Narra Kayla

Estoy preparándome un café tranquilamente en la cocina mientras Eyla juega arriba con sus peluches. George ha salido a correr con Alex y con Lando y la verdad esque agradezco que mi hermano tuviera la idea de que se juntaran fuera del circuito como en los viejos tiempos, ahora que mi chico ha sido fichado por Mercedes en mitad de temporada tengo miedo que se le suba la fama a la cabeza, si alguien puede mantenerlo con los pies en la tierra son sus amigos, sin duda. 

Empiezo a escuchar ruidos en la planta de arriba y dejo la taza en la mesa de la cocina para empezar a acercarme a la escalera bastante extrañada, mi hija cuando esta jugando sola parece que no esta en casa porque nunca hace ningún ruido. Pongo el pie en el primer escalón dispuesta a subir, pero algo me lo impide.

Eyla: ¡¡Mamaaaaa!!

Mi hija de casi 3 años aparece corriendo y baja de igual manera para agarrarse a mi pierna sin soltar a don Orejitas, el peluche que la acompaña siempre y sin el que no puede dormir. Algo pasa, está totalmente asustada.

Kayla: ¿Qué pasa princesa?
Eyla: Tenía la ventana del cuarto abierta y ha entrado alguien, ha intentado cogerme del brazo pero he salido corriendo
Kayla: ¿Te ha hecho daño pequeña?

Ella niega con la cabeza sin soltarme mientras le acaricio la cabeza para calmarla, subo la mirada y en el pasillo de la planta de arriba veo a alguien vestido de negro, sin pensarlo cojo a mi hija en brazos y me meto en el gimnasio que tiene George en casa, es la única habitación de la planta de abajo que tiene cerrojo y una ventana que da al jardín. 

Cierro la puerta y hecho el pestillo para después apoyarme en ella sin soltar a Eyla que rodea mi cuello con sus brazos. Con cuidado de que no se me caiga la niña saco mi móvil de mi bolsillo para pedir ayuda, pero no hay cobertura, habrán inhibido la señal de alguna manera. 

Dejo a mi hija en el suelo y dejo el teléfono grabando lo que pasa camuflado en una estantería para después agacharme y estar a la altura de mi pequeña, esta muy asustada.

Kayla: Eyla tranquila
Eyla: Tengo miedo mami
Kayla: Es normal mi vida, pero tienes que estar tranquila
Eyla: ¿Van a hacernos daño?
Kayla: No pienso dejar que te hagan daño, ¿Vale pequeña?
Eyla: ¿Y papá?
Kayla: Papa ahora viene, tranquila
Eyla: ¿Por qué están aquí esas personas?

Suspiro sin saber que responder a mi hija y me llevo la mano al abdomen intentando calmarme, tengo que estar tranquila por mis dos hijos. 

Si, hace unas días descubrí que estoy embarazada y estoy buscando el momento para contárselo a George, pero ahora no hay tiempo de entrar en detalles. 

El pomo de la puerta empieza a moverse y los ruidos del otro lado no traen nada bueno, mi pequeña vuelve a gritar asustada y se aferra a mí de nuevo, así que la cojo en brazos y al ver la ventana no lo pienso, voy hasta ella, la abro y ayudo a Eyla a salir por ella. Cuando me aseguro de que está bien, empiezo a salir yo también pero me freno en el ultimo momento para oír las palabras que llegan desde fuera de la habitación.

Xx: Esto le va a doler al niñato mas que cualquier cosa, que aprenda a no meterse con los grandes

Me quedo en shock oyendo esas palabras, porque sé que llevan toda la razón del mundo, si hay algo importante en la vida de mi chico es su familia y sobre todo su hija y yo, van a atacarle donde más le duele y en parte sin que él lo sepa. 

Reacciono cuando veo que la puerta empieza a ceder y termino de salir por la ventana para coger la mano de mi princesa y tiro de ella para empezar a correr, mi hermano no vive lejos y ahora mismo no se me ocurre otra salida, pero Eyla me frena, por lo que me giro para verla de frente y me agacho.

Kayla: Eyla, ¿Qué pasa?
Eyla: Se me ha caído don Orejitas mami
Kayla: Pequeña, no tenemos tiempo, ahora hay que correr hasta casa del tío Alex
Eyla: No puedo dejarlo ahí mama
Kayla: Luego venimos a por él, pero ahora tenemos que irnos
Eyla: Pero....

No escucho el final de la frase de Eyla porque me dan un golpe en la cabeza y caigo al suelo. Un grito de miedo de mi niña es lo último que recuerdo antes de que todo se vuelva negro.