—El tiempo... El espacio... La realidad. Admito que desde aquella fatídica experiencia que dio inicio a mi navegación por el infinito mar que es la eternidad. Aquella última vez que vi a mi amada Elena y a mi preciosa Martita, conceptos tales como los que me di a la labor de nombrar anteriormente, ya casi no son perceptibles. ¿Qué es el tiempo cuando uno visita cada posible periodo de la historia e incluso lo que precedió o prosiguió a esta? ¿Qué es el espacio cuando estás en constante movimiento a través de lugares que, en ocasiones, ni el más creativo de los autores podría imaginar o plasmar en sus trabajos? Y en cuanto a la realidad, mi condición como viajero de la eternidad no solo me otorgó de la mano de un filósofo del siglo XXI, el seudónimo de "Eternauta", me permitió además aprender cosas que antes de que el primer copo de aquella nevada mortal cayera, mientras disfrutaba una partida de Truco con mis buenos amigos, jamás hubiera esperado ni aunque fuera entender. El concepto del multiverso, del omniverso, la existencia de seres capaces de crear, cambiar e incluso destruir, a un nivel que estoy seguro ni los Ellos podrían ser capaces de concebir fue una revelación de gran impacto para mi.

La narración de mi historia, de la tragedia que me convirtió en quién hoy soy podría llevar una noche completa, o quizás una historieta de 353 páginas. Algo de lo que aquel amable guionista, el Sr. Héctor Germán Oesterheld, a quien pude encontrarme en un salto, de aquellos incontables que hice, se encargó de hacer por mi, a su manera de prevenir aquella invasión alienígena que devastó el planeta tierra en mi realidad durante el año 1963. Entrando en la suposición de comparar al lector o lectora de este escrito conmigo mismo, asumo que podrá coincidir acerca de lo infructuoso que sería narrar una historia que ya fue contada y es fácilmente localizable por lo que es el internet.

Para aquél que tenga ante sus ojos este escrito, pediré que se prepare para un viaje de recuerdos de aquellos saltos que hice previo al comienzo de esta narración. Saltos a través de los "Continum" que estaban ligados a un particular multiverso en el que un mar de muerte llegó a rodear a sus habitantes como conmigo y mis seres queridos alguna vez. Solo que esta vez la muerte tenía signos bajos de vida.

Prepárense atentamente para esta exploración a la memoria, y juntos adentrémonos...

En el Multiverso Zombie.