—¡Hola! Soy Lalisa Manoban, en este momento no puedo responder, ¡pero déjame un mensaje! Bye bye.

Beep.

—¿Recuerdas cuando nos conocimos, Lisa? ¿Recuerdas nuestra primera cita? ¿Recuerdas cuando te pedí ser mí novia? ¿Nuestro primer mes-aniversario? ¿Nuestro primer año? ¿Y cuando nos mudamos juntas?

>> Espero que lo recuerdes, me sentiría muy mal si sólo yo pienso en esas cosas.

>> ¿No quieres volver al pasado conmigo?

>> Recuerdo que una vez preguntaste qué haría si tuviera una máquina del tiempo.

>> En ese momento estaba feliz, en el presente, conforme con el pasado, soñando con el futuro, a tu lado... Fue una de esas extrañas preguntas que solías hacer después de tener sexo, y estabamos abrazadas, piel con piel, calentitas en la cama, en la oscuridad...

>> Te respondí que volvería al día en que te conocí, para ver de lejos lo ridícula que fui cuando caí adentro de esa estúpida fuente, persiguiendo a ese estúpido niño que había robado mí celular, tú me ayudaste a salir.

>> Soportarse que te respondiera como la mierda porque estaba muy enojada... Lo recuerdo y aún quiero golpear a ese niño...

>> Maldito pendejo.

>> Recuerdo que te reías de mí, yo también lo hubiera hecho.

>> Incluso totalmente nublada con el enojo de que me hayan robado, pensé que eras linda.

>> Sigues siendo la chica más linda del mundo.

Hubo unos cuantos segundos en silencio.

—¿Puedes volver conmigo, Lisa?