo en ese momento, en uno de los tantos pasillos de Hogwarts, mientras miraba hacia afuera. Era de noche, Tom se había dormido, y el, buscando un momento a solas, se escapó con su capa de invisibilidad, que se sacó hace ya momentos.

Miro al cielo oscurecido, las estrellas no se veían, las pesadas nubes negras seguían estropeando el cielo estrellado, pero aun no llovía, un gran fenómeno meteorológico, en palabras de nacidos de muggles, y algunos mestizos. Una tragedia se acerca, palabras de la profesora de astrología, y de adivinación, que por cierto, estaba más loca que trelawney.

No podía evitar pensar que tal vez la loca de adivinación tenga razón, después de todo, luego de su casi muerte, y los sueños que ha tenido con Luna diciéndole cosas, no eran para desechar a la basura fácilmente.

Un suspiro se escapó de la garganta con pesar al recordar aquello. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por alguien que estaba parado a su lado, alguien que no había visto venir.

–Orión –dijo sorprendido al hombre que se parecía excesivamente a Sirius joven.

–Harry –respondió con calma y una pequeña sonrisa mientras sacaba un cigarrillo de la cajilla plateada y le ofrecía uno a Harry, que lo tomo sin más.

"¿acaso todos los sangre pura aquí fumaban?" pensó al azar el menor mientras lo prendía.

El silencio cayo en ellos nuevamente, roto solo por el sonido de la cigarra, y el viento.

Ambos le daban caladas al cigarrillo, sin molestarse en decir algo en ese silencio cómodo.

Los pensamientos de los dos Slytherin vagaban, cada uno metido en ellos mientras miraban hacia afuera.

– ¿Por qué estás aquí en medio de la noche, y en el toque de queda? –le pregunto con una ceja alzada

–bueno... quería estar solo unos momentos... ¿y tú? –pregunto mientras daba una calada

–Soy prefecto –dijo burlón mientras señalaba la insignia en su corbata

–Ah –respondió simplemente el muchacho, mientras miraba hacia allí.

– ¿ah? –Pregunto gracioso –puedo restarte puntos –sonrió

–No lo harás –Harry lo miro con una pequeña sonrisa

– ¿y eso por qué? –cuestiono levantando una ceja

–bueno, en primer lugar, no quieres restarle puntos a Slytherin. En segundo lugar, si quisieras ya lo habrías hecho. En tercer lugar, estas fumando, en medio de un pasillo conmigo, y eso está prohibido, podrían no solo restarte puntos a ti y a mí, sino que también sacarte la insignia de prefecto –

Una risa resonó en el silencioso pasillo, y el menor miro al otro divertido.

–buen punto... si, tienes razón, además, me agradas Harry –sonrió con esa sonrisa tan parecida a la de su difunto padrino que se le estrujo el corazón

–Tú también lo haces, Orión –dijo con una pequeña risa

El silencio volvió a caer nuevamente, y estuvo así por varios minutos, hasta que el Black decidió volver a hablar, pero extrañamente, al menor no le desagrada, le gustaba, se sentía como tener a Sirius de vuelta.

– ¿sabes? –pregunto

Harry solo tarareo, instándole a seguir, y luego le dio otra calada al cigarro

–siento un extraño aprecio por ti... algo que no puedo explicar... es verdaderamente frustrante. Como si me dijera que debo protegerte... que eres todo lo que queda de alguien a quien querré mucho –hablo con el ceño fruncido

Harry solo lo miro, sabiendo de quien hablaba, ese hombre, era el padre de su padrino, sería algo así como su abuelo, ya que quería a Sirius como si fuera su padre. Ese hombre, sentía a sirio en él, aun cuando no había nacido, sentía el extraño afecto de su hijo hacia Harry, y deseaba preservarlo, honestamente le conmovió.

–No sé quién podría ser esa persona que me quiere mucho... pero sé que también te aprecio, Orión, eres mi amigo desde el primer momento en el que llegue aquí –sonrió levemente

El mayor lo miro, pero no dijo nada, solo se quedó ahí, quieto mientras terminaba el cigarrillo.

–será mejor que vuelvas, ya es tarde, si Tom nota que no estas se pondrá loco, esta sensible luego de tu casi muerte –puso su mano en la mejilla enrojecida de Evans, mientras miraba las esmeraldas fijamente, para después mirar sus labios.

No lo beso, pero lo deseaba.

Dio un paso atrás, con el corazón apretujado, el chico no era para él, no estaban destinados a estar juntos, él estaba enamorado de Tom, y él estaba comprometido con Walburga, no podía hacerle eso, ni a ella ni a él.

–tengo que terminar mi ronda, vuelve a la sala común Harry, nos vemos mañana –le dio un pequeño beso en su mejilla, cerca de su labio, casi tocándolo, y se fue.

El potter se quedó allí, helado como el hielo. Sus manos estaban al costado de su cuerpo, una con un cigarrillo en ella.

Él había notado lo que había en los ojos de Orión... el Black se había enamorado de él, pero él no podía corresponder.

Llevo una mano a la comisura de sus labios, donde recibió el beso, la piel hormigueaba extrañamente, pero algo se sintió profundamente mal en su interior, tanto, que sintió su corazón apretujarse.

Apago el cigarrillo, y lo dejo allí en el borde de la ventana, sin importarle realmente que alguien lo viera a la mañana siguiente.

Se puso su cama de invisibilidad y comenzó a caminar hacia su habitación, hacia tom.

Una vez allí se sacó la capa, se acostó con el hombre, y le beso los labios. Riddle comenzó a despertar levemente y también lo beso, solo que más profundo, a pesar de estar medio dormido.

Se alegró de sentir los labios de tom en los suyos, se sintió correcto, y lindo, algo que no cambiaría por nada.

◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈

Espero les allá gustado el capitulo. 

Honestamente yo lo ame, y estoy super emocionada, ya que en un capitulo, mas o menos, terminare la primera parte. así que este lo escribí super entusiasta.

Me dio pena Orión honestamente, pero quería meter aquello, fue como algo que solo le hizo ver a Harry, una ves mas, que amaba a Tom.

También ame la escena de Walburga, y como Harry la comparo con Hermione.

Y también vemos a Abraxas, que honestamente estaba mas allí para descifrar a Harry que cualquier otra cosa.

en fin, espero que lo hayan disfrutado, y si es así no olviden dejar sus votos.

3454 palabras

Atte y con mucho cariño: Alaisha Grindelwald.

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cuenta de Instagram: @alaisha_grindelwald

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Ella era una detective, la mejor de su clase.
El era un psicópata, un mafioso, y un asesino, el mejor de su clase.

El se obsesiono con ella
Y ella se enamoro de el.

Ella termino loca en un manicomio
El término preso con el plan de recuperarla.

Les recomiendo la historia que escribí. Es una invención mía. Se llama "Psychiatrique"

Se encuentra en mi perfil.

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