Lucy

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La noche había pasado más rápido de lo que Lincoln había esperado, entre prepararse algo para comer y que terminase durmiendo en el sofá no tuvo grandes problemas, varías de las presentes no le miraban con una buena expresión pero decidió no comentar nada, tampoco se encontraba demasiado cómodo en ese lugar así que el sentimiento era mutuo, al menos había obtenido una vista general de quienes debían de ser sus hermanas, todas excepto una, la segunda mayor de la familia, que a palabras de Luna ella no tenía muchos deseos de salir de su cuarto ni siquiera para comer, eso no le importaba demasiado, el hecho de que Lucy hubiera preferido compartir su comida a cenar con sus demás hermanas le había hecho sentir algo más cómodo en aquel lugar y eso era lo que le importaba de momento.

Una cosa a la vez, ese pensamiento resonó en su cabeza durante esa noche.

Su mayor disyuntiva en ese momento se presentaba al observar con algo de cansancio a Luna, quien desde temprano se había acercado a este con una expresión seria.

- (Incomoda) Esto... hermanito, Lincoln, eh...

- (Incomodo) Creo que es mejor Lincoln, no me siento muy cómodo con eso de hermano.

Luna solo resoplo, ella se había mentalizado durante bastante tiempo para el día en que el muchacho comenzase a acercarse a su vida, la idea de considerarlo su hermano era algo asumido, pero una posibilidad que pensó resulto ser la realidad, para el muchacho no era lo mismo, pero ahora tendría la posibilidad de, al menos, conversar.

- Lincoln, bueno, esta tarde tendremos que ponernos de acuerdo con tu estancia.

- ¿Esta tarde?

- Si, a todo esto, ¿Irás con las demás o prefieres ir solo a la primaria?

- Ah.

Con los sucesos del arresto del anciano, su movimiento entre casas y todo lo ocurrido, ni siquiera había pensado que no había ido a la escuela durante esos días.

- Las clases están por terminar Lincoln, posiblemente te quedan algunos exámenes, ¿No?

- Unos pocos.

- No deberías descuidar tus estudios.

- No lo hago, en serio, tengo buenas calificaciones.

- (Sorprendida) ¿En serio? Digo, no luces especialmente...

- (Serio) ¿Qué cosa? ¿Listo?

- No, eh... yo no dije eso, digamos que nadie en esta casa tiene calificaciones especialmente buenas y creía que, ya sabes, como somos familia, pues...

- Es la forma más cortes en la que me han dicho idiota.

- No era mi intención, perdón.

- Eh, no, no te preocupes.

Ambos quedaron en silenció, observándose con algo de incomodidad mientras hacían pequeños gestos como rascarse el brazo o jugar con sus pies, teniendo como único sonido ambiental el poco ruido que estaban haciendo las chicas que comenzaban a despertar.

- Eh... bueno, Lincoln, ¿Tienes pensado asearte o algo? Te lo digo porque las filas en la mañana tienden a ser largas para usar el baño.

- No tengo ningún artículo de aseo aquí, además sería un poco raro.

- Esta es tu casa ahora, deberías acostumbrarte.

- Sigue siendo incomodo, digo, ustedes son chicas.

- ¿Entonces piensas ir con el cabello hecho un desastre como lo tienes ahora?

- ¿Cómo?

El peliblanco comenzó a tocar su cabello con las manos, como si estuviese buscando cualquier anomalía posible, mientras Luna observaba al pequeño entrar en pánico esbozo una pequeña sonrisa, no podía evitar pensar que lucía algo adorable, sacando su teléfono en ese momento para colocar la cámara frontal y permitirle al chico ver su rostro.

- Mejor mira tú reflejo.

- Ah, es verdad que los teléfonos hacen eso. - Se fija mejor en la imagen. - Demonios, si estoy bastante despeinado.

- Puedo prestarte mis cosas por hoy, aunque creo que deberíamos traer algunas de tú antiguo hogar.

- Sobre eso, como dije, pensaba quedarme aquí hasta que salga el anciano, no creo que sea necesario.

- ¿Que estés poco tiempo no quiere decir que tengas que estar incomodo verdad?

- Bueno, tienes un punto.

- Te pasaré a buscar junto a las menores a la salida, por favor, espérame, ¿Sí?

- Puedo venir solo, conozco bien las calles de Royal Woods.

- Aun así, me gustaría que me esperaras, por favor.

Ella podía notar la incomodidad de Lincoln en su rostro, habían muchas que no conocía ni terminaba de comprender sobre el muchachito frente a ella, pero si algo había notado es que no era una mala persona, eso le bastaba por el momento, los sucesos del día de ayer y su comportamiento con Lisa y Lucy le daban una idea de como podría ser, pero si quería demostrarle al resto que el chico podría ser parte de la familia tenía que conocerlo mejor, por lo que una larga caminata sería una buena idea, aunque claramente el muchacho no se sintiera a gusto con la idea.

- Está bien.

- ¿En serio?

- Dije que lo intentaría al menos, seré honesto, no termino de confiar en ustedes, mis primeras impresiones no fueron las mejores y una parte de mi sigue queriendo volver a casa del anciano ya que siento que en cualquier momento alguna puede explotar e intentar hacerme daño, pero Li... no importa.

- (Incomoda) ¿Eso crees de nosotras? Fuiste inesperadamente directo.

- Las cosas es mejor decirlas a la cara, por doloroso que sea es lo mejor, eso me enseño el anciano.

- Ese señor...

- (Seco) Niño. - Una voz proveniente de la escalera llamo la atención de ambos, notando a Lori quién le observaba fijamente, sin muecas o sensación de asco, era un tono frío que no demostraba nada, uno que puso en alerta inmediata al muchacho, pero sobre todo a Luna, si algo había caracterizado a su hermana mayor era el que siempre demostraba sus emociones, en ese sentido era como su padre, siempre al pendiente de la familia y cuando eso no ocurría, al menos era fácil distinguir si estaba molesta, frustrada, alegre, lo que fuese, pero aquella vista de su rostro no le decía nada, no le llamaba a nada, y eso le preocupaba todavía más que verla enojada por hablar con Lincoln. - Después de clases esperaras a la entrada de la primaria a un hombre llamado Leo, necesita conversar contigo.

- (Confundido) ¿Leo?

- Lori, yo y él íbamos a...

- Es una orden, harás lo que quieras con él después de que se reúna con nuestro tío.

- (Confundido) ¿Tío?

- Supongo que no lo recuerdas, bueno, es comprensible, la única vez que hablaron fuiste un salvaje. - De la impresión el niño paso rápidamente a la rabia, frunciendo su ceño mientras seguía mirando a Lori. - Como sea, él te buscara a la salida, ve con él, y no te preocupes, a diferencia del anciano si es buena persona.

Lincoln comenzó a apretar sus puños con furia, podía soportar hasta cierto limite que le molestase a él, no sería la primera vez que alguien se metiese con él después de todo, pero el anciano era algo diferente, era su familia, y escuchar esas palabras solo provocaron que su sangre comenzara a hervir.

- (Molesto) ¿Qué cre...

- Ya, bueno, de lo poco que lo conozco se que no es una mala persona, quédate con eso, ¿Está bien Lincoln?

Luna intentaba mostrar su mejor expresión mientras cubría con su cuerpo la línea de visión de Lincoln, como si intentase evitar que su hermana mayor y su hermano menor siguiesen observándose mientras tomaba los hombros del niño temiendo que lo poco que había trabajado el día anterior fuese destruido por Lori, pero para su suerte una vez aquel comentario despectivo fue hecho la rubia siguió su camino a la cocina, si no le interesaba la respuesta del niño o no quería seguir la pelea Luna lo desconocía, pero agradecía que podría terminar con la situación sin que escalase.

- Si es un conocido de ella no me interesa verlo.

- Lincoln, yo tampoco lo conozco mucho, pero si algo puedo decir es que es familia, si puedes darnos una oportunidad a nosotras podrías hacerlo con él.

- (Enojado) ¿Y por qué debería? ¿Por qué lo dijo esa bruta?

- Lori es una buena persona, solo está dolida por todo lo que ha pasado en casa, ya verás que con el tiempo dejara de estar enojada y verás su verdadera personalidad... además... (Tono herido) recientemente nosotras... no importa.

El recuerdo aún era fuerte al punto que Luna se giro para observar la escalera, la imagen de ver de frente como no alcanzó a sostener su mano le hizo sentir una extraña sensación de vacío en esta, comenzando a apretar sin darse cuenta su mano derecha, como si intentase recrear aquel momento, ser un poco más rápida, haber estado un poco más atenta, haber sido un poco más fuerte, si algo de eso hubiese ocurrido ella podría haberla alcanzado, pero ahora eso ya no tenía sentido, porque ella...

- Me estás lastimando.

- Ah, - Soltó su agarre. - Perdón Lincoln.

- ¿Eso por qué fue?

- No es algo de lo que quiera hablar, sabes, mejor vamos al baño para que te asees un poco.

Luna soltó al muchacho y comenzó a caminar a paso lento hacía la escalera, este solo miro la espalda de la chica por unos momentos antes de comenzar a caminar en su dirección, en parte tenía razón, no podía forzar las cosas de su lado, era el invitado y claramente era algo de lo que no quería hablar, quizás ir a la escuela era lo mejor para que los ánimos se calmasen y poder conversar con sus amigos.

Tuvo la suerte que era más temprano de lo que los demás acostumbraban a despertar y tuvo su tiempo calmadamente, de lo que pudo observar 2 habitaciones no se abrieron, la que estaba frente a la habitación de Luna y la que estaba frente a la habitación de Lisa, desconocía realmente quienes podían estar allí pero de una de estas sabía que estaba la única Loud que no había visto, mientras que en la otra estaba una pequeña que no había escuchado hablar durante la cena, caminando más por inercia que por costumbre, algo que no pudo evitar perturbarle un poco, por lo que después de las miradas renuentes de 2 de las chicas, más concretamente de una chica con falda a cuadros, termino por irse en soledad hacia la primaria.

Al cabo de unas cuadras mientras esperaba que unos vehículos circulasen para poder cruzar termino suspirando.

- (Preocupada) ¿Dormiste bien Lincoln?

- ¡¡¡Ahhhhh!!!

Lincoln termino cayendo al piso, tomando su corazón mientras intentaba recomponerse al notar que Lucy estaba detrás de él.

- ¡¿De dónde saliste?!

- Salimos juntos de casa, he estado a tu lado todo este tiempo.

- Espera, ¿Cómo?

- ¿No notaste que iba detrás de ti?

- ¿Crees que casi me hubiera dado un infarto de haberlo sabido?

- Suspiro, creía que al menos tú me notarías.

- Pudiste al menos haberme saludado, además ni siquiera haces sonido al caminar.

- (Apenada) Lo siento.

Lucy bajo un poco su cabeza, era perfectamente consciente que tenía muy poca presencia, después de todo si hubiese tenido algo más no la hubieran dejado sola en casa tantas veces, pero después de las aventuras que había pasado juntos esperaba que el chico presentara alguna diferencia, su expresión demostraba lo concentrado que se encontraba y no quería interrumpirlo, pero saber que no la había notado en lo absoluto si era algo que le había lastimado.

- No te disculpes, también es mi culpa por no notarte en todo este tiempo. - Lincoln se levantó y limpio un poco la tierra que ahora manchaba sus pantalones, notando que la niña miraba hacía el suelo. - Oye, no te pongas tan triste, no hiciste nada malo.

- No quería asustarte.

- Si me sorprendí, no lo niego, pero después de todas las cosas a las que te he arrastrado.

- ¿Arrastrarme?

- Si, bueno, lo del anciano y todo eso, tampoco te trate muy bien cuando nos conocimos.

- ¿Por qué lo dices?

- Ayer pensé varias cosas, estaba herido por todo lo que ocurrido, pero si sigo perdiendo el control, solo voy a seguir arruinando las cosas, me ha pasado varias veces y no quiero darle más problemas al anciano de los que ya tiene, y bueno, lo pensé tras ver que Lisa... bueno... pensé un poco y tanto tú como Luna no me han tratado mal, y yo me estaba comportando como un idiota.

- ¿Lo dices por lo que le mencionabas ayer a Lisa?

- Si, soy un poco "explosivo" con mis emociones. - Lincoln reanudo su caminata, siendo seguido por Lucy.

- Bueno, Luan se vuelve loca con sus bromas, sobre todo durante el 1 de abril, a Lynn creo que la conoces bien, mamá Lori ha estado actuando un poco rara, pero es capaz de correr por cualquiera de nosotras, creo que es de familia.

- ¿Familia eh?

- ¿No te agrada que te diga así?

- Más que eso, es algo extraño, después de lo que paso con Lynn, todo lo que hizo, me cuesta pensar en eso, el anciano me ha ayudado mucho el tiempo que he estado con él y, no lo sé, en algún punto se sintió natural llamarlo mi familia... mucho más de lo que Lynn me hizo sentir.

- Realmente odias a papá.

- No hizo mucho para que lo quisiera, y no quiero seguir hablando de él.

- Entiendo.

Ambos siguieron caminando en silencio por un rato, la conversación se apago para dar paso al sonido de los vehículos, la gente que transitaba por la zona y el viento meciendo las hojas, esa era una rutina que había repetido durante mucho tiempo, caminar para olvidarse o despejar su mente, cuando buscaba inspiración para dibujar algo o simplemente divagar con su tiempo libre, rutinas que se había visto obligado a abandonar después de que su vida se complicase, pero que no había notado que realmente extrañaba.

Cuando había caminado esos días en un intento de refugiarse en la casa del anciano estaba más preocupado por la situación o su compañía, algo que claramente aun le tenía intranquilo, pero que ya abundaba en su cabeza, esos pensamientos habían abarcado su mente el día anterior, esa mañana, no quería pensar en ello.

- Esta sensación es agradable.

- ¿Disculpa?

- Caminar, escuchar el ambiente, Royal Woods es un lugar tranquilo y estos sectores no tienen tantos vehículos, puedes escuchar varias cosas, a mí me gustaba imaginar y después dibujar.

- Cierto, estás en el club de arte.

- Estaba, el anciano me hizo renunciar, espera, ¿Cómo sabías eso?

- N..No es difícil notar a uno de los dos niños de pelo blanco en la sala de arte.

- ¿Dos? ¿Hablas de Jay?

- Al principio creíamos que los dos eran nuestros hermanos, pero Lynn nos aclaro que tú y él no son familia.

- ¿Lynn? Me sorprende que haya notado eso, no son pocos los que creían que Jay y yo éramos hermanos solo porque él usa esa gorra blanca.

- No te negare que en ocasiones ella puede ser un dolor de trasero, pero en el fondo no es una mala hermana.

- Ajá, digamos que te creo.

- ¿Eso fue sarcasmo?

- Simplemente no creo que me lleve bien con ella, digo, desde hace tiempo que me acosaba, había veces en que ni siquiera me podía concentrar en mis bocetos por pensar que ella podía hacer alguna tontería.

- Sabes, me gustaría ver alguno de tus dibujos.

- Hace tiempo que no hago ninguno, al anciano no le gustaba que dibujara.

- ¿Y ahora lo harías?

- Bueno... hace tiempo que no practico, aunque no te negare que me gustaría retomarlo, siempre era relajante estar una tarde frente a un lienzo.

- ¿Es así?

- Por lo que sé, cuando alguien encuentra algo que le gusta, hacerlo te ayuda, (Tono seco) el profesor Dawkins siempre lo decía, más cuando se trata de algo artístico.

- Artístico, ¿Cómo dibujar o hacer música?

- Otras cosas también, ¿Tienes algún pasatiempo?

- Bueno... - Lucy comenzó a jugar con sus manos, evitando mirar al niño. - Hay algo, pero no soy muy buena.

- ¿Y eso?

- Nada, no te preocupes, es algo personal.

- ¿Ok?

Esta vez fue Lucy quien acelero su paso, intentando evitar continuar la conversación con Lincoln, algo que logro ya que no tardaron demasiado en llegar a la escuela, momento en el que rápidamente la muchacha se perdió entre la multitud, Lincoln ni siquiera se molesto en buscarla una vez entro por las puertas del lugar, si había desaparecido con esa facilidad solo sería una perdida de tiempo buscarla y lo peor, tampoco es que tuviese algo que comentarle de hacerlo, así que se dirigió a su casillero y tomo sus cosas, agradeciendo siempre tener cosas para suplir sus útiles escolares que estaban en casa de Albert, pero si algo había notado es que más de uno se había quedado observándole desde que entro, no estaba seguro si realmente le estaban observando o era su imaginación, pero aquella sensación no le agradaba.

Armándose de valor cerro su casillero y fingió que nada ocurría, caminando un poco apresurado hasta que llego a su salón de clases, momento en el que noto a su mejor amigo con un rostro preocupado.

- Linc, finalmente apareces, ¿Qué paso?

- Nada, no te preocupes, algunas cosas con el anciano y eso.

- Pero no contestabas el móvil.

- No termino de acostumbrarme a usarlo, eso es todo, ¿Ocurrió algo interesante ayer?

- Nada importante, de hecho, ¿Pudiste ver la televisión estos días o el anciano sigue con eso del castigo con la motocicleta? El capitulo de tormenta de postre estuvo muy bueno ayer.

Jayden espero un momento para la reacción de su amigo, pero noto rápidamente que observaba a todos lados, casi como si estuviese nervioso.

- ¿Estás bien Linc?

- Eh, claro, si lo estoy.

- No lo pareces realmente.

- Estoy bien, en serio, no te preocupes.

En ese momento entro por la puerta Trent, quien conversaba tranquilamente con Chandler.

- ...y cando estaba jugando ese nivel, resulto que podía... ah, hola Lincoln.

- Hola.

Lincoln inhalo un poco de aire para continuar con dicha conversación, pero este siguió su camino junto al pelirrojo, enfrascado en dicha conversación hasta el fondo del salón donde ambos se sentaban normalmente.

No era la primera vez que ocurría algo así, pero era la primera vez que sentía una mirada extraña en el muchacho de lentes, sensación que llevaba desde que ingreso molestándolo.

- Últimamente esos dos han estado conversando bastante, ¿No lo crees Linc?

- Bueno, recuerda que siguen siendo amigos desde hace mucho.

- Si, pero creía que estaba con nosotros ahora.

- ¿Nosotros?

- Ya sabes, con Cookie, Jordán, nosotros y él.

- Bueno, es cierto que no he hablado mucho con el grupo últimamente.

- Además de que durante el año faltaste varias veces.

- Bueno, sí, no lo niego.

Un silencio se formo entre ambos por un momento, algo que Lincoln iba a aprovechar de voltearse para revisar sus cosas, pero que fue interrumpido cuando Jayden volvió a hablar.

- Linc, puedes confiar en mí, lo sabes.

- ...

- Vamos, siempre nos contamos todo, ¿Qué te paso ayer?

- Sigh, verás... arrestaron al anciano.

- ¿Qué?

- Pasaron cosas hace 2 días, y, bueno, ahora esta en la cárcel, no quiero realmente hablar de eso.

- (Preocupado) Pero, pero, ¿Cómo es eso? ¿Entonces estás viviendo solo ahora? ¿Acaso él...?

- Realmente no es algo de lo que quiera seguir hablando, ¿Sí?

- Estamos hablando de algo grave, peor si considero que ahora estás solo en esa casa, si quiere podría visi...

- En serio, estoy bien, la verdad no pensaba contarte porque sabía que te pondrías así.

- No le bajes la gravedad a esto Lincoln, es preocupante.

- Pero te dije que estoy bien, ya déjame estar, ¿Sí?

Jayden quiso replicar una vez más, pero en ese momento entraron todos los estudiantes que faltaban del aula siendo escoltados por un profesor.

- (Cansado) Bien clase, vamos a comenzar, todos a sus asientos.

Lincoln no espero a que su mejor amigo intentase continuar esa conversación y se volteó, agradeciendo que este se encontraba en el asiento trasero a él y no podría hostigarlo durante la hora de clase, aunque esto solo termino por preocupar más al chico quién no había quedado satisfecho con esa forma evasiva de responder del chico, después de todo lo conocía muy bien, algo no andaba bien.

La hora de clase paso rápidamente, sobre todo para Lincoln quién gracias a eso pudo desconectar su cerebro durante un periodo de clases, aprovechando el receso para salir velozmente del aula, impidiendo que Jayden pudiese alcanzar a encontrarle para seguir con el interrogatorio, uno que el peliblanco no sentía tener la fuerza mental para responder y tener que recordar todo por lo que se obligo a asistir en búsqueda de un descanso, estando en el patio en una esquina cerca del cerco del deslinde de la propiedad, una zona que no era muy concurrida debido a la proximidad a los basureros, un lugar perfecto para ocultarse de su mejor amigo.

- No pensé en Jay, maldición, no debí decirle.

Al meter sus manos en los bolsillos pudo notar que su móvil vibraba, notando que quien le llamaba no era otro que su amigo.

- Tsk, que insistente.

- ¿Quién te molesta?

- ¡¡¡Ahhh!!!

Nuevamente la repentina voz de Lucy termino por espantar a Lincoln, quien ahora yacía en el piso cubierto de tierra.

- Es la segunda vez en este día, ¡Segunda!

- Tú fuiste el que llego mientras yo estaba tranquilamente en este lugar.

- ¿En serio?

- No saco nada con mentirte, quería... estar sola.

- ¿Y tus amigos?

- No tenía ganas de conversar con ellos, sus temas son... demasiado oscuros para mi gusto en estos momentos.

- Son niños de 8 años, ¿Qué tan oscuro pueden ser sus temas?

- La mayoría es de muertos y fantasmas.

- ¿Muertos? Espera, ¿Estas en ese grupo de los mortician? ¿Esos raritos?

- Oye, eso es un insulto para mí, ¿Y tú que haces aquí?

- Bueno, yo... eh... sigh, la verdad tampoco quería estar cerca de mis amigos, no en estos momentos al menos.

- Entiendo.

La pequeña en ese momento dejo caer su cuerpo, pegando su espalda a la pared mientras descendía lentamente hasta terminar sentada en el césped, Lincoln quién seguía en el suelo termino por acomodarse en una posición cercana a ella, apoyándose igualmente contra la pared.

- Lincoln.

- ¿Sí?

- ¿No te molesta que este a tu lado?

- ...

- ¿Debo tomar eso como un sí?

- Tómalo como que no es el mejor momento para esa pregunta.

- Yo... lo siento.

- No te disculpes.

El móvil de Lincoln seguía sonando, por más que fuese únicamente vibración era algo que ambos podían escuchar, lo cual solo molestaba más a Lincoln.

- Suena a que realmente se preocupa por ti.

- Lo sé, pero no quiero que comience a preguntarme cosas, aunque sea por ahora quiero estar solo.

- Estar solo no es tan agradable, quizás tú que has probado la luz y sus virtudes aprecies lo que significa el ser apartado, pero cuando vives en un mundo de oscuridad, hay veces en que solo quieres salir de eso, quieres...

- (Molesto) Que alguien te diga que está ahí para ti, ¿No?

El pensamiento de Lucy se corto de golpe, no era tal como iba a decirlo, pero entendía que era el mensaje que quería transmitir, su sentimiento más embotellado tras toda la soledad que había sentido en un hogar lleno de gente, el como su dolor era algo arraigado a su ser para que dejara de actuar como alguien tan idiota, pero nuevamente actuaba de esa forma, justo cuando creía que finalmente estaba alcanzando la mentalidad de ese niño, cuando creía que realmente era un niño con el cual podía relacionarse libremente, demostraba tal conocimiento, tal entendimiento, casi como... si realmente le comprendiera.

- ¿Cómo sabías que pensaba eso?

- ¿Crees que no se lo que siente estar solo?

- Claro que no lo sabes, es una experiencia nueva para ti, ¿Me equivoco? - Si bien Lucy se las había arreglado para sonar monótona y tragarse parte de sus emociones eso no significaba que era realmente el caso, parte de su molestia se filtro en sus palabras mientras se enfocaba en el niño.

- ¿Nueva? ¿Siquiera has escuchado las cosas que te he contado?

- Tú no querías a papá así que no cuenta, solo has perdido a ese anciano, pero aun con eso eres fuerte, te molesto, pero seguiste adelante, puedes vivir con eso y sabes donde esta, al menos tienes una oportunidad de hablarle de nuevo, pero yo... yo perdí a un padre, a una persona que me amaba incondicionalmente, y luego... yo... yo... snif... yo perdí a mi hermanita...

A medida que hablaba Lincoln sentía que se molestaba cada vez más, tenía realmente ganas de callarla, decirle que se detuviera, que toda la visión y oportunidad que veía con ella comenzaba a derrumbarse ante la misma basura que las demás siempre le tiraban encima, pero esas palabras finales detuvieron su actuar, viendo como la pequeña se encogía en su propia existencia, sollozando suave pero constantemente, mientras parecía aferrarse con fuerza a lo único que le quedaba: ella misma.

- ¿Tú... hermanita?

- Snif, yo... la mate.

Aquellas crudas palabras salieron de la boca de Lucy, casi como si hubiese vomitado veneno o una navaja hubiese pasado por su lengua a la hora de decirlo, una realidad que ocultaba incluso de sí misma, refugiándose nuevamente en su justificación sobre su soledad.

¿Por qué ese niño le había hecho pensar en ella?

Él no era como Lola, no tenía nada que le recordara a Lola, no se parecía ni física ni mentalmente a Lola, ¿Por qué hablar con el niño le hacía recordar el mayor pecado que había cometido en su vida? Aquella sensación de haber cometido el mayor error que podía una persona cometer, manchar sus manos con sangre de un ser querido, ¿Por qué? ¿Por qué en las palabras determinadas de Lincoln podía sentir un asco por sigo mismo? ¿Por qué entendía aquel asqueroso sentimiento de culpa cuando nadie se lo había enseñado?

- ¿Por qué? Snif ¿Por qué tuvo que pasar algo así? Yo solo... snif... solo estaba enojada, tenía tanta rabia... desde que leí ese diario el solo saber de ella me hacía querer ahorcarla... pero cuando la vi caer... snif... verla con esa mirada de terror y tener su mano a mí... yo no... yo no quería...

Lucy no se dio cuenta cuando sus manos comenzaron a jalar su cabello con fuerza, como si quisiera arrancar su propia cabeza, no importaba el dolor que pudiese producir en su cabeza aquella agónica sensación de vacío en su corazón no se calmaba tanto como sus lágrimas, pensar en Lola, en el niño, en su intento de huir de sus propias acciones, el rostro de pavor de Lynn, el pánico de Luna, el rostro carmesí de una niña que se había golpeado la cabeza varías veces...

Ella había matado a su hermana menor, y no había nada que pudiese cambiar ese hecho.

- ¿Alguna vez te dije por qué odio tanto a Lynn?

El llanto de la niña fue la única respuesta que obtuvo el peliblanco, y era todo lo que necesitaba para continuar.

- Durante muchos tiempo, años, más atrás de lo que logro recordar, siempre estaba en un departamento solitario, en ocasiones algún vecino entraba para asegurarse que no me había matado o algo, pero no era preocupación real, Lynn les pagaba, creo, en cierto punto dejaron de aparecer y la verdad no me importaba, pero incluso con ellos conviví más que con Lynn.

Lincoln se levanto en ese momento, despacio, sin hacer movimientos bruscos ni mirar a la entristecida niña.

- Durante todo ese tiempo siempre tuve un solo sueño, que él entrara por la puerta y me sostuviera, me preguntara como estaba y me dijera que me quería, ¿Quieres saber cuando hizo eso? De los 9 años que viví con él, ¿Puedes imaginar cuanto tiempo sentí algo de interés de su parte?

- Snif.

- Exacto, nunca, un día de la nada intento volverse más amable, hicimos algunas cosas juntos, lo veía un par de veces a la semana a diferencia de antes que tenía suerte si lo veía unas pocas veces al mes, de todo lo que se, ¿Cuánto crees que me enseño él? Dijiste que era fuerte, que seguí adelante, ¿Crees que él me enseño algo de como vivir? Él lo único que hizo fue decirme el estorbo que fui en su vida antes de morir.

Aquellas últimas palabras lograron romper la concentración de la niña, levantando sus aun lagrimeantes ojos hacía Lincoln, recordando aquella última palabra.

- Entonces... tú...

- Dilo, mi QUERIDA hija merece saberlo, merece saber el monstruo que le estuvo acompañando todo este tiempo.

- Él murió frente a mi... prácticamente... yo lo maté.

- Tú... mataste... a papá...

- No disfrute su vida, solo me engaño para sentirse mejor consigo mismo durante un tiempo, cuando murió todo fue a peor, fue horrible, todo lo que podía escuchar era como él se burlaba de mí, como la única persona que me quedaba se alejaba de mí, como me quede completamente solo frente a alguien que podía matarme solo por intentar llorar, ¿Crees que eso fue fácil? ¿Crees que es fácil? No, no lo es, no es ser fuerte, es...

- Ser alguien feliz, ¿Verdad enano?

- ...buscar tú propia felicidad, aun cuando todo parezca que está mal.

- ¿Mi... felicidad? ¿Quieres que... busque mi felicidad? (Molesta) ¡¿Cuándo tú matas...

- Yo maté a Lynn, mate a ese idiota que solo me provoco dolor y que incluso hoy en día me sigue atormentando, pero necesito dejar eso, no puedo simplemente tirarme a llorar... yo ya lo hice y eso nunca me hizo sentir mejor, solo sentía que había hecho todo mal, que estaba bien morir para enmendarlo, pero esa no es la respuesta, si quieres ódiame, claramente tú y las otras amaban mucho a Lynn, despréciame o escupe en mi presencia, pero para eso tienes que aceptar lo que hiciste y levantarte.

- ¿Lo que yo... hice? Lola... que yo ma... ma...

Las manos de Lucy temblaban, no podía reconocer su propia voz, podía sentir como su visión ya borrosa por las lágrimas se empañaba todavía más y las ganas de vomitar se acumulaban en su garganta, dispuesta a eliminar todo lo que contuviese en el interior, intento concentrarse en algo, ni siquiera sabía lo que estaba diciendo, todo lo que podía sentir era el frío en sus manos y como estas temblaban, lo que aquellas manos manchadas de sangre sentían, ya que ella era...

De la nada, una nueva sensación recorrió su cuerpo, un fuerte dolor doble que se esparció casi como si hubiese sido una corriente eléctrica que le dejo un punzante dolor, sintiendo ahora como sus mejillas comenzaban a arder y su visión se centraba en la cara del muchacho que se había posicionado frente a ella.

- Duele, duele demasiado, pero no puedes dejar que eso te consuma, si quieres ódiame, pero no ganaras nada con odiarte a ti misma, no seas como yo.

- Pero yo maté a mi hermana...

- Y yo mate a nuestro padre...

- ¿Cómo... puedes decirlo tan fácilmente?

- Porque es algo que jamás me perdonare, pero no por eso dejare de vivir mi vida. - Pensando - ¿No es así abuelo?

- N..No es justo... tú tienes amigos reales... tenías a ese anciano... yo... ¡¿Qué tengo yo?!

- ¿Quieres... tener un hermano?

Lucy levanto la mirada, Lincoln le observaba fijamente mientras aun se encontraba frente a ella, no mostraba duda en lo que había dicho, podía odiar en el fondo de su corazón muchas cosas de las que Lynn había sido culpable al punto de ver con recelo a ellas, pero esa niña, el dolor de su corazón era real, podía entenderla, el infierno que ocultaba en su silencio y acababa de ser destapado, era algo duro, algo de lo que él no pudo salir solo y que no se lo deseaba a nadie, por eso la comprendía, sentía que podía, pues ella era como él.

- Aun... después de lo que dije que hice... aun... después de que tú... ¿Me pides eso?

- Nadie quiere estar solo, ¿Verdad?

Lucy estiro su mano en dirección a Lincoln, su visión estaba casi por desaparecer, no podía controlar correctamente su cuerpo o sus emociones, pero hizo todo lo que pudo por querer tocar a la persona frente a ella, creer que esas palabras no eran una dulce ilusión, temblando de creer que finalmente había tocado fondo y se daría cuenta que todo ese tiempo estuvo sola, pero ese no fue el caso, pudo sentir como su mano era presionada por otra un poco más grande, un poco más áspera, pero que se aferro con fuerza a la de ella.

- Herma... no...

Dicho eso, pudo sentir como todo se desvanecía, siendo lo último que pudo sentir antes de colapsar el calor de aquella mano que apretaba la suya.

- (Serio) Lucy.


Horas después, termino de la jornada escolar

Después de dejar a Lucy en la enfermería, la atención que Lincoln fue capaz de prestar a las clases o su entorno fue nula, podría jugar que Jayden, Jordán o Trent intentaron hablarle, pero nada de eso fue capaz de procesar, el recuerdo de la niña tan lastimada de la nada lo agobiaba, creía haber hecho lo mejor, pero, aun así, seguía siendo una pesada carga para su ánimo, algo que su mejor amigo pudo notar.

Mientras caminaba a la salida Lincoln era abordado por tanto Jayden como Trent, quienes intentaban hablar con el muchacho, pero tal como si fuese un deja vú, al momento de salir, alguien inesperado se encontraba esperando al muchacho, algo que pudieron notar pues el hombre se acerco a paso calmo hasta Lincoln, parándose justo frente a él.

- ¿Quién es usted? - Jayden intento interponerse entre el hombre y su amigo, pero Lincoln con facilidad lo aparto.

- Usted es mi tío, ¿Verdad?

- En efecto, Lori si te hablo de mí.

En ese momento el muchacho se volteó hacía sus amigos.

- Lo siento, pero tengo que ir con él, nos vemos mañana.

Y se alejó, sin mayor explicación, detalle o emoción, dejando a ambos chicos sumamente confundidos.

- Realmente las cosas van mal para Lincoln. - Dijo Trent algo desanimado.

- Lo sé, la última vez fue con ese anciano psicópata, ¿Puedes buscar a Jordán? Me gustaría hablar con el grupo, quiero ayudarlo.

- Eh... está bien, ¿Dónde nos juntamos?

- En el patio, buscare a Cookie.

Trent en ese momento asintió y se alejo hacía el interior de la primaria, momento en el que Jayden busco con la mirada hasta que encontró a Karen, quien se reía junto a 2 chicas de su clase, las reconocía de nombre y rostro, pero realmente jamás habían entablado una conversación muy estructurada, casi al mismo tiempo que Trent comenzó a frecuentar más a Chandler, Karen había comenzado a frecuentar a esas dos chicas, realmente no le molestaba, pero en ese momento necesitaba todo el apoyo posible para ayudar a su amigo.

- Cookie, ¿Podemos conversar?

El apodo que lentamente había comenzado a ganarse provoco que ambas chicas se riesen disimuladamente la pequeña niña, quien se giro con algo de enfado hacía el que había sido su primer amor.

- No me llames así en público.

- Ah, lo siento, me deje llevar, en fin, ¿Puedes darme unos minutos? Necesito conversar algo contigo.

Ambas niñas habían comenzado a hablar en voz baja, riéndose nuevamente de la muchacha, algo que solo le molestaba más... aunque también podría tratarse de algún tema de su agrado, no estaba cerca su "gemelo" ni nadie más, por lo que con algo de emoción contenida se despidió de sus amigas y comenzó a seguir al muchacho hacia el interior de la escuela.

Ambos caminaban a paso normal, Karen lo veía de pies a cabeza, analizándolo varías veces, creyendo ver que por momentos aceleraba o movía más enérgicamente las manos, preparándose para diversos escenarios hasta que salió por la puerta interna hacía el patio interior, sabía perfectamente que Jayden era un gran fan de hacer deporte, estaba incluso en el club de atletismo desde prácticamente el día que ingreso en esa primaria, quizás ese era el lugar donde más cómodo se sentía el muchacho y que finalmente había llegado el día, pero su propia ilusión no duro demasiado en el momento en que vio a Trent, Jordán y Mollie, de hecho, ver a ese grupo sin cierto... individuo le había dado cierta idea, una que no le agradaba en lo absoluto.

- Hasta que llegaron, Jordán y Mollie estaban por irse. - Dijo Trent sin mucha reserva.

- Gracias por quedarse, los necesito en este momento, ya que Lin...

- (Molesta) Ahg, lo sabía.

El desagrado en la voz de Karen repercutió en el pequeño grupo, quienes observaron fijamente a la pequeña de traje lila tener una expresión severamente molesta mientras esta se fijaba en Jayden, quien no lograba entender que estaba ocurriendo.

- ¿Cookie?

- ¿Por qué siempre se trata de Lincoln? ¿Por qué siempre hay que tratar con la miseria por la que está pasando? ¿Qué paso ahora? ¿Se murió otro familiar o qué?

Todos estaban sorprendidos de la forma tan despectiva con la que la niña se estaba expresando del miembro faltante del grupo, habían pasado buenos y malos momentos, ninguno del grupo podía negarlo, se habían divertido en más de una ocasión y habían hecho promesas entre ellos, por lo que ver aquel comportamiento en la niña realmente les había golpeado desprevenidos.

- ¿Qué no se dan cuenta? La vida de Lincoln siempre va a peor, siempre es tristeza estar con él, o tenemos que hacer algún plan o algo para que se anime.

- Precisamente por eso es por lo que como sus amigos tenemos que apoyarlo. - Dijo Jayden claramente molesto.

- ¿Amigos? Apenas y convivimos últimamente, la última vez nos hecho de su casa casi a patadas y todo este tiempo se ha estado negando tanto a salir con alguno de nosotros o que lo visitemos.

- Es porque el anciano que lo acogió le tenía en esa situación, y por eso debemos apoy...

- ¿Disculpa? ¿Debemos? ¿Desde cuando somos sus mascotas de terapia para tener que levantarlo cada semana porque algo malo le volvió a pasar? - Karen camino lo suficiente para quejar justo frente a Jayden, y pese a la diferencia de tamaño lo miro fijamente, claramente molesta. - Ya ni siquiera recuerdo si te lo dije, pero me gustabas, si empecé a conversar con Lincoln fue porque intentaba ser más cercana a ti, pero todo lo que te importa es Lincoln, que Lincoln esto, Lincoln aquello, ¿Acaso no tienes más vida que tú amiguito?

- P...

- Ya estoy harta, no puedo fingir más esta amistad. - Karen se dio vuelta en dirección hacía el interior del edificio, la ruta más rápida para abandonar el lugar. - Si ustedes quieren seguir jugando a los santos ayudándolo es su problema, pero hasta donde he visto él ni siquiera hizo un esfuerzo por conservar mi amistad y no voy a deprimirme sola por un niño que no sabe ser feliz.

Dicho eso, la niña siguió su camino, había desahogado todo lo que había estado guardando desde hace tiempo.

No podía negar que había mentido en algunas partes de su argumento, Lincoln y ella si habían congeniado más de una vez, él había sido su confidente más de una vez ante su amor no correspondido e incluso el chico le había apoyado en su lucha, pero ver a Lincoln hacía mucho tiempo que le resultaba deprimente, si no estaba sufriendo estaba bajo un castigo, si no estaba siendo acosado estaba en un estado casi traumado, poco a poco aquello termino por mermar su amistad y quizás nunca se lo perdonaran, pero ella tenía que decirlo, tenía que expulsar esa molestia que había crecido con el paso de los años, ya no le importaba.

Sin mirar atrás decidió alejarse, sabiendo que aquellas amistades eran algo que jamás podría recuperar.

Mientras tanto, el resto del grupo miraban todavía impactados como la niña se perdía en el edificio.

- (Furioso) ¿Qué se cree? ¿Qué demonios le pasa? ¿Acaso en las amistades la gente no se cuida cuando alguien esta mal?

Jayden realmente sentía que iba a explotar, como si la sangre se hubiera acumulado en su cabeza mientras hervía y quemaba su cuerpo, ávido en deseos de insultar a la muchacha con cuanta maldición conociese, Lincoln era su amigo, su hermano, tratarlo como un pobre infeliz de esa manera...

- En parte, creo que Karen tenía razón. - Esta vez, Mollie fue quien hablo. - Estar cerca de Lincoln si llega a ser deprimente.

- ¡Pero...!

- (Incomodo) Lincoln me cae bien. - Trent comenzó a rascar su brazo, sin ser capaz de mirar a los ojos a Jayden. - Pero no puedo negar que la mayoría del tiempo pareciera que solo su estabilidad importa, casi nunca participa en cosas que nos interesen a nosotros, por ejemplo, Chandler...

- (Furioso) ¡¿A quién le importa el pretencioso de Chandler?! ¡Ni siquiera estabas cerca esta mañana cuando Lincoln todavía estaba bien y seguiste hablando con ese idiota! ¡¿Cómo te puedes llamar su amigo de esa forma?!

Trent, Jordán y Mollie observaron como el ofuscado muchacho exhalaba luego de gritarle a todo pulmón al chico de lentes, era cierto que ese pequeño grupo se formo de distintos grupos de amistades existentes en torno al nuevo y al rarito del salón, había sido una experiencia interesante pero siempre se había respetado las amistades anteriores, siempre había sido el caso... pero aquel enojo solo les termino de convencer en las palabras de la pequeña niña de lila.

Sin recriminarle, sin enojarse de vuelta o devolverle alguna acción, los tres niños comenzaron a alejarse en silencio de Jayden, quién solo veía con asombro como se alejaban de él.

- ¿En serio se van a ir, de esa forma, dejándome solo?

- Buena suerte con Lincoln.

Esas fueron las últimas palabras de Trent antes de voltearse, algo que las dos muchachas siguieron momentos después.

Jayden, por su parte, solo podía contemplar como ahora se encontraba solo, sus amigos, o los que creyó que eran sus amigos, todo por hacer lo que un amigo debe hacer en los momentos más complicados, solo por eso, le habían abandonado... una vez más.

Viendo como aquel grupo de buenos amigos, había desaparecido como si nunca hubiese existido.

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